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Priscilla Alderson

LOS NIÑOS COMO INVESTIGADORES:


LOS EFECTOS DE LOS DERECHOS DE
PARTICIPACIÓN EN LA METODOLOGÍA DE LA
INVESTIGACIÓN*.

PRISCILLA ALDERSON**

RESUMEN: Este artículo contempla las cuestiones que se plantean


a los adultos que investigan con niños. Estos puntos se ilustran a
través de una revisión de la literatura internacional más que de un
informe de investigación original. Se abordarán tres áreas
principales: las etapas del proceso de investigación en las que los
niños pueden participar como actores; los niveles de participación
de los niños; y el uso de métodos que pueden aumentar la
participación informada de los niños en la investigación,
respetando sus derechos. Considero a los niños como
coproductores de datos durante la investigación realizada con
ellos.
Palabras clave: Niños. Los jóvenes. Métodos de investigación.
Participación.

NIÑOS COMO INVESTIGADORES:


LOS EFECTOS DE LOS DERECHOS DE PARTICIPACIÓN EN LA
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

RESUMEN: En este artículo se examinan las cuestiones que se


plantean a los adultos que realizan búsquedas con niños
investigadores. Los puntos se ilustrarán a través de una revisión de
la literatura internacional más que de un informe de investigación
original. Se discutirán tres áreas principales: las etapas del proceso
de investigación en las que los niños pueden participar como
actores; los niveles de participación de los niños; y el uso de
métodos que pueden aumentar la participación de los niños.

Este artículo se publicó originalmente en Christensen (Ed.), Research with children:


perspectives and practices, Falmer Press/Routledge, 2000, pp. 241-255. Agradezco a todos
los jóvenes que me ayudaron a investigar, al Programa de Niños de 5 a 16 años del CERS por
Educ. Soc. Campinas, vol. 26, n. 91, p. 419-442, mayo/agosto de 1
2005
Disponible en <http://www.cedes.unicamp.br>
financiar nuestra investigación sobre los derechos civiles en las escuelas, que contribuyó
indirectamente a este artículo, y a todos los que aportaron muchos más ejemplos de
investigaciones realizadas por niños que no pude incluir aquí.
Traducción de Alain François, con revisión técnica de Fernanda Müller.
** Profesor de Estudios sobre la Infancia, Unidad de Investigación de Ciencias Sociales,
Instituto de Educación, Universidad de Londres. Correo electrónico: p.alderson@ioe.ac.uk

2 Educ. Soc. Campinas, vol. 26, n. 91, p. 419-442, mayo/agosto


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Priscilla

participación informada en la investigación, respetando así sus


derechos. La idea de considerar al adulto "investigado" como
coinvestigador o coproductor de datos, e igualmente implicado en
el análisis, está ya ampliamente reconocida. Esta idea suele
argumentarse en términos de control, y de abordar los
desequilibrios de poder en la relación de investigación. También
puede justificarse en términos de eficacia, ya que abre el camino a
una gama más amplia de métodos de recogida y a una
comprensión más completa de los datos. En este trabajo, también
se considera a los niños como coproductores de datos durante la
investigación realizada con ellos.
Palabras clave: Niños. Los jóvenes. Métodos de investigación.
Participación.

Introducción
l número de niños que participan como investigadores es cada
vez mayor. Este artículo aborda las cuestiones que se plantean
a los adultos que investigan con niños. Estas cuestiones son
se ilustrará a través de una revisión de la literatura internacional más
que de un informe de investigación original. Se discutirán tres áreas
principales: las etapas del proceso de investigación en las que los
niños pueden participar como actores; los niveles de participación de
los niños; y el uso de métodos que pueden aumentar la participación
informada de los niños en la investigación, respetando sus derechos.
La idea de considerar a los adultos "investigados" como
coinvestigadores o coproductores de datos, y como implicados en el
análisis, está ahora ampliamente reconocida. Esta idea se defiende
generalmente en términos de control y para resolver los
desequilibrios de poder en la relación de investigación. Sin
embargo, también puede justificarse en términos de eficacia, ya que
ofrece una gama más amplia de métodos de recogida y permite una
comprensión más completa de los datos. Del mismo modo, este
documento considera a los niños como coproductores de datos durante
la investigación realizada con ellos.
Un tema explícito e implícito dentro de esta coinvestigación es
el respeto por el grupo investigado y sus propias opiniones y
capacidades. El respeto está estrechamente relacionado con los
derechos, y las convenciones sobre derechos proporcionan medios de
principios, aunque flexibles, para justificar y ampliar las prácticas
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Disponible en <http://www.cedes.unicamp.br>
Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de
respetuosas (Spencer, 1998). Dado que cuentan con un apoyo casi
universal y un estatus casi legal, las convenciones de derechos
proporcionan una justificación formal para respetar las normas éticas
en la investigación. La creciente concienciación sobre los derechos de
los cri

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anza, y otros grupos "minoritarios", incluidas las mujeres, ha


precarizado el terreno para involucrar a los niños como investigadores.
A nivel internacional, los derechos de los niños han adquirido
una nueva dimensión en la última década con los llamados derechos
de participación. Tradicionalmente, los niños siempre han sido
excluidos de lo que se conoce como la primera generación de
derechos, o derechos a la autonomía: la protección contra las
injerencias y los derechos a la integridad física y mental y a la
autodeterminación. Se consideraba que estaban bajo la protección y el
control de sus padres. Las declaraciones internacionales sobre los
derechos de los niños, que en un principio se referían a las víctimas de
la guerra, hacían hincapié en su necesidad de ser protegidos del
abandono y los abusos y de recibir bienes y servicios. Hasta hace
poco, la investigación sobre los niños ha reflejado estas prioridades y
ha medido normalmente los efectos de las intervenciones sanitarias o
educativas en sus vidas, o sus necesidades evaluadas por los adultos, o
ha investigado su desarrollo gradual y su socialización hacia las
competencias de los adultos.
Sin embargo, la nueva dimensión de los derechos de
participación de los niños consagrada en la Convención de las Naciones
Unidas sobre los Derechos del Niño ( ONU, 1989) implica versiones
moderadas de los derechos de autonomía de los adultos. Se refieren a
la participación de los niños en actividades y decisiones que les
afectan. Los derechos de participación incluyen sobre todo tres de los
54 artículos de la Convención. Los Estados deben garantizar:

el niño, que es capaz de formarse un juicio propio, el derecho a


expresar su opinión libremente en todos los asuntos que le afectan,
teniéndose debidamente en cuenta dichas opiniones, habida cuenta de la
edad y la madurez del niño. (12); *
(...) el derecho a la libertad de expresión. Este derecho incluirá la
libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de todo tipo
(...) a través de las artes o de cualquier otro medio de comunicación
que elija el niño (...) (13);
(...) el derecho del niño al descanso y al ocio, al juego y a las actividades
recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural
y en las artes. (31).

