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IV.

Retos y desafíos para la construcción de una democracia efectiva de


género
4.1. Estereotipos femeninos y transferencia cultural al espacio público

1. Yo creo que el gran problema de la humanidad, es un problema de justicia. Y


no nos referimos sólo a su aplicación.
 Es mucho más profundo. Tiene que ver con los valores, que sostienen esta
JUSTICIA, que son, no sólo, cuestionables, sino injustos.
 Propician y fomentan un trato discriminatorio y desigual por condición
social, étnica, legal, económica y, desde luego por GÉNERO.
Nos dicen que por el simple hecho de ser humano, nacemos libres e iguales, con
los mismos DERECHOS.
 Pero el sistema, es decir la manera de entender el mundo, se sustenta en la
desigualdad.
 En las relaciones de PODER que produce y reproduce.

2. Una como mujer, se hace un ser político y hace política, desde los valores
que aceptamos como válidos, como los de los DERECHOS HUMANOS,
desde el FEMINISMO, exigiendo y PARTICIPANDO en los espacios de toma
de decisiones, construyendo de paso democracia.
3. En un sistema «democrático» como el que estamos viviendo, esto se torna
aún más ambiguo y hasta contradictorio, y los conflictos que genera, siguen
siendo éticamente similares, fundados en relaciones de poder (económico,
político, comunitario, familiar).
 Cimentados en valores culturalmente asignados a hombres y mujeres de
manera diferenciada (roles y estereotipos de género)
4. Pero los espacios de toma de decisiones, que, desde la óptica de la
democracia deben ser multiactores y por tanto convertirse en espacios de
negociación.
 La participación “efectiva” de nosotras como mujeres en estos espacios, se
relacionan a la focalización clara de qué es lo que negociamos, con quién
negociamos, y cuáles son los modelos que estamos aceptando para
negociar.

5. Es claro que la participación política de las mujeres en estos espacios es un


gran avance.
El problema es que en este proceso validamos las reglas del juego y sus principios
y podemos perdemos la posibilidad de ir construyendo otros valores lógicos y
coherentes con el movimiento de mujeres.
Si se estructuran políticas desde un sistema de valores que posibilitan el hambre,
el racismo, las fobias, nosotras debemos plantearnos entonces, desde otros
valores, de lo contrario terminamos revalidando al sistema.

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