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Editores
David Serrano-Dolader (Universidad de Zaragoza)
María Antonia Martín Zorraquino (Universidad de Zaragoza)
José Francisco Val Álvaro (Universidad de Zaragoza)
Comité editorial
Ignacio Bosque (Universidad Complutense de Madrid), José M.ª Brucart (Uni-
versidad Autónoma de Barcelona), João Costa (Universidad de Lisboa, Portu-
gal), Violeta Demonte (Universidad Autónoma de Madrid), Victoria Escandell
(Universidad de Alcalá), Salvador Gutiérrez (Universidad de León), Ángel López
García (Universidad de Valencia), Juan Uriagereka (Universidad de Maryland,
EE. UU.), Jacqueline Guéron (Universidad París III, Francia)
Secretario editorial
José Luis Mendívil
David Serrano-Dolader
María Antonia Martín Zorraquino
José Francisco Val Álvaro
(eds.)
MORFOLOGÍA y español como lengua extranjera (E/LE) / David Serra-
no-Dolader, María Antonia Martín Zorraquino, José Francisco Val Álvaro
(eds.). — Zaragoza : Prensas Universitarias de Zaragoza, 2009
214 p. ; 22 cm. — (Knowledge Language Communication = Conoci-
miento Lenguaje Comunicación ; 2)
ISBN 978-84-92774-20-3
1. Lengua española–Didáctica–Extranjeros. 2. Lengua española–Morfología
SERRANO-DOLADER, David
811.134.2:37
811.134.2’366
© Los autores
© De la presente edición, Prensas Universitarias de Zaragoza
1.ª edición, 2009
Impreso en España
Imprime: Octavio y Félez, S.A.
D.L.: Z-3724-2009
El fin?
Elf in! El duende, por ende. Ende?
La tonteoría endémica de querer dar fin...
Nada se empieza ni se acaba, todo se continúa.
APÉNDICES
Apéndice I:
La morfología léxica y el español como lengua extranjera. (Selección
bibliográfica comentada)
David Serrano-Dolader ................................................................. 177
Apéndice II:
Morfología flexiva y E/LE: aprendizaje y enseñanza de los usos de las
unidades flexivas del español. (Selección bibliográfica comentada)
Ventura Salazar García ................................................................... 195
RECUERDO CORDIAL*
David SERRANO-DOLADER
María Antonia MARTÍN ZORRAQUINO
José Francisco VAL ÁLVARO
DAVID SERRANO-DOLADER
(Universidad de Zaragoza)
ción sobre los problemas que presentan dichos compuestos para los adul-
tos. A partir de esas dos coordenadas, se hacen algunas propuestas sobre
cómo se puede manipular el input en el aula de español como lengua
segunda/extranjera para hacer más eficiente el aprendizaje. Juana M.
Liceras parte del supuesto de que las propuestas de la teoría lingüística
sobre cómo se analizan determinadas construcciones en relación con los
aspectos universales que las caracterizan —en términos de la variación
paramétrica y también de la variación idiosincrásica— constituyen, o
pueden interpretarse, como propuestas de aprendibilidad. A lo largo del
artículo, se ofrece un interesante y exhaustivo repaso a diversas caracterís-
ticas de los compuestos deverbales y N-N, tanto en hablantes de español
nativo como en hablantes de español no nativo, presentando una muy
instructiva revisión crítica de diversos estudios —muchos de la propia
autora— que se han ocupado de estas cuestiones. El trabajo se cierra con
algunas propuestas para una gramática pedagógica de los compuestos en
español. En suma: un amplio recorrido que lleva desde la valoración críti-
ca de las propuestas de la teoría lingüística hasta su posible incidencia en
los planteamientos que deben ser asumidos por una gramática que, con
justeza, pueda ser calificada como pedagógica.
JOSEFA MARTÍN GARCÍA y SOLEDAD VARELA ORTEGA: «La prefijación
en E/LE: prefijos verbales». Se postula que, para el aprendiente de E/LE,
la transparencia formal y semántica de la palabra favorece su
(re)conocimiento, así como la producción de unidades léxicas nuevas.
Según ello, el proceso de adquisición sigue esta secuencia: reconocer la
forma, analizar e identificar los constituyentes, asignar significado a cada
constituyente, producir formas nuevas. Las palabras con morfología son
más fáciles de adquirir que las palabras no complejas, y estos conocimien-
tos derivados pueden explotarse con rendimiento en la enseñanza / apren-
dizaje del léxico en E/LE. A partir de las inferencias que establece (proce-
so inductivo), el aprendiente construye una regla general y las demás for-
mas que no ha oído antes o que él construye autónomamente siguen esa
regla (proceso deductivo). Se propone, en consecuencia, que la enseñanza
siga esta línea de adquisición. En consonancia con estos postulados teóri-
cos, en el trabajo se plantean dos tipos de propuestas didácticas: activida-
des de reconocimiento y actividades de producción. En las primeras, se
tienen en cuenta la segmentación, la asignación de significado, las restric-
ciones del proceso morfológico en cuestión, así como sus particularidades
16 David Serrano-Dolader
JUANA M. LICERAS
(University of Ottawa)
1. Introducción
En este trabajo vamos a abordar el llamado problema lógico de la
adquisición del lenguaje no nativo o de la aprendibilidad de dos tipos
de compuestos nominales teniendo en cuenta, por un lado, cómo se
analizan esos compuestos desde la teoría lingüística y, por otro, qué nos
dicen los datos de adquisición sobre los problemas que presentan
dichos compuestos para los adultos. A partir de esas dos coordenadas,
vamos a hacer algunas propuestas sobre cómo se puede manipular el
1 ELS y ELE. En la medida en que nos referimos al aula y, por lo tanto, a la ins-
trucción formal o a lo que equivale a la manipulación del input, no vamos a establecer
distinción alguna entre adquisición o aprendizaje de lengua segunda y de lengua extranje-
ra. En muchos casos se ha reservado el término lengua extranjera para el caso de la adqui-
sición del español en Canadá o del inglés en España, es decir, cuando la lengua que se
adquiere no es una lengua de mayoría en la sociedad. El término lengua segunda se ha
reservado a su vez para la adquisición de la lengua mayoritaria, es decir, el inglés en Cana-
dá o el español en España (Liceras 1992).
La morfología léxica del español y el llamado problema lógico... 23
(2) a. *alegraRcaras
(2) b. *alegraScaras
(2) c. *alegraNcaras
3 Nos referimos, por ejemplo, a casos como cadena llave, que sería la versión espa-
ñola del compuesto key chain del inglés. Es cierto que existe el sustantivo llavero pero esa
no es la razón por la que no sería productiva la formación de ese compuesto, porque tam-
poco lo sería cadena coche o cadena perro, lo cual parece sugerir que la relación de posesión
no se presta a este tipo de proceso morfológico.
La morfología léxica del español y el llamado problema lógico... 25
persona del singular que se supone que concuerda con un sujeto indeter-
minado, o bien por el papel temático de agente de ese sujeto, el que reali-
za o causa la acción del verbo matar de los ejemplos de (12). En lenguas
como el inglés, es el sufijo agentivo que se une al verbo (mouse-catchER)
el que legitima al argumento externo. (ii) Tienen un argumento interno
(el sustantivo que ejerce la predicación, es decir, el «objeto directo» que
aparece detrás del verbo en español y delante del verbo convertido en sus-
tantivo agente en inglés). (iii) La predicación del argumento recae sobre
el núcleo (el verbo).
Vamos a presentar, de forma muy breve, cuatro análisis de estos com-
puestos para hacer una propuesta de aprendibilidad, es decir, de cómo se
representan en la mente del hablante nativo y, por lo tanto, qué represen-
tación deben crear los aprendices, y también para proponer cuál puede ser
el desencadenante que lleve a adquirir esa representación. Esta propuesta
de desencadenante trataremos de avalarla luego con los resultados de las
pruebas experimentales en las que han participado hispanohablantes y
aprendices de español cuyas lenguas maternas eran el inglés y el francés.
SN
SN SV
Det N’ V SN
Espec Conc’
Conc’ V
V N
sustantivos que, al igual que los del inglés de (18) o los del español como
el de (19), tienen un sufijo agentivo (la vocal temática del verbo), como
se muestra en los ejemplos de (20).
(18) shoe-shinER
(19) cazadOR
(20) a. limpiAbotas
(20) b. metEpatas
5 Los niños que aprenden lenguas como el inglés, suelen respetar esa hipótesis, aun-
que no está claro que eso suceda siempre y que también pueda hacerse extensivo a los
niños que adquieren otras lenguas (Goodluck 1991).
La morfología léxica del español y el llamado problema lógico... 33
3.1 Los N-N como propiedad saliente del parámetro de los compuestos
Según Snyder (1995), las lenguas están divididas tipológicamente en
torno a lo que él denomina el «parámetro de los compuestos». Este pará-
metro diferencia las lenguas en función de la naturaleza (los rasgos) de las
categorías sustantivas y no en función de los rasgos de las categorías fun-
cionales (Fukui 1986; Chomksy 1992), es decir, adopta una visión cate-
górica de la propuesta de Borer (1984), según la cual la parametrización
de las lenguas (la variación) está localizada en el léxico propiamente
dicho, en la medida en que se refiere a las categorías sustantivas y no a las
funcionales.