Los números entre paréntesis corresponden al número de artículo del Convenio. Las
traducciones de la Convención se tomaron del sitio web: <http://www.onu-brasil.org.br/
Educ. Soc. Campinas, vol. 26, n. 91, p. 419-442, mayo/agosto 4
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Los doc_crianca.php>.
niños como investigadores: los efectos de los derechos de

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En este Convenio, los derechos se matizan de forma importante.


Se trata de aspiraciones, por ejemplo, aún no realizadas plenamente,
que "cada nación adoptará... hasta el máximo de sus recursos
disponibles" (4). Los derechos tampoco son absolutos, sino
condicionales, afectados por la "evolución de las facultades del niño"
y las "responsabilidades, derechos y deberes de los padres" (5) y la
legislación nacional. "La consideración primordial debe ser el interés
superior del niño" (1, 21). Los Derechos del Niño no pueden ejercerse
de forma que puedan perjudicar al niño o a otros. Deben "respetar los
derechos y la reputación de los demás", así como la "seguridad
nacional y el orden, la salud y la moral públicos" (13). Estos derechos
no tienen que ver con el individualismo egoísta, sino con la
solidaridad, la justicia social y la distribución justa. Reclamar un
derecho significa reconocerlo para todos. La reivindicación afirma el
valor y la dignidad de cada persona. El respeto de los derechos del
niño promueve "el progreso social y la elevación del nivel de vida con
mayor libertad" (Preámbulo de la Convención).
Todos los gobiernos, excepto el de Estados Unidos y el de
Somalia, han ratificado la Convención y se han comprometido a
darla a conocer "tanto a los adultos como a los niños", a ajustarse a
ella en las leyes y servicios de los Estados y a informar
periódicamente a la ONU sobre los progresos realizados en estos puntos.
Sin embargo, estas controversias sobre los Derechos del Niño surgen,
ya que los derechos a la participación pueden complementar y entrar
en conflicto con los derechos a la prestación y la protección
(Alderson y Goodwin, 1993) .
En estas controversias, varios puntos cambiaron el estatus de los
niños en la investigación y como investigadores durante la década de
1990, por ejemplo: las consecuencias de la sentencia del caso Gillick
en 1985, que reconoció que los niños menores de 16 años pueden dar
un consentimiento válido (para más información, véase Alderson y
Montgomery, 1996); el nuevo respeto, en la sociología de la infancia,
por los niños en calidad de actores sociales competentes, y ya no
como simples subsumidos en categorías dominadas por los adultos,
como la familia (Qvortrup et al., 1994; James & Prout, 1997); la tan
cacareada elocuencia de los niños pequeños, por ejemplo, en la
televisión. Una cuestión importante para este trabajo es que también
hay investigaciones realizadas por los propios niños, que han sido
ampliamente patrocinadas por organizaciones no gubernamentales
(ONG) y que cumplen con la Convención de la ONU. Es de esto de lo que
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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de
nos ocuparemos.

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Priscilla

Cuestiones que los derechos del niño plantean a los


investigadores adultos
La participación de los niños implica un cambio de énfasis en
los métodos y temas de investigación. Reconocer a los niños como
sujetos y no como objetos de la investigación implica aceptar que
pueden "hablar" por derecho propio y comunicar opiniones y
experiencias válidas. Este "hablar" puede incluir el lenguaje de
signos, cuando los niños no pueden oír o hablar, y otros sonidos y
lenguajes corporales expresivos, como los de los niños autistas o los
niños con graves dificultades de aprendizaje (Alderson y Goodey,
1998). Por lo tanto, involucrar a todos los niños de manera más directa
en la investigación puede rescatarlos del silencio y la exclusión, y de
ser representados implícitamente como objetos pasivos, mientras que
respetar su consentimiento informado y voluntario ayuda a protegerlos
de la investigación encubierta, invasiva, explotadora o abusiva.
Este último punto es importante porque uno de los mayores
obstáculos a la hora de investigar con niños es infantilizarlos,
percibirlos y tratarlos como inmaduros, y por tanto producir pruebas
que sólo refuerzan las ideas sobre su incompetencia. Esto puede
incluir una "charla condescendiente", el uso de palabras y conceptos
demasiado sencillos, la limitación a dar sólo respuestas
superficiales y la participación sólo de niños inexpertos en lugar de
aquellos que tienen experiencias relevantes intensas y podrían dar
respuestas mucho más informadas. Por ejemplo, las opiniones de los
niños sobre la patología y el tratamiento médico suelen recogerse de
muestras medias de niños principalmente sanos (Wilkinson, 1988).
Parecen ser relativamente ignorantes, a pesar de la información que
pueden obtener de la televisión u otras fuentes. Por el contrario, los
niños con enfermedades crónicas tendrán un conocimiento mucho más
amplio sobre la naturaleza y el propósito de los tratamientos médicos;
los niños de 2 años con cáncer pueden hablar con tal comprensión que
desafían las creencias sobre su incapacidad de entender (Kendrick,
1986).
Además, los términos, temas y métodos demasiado complicados
o mal explicados por los investigadores también pueden hacer que los
niños (y algunos adultos) parezcan erróneamente ignorantes o
incapaces. Sin embargo, los niños pueden ayudar a los investigadores
adultos a adoptar niveles de discurso más adecuados (Solberg, 1997;
O'Kane, 2000). Durante la investigación sobre el con-
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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

