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NÚCLEO – MARACAY
Trabajo Escrito
Origen del Hombre
PROF(A):. PARTICIPANTE:
2. Somos Asesinos
Según el antropólogo Raymond Dart, nuestros antepasados diferían de los simios en que eran
asesinos confirmados, es decir, criaturas carnívoras que “capturaban presas vivas con violencia,
las mataban a golpes, despedazaban sus cadáveres maltrechos y los desmembraban una
extremidad tras otra, saciando su sed salvaje con la sangre aún caliente de las víctimas y
devorando ávidamente la carne palpitante”.
Tal vez ahora nos parezca un párrafo sensacionalista, pero tras la terrible carnicería que fue la
Segunda Guerra Mundial, el artículo de Dart, publicado en 1953, tocó fibras muy sensibles.
3. Compartimos la Comida
En la década de 1960 el mono asesino dejó paso al mono hippy. El antropólogo Glynn Isaac
desenterró restos de cadáveres de animales que habían sido trasladados desde los lugares
donde murieron hasta otros lugares donde, supuestamente, la carne se podía compartir con
toda la comunidad. Isaac sostenía que el compartir la comida llevó a la necesidad de compartir
información acerca de los lugares dónde se podía encontrar alimento, y en consecuencia al
desarrollo del lenguaje y otras conductas sociales característicamente humanas.
4. Nadamos desnudos
Poco tiempo después, en esa misma época, Elaine Morgan, documentalista televisiva, afirmó
que los humanos somos tan distintos de los demás primates porque nuestros ancestros
evolucionaron en un medio ambiente diferente: en el agua y cerca de ella. Al perder el vello
corporal nos hicimos nadadores más rápidos, y al adquirir una postura erguida pudimos caminar
por el agua. La hipótesis del “mono acuático” fue descartada por toda la comunidad científica,
pero en 2013 David Attenborough la respaldó.
5. Arrojamos Cosas
El arqueólogo Reid Ferring cree que nuestros antecesores empezaron a humanizarse cuando
desarrollaron la habilidad de lanzar piedras a gran velocidad. En Dmanisi, un yacimiento
homínido de 1,8 millones de años de antigüedad situado en la exrepública soviética de Georgia,
Ferring halló pruebas de que el Homo erectus inventó las lapidaciones para ahuyentar a los
depredadores que rondaban sus presas. “Los habitantes de Dmanisi eran pequeños”, explica
Ferring. “La zona estaba llena de grandes felinos. ¿Cómo sobrevivieron los homínidos? ¿Cómo
lograron llegar hasta allí desde África? El lanzamiento de piedras es parte de la respuesta”.
Argumenta que apedrear a los animales contribuyó a socializarnos porque era necesario trabajar
en grupo para que la estrategia tuviera éxito.
6. Cazamos
En un artículo de 1968, los antropólogos Sherwood Washburn y C. S. Lancaster argumentaron
que la caza sirvió para mucho más que para inspirar cooperación: “En un sentido muy real,
nuestro intelecto, nuestros intereses, emociones y nuestra vida social básica son producto
evolutivo de nuestro éxito para adaptarnos a la caza”. Por ejemplo, el cerebro de mayor tamaño
se desarrolló debido a la necesidad de almacenar más información sobre el dónde y cómo
encontrar presas.
Además, se cree que la caza llevó a la división de las tareas entre los sexos, dejando a las
mujeres la labor recolectora.
Las hembras monógamas, sin embargo, favorecieron a los machos más dispuestos a
proporcionarles comida y a colaborar en la crianza de la descendencia. Según Lovejoy, nuestros
antepasados empezaron a caminar erguidos porque así tenían las manos libres y podían volver a
casa con más comida.
El genetista evolutivo Mark G. Thomas, del University College London, señala que nuestro ADN
contiene múltiples copias del gen de la amilasa, lo que sugiere que esta enzima ―junto con los
tubérculos― contribuyó al crecimiento explosivo del cerebro humano.
Esto favoreció a los primates capaces de erguirse para mirar por encima de hierba en busca de
depredadores, y de desplazarse con eficacia por terrenos abiertos, donde el agua y la comida se
encontraban en lugares alejados. Un problema de esta hipótesis es que en 2009 se descubrió el
Ardipithecus ramidus, un homínido que vivió hace 4,4 millones de años en la actual Etiopía. En
aquella época, la región era muy húmeda y boscosa, pero aún así “Ardi” caminaba sobre dos
piernas.
En primer lugar, la Sagrada Escritura donde se encuentran los fundamentos, es decir, lo que Dios
ha querido mostrar de sí mismo y su pedagogía con las almas, los ejemplos de algunas personas
en la vivencia de las virtudes y de su relación con Dios. También se encuentra en la Escritura un
buen compendio de oraciones y plegarias.
En tercer lugar, los escritos de los santos especialmente de los místicos. A modo de enumeración
no exhaustiva se podrían citar: San Agustín de Hipona, San Bernardo de Claraval, Santo Tomás
de Aquino, San Buenaventura de Fidanza, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San
Francisco de Sales, San Alfonso María de Ligorio, Santa Teresa de Lisieux, etc.
Teoría Evolucionista
El evolucionismo plantea que el cambio de las especies se debe a dos procesos fundamentales:
la producción azarosa de la variación, dada por mutaciones o recombinación genética, y el
mantenimiento de ésta mediante el mecanismo de la selección natural.
El evolucionismo afirma que todos los seres vivos actuales somos el resultado de una serie de
cambios graduales que se han ido produciendo a partir de antecesores comunes. Aunque no son
exactamente lo mismo, el evolucionismo se relaciona con las teorías de Darwin.
Aristóteles parte de que el ser humano es un ser político es decir sociable por naturaleza, que
necesita a la sociedad y la cultura que esta aporta para realizarse de acuerdo con las
capacidades que le son propias.
Solo en ella puede alcanzar la felicidad y perfección que la naturaleza le permite. Por ello vivir
en sociedad es una exigencia de la naturaleza humana por y solo alguien que no sea humano
podrá prescindir de ella. Aristóteles dice que solo el humano puede ser social ya que esta
dotado de razón para conocer y un lenguaje capaz de expresar lo conocido.
Caza y recolección.
Agricultura sencilla.
Agricultura avanzada.
Industrial.
Especial (por ejemplo, las sociedades de pesca o marítimas).
Este sistema es similar a uno anterior desarrollado por los antropólogos Morton H. Fried, un
teórico del conflicto y Elman Service, un teórico de la integración, que han establecido un
sistema de clasificación para las sociedades en todas las culturas humanas, basado en la
evolución de la desigualdad social y el papel del Estado. Este sistema de clasificación incluye
cuatro categorías:
Adicionalmente:
Con el tiempo, algunas culturas han evolucionado hacia formas más complejas de organización y
control. Esta evolución cultural tiene un profundo efecto en los patrones de la comunidad. Las
tribus de cazadores-recolectores asentados en torno a las reservas de alimentos de cada
temporada llegaron a establecer aldeas agrarias. Más tarde, las aldeas crecieron hasta
convertirse en pueblos y ciudades. Las ciudades se convirtieron en ciudades-estado y en
estados-nación.[13]
Conclusión
El ser humano ha cambiado y a través de los años ha ido mejorando se podría decir que el
hombre paso de ser un animal a otro notablemente superior.
Se ha estudiado la vida en la tierra como un prólogo de la humanidad todo lo que ocurrió antes
de nosotros parecer tener como único fin nuestra aparición cuando en realidad la historia del
hombre no se representa más del 1% de todo este tiempo.