El parámetro de los compuestos es un parámetro de corte binario
que, en la tradición del parámetro pro-drop que propone (Chomksy
1981), divide a las lenguas según tengan categorías sustantivas de rasgo
[+/-afijo] y, además, tiene una categoría destacada que, en este caso, es la
productividad de los compuestos N-N. En las lenguas como el inglés, la
composición nominal del tipo N-N como la de los ejemplos de (21), es
muy productiva y, además, ligada a esta propiedad, está también el que
estas lenguas tienen las construcciones que figuran en (22) a (26).
(21) a. Spider man ‘hombre araña’
(21) b. Police dog ‘perro policía’
(22) George handed his paper in. ‘George entregó el trabajo’
(Verbo con partícula)
(23) Sam gave her flowers. ‘Sam le dio flores (a ella)’
(Verbo con doble objeto)
34 Juana M. Liceras
Por lo tanto, según este análisis, no es del rasgo [+/-afijo] sino del
rasgo [+/-MP] del que depende la diferencia paramétrica entre el espa-
ñol y el inglés. En términos de aprendibilidad, esta propuesta tiene la
ventaja de que no solo se hace eco de la existencia de compuestos N-N
en español, sino que, además, y según algunos análisis (Berstein 1993),
ese rasgo proyecta una categoría funcional del mismo nombre. Pero,
independientemente de eso, tiene realización morfofonológica y parece
menos idiosincrásico que el rasgo [+/-afijo], si bien hemos de recono-
La morfología léxica del español y el llamado problema lógico... 37
cer el valor intuitivo que tiene este último, ya que describe o nos lleva
a pensar en la falta de flexión de las categorías sustantivas del inglés
frente a las del español. De cara a la manipulación del input, y por lo
que se refiere a los compuestos, creemos que ambas propuestas se com-
plementan.
TABLA 1
Los compuestos deverbales: español, francés e inglés
TABLA 2
Deverbales: juicios emitidos sobre ítems gramaticales y agramaticales (por L1)
TABLA 3
Deverbales: morfosintaxis nativa (por L1)
TABLA 4
Prueba on-line de juicios de gramaticalidad
TABLA 5
Test 1. Producción total de compuestos N-N
Total de com- (47/160) (58/80) (25/40) (54/80) (40/56) (42/64) (27/32) (24/32)
puestos N-N 0.29 0.72 0.62 0.67 0.71 0.65 0.84 0.75
TABLA 6
Test 2. Producción total de compuestos N-N: direccionalidad del núcleo
Nivel / L1
P-No-Ind P-Ind P-I I-I I-F A-I A-F A-V2 A-F
Contexto
España España Canadá Canadá Canadá Canadá Canadá España España
#Ítems
16x9 16x11 16x10 16x5 16x10 16x7 16x8 16x4 16x4
#Particip.
Núcleo
(24/132) (19/166) (54/160) (28/79) (75/160) (53/109) (73/126) (58/64) (41/62)
izquierda
0.18 0.11 0.33 0.35 0.46 0.48 0.57 0.90 0.66
(español)
Núcleo
(7/132) (14/166) (71/160) (22/79) (20/160) (23/109) (20/126) (3/64) (16/62)
derecha
0.05 0.08 0.44 0.27 0.12 0.21 0.15 0.04 0.25
(no español)
(125/160
(31/132) (33/166) (50/79) (95/160) (76/109) (93/126) (61/64) (57/62)
Total N-N )
0.23 0.19 0.63 0.59 0.69 0.73 0.95 0.91
0.78
TABLA 7
Test 2. Estrategias no nativas de formación de compuestos
Nivel / L1 P-No-Ind. P-Ind. P-I I-I I-F A-I A-F A-V2 A-F
Contexto España España Canadá Canadá Canadá Canadá Canadá España España
#Ítems/#Part. 16x9 16x11 16x10 16x5 16x10 16x7 16x8 16x4 16x4
N-N (7/132) (14/166) (71/160) (22/79) (20/160) (23/109) (20/126) (3/64) (16/62)
direccional. 0.05 0.08 0.44 0.27 0.12 0.21 0.15 0.04 0.25
Total (109/132) (128/166) (99/160) (47/79) (69/160) (50/109) (34/126) (6/64) (21/62)
no-nativo 0.82 0.77 0.61 0.59 0.43 0.45 0.26 0.09 0.33
(62) A un personaje ficticio con apariencia de hormiga pero que es una mujer se le llama
Otros aspectos que distinguen este trabajo del anterior son que las
pruebas experimentales se le pasaron también a un grupo de control
compuesto por hispanohablantes (14 participantes) y que se llevaron a
cabo análisis estadísticos de los datos. Las preguntas de investigación
que se formularon fueron, concretamente, qué papel desempeña el
rasgo [+MP] y si la operación de adjunción a la izquierda (la que inter-
viene en la producción de los N-N del inglés) está ligada a la presencia
del rasgo [-MP]. Las hipótesis que se formularon teniendo en cuenta
los datos que se habían obtenido previamente y que nos interesa desta-
car aquí son:
Hipótesis 1. La estrategia de formación de compuestos N-N es pro-
ductiva.
Hipótesis 2. El grado de productividad está condicionado por la L1,
de forma que se espera que los franceses produzcan menos N-N que los
ingleses o que los fineses.
Hipótesis 3. Otra consecuencia del papel de la L1 en la productivi-
dad de los compuestos N-N es que los franceses producirán más casos de
compuestos N-N con núcleo a la izquierda.
Hipótesis 4. Si los aprendices son sensibles al rasgo [+MP], se espera:
• que no produzcan compuestos de núcleo a la derecha,
• que solo marquen la morfología en el núcleo,
• que haya correlación entre producción de compuestos N-N y de
marcadores morfológicos del español.
Una selección de los resultados figura en las tablas 8 a 14. En las
tablas 8 y 9 aparecen los totales de compuestos N-N de núcleo a la
izquierda (gramatical en español) y de núcleo a la derecha (agramatical en
español) según la L1 de los participantes, resultado de los estímulos con
imágenes. Por lo que se refiere al total de compuestos N-N, los fineses
fueron los que produjeron un número mayor y también los que produje-
ron más casos de N-N con núcleo a la derecha (tabla 8).
La morfología léxica del español y el llamado problema lógico... 55
TABLA 8
Prueba de descripción de imágenes: direccionalidad de compuestos N-N por L1
(ítems experimentales = 12)
Por otra parte, los franceses producen un total más bajo de com-
puestos N-N pero más compuestos N-N de núcleo a la izquierda que los
otros dos grupos. Como todos los sujetos produjeron compuestos N-N
de núcleo a la derecha, incluidos los de nivel avanzado (tabla 9), se des-
carta una activación temprana del rasgo [+MP] o sensibilidad al mismo.
En la prueba de descripción de imágenes, el grupo de control no produ-
jo todos los N-N que se esperaban, aunque estuvo muy cerca. Esto se
explica por las características de los dibujos y el hecho de que fueran
entes no existentes que los participantes decidieron describir sin utilizar
compuestos N-N.
TABLA 9
Prueba de descripción de imágenes: direccionalidad de compuestos N-N por nivel
(ítems experimentales = 12)
Por lo que se refiere al nivel, cabe destacar que los de nivel interme-
dio produjeron más compuestos de núcleo a la derecha que los princi-
piantes, lo cual se debe sobre todo a los que produjo el grupo de L1 finés.
TABLA 11
Prueba de paráfrasis: direccionalidad de compuestos N-N por nivel
(ítems experimentales = 12)
TABLA 12
Prueba de descripción de imágenes: morfología no nativa en compuestos N-N.
Diferencias por L1 (ítems experimentales = 12)
TABLA 13
Prueba de paráfrasis: morfología no nativa en compuestos N-N.
Diferencias por L1 (ítems experimentales = 12)
Francés L1
0/235 0,00% 6/235 2,55% 6/235 2,55%
(N=30)
Inglés L1
1/229 0,43% 6/229 2,62% 7/229 3,05%
(N=30)
Finés L1
0/116 0,00% 7/116 6,03% 7/116 6,03%
(N=20)
Control
0/161 0,00% 1/161 0,86% 1/161 0,86%
(N=14)
58 Juana M. Liceras
TABLA 14
Prueba de descripción de imágenes. Marcas morfológicas y direccionalidad del núcleo
una idea clara de la seguridad que tienen los aprendices sobre sus propias
intuiciones o conocimiento de los compuestos. Una sugerencia que se
puede hacer es que, o bien en las clases de formación de profesores o en
las clases de alumnos avanzados, se utilicen las pruebas experimentales
que los investigadores suelen proporcionar en los apéndices de los artícu-
los que publican. Esto les permitirá a los profesores implicados tener
contacto, de primera mano, con el problema de la variabilidad, es decir,
con el hecho de que el mismo ítem se puede juzgar o producir de una
forma en la primera parte de una prueba y de otra en la segunda o en la
tercera parte. También se podrá observar que hay ocasiones en que la
variabilidad no es tal, aunque lo sea desde la perspectiva del lingüista o
del nativo, porque puede responder a estrategias o mecanismos del
aprendiz en cuestión. Un ejemplo podría ser el que llevara a los aprendi-
ces a utilizar el complemento DE en el caso de araña (araña de hombre)
pero no con árbol (árbol manzana). Es decir, podemos descubrir estrate-
gias que se aplican en el caso de los sustantivos animados pero no a los
no animados.
