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Los Diezmos y la ofrendas

“Traigan todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en Mi casa; y pónganme ahora a prueba
en esto –dice el Señor de los ejércitos– si no les abro las ventanas de los cielos, y derramo para
ustedes bendición hasta que sobreabunde. Por ustedes reprenderé al devorador…”.
Este pasaje es usado para decir que Dios nos bendice cuando ofrendamos y reprende todo
aquello que impide nuestra prosperidad económica. En esencia, lo que están enseñando es que
ofrendar y diezmar es un buen negocio, una buena inversión. Yo doy, y como resultado me va a ir
mejor económicamente.

El diezmo llevado al “alfolí”, depósito, o almacén, era administrado por los sacerdotes para el
sostenimiento del culto que se ofrecía en el Templo, como también para auxiliar a los necesitados
del pueblo, Deuteronomio 14:22-29.

28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás
en tus ciudades. 29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el
huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová
tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.

Alimento en Mi Casa.

El que “haya alimento en mi casa”, se refiere Templo o iglesia, según el caso, para proveer a los
levitas, encargados del culto, y a los necesitados.

Esto significa otro desafío y un cambio de paradigma.

Considerando lo que plantea Deuteronomio 14:22-29, hay que hacer una reingeniería en el uso
de los diezmos y ofrendas, es decir hay que administrarlas conforme a lo establecido en la
Palabra. Observa en la cita el uso que se le debe dar a los diezmos y ofrendas:

Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda
que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados;
Para alimento de los levitas. Los levitas son una tribu sacerdotal, encargada exclusivamente de
administar el culto a Dios. Entonces una parte del diezmo y de las ofrendases para mantener el
culto, el templo, la organización, sus programas, y personal a cargo del culto. Esto es lo habitual.

Lo novedoso es cumplir la norma antigua, y es que otra parte sustancial de los diezmos y
ofrendas es para alimentar a «el extranjero, el huérfano y la viuda», es decir «dar de comer y
saciar» a quienes por diversas circunstancias no tienen el pan de cada día.

*La motivación por la cual damos.* Jesucristo se dio a sí mismo por nosotros, y Su sacrificio
debería ser nuestra motivación al dar. Cuando damos, estamos respondiendo en gratitud a Su
entrega por nosotros. Además, estamos expresando nuestra confianza en Dios y reconociendo
que todo lo que tenemos es de Él. Agustín dijo que no es lo que posee el hombre que realmente
importa tanto como lo que posee al hombre. El uso del dinero y nuestra disposición de dar indica
si el dinero es nuestro amo o si es nuestro siervo

El texto explica que el diezmo era usado para el sostenimiento de la iglesia como también para
ayudar a los más necesitados, Dios bendecirá la obra de tus manos si das al que necesita y lo
haces desinteresadamente.

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