sentimiento de los niños por las cirugías, le pregunté a una niña de 10


años: "Entonces, ¿van a hacer que te crezcan las piernas?" y ella
respondió: "Tengo acondroplasia y me van a alargar los fémures",
mostrándome amablemente su sofisticado nivel de habla y
percepción (Alderson, 1993).
Otro obstáculo para los niños es la suposición común de los
adultos de que el consentimiento de los padres o de los profesores es
suficiente, y que los niños no necesitan o no pueden expresar su
propio consentimiento o su negativa a participar en la investigación.
La propia British Education Research Association1 (BERA, 1992) ni
siquiera menciona el consentimiento de los niños en sus directrices
éticas. Por lo tanto, la investigación social puede contribuir al amplio
debate sobre el consentimiento de los niños (para una revisión, véase
Alderson, 1995) aportando pruebas de la competencia de los niños
en su vida cotidiana y en la investigación (por ejemplo, en Hutchby
y Moran-Ellis, 1998). En la sociología de la infancia, es muy común
hoy en día afirmar que los niños son y deben ser vistos como actores
en la construcción y determinación social de sus propias vidas, de las
vidas de quienes les rodean y de su sociedad. Por lo tanto, se
plantean dos cuestiones relacionadas. En primer lugar, si las
relaciones sociales y la cultura de los niños merecen ser estudiadas,
¿quién está mejor cualificado para investigar algunos aspectos de su
vida que los propios niños? (James & Prout, 1997). En segundo lugar,
si los niños pueden ser participantes activos, como afirma este
artículo, ¿pueden ser también investigadores activos?

Los niños como investigadores


Una de las principales formas en que los niños pueden ser
investigadores es a través de los proyectos cotidianos que realizan en
la escuela. En las escuelas que visité, por ejemplo, Adam, de 5 años,
hizo un gráfico de las mascotas que tenían los niños de su clase y
Helen, de 16 años, grabó entrevistas con sus amigos sobre el divorcio
de sus padres para su proyecto de psicología, que fue muy bien
valorado. El proyecto de geografía de Tariq al final de la enseñanza
secundaria (GCSE) trataba de los huertos locales amenazados de cierre y
le llevó a investigar los registros del ayuntamiento y a asistir a las
reuniones del mismo. Clases de niños de 9 a 11 años vieron un vídeo
sobre los lagos y organizaron una sesión de lluvia de ideas y debates
en pequeños grupos.
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pos para planificar y diseñar un estanque para su patio escolar.


Establecieron un presupuesto y, con la ayuda de los adultos, crearon y
poblaron el estanque.
En estos ejemplos, el aprendizaje, la principal ocupación de
todos en la escuela, se solapa con la investigación, pero esta rica
producción de investigación en las escuelas británicas casi nunca se
publica, y tiende a considerarse como "ejercicios" más que como algo
valioso en sí mismo. En cambio, actividades comparables pueden ser
muy valoradas en otras sociedades, lo que confirma nuestro siguiente
ejemplo. Muchos niños ugandeses forman la primera generación que
va a la escuela y se han convertido en investigadores y educadores
sanitarios de la comunidad. Gracias a la organización Child-to-Child
Trust2
, que promueve la educación entre iguales, los 600 niños de
primaria de una aldea se preocuparon por los animales que utilizaban
el depósito principal de agua. Los niños hablaron con el líder de la
aldea, que convocó una reunión en la que los niños presentaron
poesías y obras de teatro sobre el valor del agua limpia. Como
resultado, los niños y los adultos trabajaron juntos para limpiar el
estanque y construyeron una valla para mantener a los animales fuera
(ISCA, 1995, p. 236).
La segunda forma más común en que los niños participan en la
investigación es en proyectos diseñados y dirigidos por adultos
(véase O'Kane, 2000; Davis et al.; Roberts; y Christensen & James,
2000). Sin embargo, además de proporcionar datos en su papel
tradicional de sujetos de investigación, los niños ayudan cada vez más
a planificar las preguntas y a recopilar, analizar o comunicar las
pruebas, o a hacer públicos los resultados. Por ejemplo, sobre una
urbanización especialmente propensa a los accidentes,

Los adolescentes tenían poco que decir sobre los tipos de sucesos que
nosotros [los investigadores] considerábamos accidentes. Tampoco
respondieron bien a la noción de seguridad o protección. Finalmente, les
preguntamos cuál debía ser nuestra primera pregunta: "Pregúntales
por nuestras cicatrices", dijeron. Lo hicimos y obtuvimos información
importante y detallada sobre una serie de accidentes. (Roberts et al.,
1995)

Las respuestas iniciales de los adolescentes podrían utilizarse


fácilmente para confirmar las suposiciones sobre su ignorancia e
incompetencia. Por el contrario, el enfoque de asociación ayudó a
desarrollar nuevas teorías y métodos de investigación sobre
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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de
accidentes y su prevención, y produjo resultados y otros proyectos con
niños más pequeños.

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De hecho, los niños están probablemente más interesados que


los adultos en todas las etapas de la investigación. Muchos de ellos
están acostumbrados a cuestionar, investigar y aceptar resultados
inesperados, cambiar de opinión y asumir que sus conocimientos son
incompletos y provisionales. Los niños en edad preescolar están
acostumbrados a plantear preguntas básicas sobre la filosofía y el
método y, a los 5 años, han alcanzado una comprensión que dura toda
la vida (Lipman, 1993; Tizzard y Hughes; 1984; Gardner,
1 9 9 3 ). Los niños muy pequeños también pueden participar en la
toma de decisiones en grupo y acordar prioridades (Miller, 1997).
Los niños pueden tener menos que perder y más que ganar si se
plantean preguntas radicales como: ¿Por qué tenemos reuniones
escolares? Los adultos, en cambio, pueden sentirse amenazados por
la investigación, ya que pueden cuestionar críticamente sus
conocimientos, su autoridad o su conveniencia.
La tercera vía, menos común pero creciente, es la investigación
iniciada y dirigida principalmente por niños y adolescentes (West,
1997; PEG, 1998a, 1998b). Los métodos para involucrar a los adultos
analfabetos como investigadores, como las evaluaciones rurales
participativas (Pratt y Loizos, 1992), también se utilizan eficazmente
con y por los niños (Johnson et al., 1996; O'Kane, 2000; y Christensen
y James, 2000). La siguiente sección revisa las etapas, los niveles y
los métodos en los que los niños participan como investigadores.

