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John Locke

Nació en 1632 Wrington, Reino Unido, su padre también llamado John,


era un abogado rural y empleado de los Juzgados de Paz en Chew
Magna. Su madre se llamaba Agnes Keene. Su madre se llamaba Agnes
Keene. Ambos padres eran puritanos. Poco después del nacimiento de
Locke, la familia se trasladó a la zona mercantil de Pensford, a unos
siete kilómetros al sur de Brístol, donde creció en una casa estilo Tudor
rural en Belluton.
En 1647, Locke fue enviado a la prestigiosa Westminster School en
Londres, bajo el patrocinio de Alexander Popham, un miembro del
Parlamento y exjefe de su padre. Después de completar sus estudios
allí, fue admitido en la Christ Church (Oxford). Encontró obras de los
filósofos modernos, como René Descartes, más interesantes que el
material clásico enseñado en la universidad. Mediante su amigo
Richard Lower, a quien conocía desde la Westminster School, se
introdujo a la medicina y la filosofía experimental que se aplicaba en
otras universidades y en la Royal Society, de la que finalmente se
convirtió en un miembro. Obtuvo un título de Medicina en 1674 esta
profesión le permitía servir a la humanidad, al mismo tiempo que se
dedicaba a investigaciones científicas, pero su verdadera vocación era la
de pensador y hombre de letras destinado a ser ilustre entre los
ilustres. Conoció a Ashley (consejero de Carlos II), muy pronto conde de
Shaftesbury, uno de los hombres mas poderosos de la restauración,
hizo de Locke su hombre de confianza. En 1667 se encontraba en la
escuela de los hechos y de los hombres, arrojado a la política compleja
de un periodo decisivo para la historia inglesa. Huyó a los Países Bajos
en 1683, ya que sobre él caía una fuerte sospecha de haber participado
en el complot en la muerte de Carlos II.
Escribe dos obras que le harán celebre: La obra filosóficas ensayos
sobre el entendimiento humano y la obra política titulada Segundo
tratado del gobierno civil, ensayo sobre el verdadero origen, la extensión
y el fin del gobierno civil. Lo segundo se debe a que en un primer
tratado había puesto como tarea refutar los falsos principios de una
obra del escritor absolutista Robert Filmer “ El patriarcha” que hacia
reposar el derecho divino de los reyes en los derechos de Adan y de los
patriarcas.
En el segundo tratado su propósito es exponer su teoría del estado
buscando los fundamentos de la asociación politica (gobierno civil)
delimitando su dominio, extrayendo las leyes de su conservación o de
su disolución.
Luego de su decepción después de la restauración su gran interés era el
antiabsolutismo, demoler para siempre la doctrina del derecho divino.
Loocke brinda al partido Whing, quienes luchaban contra la
prerrogativa de los reyes, su filosofía política constituida anteriormente
a la revolución.
Locke parte del estudio de la naturaleza y del contrato originario
exigiendo la distinción entre el poder legislativo y el poder ejecutivo,
para llegar a una limitación completamente terrestre, humana del poder
sancionada por el derecho de insurrección de los súbditos. Prefirieron el
estado de sociedad para estar mejor.
Es la existencia de los derechos naturales del individuo en el estado de
naturaleza la que va a proteger a este de los abusos del poder en el
estado de sociedad. El estado de naturaleza es un estado de perfecta
libertad e igualdad. Locke autoriza solamente las penas que la razon
tranquila y la pura consciencia dictan y ordenan naturalmente, penas
proporcionadas a la falta, que no tienden si no a reparar el daño que ha
sido causado y a impedir que ocurra otro semejante en el porvenir.
En los derechos que pertenecen a los hombres en el estado de
naturaleza, coloca Locke, con insistencia, a la propiedad privada. Dios
dio a los hombres en comun la tierra para que haga el uso mas comodo
y ventajoso. No puede haber disputas sobre que porción de tierra le es
necesaria y suficiente porque cada uno ve que porción le es necesaria y
suficiente.
Cada uno, en el estado de naturaleza, es juez de su propia causa; cada
uno en cierto modo es rey, puede verse tentado a ser parcial en
provecho propio y en el de sus amigos, puede sentirse tentado a
castigar por pasión y venganza. Son tantas las amenazas para el
mantenimiento de la libertad, de la igualdad natural, para el goce
pacifico de la propiedad, por lo que es necesario el estado de sociedad.
Para beneficiarse de tales mejoras es para lo que los hombres
cambiaron.

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