Está en la página 1de 18

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

RECINTO UASD-SAN JUAN

NOMBRE:

Juberkis García Mora

MATRICULA:

100218913

ASIGNATURA:

Introd. A Las Ciencias Sociales

TEMA:

Economías Neoliberales y sus Consecuencias

SECCIÓN

97

MAESTRA:

Juan Rodríguez Santana

SAN JUAN DE LA MAGUANA


Índice

1. Introducción
2. Economías Neoliberales y sus Consecuencias
3. ¿Qué es el neoliberalismo?
4. Características del neoliberalismo
5. Origen del neoliberalismo
6. Críticas al neoliberalismo
7. Liberalismo y neoliberalismo
8. El neoliberalismo
9. Premisas e Instrumentos de la Política Económica Neoliberal.
10. Consideraciones sobre algunas de las políticas económicas neoliberales y
sus consecuencias
11. Consecuencias del neoliberalismo
12. Sobre historia del modelo neoliberal en República Dominicana
13. Neoliberalismo y teoría económica
14. Ventajas y desventajas del neoliberalismo
15. Las principales ventajas del modelo neoliberal
16. Las principales desventajas del modelo neoliberal
17. Opositores al neoliberalismo
18. Conclusion
19. Bibliografía
Introducción

En la presente investigación se estarán desarrollando los pormenores sobre la


economía neoliberales y las consecuencias que le ha traído a nuestro país y al
mundo en general. Nuestra economía ha sufrido cambios al cabo de los años y
estos cambios es lo que nos ha llevado hasta donde estamos, entre los temas que
se estarán desarrollando están; ¿Qué es el neoliberalismo?, Características,
Origen y críticas al neoliberalismo, como también Liberalismo y neoliberalismo,
Premisas e Instrumentos de la Política Económica Neoliberal, Consideraciones
sobre algunas de las políticas económicas neoliberales y sus consecuencias,
Consecuencias del neoliberalismo, Sobre historia del modelo neoliberal en
República Dominicana, Neoliberalismo y teoría económica, Neoliberalismo y
teoría económica, Origen del neoliberalismo, Ventajas y desventajas del
neoliberalismo, Las principales ventajas del modelo neoliberal, Las principales
desventajas del modelo neoliberal, Opositores al neoliberalismo.

Sin más preámbulo ya después de saber lo que estaremos analizando


empezaremos hablando sobre el concepto y origen del neoliberalismo y sus
respectivos detalles.
Economías Neoliberales y sus Consecuencias
¿Qué es el neoliberalismo?
El neoliberalismo (también llamado nuevo liberalismo o liberalismo
tecnocrático), es una ideología política y un modelo socioeconómico basado en el
mercado de libre competencia como fundamento de toda economía capitalista.
Propone políticas de laissez-faire (“dejar hacer”, en francés), o sea, de mínima
intervención del Estado.

Generalmente se la comprende como un resurgimiento de los preceptos del


liberalismo clásico (o primer liberalismo) surgido entre los siglos XVII y XVIII.
Su razonamiento o filosofía de base es la fe en el crecimiento económico
sostenido, como el método adecuado para el progreso de la humanidad.

Sin embargo, ha habido a lo largo de la historia distintas interpretaciones de este


término, debido a que sus prácticas asociadas han cambiado significativamente.
Por citar un ejemplo, en la década de 1930, se asociaba con dicho término a un
modelo de conducción de la economía por un Estado fuerte, algo que hoy
conocemos como Economía social de mercado.

Pero desde finales del siglo XX, esto ya no es así. De hecho, los gobiernos del
presidente Ronald Reagan (1911-2004) en los Estados Unidos (de 1981 a 1989) y
de la primera ministra Margaret Thatcher (1925-2013) en Reino Unido (de 1979
a 1990) se consideran los más representativos del neoliberalismo de esa época.
En ambos casos, las privatizaciones y la apertura de los mercados fueron la
norma.

De manera similar, se considera a los economistas Milton Friedman (1912-2006)


y Friedrich Hayek (1899-1992) como los principales exponentes teóricos del
neoliberalismo. Sin embargo, debate a menudo cuáles son exactamente las
definiciones teóricas y prácticas del neoliberalismo, ya que posee numerosos
defensores y adversarios en la actualidad.

