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Análisis

Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las costumbres.

No hay ningún verdadero comienzo supremo de la moralidad que no haya o deba


reposar en el motivo pura de los individuos. Los conceptos morales poseen su asiento y su
origen en el motivo humana más vulgar. Para derivar las actividades de las leyes se pide
razón, por consiguiente voluntad no es otra cosa que razón práctica mediante la cual las
ocupaciones van guiadas por el motivo y según la voluntad obtienen aquel nivel de costo
mora sin el cual no se considerarían actividades llevadas a cabo por el deber, lo cual
conlleva a la interpretación de un inicio objetivo, que se convierte en un constrictivo para la
voluntad que se denomina precepto y la fórmula del precepto va a ser un imperativo.

Los imperativos se manifiestan mediante un deber ser, el imperativo plantea que la


acción es buena y el individuo la hace aunque sabe que esta no es buena, el imperativo
hipotético dice, las accione son buenas solo una vez que se consigue algo viable o poseen
un objetivo real. El imperativo categórico que hace referencia no a la materia de la acción o
a eso que derivara de ella si no que tiene relación con la manera y al inicio donde ocurre la
acción, y lo bueno que conlleva en ella, este imperativo se puede llamar el imperativo de
la moralidad. La voluntad es definitivamente buena una vez que no podría ser mala y por
consiguiente una vez que su máxima se convierte en mundial esta no debería ni se va a
poder contradecir esta por consiguiente va a ser su ley suprema, obra por una máxima que
finalmente se logre cambiar a una universalidad, y el imperativo categórico mencionaría,
obra según máximas que se tomen por objeto a sí mismas, como leyes universales.

La ética del cuidado de uno mismo como práctica de la libertad

El individuo frente a una verdad que es promovida políticamente por las


instituciones. No atrae a Foucault contestar a qué es el individuo sino cómo hemos
devenido en individuo, o sea, cómo es que el individuo se ha sujetado a sí mismo: el
proceso de sujetación y no la esencia del mismo. El cuidado de sí una "práctica de sí con
miras a una autotransformación del individuo que busca elaborarse, convertirse y entrar a
cierto modo de ser de cara a los discursos institucionales que generan al individuo.

El problema ético de la independencia es ¿hasta dónde la puedo ejercer? La


independencia es la condición ontológica de la ética. Empero la ética es la manera reflexiva
que adopta la independencia. O sea, como lo interpreto, la probabilidad de importancia de
todo el mundo es previa a la acción, al desplazamiento de la consciencia con
intencionalidad hacia una otredad y no obstante, una vez que actuamos lo hacemos con una
carga de significados que nos realizan actuar (de una cierta forma y no de otra) hacia el otro
a partir de nosotros mismos.

Una independencia negativa, o sea, a medida que más resisto más independiente
soy. Al conseguir esto, a los ojos de los demás se era no esclavo y por consiguiente, el
cuidado de sí se vuelve un acto político. El filósofo como figura que nos rememora nuestro
propio cuidado. El cuidado, para los griegos, constantemente comenzaba con uno mismo y
luego hacia los otros, según Foucault.

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