Se cuenta de una Familia de escasas oportunidades y recursos económicos; esta

familia estaba compuesta de cuatro miembros; (Papa, Mama y dos inquietos

chicos de apenas 4 y 6 años); esta familia había sido construida en una base de
valores y principios éticos y morales; aunque tenían muchas necesidades sus
ingresos siempre fueron ganados legalmente; el señor Jaime Daniel, el padre y
cabeza de familia; quien trabajaba como Contador Público de una empresa;
enfermo de manera inesperada; provocando una crisis emocional y económica en
el interior del núcleo familiar; ya que le toco renunciar a su trabajo; y este era
el único ingreso económico del hogar; la valerosa Sra. Alejandra Ombala; mirando
lo que se avecinaba salió a buscar empleo; aunque tenía unos cursos como técnico
en los tema de Marketing digital, Emprendimiento, Estrategias pedagógicas para
el desarrollo del pensamiento, Pedagogía Humana, Turismo en Espacios Rurales,
Administración de Recursos Humanos, Etnoeducacion; ella siempre le gusto
capacitarse para su crecimiento personal y académico; sus escasas
oportunidades de estudio no estorbaron su deseo de superarse, así que cada vez
que pudo tomo virtual y presencialmente estos estudios; pero en su momento
más oscuro; cuando su esposo se encontraba en cama y sus hijos pequeño, parecía
que se derrumbaba, ya que luego de haber preparado su hoja de vida y había
tocado muchas puertas para laborar nada parecía cambiar.

Una tarde cuando salió con sus pequeños al parque más cercano de su vivienda;
tuvo un agradable encuentro con una compañera de la escuela; Mile; la cual hacía
muchos años no veía, y habían perdido comunicación; pero no se habían olvidado;
luego de un caluroso abrazo, entre sonrisas y lágrimas, Mile le comento que la
estaba buscando; que un familiar suyo le había explicado un poco por donde vivía,
pero estaba un poco perdida, pues el pueblo no es mismo y ha crecido
poblacionalmente; ya habían pasado doce años que no estaba en el país y había
regresado por asuntos de negocio y necesitaba alguien de su entera confianza;
las lágrimas no dejaban de brotar y mojar el rostro Alejandra; quien había pedido
a Dios un milagro; y eso sonaba a una respuesta de Dios; Alejandra cargaba en
su bolso la Hoja de Vida; la cual miraron mientras los dos pequeños se divertían
en los columpios del parque.

En medio de risas y lágrimas Alejandra le comentaba de su situación; Mile le

comento que requerían que cambiaran de domicilio hacia la Capital donde la
empresa corría con los gastos de vivienda y servicios públicos; además allí sería
más práctico para que su esposo Jaime recibiera las atenciones médicas
necesarias y ella como amiga le colaboraría para que fuera a los mejores
especialistas del país; recordándole que se lo debía; que cuando ella había
perdido a su madre en su niñez; los hombro donde ella lloro y era consolada eran
los ella, su amiga y compañera de la infancia; que nunca lo había olvidado y si esta
era una oportunidad lo haría con todo gusto; además conocía de una excelente
escuela para sus pequeños, los cuales percibió como inteligentes e inquietos y de
corazones nobles.

A la semana siguiente ya instalados en la capital; luego de dejar en arriendo su

pequeña vivienda en el pueblo, Mile y Alejandra se fueron de compras, donde
Mile le insistía que le permitiera ser especial con ella y su familia; así como su
familia la acogía como una hija cuando ella era una niña y había perdida a su
madre, además, su padre estaba ausente; sumado a esto, no había podido tener
familia y que le permitiera otra vez ser parte de la de ella; una vez más juntas y
en esta ocasión no se volverían ausentar ya que el destino, según Mile las había
unido con un propósito.

Mile también había adelantado las citas médicas para que el Señor Jaime Daniel
al llegar fuese atendido por los especialistas; la recuperación fue notoria, lleno
de agradecimiento y salud el Señor Jaime se unió a la visión empresarial que Mile
había traído a la familia; la cual estaba generando ingresos por la novedad y
calidad de beneficios que ofrecía; como profesional vio lo solido del negocio, lo
cual permitió que desde sus conocimiento aportara mayor credibilidad,
sostenibilidad y resultados a corto, mediano y largo plazo.

Los unía no solo el agradecimiento, también la solidaridad, el amor a la familia, la

Amistad, el Respeto, la Bondad, los deseos de superarse; de avanzar en medio
de las perdidas y la enfermedad; permitiéndoles dejar huellas en quienes le
conocían y sobre todo en sus hijos; quienes con sus sonrisas y travesuras siempre
inspiraban a sus padres y a la nueva Tía Mile, como así la Llamaban.