Características del neoliberalismo


A pesar de las dificultades que existen a la hora de definirlo con certeza, el
neoliberalismo a inicios del siglo XXI se asocia usualmente con:

Proponer el achicamiento del gasto público y la reducción del Estado, así como la
menor intromisión posible de éste en los asuntos de la economía, dejándole la
conducción de la economía a los actores privados y al libre mercado.
Se lo asocia a políticas fiscales y monetarias restrictivas, desregulación de los
mercados y privatización de las empresas públicas.

La aplicación de políticas de austeridad como mecanismo para la recuperación


económica de países en vías de desarrollo o en crisis profundas, lo cual a menudo
se traduce en mucho malestar social y aumento de la pobreza, a medida que los
capitales son redirigidos del consumidor a las empresas.

Defiende ciertos preceptos del viejo liberalismo clásico, pero a través de


lineamientos políticos muy diferentes, determinados por ideas muy posteriores.
Sus enemigos ideológicos son los sectores progresistas y socialistas.

Origen del neoliberalismo


El término “neoliberalismo” fue acuñado por el sociólogo y economista alemán
Alexander Rüstow (1885-1963) en el Coloquio Walter Lipmann del año 1938.
Rüstow empleó este término para agrupar las prácticas económicas
intervencionistas de las tendencias insurgentes del siglo XX como el fascismo,
comunismo, nacionalismo y socialismo, las cuales conformaban según su opinión
una doctrina separada del liberalismo clásico, enemiga del laissez-faire.

Sin embargo, en la década de 1960 el término dejó de asociarse a la ahora


llamada Economía social de mercado, y comenzó designar a los sistemas
económicos guiados por el libre mercado, es decir, las ideas de economistas
como Friedman, von Mises y Hayek.

Quizá debido a esta confusión, el término dejó de emplearse durante décadas.


Resurgió con su sentido actual en la década de 1980, asociado a las reformas
económicas profundas del régimen dictatorial de Augusto Pinochet (1915-2006)
en Chile, guiadas y supervisadas por los economistas de la Escuela de Chicago,
conocidos como Chicago Boys. De dicha asociación nace, en parte, la mala
reputación del neoliberalismo.

Así, de una posición capitalista moderada, el término pasó a designar una


posición más radical y comprometida con el capitalismo liberal. La llegada del
neoliberalismo a finales del siglo XX puso fin a décadas de sistemas keynesianos
en vigor desde 1930.

Obtuvo resultados muy disparejos, y sentó las bases para la economía global
venidera, pero a un costo social inmenso, particularmente en los países en vías de
desarrollo, como los de América Latina.
Críticas al neoliberalismo
El neoliberalismo, en su acepción más reciente, es dura y ampliamente criticado
desde los sectores progresistas e izquierdistas.

Se lo acusa de haber sido un sistema particularmente cruel con los sectores


vulnerables de la sociedad entre los 80 y 90, ya que transfiere dinero y poder a
las grandes corporaciones, especialmente trasnacionales. Para ello, somete a los
ciudadanos a medidas de austeridad y empobrecimiento, con la promesa de un
mejor futuro.

Por otro lado, su filiación con regímenes ultraconservadores, y con políticas que
favorecían a los sectores pudientes de la sociedad, lo asociaron a la derecha
económica y a la destrucción del muy alabado Estado de bienestar que reinó en
Occidente después de la Segunda Guerra Mundial.

Liberalismo y neoliberalismo
Como hemos visto antes, liberalismo y neoliberalismo no son sinónimos, aunque
el segundo resucite o actualice algunas ideas asociadas al primero. Sus
diferencias, sin embargo, pueden resumirse en:

El neoliberalismo
El neoliberalismo al mismo tiempo que una teoría, es la ideología del gran capital
financiero. Es el fundamento ideológico de la nueva era capitalista: la de la
globalización.

Como ideología, el neoliberalismo ha jugado un rol estelar en la legitimación del


orden presidido por el capital transnacional, expandido a su más alta expresión en
el contexto mundial.