Si bien la información que proporcionan los análisis de la lingüística
teórica y las gramáticas descriptivas y prescriptivas es importante, tam-
bién lo es el uso que el hablante hace de los compuestos así como la posi-
ble indeterminación de las intuiciones con respecto a algún aspecto de la
morfología de los mismos. En este sentido, los datos del grupo de control
sobre el uso obligatorio de la -s con valor genérico del complemento de
los compuestos deverbales, son interesantes e invitan a que se investigue
este tema ya que, según hemos visto, ni siquiera está claro que la percep-
ción de los nativos sobre la agramaticalidad que supone la falta de -s
dependa de la sofisticación lingüística (los estudiantes de Filología Hispá-
nica frente a los de Ciencias) de los hablantes. Por lo tanto, es posible que
no haya consenso o que la lengua esté en un proceso de cambio. Y con
respecto a este mismo morfema, y en relación con el hecho de que una
misma producción puede responder a una competencia diferente, pode-
mos hacernos la pregunta de si la no percepción y no producción de esa -s
es un problema fonológico para los francófonos pero de transferencia
para los anglófonos y, como también tienen problemas los fineses, ¿tene-
mos alguna explicación en este caso? No siempre vamos a poder tener
explicaciones y no siempre van a ser acertadas, pero la sofisticación lin-
güística del profesor de ELE puede serle muy útil no solo al profesor
64 Juana M. Liceras
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ond Language Acquisition (GASLA-6) Conference: L2 Links, Somerville, MA,
Cascadilla Press.
La morfología léxica del español y el llamado problema lógico... 65
4 En español, los trabajos que adoptan de algún modo el enfoque léxico (por ejem-
plo, Morante Vallejo 2005) tampoco contemplan la formación de palabras, a pesar de
que el español es una lengua esencialmente derivativa frente al inglés, lengua de composi-
ción muy productiva, no solo léxica sino también sintagmática.
5 En este sentido, es ilustrativo el hecho de que el único monográfico del que
tenemos noticia dedicado exclusivamente a la enseñanza del léxico en L2 (VV. AA.
2004) no incluya ningún artículo sobre formación de palabras. Esta carencia está feliz-
mente subsanada gracias al monográfico sobre formación de palabras realizado por Serra-
no-Dolader (2004).
72 Josefa Martín García y Soledad Varela Ortega
3. Hipótesis
Partimos de la hipótesis de que la transparencia formal y semántica
de la palabra favorece su reconocimiento, así como la producción de uni-
dades léxicas nuevas. Como el niño, el aprendiente de L2 extrae morfe-
mas de las palabras e induce cuál es su significado, los marcos sintácticos
en los que se emplea y los papeles semánticos de sus argumentos. El pro-
ceso de adquisición, por lo tanto, seguirá esta secuencia: reconocer la
forma, analizar e identificar los constituyentes, asignar significado a cada
constituyente, producir formas nuevas.
A partir de las inferencias que establece (proceso inductivo), el apren-
diente construye una regla general y las demás formas que no ha oído
antes o que él construye autónomamente siguen esa regla (proceso deduc-
tivo). Proponemos, en consecuencia, que la enseñanza siga esta línea de
adquisición. Concretamente, las actividades inductivas que planteamos en
el §5 están orientadas a guiar el proceso de adquisición de la regla median-
te preguntas dirigidas. Una vez adquirida la regla, se proponen actividades
deductivas orientadas a la producción. Este proceso tiene en cuenta la
capacidad autónoma del aprendiente: descubrir > predecir > producir.
Nos centraremos en la prefijación, concretamente en los verbos prefija-
dos con des-, para mostrar cómo se pueden aprovechar las relaciones forma-
les y semánticas entre las palabras dentro de la enseñanza del léxico en L2.
4. La prefijación
4.1 General
La decisión de explorar la hipótesis defendida sobre la base de las
palabras prefijadas está apoyada en las siguientes razones. Los prefijos son
pocos pero tienen un alto grado de productividad y frecuencia, presentan
significados concretos y fácilmente definibles y la forma de las palabras
prefijadas apenas presenta alteraciones en relación con la palabra simple
La prefijación en E/LE: prefijos verbales 73
En los verbos con doble prefijo, es el prefijo más externo el que fija
la sintaxis del verbo (6a, b), siempre que el contenido semántico del pre-
fijo esté ligado al de una preposición. Cuando el prefijo no selecciona
contenidos preposicionales, como es el caso del prefijo re-, el verbo deri-
vado conserva el régimen del verbo originario (6c, d):
(6) Régimen del verbo derivado
a. Desembarcó el coche del ferry
b. Desenganchó el caballo del carro
c. Reembarcó el coche en el ferry
d. Reenganchó el caballo {en el / al} carro
9 Junto con des-, solo la variante de- puede tomarse como un alomorfo activo, pro-
ducido por un reajuste fónico cuando el prefijo des- se une a bases que comienzan por s-
(des-soldar > desoldar).
76 Josefa Martín García y Soledad Varela Ortega
En español y en francés, según asegura Clark (op. cit.), el uso del pre-
fijo reversivo se adquiere muy pronto; el niño genera nuevas formas, en
una edad muy temprana, y sustituye a menudo los verbos léxicos reversi-
vos por formas erróneas (por ejemplo, desacostarse y desdormirse en lugar
de despertarse, forma no transparente).13
Siguiendo los resultados del estudio de Clark (1993) para L1, es
de suponer que la adquisición de la reversión sea muy parecida en L2.
En este sentido, el prefijo des-, como único prefijo usado para expresar
la reversión y la negación de verbos en español, es previsible que no
entrañe gran dificultad para los aprendientes. Tal suposición se ve ava-
lada por los siguientes factores: 1) la alta productividad del proceso, 2)
la transparencia semántica de las palabras resultantes, 3) la simplicidad
de las formas y 4) la sustitución de los verbos léxicos reversivos por
formas prefijadas.
En nuestra opinión, las consideraciones que hemos expuesto sobre
el proceso de adquisición de las palabras con morfología deben tenerse
en cuenta a la hora de planificar la enseñanza y de diseñar las activida-
des correspondientes, con la única restricción de que en el proceso que
nos ocupa solo deben contemplarse los casos que presentan transpa-
rencia semántica y formal. Esto es, deben descartarse los verbos con un
significado lexicalizado (deslindar) y aquellos que presentan alomorfos
no productivos (deformar, disponer, disonar) o que tengan bases no
independientes (discernir, desmoronar). Solo cuando se ha adquirido la
regla y se producen nuevas formaciones, incluso con errores (desdor-
mirse, desacostarse), pueden tratarse las formas que se apartan de la
regularidad de modo que el aprendiente llegue a ser consciente de los
errores cometidos por sobregeneración (cf. neologismos «nativos»
como desquedar o descambiar).
13 En las lenguas que, como el alemán, no tienen prefijos reversivos sino solo partí-
culas, el proceso que se fija es el que descansa en las partículas. En otras lenguas que,
como el polaco, cuentan con varios prefijos para expresar la reversión, el niño adquiere
primero el proceso más productivo y lo usa mayoritaria y extensivamente.
La prefijación en E/LE: prefijos verbales 79
Haga una lista con los verbos prefijados que aparecen en el siguien-
te texto. Después, identifique sus partes.
Embarcamos a las tres en un barco de mercancías. Los marineros orde-
naron toda la carga: empaquetaron las mercancías, enjaularon a los anima-
les y enfundaron los coches para que no se rayaran. El capitán controlaba las
maniobras. De repente, antes de salir del puerto, se oyó la sirena de emergen-
cia. El capitán nos obligó a desembarcar del barco. La policía subió al barco
y comenzó a desempaquetar las mercancías. Desenjaularon a los animales y
desenfundaron los coches. No sabíamos qué estaba pasando.
80 Josefa Martín García y Soledad Varela Ortega
Actividad 2
Esta actividad de tipo inductivo tiene dos objetivos: determinar el
significado de la palabra compleja y fijar las restricciones del proceso en
cuestión. En primer lugar, se parte de la asignación de significado a cada
constituyente, de modo que sea posible construir significados composi-
cionales de las palabras complejas, no siempre coincidentes con las defini-
ciones de los diccionarios. En segundo lugar, se pretende que el apren-
diente sea capaz de relacionar las restricciones de los verbos reversivos con
el significado del prefijo.
