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Universidad Nacional de Colombia - sede La Paz

Escuela de Pregrados
Gestión cultural y comunicativa
Curso: Cultura y Desarrollo

Estudiante: Michell Martinez Rozo

Sostenibilidad y desarrollo una moneda a doble cara

Desde tiempo atrás la sociedad ha venido atravesando por un proceso de transición,


dentro de la cual hay factores positivos y otros tantos negativos, razón por la cual se
llega a cuestionar si realmente la idea de avanzar para mejorar es una idea cierta o
simplemente un aforismo utilizado para atraer a la sociedad al consumo y uso de los
nuevos descubrimientos que las industrias ofrecen.

¿Cómo es posible que una idea de desarrollo repercuta considerablemente en


espacios sociales, medioambientales e incluso influya en las prácticas culturales de
los individuos?, es cierto que lo anterior ha llegado a ser una realidad en gran
medida por los actos permisivos de las comunidades y el debilitamiento de las
políticas públicas por parte de los organismos Estatales e internacionales que
“procuran” la protección y preservación de las identidades culturales y
medioambientales de sus territorios.

A raíz del desenfreno desmesurado del consumismo, del producir para satisfacer, la
necesidad de poder y el otorgamiento de mayor importancia a los diferentes
modelos económicos a seguir a nivel mundial, ha acarreado que se generen
impactos negativos que ponen en tela de juicio la existencia de herramientas y
medios que proporcionen calidad de vida y bienestar a los seres humanos, e incluso
se cuestione la existencia de la humanidad a largo plazo.

Corolario a lo anterior, es pertinente enunciar la inexistencia de equidad de


oportunidades en los diferentes pueblos a nivel mundial, el desmesurado desarrollo
económico basado en la ideología de oferta y demanda, la limitante en la que se
encuentran los recursos naturales a nivel mundial y la excesiva reproducción
humana existente, son los factores que acarrean una preocupación mundial y que
ha llevado a la ejecución de diferentes acciones para combatir esta realidad latente
y peligrosa por la que atraviesa la humanidad en general.

Es cierto que la existencia de la humanidad y la calidad de vida de la misma


depende en gran medida de la existencia de recursos -que en su mayoría son
proporcionados por el medio ambiente- para poder subsistir, razón por la cual en
1972 se realiza una conferencia que tiene como centro principal reconocer el vínculo
existente entre el bienestar humano y el entorno natural como un tema de
importancia a nivel mundial, trayendo consigo que gestaran acciones específicas
para mantener un equilibrio dentro de esa relación ambiental y humana.
A raíz de lo anterior y principalmente de la importancia que resultan tener los
recursos que proporciona el medio ambiente en el desarrollo económico, surge la
preocupación respecto a la limitante de los recursos naturales existentes, de allí que
dentro del imaginario social se va a generar cavilación respecto a la crisis ambiental;
lo que conlleva a que en 1987 se comience a acuñar la palabra sostenibilidad por
medio del informe de Brundtland.

El concepto de sostenibilidad innegablemente se adentró rápidamente en la


sociedad, logrando adquirir gran importancia en los diferentes espacios y discursos
que van a surgir en pro de procurar generar acciones encaminadas al cuidado de
los recursos naturales, diferentes escritores afirman que eso se debe a “la creciente
preocupación medioambiental y a la expansión del término sostenibilidad acuñado a
partir de la difusión del Informe Brundtland” (Maldonado, Escobar & Marín. P. 602)

Es así, como por medio del informe Brundtland se comienzan a ejecutar múltiples
acciones a nivel mundial para hacerle frente a las situaciones medioambientales que
atraviesa el mundo desde hace muchos años atrás, y el objetivo principal de este
informe es comenzar a incluir en los discursos el tema del “desarrollo sostenible
como un desarrollo que satisface hoy sin el riesgo, de que las generaciones futuras
no serán capaz de satisfacer sus necesidades." ( Anexo 1), En este sentido, se
estima una idea de desarrollo enfocada en ideales sostenibles, lo que conlleva a
cuestionarse, ¿realmente esta fusión de palabras “desarrollo sostenible” es el medio
para solucionar o reducir las distintas problemáticas medioambientales por las que
está atravesando la sociedad?