Aunque el neoliberalismo ve coronados sus planteamientos con las


prescripciones recogidas en el llamado "consenso de Washington", durante los
años noventa del pasado siglo, los fundamentos primarios del mismo se pueden
encontrar formulados en la primera mitad de dicho siglo por los economistas
austriacos Ludwig Von Mises y Friedrich Von Hayek. En ambos autores será
encontrada una oposición al Estado de Bienestar actuante entonces en Europa, la
cual será asumida desde una perspectiva crítica a la intervención del Estado y
desde una abierta defensa a la libertad de mercado.

Por ejemplo, F. V. Hayek rechaza lo que llama "interferencia coercitiva en la


vida económica" plantea que "Tas partes presentes en el mercado tengan libertad
para vender y comprar a cualquier precio al cual puedan contratar con alguien, y
que todos sean libres para producir vender y comprar cualquier cosa que se pueda
producir o vender."

Además de surgir para rechazar el Estado de Bienestar, otro contexto en que se


eleva la ola neoliberal es aquel en que el signo del fracaso se impone respecto a
las políticas económicas desarrollistas seguidas en América Latina y en otras
regiones durante el período de post-guerra. Ese fracaso mostró al mismo tiempo
la fatiga de los países capitalistas centrales en cuanto a sus estrategias y acciones
económicas en relación con los países poco desarrollados y oprimidos.

La existencia de un elevado endeudamiento externo de los países de América


Latina y el Caribe, los considerables déficit fiscales, la improductividad de
importantes empresas estatales, el ascenso de la inestabilidad inflacionaria de la
economía, la deficiente administración tributaria, son algunas de las más
significativas manifestaciones de la coyuntura.

En este contexto queda incluido, lo acontecido durante la llamada "década


perdida" en que se profundiza la crisis económica de los países con escaso
desarrollo y en que se fortalece el poder de las instituciones financieras
internacionales que auspiciaron la puesta en ejecución de los pro gramas de
"ajustes estructurales

Premisas e Instrumentos de la Política Económica Neoliberal.


La formulación de la política económica neoliberal se apoyó en una serie de
premisas o presupuestos tales como la ineficiencia del sector público y
agotamiento del mo- delo de intervención estatal, superioridad de lo privado,
presencia de la corrupción en la gestión pública, no se puede prescindir de la
libertad de mercado, mercado que "siempre trabaja bien", a diferencia del sector
público que por lo general "funciona mal". En su "reivindicación" de la
democracia y de la libertad, el neoliberalismo llega a considerar que "cualquier
intento de disminuir las desigualdades limitaría la libertad".

Teniendo premisas como estas el Consenso de Washington formula lo que se ha


considerado como los diez (10) instrumentos de la política económica neoliberal:
1) disciplina presupuestaria para enfrentar los déficit; 2) cambio en las
prioridades del gasto público (de áreas me- nos productivas como sanidad,
educación); 3) reforma fis- cal encaminada a buscar bases imponibles amplias y
tipos marginales moderados; 4) tipos de interés; 5) tipo de cambio; 6)
liberalización comercial; 7) apertura a la entrada de inversiones extranjeras
directas: 8) privatizaciones; 9) desregulaciones y 10) garantía de los derechos de
propiedad.
Sintetizando los instrumentos de la política económica neoliberal expuestas aquí,
se encuentran los que pueden considerarse como los ejes fundamentales del
consenso establecido en Washington: privatización, liberalización y estabilidad
macroeconómica.

Consideraciones sobre algunas de las políticas económicas neoliberales y


sus consecuencias
La privatización que fue presentada como una de las prescripciones
fundamentales del neoliberalismo, se ha evidenciado muy distante de ser una
panacea a los problemas administrativos y económicos de países como la
República Dominicana, Lo acontecido en el país respecto al sector de la energía
eléctrica es una prueba de que los procesos de privatización no suponen
necesariamente la eficiencia proclamada.

Por igual, los actos fraudulentos contables y financie- ros de empresarios


privados, instituciones o entidades en los Estados Unidos y en otros países
puestos de manifiesto a raíz de la crisis financiera mundial, desmienten que las
prácticas corruptas que llevan al neoliberalismo ha estigmatizar al sector estatal
sean de la exclusividad de este sector.

