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Este documento narra la historia de Aroa, una chica de 15 años que ha sufrido acoso escolar y agresiones físicas. Ahora asiste a un nuevo instituto donde conoce a Marcos, un chico que primero la engaña haciéndole creer que le gusta como broma, pero luego se enamora de ella a pesar de tener novia. La novia de Marcos culpa a Aroa de la ruptura aunque ella no tuvo la culpa. Aroa cree que deberían ser amigos antes que novios.
Este documento narra la historia de Aroa, una chica de 15 años que ha sufrido acoso escolar y agresiones físicas. Ahora asiste a un nuevo instituto donde conoce a Marcos, un chico que primero la engaña haciéndole creer que le gusta como broma, pero luego se enamora de ella a pesar de tener novia. La novia de Marcos culpa a Aroa de la ruptura aunque ella no tuvo la culpa. Aroa cree que deberían ser amigos antes que novios.
Este documento narra la historia de Aroa, una chica de 15 años que ha sufrido acoso escolar y agresiones físicas. Ahora asiste a un nuevo instituto donde conoce a Marcos, un chico que primero la engaña haciéndole creer que le gusta como broma, pero luego se enamora de ella a pesar de tener novia. La novia de Marcos culpa a Aroa de la ruptura aunque ella no tuvo la culpa. Aroa cree que deberían ser amigos antes que novios.
Estábamos en un campo verde sentados en unas gradas y detrás del instituto, él a mi
lado, con sus ojos caramelo y su voz increíblemente perfecta, nos encontrábamos los dos hablando y de repente empezó una conversación: - ¿crees en los unicornios? -me pregunto extrañado Yo respondí que, si creía, me miro como si estuviera loca, después me pregunto que si cría en el amor verdadero le mire y le dije: -El amor, enserio, el amor no existe, creería antes en dios que en el amor Me beso y me dijo: - Estas loca, te lo digo en serio, pero me encantan las locas- se levantó y se fue, me quedé sin habla, luego volví a mi ser y me dije: - Porque se fija ahora en mí, ahora que no le quiero, ahora que me había olvidado de él, que alguien me diga porque Escuche un mormullo, era mi amigo Juan, que me decía que los chicos siempre se figan en las chicas que no le hacen ni caso, creo que esa fue la estupidez más grande que he escuchado toda mi vida, pero era un chico y no le puedo decir que mentía, aunque no me extraña que los chicos hicieran tal estupidez Bueno si quieres entender todo esto no es un buen principio, lo siento, empezare de nuevo. Me llaman Aroa tengo 15 años y vivo “en las nubes”, eso suele decir mi madre todo el tiempo, en realidad vivo en Aco – Veltia, voy al instituto a tercero más claramente, según la gente mayor estoy en una edad llamada “El Pavo”, pero yo no opino igual de esta edad, opino que es una edad en la que nos auto protegemos del verdadero Mundo en que vivimos. ¿Cuál es ese Mundo del que hablo? Os lo explico, lo llamamos “La Tierra”, no sé porque, en La Tierra gana quien tiene más dinero, por ejemplo, Danol Drum en los Estado Enemigos, si a eso añadimos que si tienes un buen físico y belleza serás de lo mejor. Otra de las cosas que se pueden destacar es que, si no tienes nada, a lo mínimo que consigas lo compartes, en cambio sí lo tienes todo quieres más y más. Yo me considero del medio y la verdad le doy gracias a dios, incluso siendo atea, aclaración atea significa que no eres religiosa por si no lo sabes. Lo que yo quiero enseñar contando mi historia no es que pena me das o que bien me hago la víctima, no es así, la vedad es que lo cuento porque el mundo no es como creemos y que no existe ni el amor verdadero, ni la amistad verdadera, si habrá alguna excepción aun, así como vamos a tener un final feliz si ni siquiera sabemos cómo empezar. Mi vida es perfecta para demostrarlo, creo que mi única amiga que me guardara un secreto es mi mami y el único chico que me querrá sea como sea es mi papi, mis abuelos prefieren a otros nietos, mis tíos, excepto una tía llamada Ana, me odian y mis primos, no encuentro palabras para definir el odio y el asco que me tienen. Con esto ya sabéis lo suficiente para empezar Desde pequeña me han mentido, que si los reyes magos, ratoncito Pérez o lo de que nos traía una cigüeña incluso en los finales felices de Disney, sí toda una infancia destruida en casi dos líneas. También todo lo que mis padres me han enseñado todavía no me ha valido para más que darme cuenta que vamos a peor. Yo fui a un cole llamado Neulo, en ese cole tenía muchos amigos del que destacaba uno llamado Alex porque nuestras madres también eran amigas. Yo era feliz con cinco años; vale vivía en un mundo rosa con juguetes y con mis finales felices de Disney, pero cuando apareció él mi mundo perfecto se vino abajo. Él se enamoró de mí no sé cómo, pero lo hizo, pero él no es como los otros niños que te dan un beso y te dicen te quiero, el me demostró su amor a pesar de insultos. Primero era gorda, fea… Cosas que si me dicen ahora me da igual, algo hay que aclarar es que estaba obesa más claramente gorda, pero no importaba porque cada año los insultos eran más y a él se añadieron más personas, como un chico llamado Luis o una niña llamada Luisa y muchos más, sin darme cuenta ya eran más de la mitad de la clase y yo feliz con mis amigas. Hasta que vino una niña, era Luisa, se peleaba conmigo y luego decía que era culpa mía, lo increíble es que mis supuestas amigas la creían. Cuando las puso en contra mía ya era toda la clase la que me insultaba, lo peor de todo es que Alex