Etapas de la investigación con niños


Cuando el objetivo principal es añadir conocimientos, la
investigación en las escuelas y universidades tiende a centrarse en las
etapas intermedias: la recogida y el análisis de datos y la redacción de
informes. Por el contrario, la investigación realizada por jóvenes que
se preocupan por conseguir cambios, por ejemplo, en el acceso, las
oportunidades o la forma en que se prestan los servicios, también
tiende a hacer hincapié en las primeras y últimas etapas del proceso
de investigación. Las primeras etapas incluyen la selección y
organización del equipo de investigación y de los grupos de muestra,
evitar el simbolismo, establecer las relaciones de equipo y de poder y
las formas de resolver los problemas que surjan, decidir juntos el
programa, los objetivos, los métodos y los pagos en efectivo o en
especie (véase, por ejemplo, Cockburn et al., 1997). Estas
importantes decisiones iniciales suelen ser
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ser consideradas simples formalidades en los equipos de


investigación profesional jerarquizados. Los niños y los adolescentes
también tienden a preocuparse profundamente por las etapas de
seguimiento, así como por hacer públicos y utilizar los resultados de la
investigación para cambiar el mundo. "Queremos mostrar esto a los
trabajadores sociales/las autoridades de planificación/el Ministerio
de Educación" pueden ser objetivos iniciales explícitos (PEG, y Allan
Siddall, comunicación personal). A finales de la década de 1980 en
Brasil, por ejemplo, el movimiento nacional de los niños de la calle
influyó en la redacción de códigos legales que van desde la nueva
Constitución Federal hasta las leyes municipales que incorporan los
derechos de los niños basados en sus investigaciones ( SCF, 1995).
Estos otros ejemplos que aparecen a continuación también ilustran
cómo trabajan los jóvenes en las distintas fases de la investigación.
El Grupo de Participación y Educación3 (PEG, 1998a)
investigó lo poco saludables que pueden ser las escuelas. Los 187
jóvenes de entre 5 y 25 años que respondieron a las 14 preguntas
asociaron claramente la salud física y la mental: "Si no puedes hacer
frente, se meten contigo y te llaman retrasado. Te sientes mal,
acabado. Este animado informe de investigación incluye gráficos,
diagramas circulares, poesías, citas y sólidas recomendaciones. El PEG
también ha realizado presentaciones teatrales sobre su investigación
ante profesionales de la salud y en el Ministerio de Educación y
Trabajo. Los niños utilizan métodos de igualdad de oportunidades
promovidos en la formación de afirmación y por los trabajadores de
derechos (Treseder, 1997). Tras un breve entrenamiento, su
asertividad socava las suposiciones de que los niños son
inevitablemente vulnerables. Por ejemplo, algunos de los más
jóvenes establecieron el orden del día y presidieron una reunión de
jóvenes de hasta 8 años con adultos para planificar una conferencia.
Prescribieron reglas para escuchar con respeto, y se pidió
educadamente a los adultos que no interrumpieran ni hablaran con los
niños sin condescendencia. Todos tuvieron su turno para responder a
preguntas como: ¿Por qué celebramos esta reunión? ¿Qué has sacado
de ello? (PEG, 1998b)
En Camden, Londres, los adolescentes bangladesíes
investigaron las necesidades de juego y ocio de los niños bangladesíes,
y los niños pequeños participaron en el diseño y el desarrollo del
proyecto para garantizar que se tuvieran en cuenta sus perspectivas,
que son literalmente una visión desde abajo (Howarth, 1997). Los
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Priscilla
jóvenes investigadores utilizaron el método cualitativo.

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

El estudio utilizó grupos de discusión, un auditorio de juegos,


entrevistas con 83 niños de entre 8 y 12 años, y con padres, directores
de escuela y trabajadores comunitarios. Averiguaron por qué tan
pocos niños utilizaban las instalaciones recreativas públicas y
recomendaron cómo hacerlas más seguras y atractivas.
En otro proyecto comunitario, niños de entre 3 y 8 años
utilizaron cámaras y realizaron investigaciones de campo y entrevistas
sobre las opiniones de los niños acerca de cómo mejorar sus
urbanizaciones. Publicaron un informe ilustrado, que seis de ellos
presentaron y debatieron con las autoridades locales en una reunión
"real" en torno a una mesa. Se siguieron algunas de sus
recomendaciones, como la de situar el parque infantil en el centro del
complejo, y no a un lado o a otro de las concurridas carreteras
periféricas, como habían previsto los adultos (Miller, 1997).
Los jóvenes también ayudan a difundir la investigación de
forma memorable. En 1994, vi cómo siete adolescentes presentaban
relatos y poesía a más de 200 profesionales de la salud. En primer
lugar, pidieron al público que se tapara los oídos con las manos. Eso
duró alrededor de un minuto, pero pareció durar mucho más. Las
sonrisas de los participantes comenzaron a convertirse en
desconcierto. Finalmente, uno de ellos dijo: "Ahora puedes quitar las
manos. Nos pregunta cómo es para nosotros hablar con el personal
sanitario. Normalmente es así". Otro ejemplo de la teatralidad e
inmediatez que pueden presentar las presentaciones de los jóvenes
tuvo lugar en una charla ofrecida por Barnardo4 , con motivo de la
presentación del informe de investigación sobre la escucha de los
niños (Alderson, 1995). Cinco adolescentes, vestidos selectivamente
de negro, representaron una breve obra en la que mezclaron la
historia de Hansel y Gretel* con técnicas de mimo francés para
crear un oscuro y conmovedor retrato de la desesperación de los
niños al no ser escuchados. Aunque había escrito el informe y
presentado una charla durante la conferencia, todo mi nerviosismo se
había centrado en los actores. ¿Realmente iban a ser capaces de
actuar? ¿Qué iban a hacer? ¿Iba a ser un tremendo fracaso? ¿Ibamos a
perjudicar a los jóvenes, y a estropear el mensaje que habíamos
transmitido durante todo el día, confiándoles tantas
responsabilidades? ¿Es arriesgado pedir a los jóvenes inexpertos y

* N. del T.: Historia similar a la de Juan y María.

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que tradicionalmente nadie escucha para presentarse en reuniones


públicas aterradoras, ofreciendo mucho más que un discurso típico, y
es difícil superar nuestras ansiedades de adultos en este sentido. La
obra logró influir en los corazones y las mentes de los directivos.
Tras una ovación, el director de Barnardo's les dio las gracias y a
continuación abrió el debate a las preguntas sobre las sesiones
anteriores. Tras un largo silencio, un alto funcionario del Ministerio
de Sanidad dijo que pensaba que todos estaban tan impresionados
por la obra que no podían hablar de otros temas.