Confirma también lo ante dicho, la significativa cantidad de bancos privados de


la República Dominicana, cuyos altos ejecutivos fueron sometidos y condenados
por incurrir en acciones financieras fraudulentas en el ejercicio de su función
gerencial.

Para Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, los países con poco desarrollo
han visto la imposición de una política de privatización que además de suponer
una importante reducción del empleo, han hecho de los consumidores, y
particularmente de los trabajadores, las principales víctimas.

Por otra parte, el neoliberalismo ha tomado muy poca atención a las


circunstancias concretas y los problemas inmediatos de los países objetos de
estas políticas, desinteresándose de las desventajosas condiciones en que han
competido la mayoría de las economías latinoamericanas y caribeñas y en que
aplican el intercambio comercial, condiciones las cuales no garantizan el mejor
aprovechamiento de sus ventajas comparativas". Por demás, los grandes centros
capitalistas han establecido un desinonte de barreras comerciales que no siempre
se aplicaron a sí mismos, impidiendo, a la vez, a los países de poro desarrollo la
exportación de ciertos productos agrícolas. Para el neoliberalismo lo importante
ha sido asegurar la estabilidad macroeconómica, no importándole tanto que se
afectara el empleo, el salario, la distribución justa del Ingreso, y que se
incrementara la pobreza, la desigualdad, y los conflictos sociales.
En el caso de la República Dominicana, como en el de muchos otros países, el
neoliberalismo trazó disposiciones que han limitado la función social del Estado,
imponiéndose políticas públicas que han resultado negativas para las mayorías
poblacionales. El neoliberalismo practicó políticas financieras de extrema
desregulación, lo cual constituyó uno de los factores desencadenantes de la actual
nueva crisis del sistema capitalista desatada a final de la década pasada.

Consecuencias del neoliberalismo


1. Modificación en los derechos de los trabajadores

El proceso de la liberación económica conlleva una mayor flexibilidad salarial,


disminuyendo los salarios mínimos, reduciendo el empleo público y creando una
disminución de la protección del empleo. Se crean leyes laborales restrictivas que
facilitan el despido de los trabajadores.

2. Eliminación de la sanidad pública

Lo que se pretende con la privatización del sistema sanitario es una mejor gestión
de los impuestos de los contribuyentes, con un ahorro más que considerable en
las arcas públicas para así poder ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos.

En 1983, la primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, inició la


privatización del sistema sanitario inglés, primero con los servicios logísticos de
los hospitales, tales como lavandería, limpieza y cocina, y luego los hospitales
por completo.

3. Debilitación de los países más pobres

Una de las medidas que se adoptan y que hacen debilitar a los países más pobres
es la reducción de la financiación del Estado a todo aquello que no esté
relacionado con la reproducción del capital, y especialmente todo lo destinado
para fines sociales.

4. Aumento de los impuestos

Se aumentan los impuestos sobre el consumo, mientras que se reduce en las


rentas más altas.

5. Apertura de las fronteras para mercancías

Se quiere así ganar en competencia eliminando las restricciones en los


intercambios comerciales. Este hecho hace que los salarios vayan a la baja.

6. Reducción de la inflación
A pesar de que es una buena consecuencia, se logra reducir la inflación a costa de
severas políticas fiscales y monetarias, que disminuye los precios de las materias
primas, y promueven el desempleo (y esto ayuda a reducir los salarios).

7. Menos ahorro e inversión

Por su capacidad de aumentar las diferencias socioeconómicas, hace que reduzca


la capacidad de ahorro en la población, en contraste con los países donde se
aplica el Estado de Bienestar.

8. Más pobreza

Los empresarios, al ser los que deciden cuánto ganan sus empleados, suelen bajar
los salarios, empobreciendo a la población que no tiene oportunidad de
superación. El resultado es una sociedad donde hay más pobres y más ricos, y la
clase media tiende a desaparecer.

9. Hundimiento de los sistemas financieros

En 2007 y 2008 hubo una importante recesión en los mercados financieros,


primero en los de Estados Unidos y luego en los internacionales. La poca
intervención de los gobiernos en ellos generó el colapso de la burbuja
inmobiliaria, haciendo que literalmente millones de personas perdieran sus
viviendas.