Actividad 3
En el reconocimiento y entendimiento de toda forma léxica, desem-
peña un papel importante el contexto sintáctico en el que esta se mani-
fiesta. La siguiente actividad tiene como fin que el aprendiente sea capaz
de relacionar la proyección sintáctica del verbo prefijado con la del verbo
base correspondiente. Concretamente, se pretende mostrar que el prefijo
des-, en los significados composicionales, suele respetar la misma sintaxis
de las bases verbales. De este modo, si el aprendiente conoce la proyec-
ción sintáctica del verbo base, fácilmente podrá conocer el uso sintáctico
del verbo prefijado.
La prefijación en E/LE: prefijos verbales 81
d) Compruebe ahora esta idea con otros verbos prefijados con des-.
Por ejemplo, construya una oración con el verbo enroscar y otra con el
verbo desenroscar.
Actividad 4
Como la actividad anterior, la que nos ocupa ahora está centrada
en el uso sintáctico del verbo prefijado. En este caso, el objetivo de la
actividad es establecer la selección preposicional del verbo y relacionarla
con el prefijo en cuestión. Se pretende así que el aprendiente advierta la
relación existente entre los prefijos y las preposiciones usadas en los
complementos.
Actividad 5
Como sabemos, las derivaciones a partir de una palabra ya derivada
son más predecibles que las de una palabra simple. En el caso que nos
ocupa, muchos verbos parasintéticos con en- y a- admiten el prefijo des-
con valor reversivo (des-embarcar, des-atornillar). Esta actividad tiene
como fin familiarizar al aprendiente con este tipo productivo de encade-
namiento de prefijos.
Actividad 7
Se parte de la definición composicional para obtener el verbo prefi-
jado pero, a diferencia de la tarea anterior, en esta actividad es posible
que el aprendiente produzca palabras no recogidas en los diccionarios.
Se han incluido definiciones tanto de palabras existentes como de pala-
bras posibles pero no atestiguadas. En el primer caso, el aprendiente
podrá comparar la definición que se le facilita con la que aparece en los
diccionarios; en el segundo caso, el aprendiente advertirá que no todas
las palabras derivadas están incluidas en los repertorios lexicográficos, de
modo que será el profesor el que le indique que la palabra generada no
existe porque la norma ha consolidado otra. En el proceso de adquisi-
ción de L2, como en L1, debe considerarse la sobregeneración como un
hecho positivo que pone de manifiesto el grado de conocimiento que el
aprendiente tiene del proceso en cuestión. Por ejemplo, a partir de la
definición de ‘quitar la piel a un animal’, el aprendiente puede que gene-
re la palabra despielar o despelar (frente a desollar, que es la palabra
correcta para esta acepción). Por otro lado, es previsible que el apren-
diente cree la palabra desaceitar con el significado de ‘quitar el aceite a
un guiso’, y no con el que aparece consignado en los diccionarios de
‘quitar el aceite a los tejidos’.
84 Josefa Martín García y Soledad Varela Ortega
Actividad 8
Esta actividad persigue dos objetivos: por un lado, el aprendiente
debe encontrar el verbo prefijado a partir del verbo base y, por otro, debe
establecer el uso sintáctico de la nueva forma. Se tienen en cuenta aque-
llos casos en los que la selección preposicional varía con la adición del
prefijo.
Actividad 9
Esta actividad tiene como objetivo encontrar el verbo prefijado a
partir de los verbos base que se incluyen en el texto. A diferencia de las
típicas actividades de transformación, en esta el aprendiente debe com-
La prefijación en E/LE: prefijos verbales 85
prender el orden en que ocurren las acciones con el fin de usar correcta-
mente el verbo prefijado en el contexto que se facilita. Se intenta evitar
así la práctica mecánica que suele estar asociada a las actividades deducti-
vas de este tipo.
Actividad 10
Aquí se parte de un texto en el que es preciso encontrar el verbo pre-
fijado que sustituya al verbo simple negado. Con esta actividad se preten-
de que el aprendiente sea capaz de construir el verbo negativo con des- a
partir de la paráfrasis con el adverbio no.
Actividad 11
El objetivo de la actividad es que el aprendiente forme verbos priva-
tivos con des- a partir de paráfrasis definicionales incluidas en un texto.
Dado que el significado privativo puede estar expresado mediante distin-
tos verbos, se incluyen en el texto varios sinónimos para evitar asociar
86 Josefa Martín García y Soledad Varela Ortega
Actividad 12
Esta actividad está centrada en la sobregeneración de formas (i. e.
palabras posibles pero no existentes). El aprendiente, además de conocer
la regla de formación con des- reversivo, debe ser capaz de asociar el verbo
creado por él con el consagrado por la norma. Es decir, con esta actividad
se pretende que el estudiante sea consciente de la incidencia del «bloqueo
léxico» en la construcción del vocabulario de una lengua. En efecto, es
muy probable que el aprendiente, en algún momento de su aprendizaje,
haya creado palabras posibles, las cuales ha sustituido posteriormente por
la forma establecida convencionalmente. Como se sabe, en las lenguas en
las que existen verbos reversivos léxicos y prefijos reversivos, se adquieren
antes estos últimos tanto en L1 como en L2 de modo que en lugar de
usar el verbo léxico reversivo se utiliza una forma creada con el prefijo
reversivo.
La prefijación en E/LE: prefijos verbales 87
Actividad 13
La última actividad propuesta es de carácter libre y persigue dos
objetivos: por un lado, el aprendiente debe formar el verbo privativo a
partir de una base nominal y, por otro, debe usarlo autónomamente. Para
ello, no solo es necesario conocer la forma de la palabra, sino también
saber emplazarla en el contexto sintáctico apropiado.
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La prefijación en E/LE: prefijos verbales 89
1. Introducción
La morfología derivativa es un campo poco abonado en los manuales
de la enseñanza de español a estudiantes extranjeros. Una mirada rápida a
esos libros permite constatar el mínimo espacio que dedican al estudio de
cuestiones morfológicas relacionadas con los elementos derivativos que
integran las palabras, en contraste con los extensos capítulos dedicados a
su flexión, por ejemplo. Esa carencia no es nueva, sino que viene impues-
ta como herencia de las fuentes de las que normalmente se nutren los
manuales de E/LE, las gramáticas tradicionales y los libros de texto esco-
lares, tal y como se intentará explicar en las páginas que siguen.
Parece que a un alumno extranjero no le basta con memorizar pala-
bras simples o complejas, sino que sería de una enorme ayuda poder
enseñarle los mecanismos de formación que las generan y que le permi-
tiesen no solo aprender una palabra, sino analizarla, comprenderla y,
sobre todo, fijar las bases para seguir creando otras de estructuras simila-
res; en definitiva, sería deseable proporcionarle las herramientas necesa-
92 Marisa Montero Curiel
1 En este sentido, parecen pertinentes las palabras de Eugenio Coseriu cuando afir-
ma: «La descripción de una lengua, si quiere ser verdaderamente adecuada a su objeto,
debe presentar la lengua misma como sistema para crear, como sistema de producción, no
simplemente como producto» (Coseriu 1985: 23).
La enseñanza del sistema sufijal español a estudiantes extranjeros... 93
9 Ibid., §1.5.5.
10 Ibid., § 2.1.2.
96 Marisa Montero Curiel
Estos textos constituyen, junto con unas breves aclaraciones sobre los
sufijos diminutivos, todo lo que el Esbozo ofrece al lector a propósito de la
sufijación española: tres párrafos relativamente parcos en la dimensión total
del volumen, redactados basándose en apreciaciones generales que tratan de
delimitar las diferencias entre el morfema derivativo y el morfema flexivo, o
de establecer los límites entre los conceptos de raíz y morfema.
14 Ibid.: 158.
98 Marisa Montero Curiel
A las listas de estos sufijos les siguen ejercicios similares a los que se
pedían en los años cincuenta: «recordando el significado de tales sufijos,
dígase qué aportan a la significación de estas palabras: neuralgia, anarquía,
psiquiatra, dolicocéfalo, braquicéfalo, aristocracia, tecnocracia, canódromo».16
Sufijos Significados
Indican ‘cualidad’
-dad (-edad, -idad); -ura; -ez; -ncia
(bondad, soledad, curiosidad, locura, vejez,
(-ancia, -encia)
abundancia, ignorancia, complacencia)
Indican ‘lugar’
-ería; -torio (-atorio, -itorio); -dor
(juguetería, sanatorio, dormitorio,
(-ador, -edor, -idor)
parador, comedor, recibidor)
Indican ‘profesión’
-tor; -nte (-ante, -iente);
(conductor, comerciante, escribiente,
-ista; -ero, era; -ario, -aria
maquinista, enfermero, bibliotecaria)
Indican el ‘lugar de origen’
-ense; -ín; -és
(almeriense, mallorquín, francés)
19 Recordemos que el Esbozo también incluía en el tema del acento esos principios.
20 Bello, Gómez, Medina-Bocos, Ortega y Zaragoza (2007: 12).
La enseñanza del sistema sufijal español a estudiantes extranjeros... 101
21 Incluso hay datos sobre el español como un gran negocio económico del país, por
la cantidad de dinero que mueve y que genera. Sobre este aspecto puede verse Carrera
Troyano y Gómez Asencio (2007).