seguía por mí, y él ni siquiera me lo mostraba. El último curso me puse un pirsin y adelgace de 50kg a los 40kg en un verano, como se lo tomo mi clase, pues muy bien, me refiero a que yo no solo era una burla era una vergüenza, ya no me insultaban si no que me pegaban. Recuerdo una vez que se suponía que la directora me llamaba, yo tan lista fui y estaban tres chicos un me pego un puñetazo lo siguiente que recuerdo es abrir los ojos y ver un charco de sangre me llevo la mano a la boca y era mía de repente escucho a un chico gritar “no parar, os estáis pasando”, lo último que recuerdo es despertarme un mes después en el hospital, con cuatro puñaladas y moratones en casi todas las partes de mi cuerpo. Al día siguiente un chico vino y le reconocí por la voz no por nada más, me lo imaginaba fuerte y guapo, pero era como yo de pequeña un poco obeso y no tan guapo, le pedí a mi madre que se fuera, lo hizo sin rechistar y la verdad, me sorprendió demasiado. El chico se sentó y habló: - Me llamo Marcos, ¿qué tal te cuentas? - me preguntó preocupado. - No creo que te preocupes, después de lo de ayer, ayer no el otro día, creo que mi nombre ya te lo sabes- le respondí sin dignarme a mirarlo - si me lo sé, también saber yo que no podía a hacer nada- me dijo acercándose - A tal solo pararlos, hubiese sido ideal- le retire aún más la mirada - Aroa, por favor – me insistió - Por favor, en serio creo que no se te puede ocurrir nada más, en serio - le conteste bordemente - Te contare lo que paso, mi familia no tiene dinero y encima ellos son tan ricos… - Ricos, todo se basa en el dinero y lo de tratar a todos por igual donde quedo o no te educaron- le corte bruscamente - Déjame terminar, por favor – me rogo con amabilidad, pero no entendía esa amabilidad si por casi me matan - Sí, claro- le afirmé - Como iba diciendo yo no podía ver a mis padres sufrir y decidí sacarme un poco de dinero primero eran cosas insignificantes como bebida y drogas luego era robar y luego ya eran cosas más grandes. Yo no quería…. - Pero lo hiciste- dije elevando la voz - Crees que tenía opción- elevo mucho más la voz - Vete- le grite medio llorando *Sin ni si quiera dejarle expresarse me sentí bastante mal ya que él no había tenido la culpa, en cambio no hizo nada más que callar y mirar, ¿lo podéis creer? porque yo no. Me escribió mientras yo estaban en el hospital, el médico me dijo que se me quedaría una cicatriz bastante grande y no tan bonita. Mi madre me sugirió si me quería hacer un tatuaje para taparla, como no, empezó una discusión con mi padre y la peor de todas, creo yo. Ya no volví al cole, a lo que sí acudí fue al viaje de fin de curso y ahí conocí a una monitora que me dijo que nunca sabría por qué yo, por qué a mí. Esas preguntas jamás tendrían respuesta y, jobar, me jode mucho porque me gustaría saber lo que le corre por la cabeza al pensar en hacer algo así a una persona, pero nunca lo comprendería, así que no me quedó otra que seguir viviendo. Decidí ir a un instituto llamado Coral al cual solo dos de mis compañeros iban a ir. Uno de ellos repitió y el otro se llamaba Luis. Se me hizo difícil convencer a mis padres, sobre todo a mi padre, que quería que fuese al instituto que él estudió, pero no, al final fui al Coral. Yo voy a uno bilingüe, más exactamente en el grupo C. En el segundo curso mis notas subieron, iba haciendo amigos, todo era normal, pero también todo tiene un principio y un final. El mío fue cuando mi amiga salió con uno de otra clase y, no, no le quería, el problema es que un amigo alto, guapo, fuerte se suponía que estaba por mí y como casi todas las chicas me fijé en él. Me enamoró y resultó ser una broma, yo como una loca dije que no me molaba, pero ya no eran ni su belleza, ni su altura, tan si quiera su fuerza, eran sus ojos caramelo a los que me podía tirar horas y horas mirándolos, se llamaba Marcos, nuestra primera conversación de WhatsApp fue:
Marcos: hola soy Marcos
Yo: guay, yo soy Aroa Pasaron unos minutos y me puso…. Marcos: no sé qué poner (carita riendo) Ya no respondí.
Vino el verano, mi cumple, campamentos, fiestas, dormirse a las 8 en pueblo… llegó
septiembre y otra vez las mismas personas, pero algo cambió, Marcos se enamoró de mí y empezó a lanzar fichas (ligar, por si no lo sabéis), yo cogí alguna, pero lo que yo no sabía era que él tenía novia, por eso le dejaba ligar conmigo. Al día siguiente recibí un mensaje (por no decir cincuenta) de ella diciéndome cosas como “cómo te vuelvas a acercar a él no sé lo que te hago…”, yo no le respondí, pero me hubiera gustado. Lo más increíble es que al día siguiente él vino y me preguntó qué había pasado y le dije “¿me vienes a preguntar a mi cuando yo no soy tu novia?” y me fui. Me sentí tan mal que al día siguiente fui a enseñarle la conversación y le pregunté “por qué sigues con ella si ni siquiera sabes lo que sois”. Ni siquiera se dignó a responderme, tan solo se fue. Un día después él cortó con ella y vino enfurecida diciendo que era mi culpa, pero yo no estaba, mis amigas me llamaron inmediatamente diciéndome que habían cortado y que me estaba echando la culpa a mí. Volví a hablar a Marcos pero los mensajes no le llegaban, entonces le pregunté a su mejor amigo que me diera el contacto de su hermana y le hablé. Me dijo que no era mi culpa, que lo que le dije el otro día le hizo pensar que no eran nada más que amigos. Lo que pienso yo es que, antes de ser novios, deberían ser amigos, no entiendo eso, pero bueno, continuamos.