10. Aumento de la especulación financiera

El capital que debería reinvertirse en los sistemas productivos, se dirige a


paraísos fiscales, donde hay menos controles e impuestos, logrando que los
empresarios especulen libremente en los mercados, sin control ni regulación.

Sobre historia del modelo neoliberal en República Dominicana


La implantación del modelo neoliberal capitalista en República Dominicana
comenzó a desarrollarse firmemente en los años 80 del siglo pasado. Tiene sus
antecedentes en el continente latinoamericano con la presencia de los llamados
“Chicago Boys” invitados por la Universidad Católica de Chile y el general
golpista-fascista Augusto Pinochet para trabajar en ese país en la instalación de
un nuevo modelo económico y social, después del cruento golpe de Estado y
asesinato del presidente socialista Salvador Allende en 1963.

Este origen tenebroso del modelo neoliberal se expandió en la década de los años
70 y siguientes por el continente latinoamericano, acompañado del crimen, el
asesinato, las violaciones de los Derechos Humanos, de los derechos económicos
y sociales y la explotación económica y social. En Venezuela, con el llamado
“caracazo”, que fue una revuelta popular contra las políticas pestilentes del
entonces presidente Carlos Andrés Pérez, que representó un acontecimiento de
carácter histórico que generó la ocurrencia de acontecimientos importantes, tales
como la aparición del modelo bolivariano con la figura de Hugo Chávez
contrapuesto al modelo neoliberal.

Hoy el pueblo dominicano tiene que conformarse con salarios extorsivos y con
un proceso productivo y social que beneficia en su gran mayoría a unos pocos
que se encuentran en la cúspide de la pirámide social, a la cual fluyen los
ingresos y las riquezas de la sociedad civil.

Neoliberalismo y teoría económica


El Estado y el mercado son instituciones complementarias. El Estado –el sistema
constitucional y la organización o aparato que lo garantiza– es la principal
institución que coordina las sociedades modernas, el principal instrumento a
través del cual las sociedades democráticas moldean el capitalismo para poder
alcanzar sus objetivos políticos. El mercado es una institución basada en la
competencia que, bajo la regulación del Estado, contribuye a la coordinación de
la economía. Desde fines de los 80, el neoliberalismo lanzó un asalto al Estado (y
también al mercado) desde la teoría neoclásica y la teoría de la elección pública,
que se convirtieron en una meta ideología de la época. Aunque el ataque fue
feroz, la actual crisis económica confirma la necesidad de reconstruir el Estado y
buscar una nueva complementariedad con el mercado.

La idea de un mercado autorregulado implicaba una auténtica utopía. Una


institución como esa no podía existir de forma duradera sin aniquilar la sustancia
humana y natural de la sociedad, sin destruir físicamente al hombre y transformar
su ambiente en un desierto. Karl Polanyi, 1944La oposición entre Estado y
mercado se transformó en un problema desde los 80 y 90, cuando el
neoliberalismo adquirió tal hegemonía que este planteo comenzó a parecer
natural y legítimo. A través de esa oposición, dos instituciones que por su propia
naturaleza son estructuralmente complementarias fueron colocadas en el mismo
plano.

No tiene sentido, por lo tanto, oponer Estado y mercado. Podemos señalar los
problemas del Estado y podemos entender que determinadas actividades se
pueden coordinar mejor si el Estado limita su presencia en el mercado. Lo que no
podemos es ver las dos formas de coordinación como alternativas: el Estado
siempre regulará los mercados. La responsabilidad final por la buena o mala
coordinación no será del mercado, que no tiene voluntad, sino de la sociedad, que
a través de sus formas de organización política –la sociedad civil o nación–
constituye su Estado (y, en el Estado democrático, elige su gobierno).