Realmente entre el pensar y el ejecutar hay mucho trecho, razón por la cual en la
actualidad se ven fuertemente cuestionadas las acciones encaminadas a procurar
ese desarrollo sostenible del que tanto se hace énfasis en las políticas
medioambientales tanto a niveles nacionales como internacionales. Es así como los
problemas aún persisten, el deterioro que está sufriendo el mundo ambiental cada
vez es más grande, razón por la cual las preocupaciones respecto a este tema
siguen latentes.

Desde que se han iniciado diferentes acciones encaminadas al cuidado y protección


del medio ambiente los cambios no han sido verdaderamente significativos, razón
por la cual se llega a cuestionar las acciones originadas en los diferentes espacios
creados para tratar esta problemática, por ejemplo, los espacios ya narrados en
líneas anteriores, la cumbre de la tierra realizada por Naciones Unidas, la cumbre
mundial de desarrollo sostenible, entre otros muchos espacios.

A partir de la inmersión del concepto de desarrollo sostenible, este se ha convertido


en la herramienta base para la ejecución de un sin número de proyectos en el marco
económico y político, teniendo en cuenta que aluden el cuido del medio y desarrollo
económico como baje se ejecución de sus acciones, sosteniendo que a través de
este ideal se adoptan fundamentos normativos que tienen como “eje central la
noción de “desarrollo sostenible”, para adecuar los procesos económicos a ritmos
que permitieran que las generaciones futuras disfruten de la oferta natural” (Clavijo.
2019), lo cierto es que los fundamentos normativos adoptados bajo ese ideal no le
brinda garantías a la sociedad, trayendo consigo que funcione como una especie de
bálsamo simplemente.
Aterrizando el tema de la sostenibilidad en el territorio nacional, es menester acotar
que desde el sistema jurídico colombiano existen lineamientos que van a orientar las
acciones Estatales y empresariales en el ideal del desarrollo sostenible, es así como
por medio de la Constitución de 1991 se señala en el artículo 80 lo siguiente “El
Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para
garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución”, Es
claro lo que la norma quiere prever, sin embargo, la realidad en el país es otra, lo
que nos da cuenta que lo que se encuentra estipulado normativamente no es
realmente lo que condiciona el actuar de quienes rigen el país.

Como es sabido, Colombia es uno de los países con más riquezas en recursos
naturales, los cuales cumplen una función determinante tanto en el sector
económico como cultural del país, teniendo en cuenta que son estos recursos que
permiten que se exporten diferentes productos a grandes masas y permiten que las
poblaciones se identifiquen con los mismos y hagan parte de su cultura como pilar
fundamental para su auto reconocimiento.

Muy a pesar de la existencia de parámetros legales y la importancia que tiene el


medio ambiente en la economía y el entorno social, Colombia es uno de los países
con altos índices de problemáticas medio ambientales, teniendo en cuenta las
grandes operaciones extractivistas, las prácticas de deforestación e incendios en el
país, entre otras. Todo a raíz de la carencia de acciones o políticas públicas que
vayan encaminadas a la limitación del uso de los recursos naturales que posee el
territorio nacional y a la falta inversión Estatal que sirva para favorecer y proteger la
conservación del medio.

Colombia en la actualidad ha registrado grandes pérdidas de recursos ambientales,


dentro de los cuales encontramos pérdidas de agua, bosques y biodiversidad
poniendo en riesgo la seguridad del país en diferentes aspectos, lo que deja en
claro que las acciones para promover el cuido y sostenibilidad del medio ambiente
son netamente una utopía.

Por otro lado, el país está atravesando por una situación de pobreza extrema, según
el DANE, para el año 2020 el 42,5% de la población colombiana ha estado en estas
condiciones, lo que da paso a afirmar que en el país hay un serio problema en la
forma en la que se está dirigiendo políticamente, de cómo se están desarrollando
las políticas económicas y sociales ya que los datos por sí solos hablan.

Para nadie es un secreto que las problemáticas por las que en la actualidad
atraviesa la humanidad radican en la inequitativa distribución económica y a la
ineficiencia en la calidad de vida -a pesar de que día a día en el mundo se hable de
desarrollo económico como precursor del bienestar social- trayendo consigo que
estos dos factores agudicen la pobreza en el mundo, así como ya se encuentra
evidenciado en Colombia.