Niveles de participación de los niños


El término "investigación centrada en el niño" abarca
ampliamente los métodos, etapas o niveles de participación de los
niños (Connolly y Ennew, 1996). Aunque los métodos que implican el
juego pueden parecer buenos para los niños, una cuestión crucial es
hasta qué punto los adultos comparten el conocimiento y el control
con los niños o lo retienen. Los diferentes niveles de control y
participación de los niños ya se han comparado, por ejemplo, con los
peldaños de una escalera (Arnstein, 1979; Hart, 1992). En los niveles
más bajos se encuentran las simulaciones de trabajo compartido: la
manipulación, el juego de rol decorativo y la participación
simbólica (tokenismo). Los siguientes niveles implican una
participación real: los niños reciben tareas, aunque siguen siendo
informados y consultados; y los adultos inician, pero también
comparten las decisiones con los niños. Los dos niveles superiores se
refieren a proyectos más iniciados y dirigidos por los niños.
La imagen de la escalera puede ser una guía útil para saber
hasta qué punto los niños participan o podrían participar, con tantas
barreras interpersonales y estructurales que hay que superar. Uno
de los más importantes es el hecho de que los financiadores rara vez
financian las fases iniciales y de seguimiento de la investigación,
descritas anteriormente como tan importantes para los jóvenes. Se ha
informado ampliamente sobre las formas de hacer participar a los
niños en la elaboración de políticas (Lorenzo, 1992; Miller, 1997;
Wellard et al., 1997). Sin embargo, los niveles de participación de
los niños también se ven afectados por su propia capacidad de
entender los temas relevantes. Los niños pequeños pueden entender,
por ejemplo, el análisis crítico o la política

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

sobre el racismo? El informe de una profesora sugiere que los niños


de 7 años a los que enseñaba podían hacerlo (Butler, 1998). Describe
cómo los niños negros del centro de Chicago tomaron conciencia de
las opresiones raciales, económicas y políticas, y cómo discutieron
intensamente su propia experiencia en clase. Si alguien quisiera hablar
de piedras u hormigas o de algo que no esté obviamente relacionado
con la justicia, le dirían: "Eso es hermoso, pero ¿qué tiene que ver con
la paz y el poder?" "¿Cómo vas a ayudar a tus hermanos y hermanas
hablando de eso?". Examinaron los contrastes entre la retórica y la
realidad en sus vidas, las presiones sociales que limitan los actos
individuales y lo que pueden hacer para lograr la justicia social, el
poder, la unidad y el cambio comunitario.

Métodos utilizados por los jóvenes investigadores


Los niños que trabajan como investigadores utilizan diversos
métodos, solos o en grupo, con o sin adultos. Seleccionan los temas
de investigación, las preguntas generales y los métodos, deciden las
preguntas específicas de la investigación de campo o los temas de las
entrevistas, y seleccionan los informantes y los lugares de
observación. Algunos realizan encuestas piloto y revisan sus planes, y
planifican la recogida, cotejo y análisis de los datos. Tras el análisis
manual o informático, redactan informes y difunden las
conclusiones, que discuten con los directivos (véase, por ejemplo,
SCF y Kirklees, 1996, 1997; Ash et al., 1997; Beresford, 1997;
Wellard et al., 1997; PEG, 1998a, 1998b). Los informes de
investigación de los grupos de jóvenes van desde largos relatos
mecanografiados (West, 1997) hasta simples carteles o boletines,
pasando por una exposición de vídeos o fotografías, con informes y
dibujos realizados por todo el equipo o por grupos más pequeños
(Howarth, 1997; Johnson et al., 1996). Los proyectos de la escuela
incluían: la producción de un vídeo y una ex- posición sobre las
instalaciones para discapacitados en la ciudad; investigación de campo
y propuestas de nuevas medidas de seguridad en las carreteras
construidas. Los niños también han participado en proyectos que van
desde la mejora del diseño arquitectónico de un nuevo hospital infantil
en Derby hasta el trabajo en medidas contra la pobreza en Greenwich
(véase Willow, 1997). Un grupo revisó las políticas multiculturales
de su escuela y diseñó y presentó una política al consejo estudiantil;
también planificó sesiones de formación en servicio para los directores
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y el personal de la escuela con un grupo local de relaciones raciales
(CCSE, s/f).

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

Algunos niños pequeños parecen ser capaces de entender


métodos complejos. Por ejemplo, Emily Rosa, de 9 años, diseñó una
prueba llamada aleatoria con 21 curanderos no profesionales, que
participaron en 280 pruebas. Metieron las manos en unos agujeros
separados por unos 30 centímetros en un mamparo, y Emily sacó cara
o cruz para determinar si mantendría sus manos cerca de su mano
izquierda o derecha. El objetivo era demostrar si los sanadores eran
conscientes de los tipos de campos energéticos humanos a través de
los cuales decían sanar. Las respuestas correctas debían ser muy
superiores al 50% para mostrar sensibilidad, pero sólo fue del 47% en
la primera prueba y del 41% en la segunda. La madre de Emily creía
que los curanderos participaban porque no se sentían amenazados por
un niño, y los expertos apreciaron esta sencilla y nueva forma de
obtener pruebas que arrojan muchas dudas sobre las afirmaciones de
los curanderos. Anteriormente, las pruebas complicadas, largas y
costosas comparaban las tasas de curación de los pacientes tras las
imposiciones terapéuticas y los tratamientos más ortodoxos (Rosa,
1989).
Jóvenes investigadores de toda Inglaterra han utilizado
materiales de los colegios abiertos* para llevar a cabo ambiciosos
proyectos. Un par de estudiantes que investigaban los derechos de
participación de los niños decidieron entrevistar a los directores de los
servicios educativos, sociales y de ocio, a altos funcionarios, a los
responsables de los ayuntamientos y a algunos delegados de seis
municipios del noreste de Inglaterra. Grabaron cintas y tomaron notas
durante las entrevistas con sus profesores y un tutor que luego les
pidió un informe. En pa- res, realizaron entrevistas acompañados por
un investigador experimentado que los encontró "brillantes" y afirmó
que él no habría podido obtener el acceso que ellos lograron: sólo
tuvieron una negativa (Allan Siddall, comunicación personal). Las
chicas discutieron los méritos de los métodos cualitativos y
cuantitativos al analizar sus entrevistas, y mostraron cómo el material
que reunieron demostraba claramente que la retórica de las
autoridades no se ajustaba a la realidad. Presentaron su trabajo
(Nevison, 1997), que ahora influye en la política local, en una
presentación y en conferencias en Inglaterra.