Las sociedades modernas son sociedades capitalistas organizadas territorialmente


en países o Estados-nación soberanos. Actualmente, en el marco del capitalismo
global, desaparecieron los imperios y las áreas ocupadas por tribus y clanes, y
todo el planeta está cubierto por Estados-nación que constituyen un gran sistema
político mundial. Por otro lado, a medida que los países abrieron sus mercados al
comercio, la globalización transformó el mundo en un gran mercado, en un gran
sistema económico cada vez más integrado. En este gran sistema político y
económico, las unidades son los Estados-nación, cada uno de ellos constituido
por una nación o una sociedad civil, un Estado y un territorio. En este contexto,
un país desarrollado desde el punto de vista económico, social y político es un
país cuya nación tiene a su servicio un Estado fuerte y capaz, que a su vez regula
un mercado libre y eficiente. Estado y mercado son, por lo tanto, instituciones de
la sociedad; son sus instrumentos de acción colectiva, son las herramientas
principales de cada sociedad para alcanzar sus objetivos. El instrumento
fundamental es el Estado; el mercado lo complementa. Cuanto más fuerte sea una
institución, más fuerte será la otra.

Neoliberalismo
No es posible pretender aumentar el poder del mercado a expensas del
debilitamiento del Estado, como pretendió irracionalmente el neoliberalismo. Esa
ideología –asociada a teorías económicas y políticas aparentemente científicas–
inició un verdadero asalto al Estado democrático y social que había comenzado a
establecerse desde el New Deal en Estados Unidos y que se consolidó,
principalmente en Europa, luego de la Segunda Guerra Mundial. Pero también el
mercado fue asaltado: ante la falta de regulación, dejó de cumplir su función en
la sociedad y comenzó a degradarse.

Los neoliberales probablemente dirán que la ideología dominante en los últimos


30 años –transformada en sentido común– no buscaba el debilitamiento del
Estado: solo buscaba retirarlo de la esfera productiva; es decir, que dejara de ser
un «Estado productor» para transformarse en un «Estado regulador». De hecho,
una parte del discurso neoliberal descansaba en este argumento. Pero era un
discurso vacío, un clásico discurso orwelliano en el sentido de que lo que se dice
es lo opuesto a lo que se pretende significar. El papel fundamental del Estado es,
de hecho, el de regulador. Pero también puede ser protector, inductor,
capacitador (enabling) y, en las fases iniciales de desarrollo económico,
productor. El neoliberalismo, por supuesto, no deseaba un Estado con estas
últimas cualidades, pero tampoco quería un Estado regulador. El objetivo era
desregular en vez de regular.

Para el neoliberalismo, el Estado debía ser un Estado «mínimo», lo que


significaba al menos cuatro cosas: primero, que dejara de encargarse de la
producción de determinados bienes básicos relacionados con la infraestructura
económica; segundo, que desmontara el Estado social, es decir, el sistema de
protección a través del cual las sociedades modernas buscan corregir la ceguera
del mercado en relación con la justicia social; tercero, que dejara de inducir la
inversión productiva y el desarrollo tecnológico y científico (que dejara de liderar
una estrategia nacional de desarrollo); y cuarto, que dejara de regular los
mercados y, sobre todo, los mercados financieros, para que se autorregularan.

El neoliberalismo fue la ideología hegemónica desde el comienzo de la década de


1980 hasta el inicio de 2000. Fue la ideología adoptada y promovida por los
gobiernos estadounidenses a partir de Ronald Reagan. Desde inicios del nuevo
siglo, sin embargo, la intrínseca irracionalidad del neoliberalismo, su fracaso en
promover el crecimiento económico de los países en desarrollo, su tendencia a
profundizar la concentración del ingreso y a aumentar la inestabilidad
macroeconómica demostrada por las continuas crisis financieras de los 90,
constituyen indicadores de su agotamiento.

El neoliberalismo suele definirse como un liberalismo económico radical, como


la ideología del Estado mínimo y de los mercados autorregulados. Estas
definiciones son correctas, pero la primera presenta un problema grave. Al final,
tanto el liberalismo político como el económico fueron conquistas sociales –y
hubo muchas formas de liberalismo radical que no tenían nada de neoliberales3–.
Por lo tanto, creo que es conveniente definir el neoliberalismo comparándolo
históricamente con el liberalismo.

Estado
El Estado es la gran construcción institucional de las sociedades. Hegel fue el
primero en comprender este hecho y en verlo como la cristalización de la razón,
como el momento más alto de la racionalidad humana. Tenemos dificultades para
entender esta afirmación porque en general vemos a nuestros Estados como
instituciones normativas imperfectas que siempre necesitan reformas (en el
sistema constitucional-legal) y como instituciones organizativas pobladas de
funcionarios y políticos llenos de problemas, tanto administrativos como éticos
(en el aparato del Estado o administración pública).