22 Matte Bon (2004).
La enseñanza del sistema sufijal español a estudiantes extranjeros... 103
23 Alcoba (2005).
106 Marisa Montero Curiel
Redes de palabras
crue ldad
-e da -ción -mie nto
-dad
«de conjunto» «de acción»
«de cualidad»
-ado
para
alumnado
nombres blancura -ura
para
Sufijos verbos
para
adjetivos
«acción re lacio na da
con algo»
«que pue de
hacer algo»
«cualida d rela cionada
co n algo »
-e ar
-nte -dor
-ista -o so
blanquear
25 Ibid.: 142.
108 Marisa Montero Curiel
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116 Marisa Montero Curiel
Ahora bien, son muy numerosos los casos en que la forma sufijada se
ha lexicalizado con interpretaciones independientes de la diminutiva y,
por lo tanto, desvinculadas formal y semánticamente de la palabra que en
cada caso recibe, en tanto que base morfológica, la sufijación:
(6) señorito, centralita, horquilla, bombilla, palacete, colchoneta, futbolín, llorica,
pañuelo...
1 Esta es, por ejemplo, la pauta que sigue García Jerez (2006) en su memoria de
máster para la aplicación de la morfología derivativa y el desarrollo de la creatividad léxica
a la didáctica de ELE.
2 Pero, como ilustra el párrafo que citamos a continuación, se contempla la posibi-
lidad de hacer una aportación extra a la causa de la morfología en algunos casos: «Lo que
no es óbice para que en el inventario, al hilo del desarrollo de determinadas categorías
exista alguna mención a la formación de un elemento particular (por ejemplo, los adver-
bios en -mente)» (PCIC: vol. C: 46).
122 Alicia Mellado Prado y Bruno Camus Bergareche
3 Se trata del capítulo 38, titulado «Diminutive, augmentative and pejorative suffi-
xes».
4 «Foreign learners are advised not to experiment with them since inexpert use may
produce unfortunate effects» (Butt y Benjamin 1988: 476).
5 «In many areas of Latin America, diminutive forms pervade everyday speech to
an extent that amuses Spaniards» (Butt y Benjamin 1988: § 38.2.6.).
6 Solo encontramos una mención al diminutivo: «Además, en la lengua familiar, se
encuentran usos de adverbios en diminutivo, con distintos valores afectivos: Hazlo despa-
cito, ¿vale?» (Matte Bon 1992: 271).
Morfología, pragmática, E/LE: la enseñanza de la derivación... 123
8 Por cuestión de espacio y adecuación con el objetivo de este breve artículo no nos
es posible presentar aquí el tratamiento de los diminutivos en los diccionarios, sobre todo
en los de E/LE, ni en los corpus. Con respecto a estos últimos, vid. Eddington (2002).
Morfología, pragmática, E/LE: la enseñanza de la derivación... 125
3.2 Respecto a la cuestión del nivel a partir del cual se puede enseñar
la morfología apreciativa desde las bases de una orientación morfoprag-
mática, creemos que podría defenderse su adecuación progresiva en la
secuencia B2-C1-C2. Si nos apoyamos en el PCIC, constatamos, por
ejemplo, que las marcas de registro se introducen a partir del B2, que en
el nivel C se trata el significado no literal y que el aprendiz debe ser capaz
de dominar estrategias conversacionales y contextos «en los que se emplea
un grado de formalidad menor, mayor relación de proximidad entre los
participantes, menor grado de planificación, mayor afinidad interperso-
nal, mayor saber compartido, etc.», siendo todos ellos factores que clara-
mente intervienen en la interpretación de la sufijación apreciativa.
(PCIC: vol. C: 172).
Merece la pena que nos detengamos, aunque de un modo breve, en
la cuestión de la literalidad, puesto que afecta directamente a nuestro
te. A partir de los datos del alemán y del italiano, incorporando también
algunos del español, subdividen su análisis en dos niveles conceptuales:
por un lado el nivel morfosemántico, de donde se obtiene el rasgo [peque-
ño] que desencadena otros rasgos de tipo cualitativo expresivo como
[agradable, etc.] y que se explota para distintas estrategias pragmáticas
(atenuar actos de habla que implican algo impositivo, negativo o desagra-
dable, tales como las órdenes, las amenazas o las recriminaciones, o enfa-
tizar aspectos para expresar empatía con el interlocutor, o contrastar y
enfrentar la información contextual y la expresada en el referente con
aquella que se espera del correspondiente acto de habla, buscando mati-
ces eufemísticos o efectos de ironía, modestia, etc.; y, por otro lado, el
nivel morfopragmático, en donde se defiende la existencia de un rasgo [no
serio] que se aplica a todo el acto de habla, no solo a la frase o al sintagma
en el que pueda aparecer el sufijo apreciativo. Este último rasgo implica
que el hablante es un intérprete que se representa la situación con un
valor de ficción, desde una subjetividad subproducto del valor actitudinal
evaluativo y/o emotivo,11 que presenta su juicio no como un hecho, sino
«as to value» (not «as to fact») (Dressler y Merlini Barbaresi 1994: 153),
disminuyendo con ello, de algún modo, la responsabilidad que adquiere
con respecto a lo comunicado. La combinación de estos rasgos es la que
da lugar a las distintas interpretaciones posibles. Por ejemplo, la explica-
ción del siguiente enunciado, incluido en la citada obra (ejemplo [100]),
Come vorrei essere nel mio lettino!, y que tiene su equivalente en el español
¡Cómo me gustaría estar en mi camita!, emitido por un hablante cansado,
somnoliento y con ganas de dormir, se justifica desde la representación
imaginaria de disminución metafórica que ese hablante liga a la situación
que puede evocar a la de un niño en su cama y que se valora como con-
fortable, recogida, protegida, y, por lo tanto, no alude a una disminución
literal, es decir, el hablante no expresa un deseo de dormir en una cama
pequeña. Junto con la operatividad de estos rasgos, es, sobre todo, la apli-
cación del rasgo [no serio] la que favorece o desencadena la aparición de
diminutivos en situaciones tales como las lúdicas, las de familiaridad o la
emocionalidad, la intimidad, la simpatía y la empatía. Pero esto no impli-
ca ningún tipo de inevitable predicción, es decir, se pueden dar situacio-
nes de intimidad, de juego, etc., en las que los hablantes nunca hagan uso
de diminutivos, puesto que siempre son libres de elegir sus recursos para
la interlocución y la manera de presentar esta. Por supuesto, junto con
todo lo presentado hasta ahora, en este modelo se tratan las condiciones
morfológicas y léxicas que pueden restringir el uso de los diminutivos.
Respecto a las bases léxicas a las que estos pueden adjuntarse, por un
lado, se habla de «lugar de aterrizaje», que también puede ser considerado
como un factor favorable al uso de diminutivos y, por otro, se les aplica la
siguiente jerarquía de diminutivización de Niewenhuis (apud Dressler y
Merlini Barbaresi 1994: 131):
(10) Nombres > Adjetivos > Verbos > Numerales > Interjecciones > Pronombres
> Preposiciones > Demostrativos
implica, las dimensiones a las que afecta, y los procesos que permiten su
adquisición, tanto los de tipo universal (extracción de inferencias) como
los específicos de cada lengua (descodificación del significado referencial
específico) y de cada comunidad lingüístico-cultural (normas de compor-
tamiento, relaciones entre los interlocutores, valores, etc.).
Sabemos que entre las lenguas que explotan la sufijación apreciativa
el nivel de productividad de este recurso varía aun cuando puedan com-
partir la denotación morfosemántica e incluso algunos valores connotati-
vos posibles. Tal es el caso del alemán y el italiano, como demuestran
Dressler y Merlini Barbaresi (1994). El italiano hace un mayor uso de los
diminutivos que el alemán en un mismo tipo de situación y en situacio-
nes distintas. Según los datos de D’Angelis y Mariottini (2006), el espa-
ñol tiene más sufijos que el italiano para la expresión de una misma
información semántica y por ello su productividad es más alta. Así pues,
si un hablante de una lengua que tiene este recurso aprende español
encontrará aspectos comunes entre su L1 y la LE, pero el peso de lo espe-
cífico de cada lengua es muy alto y afecta a muchas variables además de
las morfológicas,13 como son las semánticas, cognitivas, pragmático-lin-
güísticas y socioculturales o sociopragmáticas, por lo que el aprendiente
deberá controlar todas ellas para ser capaz de acercarse a la competencia
de un nativo.
