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Este trabajo tiene como objetivo explorar la relación entre el cristianismo y la promoción
humana. En él, se examinarán los principales valores y enseñanzas de esta religión que han
contribuido a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Asimismo, se
analizarán las prácticas y acciones que se han llevado a cabo en diferentes contextos, en
favor del desarrollo personal, social y comunitario.
En definitiva, este trabajo busca mostrar cómo el cristianismo ha sido una fuerza de cambio
y de esperanza en la promoción de la dignidad humana y el desarrollo social, y cómo su
legado puede inspirar a las personas a trabajar por un mundo más justo y humano
Identifica los aportes del cristianismo a favor de la dignidad humana y el
desarrollo social.
Enfoque en el valor y la dignidad de cada ser humano: La enseñanza cristiana sostiene que
todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios, lo que les confiere un
valor intrínseco y una dignidad inalienable. Este enfoque ha llevado a los cristianos a
defender los derechos humanos, la justicia social y la igualdad para todas las personas,
independientemente de su origen, raza o condición social.
En la iglesia San Bísente de Paul me comuniqué con la señora Altagracia y algunos de los
aportes que hacen son: apoyo ala familia y ala comunidad, la entrega de alimentos, la
asistencia a enfermos, campañas de vacunación, la prevención y tratamiento de
enfermedades, la promoción de hábitos saludables, y la atención a la salud mental y
emocional.
Un texto cristiano que promueven el desarrollo Personal y comunitario y
interprétalo
"Por lo tanto, aceptaos mutuamente, tal como Cristo os aceptó a vosotros, para la gloria de
Dios. Pues os digo que Cristo se hizo siervo de los que son circuncisos para mostrar la
verdad de Dios, a fin de cumplir las promesas hechas a los patriarcas, y para que los
gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia. Escrito está: «Por eso te alabaré entre los
gentiles; te cantaré himnos en honor a tu nombre». También dice: «¡Alegraos, gentiles, con
su pueblo!» Y también dice: «Alabad al Señor todos los gentiles, y que todos los pueblos lo
alaben»" (Romanos 15:7-11, NVI).
Este pasaje de la carta de Pablo a los Romanos nos habla sobre la importancia de
aceptarnos mutuamente y vivir en comunidad, tal como Cristo nos aceptó a cada uno de
nosotros. Nos invita a ser siervos de los demás, y muestra cómo esto es esencial para la
gloria de Dios y para cumplir las promesas hechas a los patriarcas.
Este texto bíblico nos muestra que el desarrollo personal y comunitario es una tarea
conjunta, en la que todos somos llamados a aceptarnos mutuamente y servir a los demás.
Nos invita a ser una comunidad inclusiva, en la que se celebra la diversidad y se trabaja
juntos para promover la gloria de Dios.