El Estado, como orden jurídico, es la realización concreta de la libertad y la razón


humanas. Es nuestro instrumento de acción colectiva por excelencia. Pero es un
instrumento imperfecto, no solo porque somos imperfectos sino porque ese
«nuestro» jamás se identifica con el de todos, ni con la voluntad general de
Rousseau. En cada sociedad necesitamos saber quién es el «nosotros» que
construye el Estado y lo usa como instrumento para alcanzar sus objetivos.
Cuando Marx y Engels, en el Manifiesto comunista, definieron el Estado como
«el comité ejecutivo de la burguesía», se estaban desvinculando del Estado.

El Estado moderno regula los mercados desde su primera forma histórica, el


Estado absoluto. Este surgió de la alianza de las oligarquías terratenientes y
militares con la naciente burguesía. Poco después se constituyó el Estado liberal,
una conquista de la burguesía.

Mercado
El mercado es una institución más modesta que el Estado. Es un mecanismo de
coordinación basado en la competencia. No contiene la definición de metas u
objetivos, que van siendo definidos por los competidores durante el proceso
competitivo. El mercado carece de una autoridad o un poder administrativo que
defina sus metas y establezca los medios para alcanzarlas. Cada empresa y cada
individuo es un competidor que toma sus propias decisiones de forma
independiente. Por esas razones, el mercado es una institución maravillosa. Sin
él, sería imposible coordinar los grandes y complejos sistemas económicos que
produjo el capitalismo. Solo a través del mercado –y, por lo tanto, de la
competencia de precios– es posible lograr una asignación razonablemente
eficiente de los recursos humanos y materiales.

La libertad económica y la creatividad técnica y empresarial, cruciales para el


desarrollo de las sociedades complejas, solo son compatibles con la coordinación
a través del mercado. En las fases iniciales del desarrollo económico, la
intervención del Estado es indispensable para la acumulación primitiva necesaria
para la revolución industrial y capitalista. La industrialización de Japón, a fines
del siglo XIX, fue dirigida por el Estado, pero ya en 1910 el país privatizó su
industria manufacturera.

Pero esa institución maravillosa que es el mercado es también imperfecta, tanto o


más que el Estado. Es imperfecta porque es ciega a los valores políticos y
humanos fundamentales: la libertad, la justicia, la protección del ambiente. Es
ciega, además, a la eficiencia económica que la justifica. En ciertos momentos, el
mercado se vuelve increíblemente ineficiente. Esto es así especialmente en
tiempos de crisis: el mercado deja de coordinar para descoordinar, para establecer
el desorden. Y no podría ser de otra manera, ya que el mercado es el reino de la
economía y, como ya señalamos, la economía es el reino de la necesidad, no de la
libertad.

El asalto teórico
En los últimos 30 años, una coalición entre ricos inversores y una clase media de
brillantes profesionales financieros utilizó el neoliberalismo como un instrumento
ideológico para su enriquecimiento. No discutiré aquí cómo esa coalición se
formó, dominó inicialmente el pensamiento económico de EEUU y Gran Bretaña
y cómo, poco después, se transformó en un instrumento del sector más rico de la
población. Tampoco me detendré en el análisis de cómo las finanzas, tan
necesarias para el buen funcionamiento de un sistema económico, se
transformaron en «financierización» (un proceso de creación de riqueza
financiera ficticia y de apropiación de una parte considerable de esa riqueza por
financistas profesionales). Lo que interesa en esta discusión sobre el Estado y el
mercado, además de establecer la relación básica de complementación y jerarquía
entre esas dos instituciones, es comprender cuál fue el papel de algunas escuelas
de pensamiento en ofrecer los instrumentos esenciales para el asalto neoliberal
contra el Estado.

Los economistas nunca consiguieron separar con claridad ciencia de ideología.


Por eso no resulta sorprendente que los economistas ahora denominados
«neoclásicos» decidieran cambiar el nombre de la ciencia económica, de
«economía política» a «economía» (economics), de modo que la separación entre
economía y política, entre mercado e ideología, quedara finalmente clara. Así, la
economía pasaba a ser una ciencia «pura». Con ese cambio, reconocían que el
campo o la esfera económica finalmente habían alcanzado un razonable grado de
independencia en relación con el resto de la sociedad, lo que permitía definir una
ciencia aparte.