Los colegios abiertos son programas de estudio independientes que están diseñados para
personas que no tienen tiempo de asistir a los campus regulares y les permiten continuar
sus estudios en sus propios horarios y fuera de clase. Los programas de estudio

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independiente de las universidades abiertas están diseñados para las personas que no
tienen tiempo de asistir a los campus regulares y les permiten continuar sus estudios en el
horario que deseen y fuera de clase.

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

En otro proyecto, jóvenes de 16 años y otros que abandonan el


tratamiento investigaron las experiencias de los jóvenes que lo
abandonan en cinco ciudades británicas. Este grupo está formado
principalmente por personas sin hogar y presos. Los jóvenes
investigadores eligieron los temas y las preguntas de la investigación
durante cinco reuniones en su casa, y entrevistaron a 80 personas que
habían abandonado la asistencia y a 22 trabajadores sociales.
Realizaron un análisis cualitativo completo de los resultados y
formularon recomendaciones basadas en ellos. Trabajaron en la
redacción y publicación del informe y hablaron con los medios de
comunicación. Posteriormente, hablaron con las autoridades locales
sobre su trabajo y grabaron un vídeo (West, 1997). Otro proyecto
combinó diferentes equipos con un grupo de investigación central y
el uso flexible de preguntas principales en 12 sitios de investigación.
Un coordinador estableció un contacto directo entre un investigador
y dos jóvenes en cada lugar, y todos ellos formaron el grupo de
investigación que tenía el control general de los métodos y la
redacción del informe. Identificaron los temas principales y
redactaron 20 preguntas por tema. Trabajaron principalmente en
escuelas, pero también con grupos de refugiados y jóvenes sin hogar
(Kenny y Cockburn, 1997).
Otro ejemplo de métodos utilizados por los niños es el análisis
textual. En Children's Express,5 los reporteros, de entre 8 y 13 años,
hacen entrevistas conmovedoras, y los redactores tienen entre 14 y 18
años. La mayoría de ellos proceden de entornos con pocas
oportunidades, y sus informes se publican en muchos periódicos y
revistas. Recientemente, 27 de ellos supervisaron 400 artículos de la
prensa británica y descubrieron que todos los artículos
estereotipaban a los niños: como víctimas, lindos, pequeños
demonios, excepcionalmente brillantes, corruptos, accesorios de los
adultos o "valientes angelitos". En 1998, organizaron una
conferencia, Kids these days, para hacer públicas sus investigaciones
(Neustatter, 1998).

Investigación y juegos
Una característica llamativa de la investigación infantil es que
combina el trabajo y el juego. Los jóvenes investigadores recurren a
las sesiones "para romper el hielo" para sentirse más seguros y
relajados, más dispuestos a escuchar a los demás y a arriesgarse a
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compartir ideas con menos miedo a ser despreciados (Johnson et al.,
1996; Treseder, 1997). El Convenio de la

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

La ONU vincula el derecho a participar en la vida cultural con el


derecho al juego (artículo 31), y destaca que los métodos de juego
pueden potenciar la imaginación investigadora de los niños. Por
ejemplo, el juego "de fantasía" puede hacer que los niños pequeños
participen en la planificación de las mejoras de los parques infantiles
y las guarderías (Miller, 1997). Del mismo modo, el material lúdico
bien diseñado y producido con los niños muestra cómo promover la
participación real, la negociación y el reparto de poder a través del
juego, con detalles sobre la promoción de la igualdad de
oportunidades y los "métodos de espacio de charla" (SCF y Kirklees,
1996). Los enfoques lúdicos ayudan a los equipos de investigación a
disfrutar tanto de la convivencia como del trabajo conjunto, y a
mantener el entusiasmo de los niños, que suelen ser voluntarios. Los
niños pequeños pueden ser buenos escuchando, cuestionando,
desafiando, no huyendo del tema y ayudándose mutuamente a
aprender y desarrollar ideas (McNamara y Moreton, 1997; O'Kane,
2000). Por ejemplo, junto con los niños pequeños, los adultos
seleccionan temas e ideas que escriben con palabras o dibujos en
grandes hojas de papel y todos tienen bolitas de colores para pegar
junto a los elementos que más les gustan. Esto proporciona una
evaluación instantánea relativamente anónima que todos pueden ver
de un vistazo. Es una de las muchas formas democráticas, rápidas y
divertidas de evaluar las opiniones. Los niños muy pequeños o
analfabetos pueden aportar datos detallados a través de sus sueños y
canciones, mediante modelos, dibujos o mapas sobre su movilidad y
sus rutinas diarias (Johnson et al., 1996; Boyden y Ennew, 1997) o
sobre la fauna local (Hart, 1997) .

Investigación y trabajo
Se ha dicho que el trabajo de los niños refleja el trabajo de los
adultos en el sentido de que es principalmente físico y mental
(Qvortrup, 1998). Las sociedades europeas y norteamericanas tienden
a identificar el trabajo, y por tanto la investigación, con el esfuerzo
mental. En las culturas que hacen más hincapié en el trabajo físico,
los dos ejemplos siguientes podrían considerarse como investigación-
acción, ya que el conocimiento se adquiere a través de varios pasos
diferentes: aprender de las dificultades, planificar los proyectos,
recopilar y aplicar los nuevos conocimientos, publicar los productos

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de la investigación (respectivamente, alimentos y noticias) y
comprobar las respuestas del público. Primer ejemplo: durante sus
reuniones mensuales el