¿Se sabe realmente cuales son las consecuencias que produce la pobreza en la
sociedad y cuáles son las repercusiones ambientales que esta produce?, es claro
que la indiferencia basta para no tener conocimiento de cuáles son esas
repercusiones a nivel general, sin embargo, en diferentes apartados de artículos
sostienen que “fundamentada en el reconocido hecho de que tanto el exceso de
reproducción y consumo, como la inequidad y la pobreza actúan negativamente
sobre la sostenibilidad física de los recursos naturales” (Sánchez. 1995. P.3.) y si se
actúa negativamente sobre la sostenibilidad de los recursos naturales se estaría
propiciando a grandes escalas acciones contaminantes indirectamente.

En ese orden de ideas, “el verdadero desarrollo sostenible implica una nueva
concepción del crecimiento que provea igualdad de oportunidades para todos los
pueblos del mundo, sin distingos de ninguna índole, y que no agote los limitados
recursos naturales del planeta y su capacidad de reproducción” (Viviescas. 1999.
P.22). Es decir, es necesario crear acciones que promuevan y garanticen lo que
resulta de las diferentes cumbres a nivel internacional y los lineamientos normativos
que se crean en cada país, para que exista un diálogo entre lo que se plasma en un
documento y las acciones que se ejecutan para darle cumplimiento a ello.

A lo largo del tiempo, se han ideado propuestas que dialoguen con el desarrollo
sostenible y con el querer de ejecutar acciones que disminuyan las problemáticas
socioambientales a nivel mundial, dentro de las cuales se proponen el uso de la
tecnología y el turismo como herramientas que impulsan la economía y protegen el
medio ambiente, manteniendo un equilibrio entre el desarrollo económico y la
sostenibilidad.

Es claro que son unas herramientas con gran auge e importancia en la idea de
desarrollo occidental, sin embargo, ambas terminan generando impactos a grandes
rasgos en el área ambiental y que están desarraigadas de las realidades y
necesidades de la sociedad, además de ello, están siendo pensadas y creadas para
favorecer en principio el sector económico. Por ejemplo, los avances tecnológicos
terminan siendo una moneda a doble cara, toda vez que “realmente la tecnología no
está creando sistemas; crea agregados que no están inmersos en, ni conviven con
los sistemas ya existentes; deja de lado los procesos naturales, pero tiene en gran
consideración las necesidades económicas, de poder y de consumo del ser
humano, que no están forzosamente ligadas con aquellos” (Ramirez. 2007. P. 58.)

En conclusión, son diferentes problemáticas que aquejan a la humanidad,


comenzando desde los factores políticos, económicos y sociales y terminando por el
sector medioambiental, la realidad que enfrenta la sociedad es complicada, toda vez
que para armonizar los cuatro factores anteriormente mencionados se requiere de
compromiso social y mancomunado, donde prime el interés general por encima del
particular para que se puedan ver reflejados los verdaderos cambios en la sociedad.

BIBLIOGRAFÍA

Clavijo. O. (2019). La participación en tiempos de crisis ambiental. Periodico UN.


Recuperado de: La participación en tiempos de crisis ambiental (unal.edu.co)

Anexo No. 1. Desarrollo histórico del concepto sostenibilidad. Recuperado de:


https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/8538/395107.20118.pdf?
sequence=14&isAllowed=y

Maldonado. S, Escobar. N & Marín. M. Visibilidad de información de responsabilidad


social en américa latina: un estudio exploratorio. Universidad Javeriana. Pág 592 -
628. Recuperado de: Page 592 - Reflexiones_sobre_las_ciencias_economicas
(unal.edu.co)

Acosta. J. (1998). Medio ambiente, desarrollo y equidad, las incógnitas económicas


del desarrollo sostenible. Instituto de estudios ambientales IDEA. Recuperado de:

Viviescas. F. (1999). La urbe contemporánea y la pregunta por el medio ambiente.


Bitácora Urbano Territorial. Recuperado de:
https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/32167/18826-61284-1-PB.pdf?
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Ramirez. L. Reflexiones sobre la relación entre tecnología y desarrollo sostenible.


Recuperado de:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/download/93443/78173/514144

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