15 Dressler y Merlini Barbaresi (1994) critican este y otros aspectos de los análisis de
Wierzbicka.
Morfología, pragmática, E/LE: la enseñanza de la derivación... 133
4.1 Encuesta
Actividad metalingüística y de percepción sobre el aprendizaje y el
uso de los diminutivos por parte de los aprendices:
1. ¿Puedes reconocer los diminutivos cuando escuchas una conversación
entre hablantes nativos que hacen uso de ellos? ¿Qué impresión te
causa? ¿Te resulta infantil, lúdico, ridículo, simpático, extraño...?
2. ¿Hay sufijos diminutivos con valores no denotativos en tu lengua
materna? Si la respuesta es afirmativa: ¿los usas?, ¿en qué situaciones?
3. ¿Qué variedad de español has aprendido?
4. ¿Te han explicado en clase las reglas de formación de diminutivos y
aumentativos en español? ¿Cómo?
5. ¿Y las de su uso? ¿Cómo?
6. ¿Qué valores interpretativos conoces de los sufijos diminutivos?
7. ¿Qué crees que te ayudaría más a aprenderlos?
134 Alicia Mellado Prado y Bruno Camus Bergareche
• Diálogo 2
Tarjeta A: ¿Te puedo pedir un favorcito?
Tarjeta B: ¿Qué necesitas?
• Diálogo 3
Tarjeta A: Ayer tuvimos que evacuar el edificio por amenaza de bomba
y resultó que era una broma.
Tarjeta B: ¡Menuda bromita!
• Diálogo 4
Tarjeta A: ¡Qué añito!
Tarjeta B: Venga, mujer, que ya verás cómo el próximo año será mejor.
4.3.3 Como una variedad del ejercicio anterior se puede trabajar por
parejas con tarjetas y se pide que escriban la posible situación en la que se
desarrolla el diálogo.
Por ejemplo:
Tarjeta B: ¡Vaya nochecita habrás pasado!
Tarjeta A: Sí. Hoy mismito doy una queja a la comunidad.
Situación: Los vecinos del piso de arriba han estado de fiesta toda la
noche y no he podido dormir.
4.3.5 Crear paráfrasis y discutir en parejas sobre las diferencias expresivas que
aparezcan entre el uso del diminutivo y la paráfrasis por la que se opte
a) En una reelaboración:
A) Es que Pedro es tonto
B) Tontito
A) Pues yo creo que es tonto, tonto.
b) En un acto directivo atenuado: Haz el favor de callarte la boquita
c) En una amenaza: Te vas a tragar esas palabritas
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sidad de Salamanca. RedELE, 6.
HERNÁNDEZ SACRISTÁN, C. (1996): «Actos de habla desde una perspectiva con-
trastiva: apuntes metodológicos», en A. Briz, J. Gómez y M. J. Martínez
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análisis del discurso oral, Valencia, Libros Pórtico-Universidad de Valencia.
INSTITUTO CERVANTES (2007): Plan Curricular Instituto Cervantes. Niveles de
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una perspectiva evolutiva», en C. Muñoz (ed.), Segundas lenguas, Barcelona,
Ariel: 231-257.
Morfología, pragmática, E/LE: la enseñanza de la derivación... 141
1. Introducción
No resulta fácil determinar el papel que desempeña la morfología en el
ámbito disciplinar del aprendizaje de idiomas. Por un lado, no cabe duda de
que el componente morfológico de las lenguas ha recibido una atención de
primer orden en la bibliografía especializada. Ello es válido incluso en una
lengua como el inglés, en la que, por su tendencia al aislamiento, la morfo-
logía flexiva tiene un peso relativamente restringido. Por otro, se aprecia al
mismo tiempo que, a efectos prácticos, la morfología no suele ser reconoci-
da como dominio autónomo en la delimitación de los contenidos adopta-
1 Esta idea, sumamente avanzada para aquel tiempo, quedaba malograda por las
limitaciones que imponía una concepción conductista del significado lingüístico.
2 Conviene matizar, en cualquier caso, que buena parte de los ejercicios morfológi-
cos aludidos están dedicados a la formación de palabras, y corresponden, por lo tanto, al
ámbito de la morfología derivativa.
3 Concentrada sobre todo en los capítulos que van del tres al cinco, los cuales,
según se indica en el prólogo (cf. Stockwell et alii 1965: ix), fueron redactados básicamen-
te por Bowen.
146 Ventura Salazar García
—ING
CÓPULA
PLURAL
ARTÍCULO
AUXILIAR
PASADO IRREGULAR
PASADO REGULAR
3.ª PERSONA SINGULAR
POSITIVO
Figura 1. Orden natural de adquisición de algunos morfemas del inglés como L2, según Krashen
(1977), adaptado por Larsen-Freeman y Long (1991: 88).
148 Ventura Salazar García
5 Ehlers (2001) revisa en profundidad los estudios sobre adquisición del orden de
palabras del alemán como L2, y aporta además datos experimentales procedentes de his-
panohablantes.
6 Me refiero con esto a fenómenos tales como los cognados y los llamados falsos
amigos, bien conocidos en el ámbito de la didáctica del vocabulario (cf. Salazar 2004: 264
y ss.).
150 Ventura Salazar García
8 Van Patten (1990) pone de relieve que los datos relacionados con la frecuencia
del input pueden ser significativos en inglés, pero resultan inoperantes en el caso del espa-
ñol, que es una lengua con un componente morfológico mucho más complejo.
La morfología flexiva en la adquisición de segundas lenguas... 153
mismo contexto hay que situar ciertos excesos cometidos por esos años al
amparo de un comunicativismo mal entendido. Pero lo cierto es que ya
algunos de los primeros estudios sobre orden de adquisición de morfemas
(por ejemplo, Perkins y Larsen-Freeman 1975) revelaban que la instruc-
ción gramatical sí tenía cierto efecto sobre la interlengua de los aprendi-
ces. Estudios posteriores fueron confirmando y perfilando ese tipo de
observaciones. Entre otras muchas que podrían sacarse a colación, desta-
caré las aportaciones de Pienemann (1984, 1987, 1989), quien mostró
que, aunque la instrucción gramatical no altera el orden de adquisición,
sí acelera su ritmo, potenciando un paso más rápido y eficaz de una a otra
etapa de desarrollo. Es más, frente a la creencia (muy extendida, y no solo
entre los profanos) de que los contextos naturales de inmersión, sin nece-
sidad de instrucción formal, son los más adecuados para alcanzar en
menor tiempo posible el dominio de la lengua meta, Pienemann puso de
relieve que es el aprendizaje en el aula el que realmente ofrece mejores
resultados; contenidos gramaticales cuya adquisición necesita varios
meses en el primer caso requerían solo unas pocas semanas en el segundo.
Obviamente, ello solo es posible si se cumplen ciertas condiciones, de las
cuales probablemente la más importante es que, de acuerdo con la hipóte-
sis de la aprendibilidad defendida por este mismo autor, el material lin-
güístico objeto de instrucción se adecúe a la etapa de desarrollo en la que
se encuentra el aprendiz, y, por lo tanto, este se encuentre capacitado para
afrontar su procesamiento.
Una vez demostrada la pertinencia de la instrucción gramatical en el
aula como factor que facilita y acelera la adquisición, cabe preguntarse si
cualquier tipo de instrucción es igualmente válida, o si por el contrario
hay opciones metodológicas más adecuadas que otras. Este interrogante
nació sobre todo al hilo de las dudas que suscitaban los ejercicios general-
mente conocidos como drills. Como se sabe, estos ejercicios constituían
la base de la enseñanza de la gramática en los enfoques estructuralistas
(audiolingual y situacional, fundamentalmente). Su objetivo es automati-
zar el uso de un determinado item gramatical a partir de la manipulación
reiterada del material lingüístico de acuerdo con un modelo de partida.
En los años setenta, el giro hacia una enseñanza de corte comunicativo
puso a los drills en el punto de mira de los teóricos del enfoque nocional-
funcional, por entonces emergente. Motivos no faltan. A nadie se le ocul-
ta que son extremadamente tediosos y promueven en el aula una
158 Ventura Salazar García
cas (cf. Ellis 1994: 278 y ss.). A pesar de ello, hay bastantes argumentos
para pensar que hay mucho de verdad en esa afirmación, siempre y cuan-
do el énfasis se transfiera del material lingüístico (el input comprensible)
al proceso en su conjunto (la comprensión del input). También hay que
tener en cuenta que la teoría de Krashen se planteó en un momento en el
que parecía que únicamente eran viables dos posibilidades de entender la
instrucción gramatical: bien mediante repetición de los contenidos lin-
güísticos a través de actividades gramaticales mecánicas, bien mediante
tareas comunicativas cuyo propósito es la transmisión de información y
no el funcionamiento del sistema lingüístico. Long (1991) denomina
atención a las formas a la primera opción, y atención al significado a la
segunda.10 Pues bien, la atención a la forma nació con vocación de superar
esa falsa dicotomía.