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

sais, los niños de la calle de Nueva Delhi se dieron cuenta de que


gastaban el 75% de su dinero en comida y pusieron en marcha su
proyecto. Doce chicos de entre 7 y 17 años recibieron un curso
intensivo de diez días sobre cocina, nutrición, limpieza, atención al
cliente y contabilidad, y recibieron ayuda para alquilar un local para
abrir un restaurante. Al principio aceptaron medio sueldo, diciendo:
"No podemos esperar tener éxito de la noche a la mañana en este
negocio, tenemos que soportar las pérdidas durante un tiempo... y
trabajar duro. Dieron comida gratis a algunos niños de la calle,
aprendieron cocina china para ampliar su menú y planearon ahorrar
dinero para comprar un camión para llevar comida a una zona donde
hay muchos niños de la calle, financiado con la venta de bocadillos en
lugares públicos (ISCA, 1995, p. 239). Segundo ejemplo: en 1993, en
Sarajevo, 18 redactores de entre 10 y 13 años dirigían un programa de
radio llamado "Muro de colores" con una audiencia estimada del 80%
de los ciudadanos locales. Encuestaron las opiniones de los niños y
tuvieron en cuenta la planificación de su programa en los resultados.
Se instalaron quince centros de prensa por toda la ciudad, donde los
niños llevaban las noticias que también se podían comunicar por
teléfono cuando éste funcionaba. En ese momento, se cerraron muchas
escuelas y muchos niños resultaron heridos o perdieron la vida. El
programa incluía educación, entretenimiento y apoyo psicológico para
ellos, con consejeros, mensajes personales y un programa diario sobre
los derechos de los niños. Los jóvenes locutores se hicieron
especialmente populares y, al igual que los chicos de Nueva Delhi, se
mostraron entusiastas a la hora de evaluar y ampliar su trabajo.

Problemas prácticos para los investigadores de la infancia


Sin embargo, surgen varios problemas y cuestiones para los
investigadores infantiles, al igual que para los investigadores adultos
"legos" (Pratt y Loizos, 1992) y para los niños que son sujetos de
investigación (Alderson, 1995). ¿Cómo pueden los jóvenes
investigadores trabajar con los adultos en condiciones de igualdad,
con conocimiento de causa y sin presiones? ¿Cuánta responsabilidad
es justo esperar que asuman los niños y hasta qué punto deben
intervenir los adultos para apoyar o controlar la investigación? ¿Cómo
pueden los adultos evitar explotar o manipular a los niños, como en
las escaleras de participación mencionadas anteriormente? ¿Cuánto

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tiempo deben dedicar los niños a la investigación que no sea

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

trabajo o estudios que también pueden hacer en la escuela, en casa


o no, o pidiendo limosna? ¿Hay que pagarles? En caso afirmativo, ¿a
cuánto asciende, y en efectivo o en especie? Puede haber más
problemas con los gastos de investigación y el acceso a las reuniones
de investigación para los niños que necesitan estar acompañados por
un adulto. Cuando la investigación pasa por la escuela, es posible que
los profesores tengan que participar, o insistir en hacerlo, y esto puede
crear nuevos desequilibrios de poder entre los adultos y los niños que
habrá que abordar. Cuando los niños investigadores parecen estar
demasiado impresionados, por ejemplo con las opiniones recogidas de
las autoridades, ¿deben los adultos animarles a ser más críticos? ¿Y
quién debe tener el control final de los datos e informes: los niños, los
adultos o todos juntos?
Los periodistas, por ejemplo, pueden estar más dispuestos a dar
publicidad a la investigación sobre niños, pero también pueden
distorsionarla, como ocurre con algunas investigaciones sobre adultos.
Una escuela primaria fue elogiada por The Guardian6 por sus
innovaciones, que tanto costaron conseguir (Highfield School, 1997),
pero éstas fueron despreciadas por el periódico local. Cuando los
niños se quejaron al editor, éste se negó a considerarlo. Así que cada
niño de la escuela escribió una carta y la envió por fax. Después de
ver su máquina de fax atascada durante varias horas, finalmente
accedió a concederles su derecho público de réplica. El director creía
que estaban ejerciendo sus derechos democráticos como ciudadanos.
Sólo he mencionado algunas complicaciones potenciales para
mostrar que el trabajo con los niños investigadores no resuelve
simplemente los problemas de poder, explotación o coacción. De
hecho, también puede aumentarlas, por lo que es necesario planificar,
probar, evaluar y desarrollar métodos de trabajo con los jóvenes
investigadores. Una de las ventajas de trabajar en un equipo de
investigación con ellos es que hay más tiempo para hablar que el que
puede haber con el sujeto infantil, y para convertir los problemas en
oportunidades para que niños y adultos aumenten sus conocimientos y
habilidades.

Conclusión: trabajar con investigadores infantiles


La creciente literatura sobre los niños como investigadores
sugiere que los niños son un recurso infravalorado e infrautilizado. Al
igual que la investigación sobre las mujeres se ha vuelto mucho más
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penetrante en el pasado, la investigación sobre los niños

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

Si los niños han participado como investigadores, el alcance de la


investigación sobre los niños podría ampliarse haciéndolos participar
como investigadores en muchos métodos, niveles y etapas del proceso.
Los niños son la principal fuente de conocimiento sobre sus propias
opiniones y experiencias. Pueden ser un medio de acceso a otros
niños, incluidos los que pueden ser protegidos de los adultos
"externos". La originalidad e inmediatez de los informes de
investigación de los niños puede atraer más publicidad e interés en el
uso de sus resultados que muchas investigaciones de adultos.
Investigar ayuda a los niños (tal vez más particularmente a los niños
desfavorecidos) a adquirir más habilidades, confianza e incluso
determinación para superar sus desventajas de lo que podrían
ofrecerles los investigadores adultos que trabajan en su nombre. Los
investigadores adultos han dejado constancia de su sorpresa ante la
competencia investigadora de los niños y se plantean realizar trabajos
más complicados y trabajar con niños más pequeños en el futuro. Los
investigadores adultos suelen hacer hincapié en lo valioso que es
escuchar a los niños y niñas, y esto se logra con mayor eficacia
cuando los niños y niñas pueden expresarse haciendo e informando
públicamente sobre su propia investigación.
Hoy en día, las nuevas presiones políticas y financieras promueven
la investigación para los niños. Las ONG siguen la orientación internacional
de que sus propias investigaciones y servicios deben "centrarse en los
niños" y estar fuerte y directamente influenciados por ellos, de acuerdo
con la Convención de la ONU de 1989. Los gobiernos que han ratificado este
Convenio deberían hacer lo mismo en todos sus organismos. A medida
que se publican más investigaciones sobre los niños, se hacen más
evidentes los peligros de ignorar sus puntos de vista (Cooter, 1992) y los
beneficios de trabajar con ellos. Organismos de financiación como el
Consejo de Investigación Económica y Social7 (ESRC) y Rowntree8
esperan que los investigadores colaboren estrechamente con los
grupos de usuarios desde el principio hasta las fases de ejecución de la
investigación. Si bien esto tiene desventajas potenciales cuando
poderosas asociaciones comerciales o profesionales impiden que los
investigadores sean audaces, independientes y críticos, consultar a los
niños como el principal "grupo de usuarios" de la investigación que los
afecta puede reducir los desequilibrios de poder intergeneracionales.
Nuestros ejemplos demuestran que la colaboración con los jóvenes
investigadores puede dar lugar a nuevas orientaciones en la investigación,
respetando al mismo tiempo los derechos de los niños.