Ventajas y desventajas del neoliberalismo


El libre mercado permite el comercio con pocas restricciones entre gobiernos. La
principal característica del sistema neoliberal consiste en que solo una minoría de
la población accede a beneficios. Desde la teoría se plantea como una propuesta
adecuada, pero llevada a la práctica el modelo ha demostrado que no funcionó de
manera eficiente ni justa para toda la población, en especial, debido a la
corrupción.

Las principales ventajas del modelo neoliberal son:

 El libre mercado. Promueve el comercio sin fronteras y con pocas


restricciones del Estado para comercializar con los diferentes gobiernos.
 La competencia. Promueve la variedad de productos y de servicios, lo que
genera un contexto de mejora continua para destacarse en el mercado
respecto al resto de las ofertas.

Las principales desventajas del modelo neoliberal son:

 La desigualdad. Promueve un conjunto de estrategias económicas que


tienen impacto social y que generan una gran diferencia de clases. Por
ejemplo, solo aquellos que tienen acceso a los servicios privados, como la
educación, podrán alcanzar un mejor desarrollo profesional. La mayoría
de quienes no tienen acceso a ese tipo de servicios, no pueden progresar.
 El monopolio. Promueve que el poder sea controlado por una minoría
elitista que acapara la productividad y la oferta de servicios. Quienes no
tienen o no pueden generar dinero, no logran llevar a cabo sus propios
negocios, pero sí son necesarios como mano de obra del sistema
productivo.
 Los problemas económicos. Promueve un incremento de precios sin
control y sujetos a las leyes deliberadas del mercado en mano de los
monopolios. Además, se genera una disminución de los salarios ante la
gran demanda de trabajo, por lo que la mano de obra se abarata.
 Los problemas ambientales. Promueve la obtención de la mayor ganancia
en el menor plazo posible. En muchos casos eso implica no respetar los
procesos y las normas establecidas para el cuidado de los recursos y del
medio ambiente, del aprovechamiento de los recursos no renovables, de la
calidad de vida de las personas o del desarrollo industrial responsable.

Opositores al neoliberalismo
Los partidos políticos de izquierda son los principales opositores del
neoliberalismo.

Las organizaciones sociales populares, los partidos políticos de izquierda y las


corrientes que se basan en ideas socialistas y comunistas, son los principales
opositores de la filosofía neoliberal. Los sindicatos laborales que ven
amenazados sus principios y derechos adquiridos, luego de tantos años de lucha,
también se oponen a las ideologías neoliberales.
Conclusion

En lo estudiado en esta investigación se ha podido evidenciar la desigualdad y la


malicia que se ha podido dar conforme pasan los años en el mundo y en nuestro
país, y no solo en el ámbito de la pobreza sino que también en el ámbito del
genero donde en nuestro país se puede ver siempre el maltrato que ha recibido la
mujer a través de los años y de la desigualdad con respecto a ella.

Es lamentable que a estas alturas del nuestra existencia todavía se vean este tipo
de atropellos hacia personas que lo único que quieren es poder vivir en paz su
vida y poder darle a su familia lo que necesitan, pero lo importante es que
conozcamos de nuestra historia para no repetir los errores que se han cometido en
el pasado.

Ya por último decir que realizamos este trabajo con la mejor de las intenciones
para así conocer un poco de cómo ha sido la economía neoliberal a través de los
años y las respectivas consecuencias que ha dejado en nuestro país y alrededor
del mundo.
Bibliografía

Libro introducción a las ciencias sociales de Celedonio Jiménez, Luis e.


Geraldo, Rosa Lara y Wilson castillo.
Fuente: https://concepto.de/neoliberalismo/#ixzz7z9o3mnPa
https://nuso.org/articulo/neoliberalismo-y-teoria-economica/
https://nuso.org/articulo/neoliberalismo-y-teoria-economica/
https://www.lifeder.com/causas-consecuencias-neoliberalismo/
Fuente: https://humanidades.com/neoliberalismo/#ixzz7z9x0BHau

También podría gustarte