Lo característico de la atención a las formas, como etiqueta que agru-
pa toda la instrucción gramatical de viejo cuño, es que los items lingüísti-
cos son considerados de manera aislada y reciben un tratamiento
didáctico que se limita a fomentar su reconocimiento, repetición y
memorización. Esto no es exclusivo de los drills. También en la enseñanza
comunicativa (o pretendidamente comunicativa, según los casos) tropeza-
mos con numerosos ejemplos de esta tendencia. No niego la valía de
algunos esfuerzos (loables, pero insuficientes) por dotar al enfoque nocio-
nal-funcional de herramientas para una práctica gramatical verdadera-
mente renovada, con actividades dotadas de vacío de información, un
tono más ameno que frecuentemente incluía un propósito lúdico, etc. Ur
(1988) constituye al respecto un testimonio particularmente encomiable.
Menos favorable es la valoración que merecen otros materiales en los que,
bajo una renovación meramente superficial —uso de realia y/o de recur-
sos multimedia, un diseño gráfico vistoso y poco más—, se siguen repro-
duciendo modelos pedagógicos caducos. Pienso particularmente en
actividades en las que se transmiten al aprendiz instrucciones como las
siguientes: «Completa con X», «Subraya los X que encuentres en el
siguiente texto», etc. Tales actividades, que sin duda habrá encontrado
por doquier cualquier persona familiarizada con la enseñanza del español
como lengua extranjera, se limitan a pedir del aprendiz que identifique
una forma gramatical, o bien que la encaje mecánicamente en un deter-
minado input de partida.11 Lo importante es que la tarea puede ejecutarse
satisfactoriamente sin necesidad de que este comprenda el material lin-
güístico facilitado ni de que preste atención a las correspondencias entre
forma y función. En definitiva, estos formatos no pasan de ser una reedi-
ción del esquema conductista estímulo/respuesta. Ningún apoyo psicolin-
güístico avala hoy día su uso en el aula; más bien al contrario, hay
fundadas sospechas de que son técnicas de escasísima o nula utilidad para
el progreso real de la interlengua.
Una vez puestas de manifiesto las insuficiencias de las actividades gra-
maticales de viejo cuño, ha llegado el momento de precisar con cierto
detalle las propuestas didácticas emanadas de la atención a la forma, con el
fin de poner de relieve el verdadero alcance de sus innovaciones. El punto
de partida, sin embargo, tiene poco de novedoso, ya que será la secuencia-
ción didáctica ya clásica de la Triple P: Presentación-Práctica-Producción. Se
trata de un modelo que empezó a fraguarse en los años sesenta, al amparo
del enfoque situacional, y que alcanzó su plena consolidación con el enfo-
que nocional-funcional. Es cierto que ciertos autores, como Ortega (2001:
181 y ss.), han mostrado algunas reticencias hacia el mismo, pero proba-
blemente vienen motivadas más por su aplicación en determinados con-
textos educativos que a la secuenciación en sí, que ha mostrado
sobradamente su solvencia en la planificación curricular de corte comuni-
cativo. La figura 2 ilustra, a mi juicio adecuadamente, las características
fundamentales del modelo, por más que la concreción de cada una de las
tres fases establecidas admite siempre cierto margen de variación.
11 Un ejemplo radical, que por desgracia dista de ser único, es el que Ruiz Campillo
(1999: 189 y ss.) extrae de un manual del Equipo Avance (1989). Se trata de una secuen-
cia de actividades a partir de un texto procedente de un medio de prensa escrita, el cual
fue manipulado mediante el borrado de 16 palabras. La instrucción inicial era: «completa
con que». ¿Hace falta insistir en la vaciedad de esa tarea en términos de comprensión y
procesamiento? Por cierto, ninguna de las actividades posteriores de la secuencia guardaba
la más mínima relación con el contenido del texto, que versaba sobre la emigración ilegal
desde México a Estados Unidos.
La morfología flexiva en la adquisición de segundas lenguas... 161
1.ª fase
EXPLICACIÓN GRAMATICAL
1.a INTERIORIZACIÓN NO CONTROLADA
2.ª fase
PRÁCTICA CONTROLADA
1. RELLENO DE HUECOS
— Sistematización EVALUACIÓN CORRECTORA
— Repetición CONTROLADA
— Memorización
2. INTERACCIÓN 2.ª INTERIORIZACIÓN
3. COHERENCIA TEXTUAL
4. EXPLOTACIÓN DE TEXTOS
3.ª fase
PRÁCTICA LIBRE
PROPÓSITO Y EXPLICACIÓN
NEGOCIACIÓN 2.ª EVALUACIÓN
ACTIVIDADES
PROCESO DE CREACIÓN 3.a INTERIORIZACIÓN
REALIZACIÓN FINAL DEFINITIVA
GRABACIÓN
12 Para más detalles, cf. Salazar (1992, 2001). Ortega (2001) sigue siendo una mag-
nífica referencia en español para conocer las directrices de la atención inductiva (implíci-
ta) a la forma, al igual que lo es Castañeda y Ortega (2001) por lo que se refiere a la aten-
ción deductiva (explícita).
La morfología flexiva en la adquisición de segundas lenguas... 163
13 Los cuatro ítems que lo componen tratan cuestiones gramaticales diferentes, para
ilustrar sus posibilidades de aprovechamiento. Lo conveniente para su uso en el aula es
que a cada una se le dedique una actividad en exclusiva.
La morfología flexiva en la adquisición de segundas lenguas... 167
Bibliografía
Apéndices
APÉNDICE 1) Ejemplo de anegación de input con relieve tipográfico (por
cortesía de Rosario Alonso y Alejandro Castañeda, comunicación personal).
El director de la película Vacaciones bestiales necesita algunas cosas
urgentemente para la escena que tiene que rodar mañana. Decide llamar a su
productor ejecutivo para que se las consiga. El productor no lo consigue todo,
pero intenta convencerle de que lo conseguido puede servir. Aquí tienes parte
de los mensajes que dejan cada uno en el contestador del otro.
que tiene que dar un salto por enci- coctelera que da diez vueltas en el
ma de la barra; uno que sea jovenci- aire y que cae en la barra sin hacer
llo... ruido. Impresionante. El chico tiene
una pega, y es que es un poco mayor
y que no está muy ágil. Tiene seten-
ta y dos años. ¿Qué quieres?: es lo
que hay. La experiencia no se consi-
gue de un día para otro...
[…] es un elemento crucial, […] es un poco fuerte, ya, pero
Alfredo, vital. Es lo que desencadena tengo una cosa que se parece algo a lo
el drama. Me da igual que te lo trai- que necesitamos. Es un radio-reloj-
gas de Suiza o de Cuenca, pero despertador que me trajo de Ceuta mi
mañana tiene que estar aquí: un primo el año pasado. De hecho,
reloj que tenga un cuco con la música tengo dos: uno que es de plástico
de «Para Elisa», que sea de madera, marrón y otro que parece de metal
que parezca una pieza de museo. Si dorado. Tú eliges. Los dos tienen
no lo encuentras lo pintas, ¿me oyes? una memoria electrónica que guarda
Para mañana. melodías. Yo creo que le pueden dar
un toque actual a la historia...
Fíjate en las frases que están resaltadas. Son frases de relativo (empiezan
con un pronombre relativo ‘que’); sirven para describir características de los
objetos. Observa que en algunas, las del mensaje del director, el verbo aparece
en subjuntivo; en otras, en concreto las frases del mensaje del productor, apa-
recen en indicativo. Piensa por qué.
APÉNDICE 4) Mira las dos listas siguientes. En ellas hay palabras que pue-
den ir precedidas del artículo el y otros determinantes masculinos. Pero
en cada lista hay una excepción, que sería un nombre de género femeni-
no. ¿Puedes identificar esas excepciones?
a) Taxista a) Tirano
b) Revista b) Llano
c) Cubista c) Hermano
d) Turista d) Mano
e) Socialista e) Piano
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APÉNDICE I
LA MORFOLOGÍA LÉXICA Y EL ESPAÑOL
COMO LENGUA EXTRANJERA
(SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA
COMENTADA)
DAVID SERRANO-DOLADER
(Universidad de Zaragoza)
goza (PUZ): 21-66. [En este interesante trabajo se aborda el llamado proble-
ma lógico de la adquisición del lenguaje no nativo o de la aprendibilidad de
dos tipos de compuestos nominales: los denominados compuestos deverbales
(matarratas, quitamanchas) y los compuestos N-N (perro policía, barco pira-
ta). Para ello, se tiene en cuenta, por un lado, cómo se analizan esos com-
puestos desde la teoría lingüística y, por otro, qué aportan los datos de
adquisición sobre los problemas que presentan dichos compuestos para los
adultos. A partir de esas dos coordenadas, se hacen algunas propuestas sobre
cómo se puede manipular el input en el aula de español como lengua segun-
da/extranjera para hacer más eficiente el aprendizaje. A lo largo del artículo,
se ofrece un interesante y exhaustivo repaso a diversas características de los
compuestos deverbales y N-N, tanto en hablantes de español nativo como
en hablantes de español no nativo, presentando una muy instructiva revisión
crítica de diversos estudios —muchos de la propia autora— que se han ocu-
pado de estas cuestiones. El trabajo se cierra con algunas propuestas para una
gramática pedagógica de los compuestos en español.]