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Un folleto destinado a los jóvenes "cuyo sentido de la aventura
y del idealismo es la única esperanza de una acción más voluntaria en
el futuro contra los actos viles".

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

Gandhi: "Mi humilde tarea ha sido mostrar a la gente cómo puede


resolver sus propias dificultades" (Oza, 1991). Las ONG trabajan con los
niños investigadores para mejorar la comprensión de la vida de los
niños, sus intereses, preocupaciones, capacidades y necesidades; para
verlos en el contexto de su familia, comunidad y sociedad; para
demostrar su capacidad de participar en la investigación, sus
habilidades, su ingenio y su originalidad. Muestran cómo los niños
pueden tener perspectivas únicas y válidas para informar las políticas
sociales (SCF, 1997, p. 2-5) y ayudarles a resolver sus propias
dificultades.
Por último, la moda de excluir a los investigadores
personalmente afectados por el tema de la investigación, por temor a la
parcialidad, ha sido ampliamente superada por el respeto a los
investigadores con conocimientos internos. Todos los argumentos
propuestos por los investigadores negros o feministas para defender
sus investigaciones sobre sus propios grupos se aplican también a los
niños. La deconstrucción posmoderna de la subjetividad ve esto

como producto del poder y no como su autor; y [ve] la acción como


una forma de actuar del poder a través del individuo.... El poder no es
unitario ni sin ganadores ni perdedores (suma cero), sino difuso,
plural y en perpetuo cambio .... En realidad, los yoes que creemos fijos
y unitarios son inestables, fragmentados y contradictorios. Así pues, [el
posmodernismo] puede ayudarnos potencialmente a observar los
cambios y tensiones (como la de opresor-oprimido) en lo que creemos
ser.... El acto de la deconstrucción es político en la medida en que
expone las intrincadas operaciones de poder que constituyen la
subjetividad. (Aziz, 1997)

En la investigación sobre los niños, la pregunta clave es: ¿cómo


pueden los adultos superar los límites del poder y exponer las
complejidades del poder en las relaciones entre adultos y niños? La
investigación realizada por niños, con su enfoque en el poder antes,
durante y después de las etapas de investigación formal, con su uso de
juegos con un potencial parcialmente subversivo, y su expansión más
allá del pensamiento hacia el hacer compartido, puede ofrecer
enfoques útiles. Cuando entrevisto a personas discapacitadas o de raza
negra, me doy cuenta de que, a la vez que hablamos de las
dificultades derivadas de la discriminación, también enmascaramos
parcialmente nuestras diferencias para intentar mantener unas
relaciones igualitarias y respetuosas. En cambio, cuando los
investigadores negros hablan con los entrevistados negros, sus
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experiencias compartidas de estas diferencias les permiten explorarlas
muy

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Los niños como investigadores: los efectos de los derechos de

más profundamente (Scott, 1998) y esta exploración compartida puede


aplicarse a la investigación realizada por niños sobre niños.
Las nociones de la infancia varían, y no es fácil transferir
experiencias, estructuras y actitudes entre culturas. En los países pobres y
asolados por la guerra, los niños investigadores tienden a implicarse
más en el trabajo de los adultos y en la investigación; puede que no
monten restaurantes en el Reino Unido con la misma sencillez que en
Nueva Delhi. Así pues, las limitaciones de la investigación con niños
en Europa y Norteamérica parecen deberse menos a las (in)capacidades
de los niños que a las acciones limitadoras, coacciones y
preocupaciones de los adultos por protegerlos a pesar de los derechos
de participación. Sin embargo, es probable que las pruebas de las
actividades y los logros de los niños investigadores, así como los
resultados de sus investigaciones, promuevan apreciaciones más
respetuosas y realistas de sus capacidades como actores sociales.

Recibido en noviembre de 2004 y aprobado en marzo de 2005.

Notas
1. . Asociación Británica para la Investigación en Educación. Disponible en:
<http://www.bera.ac.uk>.
2. El Child-to-Child Trust es una organización vinculada al Instituto de Educación y Salud
Infantil de la Universidad de Londres. Su objetivo central es proteger y preservar la salud
de las comunidades de todo el mundo, animando a los niños y jóvenes a desempeñar un
papel activo y responsable en su propia salud y desarrollo y en el de los demás niños, así
como en el de sus familias. Disponible en: <http://www.child-to-child.org>.
3. . Traducido al portugués como Grupo de Participação e Educação.
4. . La organización Barnardo's fue fundada en 1845 y actualmente trabaja con niños y
jóvenes en situación de riesgo. Su función es ayudarles a transformar sus vidas y
desarrollar su potencial. En la actualidad, 100.000 niños y sus familias reciben ayuda a
través de 361 servicios en Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales. Disponible en:
<http://www.barnardos.org.uk>.
5. Children's Express es una agencia de noticias inglesa dirigida por niños y jóvenes de
entre 8 y 18 años. Mediante el aprendizaje a través de un programa de periodismo, los
niños y jóvenes investigan y escriben historias, que son importantes para ellos, para
publicarlas en periódicos y revistas nacionales y locales. Disponible en: <http:/
/www.childrens-express.org>.
6. .Uno de los principales periódicos de Inglaterra. Disponible en:
<http://www.guardian.co.uk>. 7 . Financia la investigación y la formación en los
ámbitos económico y social. Disponible en: <http://
www.esrcsocietytoday.ac.uk>.
8. Agencia de financiación de la investigación. Disponible en:

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<http://www.jrf.org.uk/funding/ research>.
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