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En esta Hora Santa, amado Jesús, nos postramos ante Tu presencia sintiéndonos felices de
estar, una vez más, junto a Ti y, con sincero corazón, anhelamos aprovechar esta hermosa
experiencia de amor, que hoy nos regalas. Por eso, te pedimos, por intercesión de tu
Santísima Madre y de San José, que derrames, sobre nosotros, tu Santo Espíritu, para que
sea Él quien guíe nuestra adoración, alabanza, meditación y entrega a Ti.
GRACIAS señor Jesús por la vida, por nuestra familia, nuestros hijos,
nuestros padres, abuelos, tíos, amigos. Porque permites que te quedes en
nosotros. Tú, ejemplo de familia al pertenecer a la santísima trinidad, Tu quien
nos dejaste ejemplo de ser familia en la Sagrada Familia con nuestra madre
María y su esposo San José, bendícenos hoy y siempre, protégenos, cuida de
nosotros Señor. Amen.
Amado Jesús Eucaristía, en esta semana que celebramos a las familias, te
pedimos que no solo en esta ocasión, sino siempre bendigas a todas las
familias del mundo, que resalten los valores, que exista la paz y la fe entre
ellos. Que se viva la sinodalidad en el caminar juntos como familia y como
iglesia en unidad y armonía con las demás pastorales.
”
2. Te damos gracias porque los esposos forman una sola carne al unirse en
matrimonio, convirtiéndose en los padres que orientan y educan a sus hijos
para que lleguen a Ti, en el camino de la vida, mediante la oración, la
participación en la eucaristía y el ejemplo de fe, esperanza y amor a Dios.
Decimos
3. Te damos gracias por las familias que saben acoger con amor generoso a
sus hijos, por su esfuerzo en educarlos y guiarlos hacia ti. Decimos
5. Te damos gracias por las familias que son comunidad de amor y vida a
semejanza Tuya y que irradian a los demás tu presencia al vivir el Evangelio
en el interior de la familia, en su trabajo y en la sociedad. Decimos
6. Te damos gracias por las familias que viven fieles a ti en medio del
sufrimiento y la separación de sus miembros. Decimos
7. Te damos gracias por las familias que rezan el rosario, para bien propio y de
la humanidad, que saben que en María tienen a una Madre Corredentora que
los guía hacia su Hijo Jesús. Decimos
8. Te damos gracias por las familias que reconocen la fuente de agua viva en
la sagrada Eucaristía y la frecuentan asiduamente, para sentirse unidos a Cristo
en su misión. Decimos
11. Te damos gracias por haber elegido a nuestras familias para vivir el don de
tu gracia y así, alimentados por Tí, permitirnos poner los cimientos de una
nueva primavera para las familias de la actualidad.