MARTÍN GARCÍA, J. (1999): El diccionario en la enseñanza del español, Madrid,
Arco / Libros. [Breve guía orientativa que muestra el tratamiento en los dic-
cionarios de determinados fenómenos lingüísticos que presentan dificulta-
des para los aprendientes de E/LE. Se sugieren también posibles líneas de
trabajo que el docente puede poner en práctica en el aula para que el estu-
diante aprenda a utilizar provechosamente el diccionario. En las pp. 41-47
se abordan específicamente los fenómenos de lexicogénesis, destacando los
aspectos que deben ser tenidos en cuenta y el modo en el que están codifi-
cados en los diccionarios; además se proponen, en cinco apartados diferen-
ciados, algunos mecanismos para el diseño de actividades relacionadas con
la creación de palabras.]
MARTÍN GARCÍA, J. (2001): Gramática y léxico del español (Niveles avanzado-
superior), Madrid, Anaya. [Manual de ejercicios de léxico y de gramática
para nivel avanzado-superior que contiene un buen número de variados
ejercicios sobre formación de palabras, de corte bastante tradicional pero
bien pensados y de indudable utilidad para la clase de E/LE. Ejercicios
directamente relacionados con formación de palabras: 4, 14, 37, 38, 59, 62,
68, 87, 102, 107, 125, 128, 134, 141, 154, 156, 161, 164, 168.]
MARTÍN GARCÍA, J., y S. VARELA ORTEGA (2009): «La prefijación en E/LE: prefi-
jos verbales», en D. Serrano-Dolader, M.ª A. Martín Zorraquino y J. F. Val
Álvaro (eds.), Morfología y Español como Lengua Extranjera (E/LE), Prensas
Universitarias de la Universidad de Zaragoza (PUZ): 67-89. [Se postula que,
para el aprendiente de E/LE, la transparencia formal y semántica de la palabra
favorece su (re)conocimiento, así como la producción de unidades léxicas
nuevas. Según ello, el proceso de adquisición sigue esta secuencia: reconocer
Apéndice I. La morfología léxica y el español como lengua... 187
ROMERO GUALDA, M.ª V. (2008): Léxico del español como segunda lengua: apren-
dizaje y enseñanza, Madrid, Arco / Libros. [Se ocupa de la formación de
palabras en los capítulos V, VI y VII del libro (pp. 111-184). Se ofrece un
resumen de los principales procedimientos de formación de palabras en
español, y se incluyen algunas precisiones y diversos comentarios especial-
mente orientados al desarrollo de dicho ámbito en E/LE.]
SANTOS MUÑOZ, A. (2007): Una propuesta didáctica para la enseñanza / aprendi-
zaje de los sufijos apreciativos en E/LE, memoria de máster (Universidad
Antonio de Nebrija, 2006), <http://www.mec.es/redele/Biblioteca2007/
AranchaSantos.shtml>. [La investigación realiza, por una parte, una clasifi-
cación y descripción de los sufijos apreciativos desde un punto de vista sin-
crónico. En la segunda parte del trabajo se proponen una serie de ejercicios
y actividades para llevar al aula, que atienden a una perspectiva totalizadora
y engloban elementos como la entonación, el contexto situacional y la
intención del hablante, entre otros. Partiendo de la morfología de los tradi-
cionales diminutivos y aumentativos se pretende llevar al alumno a una
reflexión sobre aspectos semánticos, conversacionales e interculturales, al
tiempo que fomentar su aprendizaje autónomo y su capacidad creativa.]
SERRANO-DOLADER, D. (1996): «Del rothaarig alemán al pelirrojo español: un caso
de diversidad morfológica», Anuario de Estudios Filológicos, XIX: 475-484.
[Estudio comparativo de formaciones alemanas del tipo rothaarig
—formadas simultáneamente por la unión de Lexema 1 (rot) + Lexema 2
(Haar) + sufijo (-ig)— y sus posibles y diversísimos correspondientes en espa-
ñol. Una sola estructura lexicogenética del alemán corresponde en castellano
a estructuras morfológicas muy diversas: rothaarig > pelirrojo (compuesto),
zweisprachig > bilingüe (formación prefijada latinizante), zwanzigjährig > vein-
teañero (derivado de sintagma), kurzfristig > a corto plazo (expresión sintagmá-
tica), einarmig > manco (lexema primario), fadenförmig > filiforme (compuesto
latinizante), dicknasig > narigón (sufijación aumentativa).]
SERRANO-DOLADER, D. (2004-2006): «Formar palabras en español» (Serie de
diez DidactiRedes sobre formación de palabras y E/LE), Didactiteca del
Centro Virtual Cervantes (CVC), Instituto Cervantes <http://cvc.cervan
tes.es/aula/didactitered/anteriores/febrero_09/022009_serie.htm> [La serie
consta de cinco DidactiRedes de reflexión para el profesor de E/LE y de
cinco DidactiRedes para implementar en clase. Dos de las actividades son
de carácter general y las otras ocho se centran en diversos aspectos de la pre-
fijación en español en relación directa con su aplicación a la clase de E/LE.]
SERRANO-DOLADER, D. (2005a): «La formación de palabras y el español como
lengua extranjera: reflexión y aplicación», en Frecuencia L (Revista de Didác-
tica Español Lengua Extranjera), 28: 11-15. [El autor se acerca, con una
finalidad eminentemente práctica, a algunas cuestiones relacionadas con la
192 David Serrano-Dolader
xión consciente del aprendiz, en una triple vertiente: como vía de acceso a
nuevos contenidos, como recurso para la producción y como instrumento de
control. Todo ello se completa con una serie de actividades didácticas que
atienden algunos de los principales contextos de uso del subjuntivo: oracio-
nes de relativo, oraciones temporales y estilo indirecto.]
CASTAÑEDA CASTRO, A., y J. ORTEGA OLIVARES (2001): «Atención a la forma y
gramática pedagógica: algunos criterios para el metalenguaje de presentación
de la oposición ‘imperfecto/indefinido’ en el aula de español/LE», en S. Pas-
tor Cesteros y V. Salazar García (eds.), Tendencias y líneas de investigación en
adquisición de segundas lenguas (Anexo 1 de ELUA), Alicante, Universidad de
Alicante: 213-248. [Artículo de fondo que aporta información sumamente
valiosa, con un planteamiento sugestivo y una bibliografía muy completa
para la fecha, acerca de las vías para llevar a cabo una atención gramatical
explícita acorde con los principios de la atención a la forma. A partir de ahí,
se ofrece una propuesta de metalenguaje para la presentación de la oposición
imperfecto/indefinido. Consiste en la construcción de un algoritmo basado
en la distinción aspectual ‘no terminativo’ frente a ‘terminativo’. Se trata, sin
duda, de una propuesta prometedora, amén de valiente. Tal vez por eso
mismo, no queda libre de polémica. Por un lado, la formulación del funcio-
namiento del imperfecto de la que se parte dista de contar con una acepta-
ción unánime; por otro, los autores conceden al metalenguaje de presenta-
ción un valor pedagógico que puede ser considerado excesivo incluso entre
muchos de los seguidores del modelo de atención a la forma.]
CASTAÑEDA CASTRO, A., J. ORTEGA OLIVARES, L. MIQUEL LÓPEZ, R. ALONSO
RAYA, J. P. RUIZ CAMPILLO y P. MARTÍNEZ GILA (2008): Los pronombres
personales en la Gramática básica del estudiante de español, Barcelona, Difu-
sión. [Guía didáctica para el profesor de español, destinada a complementar
los contenidos relativos a los pronombres personales de la gramática peda-
gógica elaborada por estos mismos autores (cf. Alonso et alii 2005). La pre-
sentación inicial recoge una bibliografía muy útil sobre atención a la forma
y aplicaciones didácticas de la lingüística cognitiva. A continuación hay una
introducción teórico-descriptiva sobre el sistema pronominal del español,
sugerencias para el uso en el aula de la gramática referida y diversas activi-
dades interactivas. Acompaña un CD de presentaciones animadas (en for-
mato Powerpoint y Flash) con explicaciones y ejercicios complementarios.
Tales presentaciones se reproducen también en papel como apéndice, que
de hecho ocupa más de la mitad del libro. Un magnífico material que enri-
quece el potencial didáctico de Alonso et alii (2005).]
CERROLAZA GILI, Ó. (2005): Diccionario práctico de gramática, Madrid, Edelsa.
[Libro de consulta que agrupa alfabéticamente en torno a 800 unidades de
la lengua española, potencialmente problemáticas de cara a su dominio por
200 Ventura Salazar García
de Zaragoza, en septiembre de 2009
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