UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS” ÀREA DE CIENCIAS DE LA SALUD
AHOGAMIENTO EN AGUA DULCE Y
AGUA SALADA
Sección 10
SAN JUAN DE LOS MORROS, SEPTIEMBRE 2022
Antes de ver qué nos dicta cada artículo debemos comprender la
diferencia entre un derecho y un deber, un derecho a nivel legal hace referencia a que son todos aquellos mecanismos legales que protegen las libertades y garantías de los individuos, mientras que un deber es toda obligación que una persona debe cumplir en el ejercicio de sus derechos.
Los derechos y los deberes procuran la estabilidad social y una
convivencia armoniosa entre los ciudadanos. Pueden estar asentados en diversos instrumentos legales tales como la constitución de cada país y los acuerdos internacionales.
Así pues comenzaremos a analizar algunos derechos que nos
dicta la constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Empecemos con el artículo 43 de la constitución Venezolana, este
nos dicta que "El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra forma". Esto quiere decir que el derecho a la vida del artículo 43 constitucional es el primero de los derechos humanos, clasificación del derecho propia de los derechos naturales; éstos son, en todas sus connotaciones, aquellos privilegios y capacidades legales y/o sociales que los seres humanos tenemos de manera intrínseca por el mero hecho de existir. Por consiguiente y en la República Bolivariana de Venezuela (caso distinto a otros países) la pena de muerte o cualquier intento de pena capital es ilegal, por ser considerada vicio al derecho primario de los ciudadanos venezolanos que es vivir. También se incluye en esta línea argumental artículos como el 46 constitucional, "el respeto a la integridad física, psíquica y moral".
El artículo 83 de la constitución de la República Bolivariana de
Venezuela nos habla de que "La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República". Ahora bien, esto desde un punto analítico quiere decir que en este artículo se ratifica el deber por parte del ente gubernamental en curso, de procurar y promover las políticas necesarias para el extenso cumplimiento de la garantía de vida. Por ende, se da a entender que como un valor agregado al derecho de vivir, el efecto consecuente de las autoridades es procurar que la ciudadanía cuente con los recursos para ello. De esta forma, en el goce y ejercicio de la libertad de expresión (art. 57 constitucional) es un derecho social y civil el defender y pedir al estado que se cumpla y respete ese principio. Así también el artículo 84 compila la responsabilidad de las autoridades gubernamentales de crear y sostener un sistema público de salud, de libre acceso y con capacidad participativa.
Ahora pasamos a un artículo de la convención Americana de
derechos humanos, específicamente el artículo 5 que nos habla del derecho a la integridad personal
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad
física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. 3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.
4. Los procesados deben estar separados de los condenados,
salvo en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas.
5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser
separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad
esencial la reforma y la readaptación social de los condenados.
Analizando este texto podemos decir que en este convenio, se
sostienen los mismos principios que sostiene el artículo 46 de la C.R.B.V., dónde se establece el derecho a la integridad física, con la diferencia de que en nuestra constitución, son cuatro parágrafos en lugar de seis.
El establecimiento de estos principios funcionan como un regulante
de los fines a los que puede llegar la ley en interacción con el ciudadano, así como de la conciudadanía en general. En consecuencia, por ejemplo, lo que el parágrafo tres establece es que cualquier sanción impuesta a un delincuente, tiene el fin de sancionar únicamente a esa persona; entendiendo que ante la ley, hay dos tipos de personas, las físicas (humanos) y las morales (asociaciones). Entonces, una sanción lo que busca es condenar a la persona, es decir limitar y/o condicionar su capacidad de acción legal; pero nunca se hará con la intención de dañar al individuo ni de suspender las garantías humanas que posee, cómo la vida. En los conflictos que hay en la relación médico paciente tenemos que tener en cuenta que en esta relación por lo general se subraya el derecho del paciente; se obvia la del médico. Sin embargo, es una relación donde ambos, médico y paciente, tienen derechos y deberes.
los principales objetivos que persigue la deontología médica son:
-La profesión médica está al servicio del hombre y de la
sociedad.
-Trato igualitario.
-Lealtad al paciente.
-Nunca perjudicar intencionalmente.
-Prestar ayuda de urgencia.
-Nunca abandonar a los enfermos.
En esta relación, se destaca la importancia del llamado
consentimiento informado que entiende la información hacia el paciente como un acto clínico y no burocrático. Esta debe ser asumida por el médico responsable del proceso asistencial, tras alcanzar un juicio clínico preciso.
En el ámbito de la medicina venezolana, la deshumanización
médica, no se puede confundir con falta de ética, se asocia a la atención demorada, exceso de pacientes y pocos médicos, falta de recursos económicos y el propio quebramiento de salud del médico. Esto obliga a los pacientes someterse a largas colas en el sistema público, en hospitales sin recursos y con falta de medicinas. Esta situación comporta una afectación, tanto a los derechos del médico como del paciente.