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El Profeta Delincuente
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DMG
15-sep-2013 17:28
El Profeta Delincuente
1.- Su Infancia y Juventud
Corría el año 570 en la ciudad árabe de La Meca, plena época del Cristianismo y
Judaísmo. El mundo árabe iba tirando bien, sin muchos conflictos. Había beduinos,
pastores nómadas organizados por tribus. Y había agricultores, que vivían en el
norte, o en las áreas más fértiles y densas en el sur. En ese tiempo, la mayoría
seguía religiones politeístas, aunque unas pocas tribus seguían el judaísmo, el
cristianismo o zoroastrianismo. La ciudad de La Meca era un centro religioso para
algunos politeístas árabes norteños, ya que contenía el muro sagrado del Zamzam y
un pequeño templo: la Kaaba.
Al 12 de Rabí, es decir 29 de abril, nació un niño, Mahoma, en la familia de Amina
(la viuda de Abdullah). Era una mujer pobre sin ningún tipo de recursos o ingresos
fijos. Abdullah, murió poco antes del nacimiento de Mahoma. Amina, por ser pobre,
buscó ayuda y se refugió con Abdul Muttalib, abuelo de Mahoma, quien era un hombre
generoso, aunque atravesaba dificultades económicas. Esta situación fue muy difícil
para la madre y su hijo.
Amina no pudo alimentar a su hijo más que unas pocas semanas, y tuvo que buscar una
nodriza beduina de nombre Halima bint Zu´aib, quien era muy pobre y vivía en un
valle del desierto. Halima cuidó y amó como una madre a Mahoma. Le dio su leche,
intentaba darle buena comida y jugaba con el pobre niño que perdió a su padre y
estaba separado de su madre. Le intentaba contentar de todas las maneras posibles,
pero por ser pobre no le pudo dar todo lo que el niño deseaba. Al cumplir los cinco
años de edad, Amina, la madre de Mahoma, lo reclama, añorando a su hijo. Halima,
aunque triste, lo comprendió y se lo entregó a su madre. Al poco tiempo Amina
enferma y muere, quedando Mahoma huérfano de padre y madre a los seis años. Su
abuelo, Abdul Muttalib, se queda con él, pero al cumplir Mahoma los ocho años, su
abuelo también fallece, quedando nuevamente solo.
Su tío, Abu Talib, le recibió en su casa. Era muy pobre y tenía una familia
numerosa. Mahoma, para ayudar al mantenimiento de la familia, tuvo que trabajar
como pastor, dependiente de comercio, recadero y ayudante en las caravanas. El
Islam todavía no existía y era la época de las religiones como el cristianismo, el
judaísmo y el hinduismo. La familia de Mahoma seguía una religión que no era
ninguna de las antes mencionadas. Era una religión politeísta. Adoraban a varios
dioses, como el Dios del Agua, el Dios del Sol o el Dios del Fuego. Es decir,
Mahoma seguía la religión que le dio su familia, pero en ningún caso fue el Islam,
porque el Islam todavía no existía.
Normalmente, con ocho años de edad los niños se divierten jugando y pasando de los
problemas y dificultades de cualquier tipo. Sin embargo Mahoma, como niño pobre,
tuvo que trabajar duro y enfrentar muchas dificultades. Crecer en esa situación tan
dura le trajo mucha tristeza, sentimientos de soledad y falta de autoestima. Cuando
veía a los otros niños de su edad, sentía mucha pena y añoraba a sus padres.
Pensaba que ojalá también tuviese un padre con quien poder jugar, pasear y comprar
juguetes. Ojalá tuviera una madre que le diese mucho amor, cariño, abrazos, besos,
lo cuidara cuando enfermaba, lo alimentara y llorara por su dolor. El pobre niño
lloraba en rincones sin poder expresar sus sentimientos a nadie.
Es indudable que nadie nos puede cuidar, amar y entender como lo hacen nuestros
propios padres, y aunque vivía con su tío, no tenía muchas libertades y era
constantemente maltratado. Su tía se portaba muy mal, le pegaba frecuentemente y le
trataba de forma despectiva siempre que iba siempre lo trataba de forma despectiva
a la hora de comer. Le decía “- a pesar de tener una familia tan grande, también
hay que dar de comer a este acoplado!”.
Mahoma la escuchaba en silencio y aguantaba todo sin entender cuál era su culpa,
por qué tenía que enfrentar esta situación tan cruel. Pero en su corazón comenzó a
ebullir un volcán de venganza, enfado y resentimiento contra su situación, contra
el mundo y especialmente contra las mujeres, debido al maltrato que recibía de su
tía.
Esta dura situación en la mayoría de los casos forma a un niño distraído y de baja
autoestima. Mahoma se dio cuenta de que era un huérfano sin futuro, y que el mundo
giraba en torno al dinero y el poder, pero de momento no tenía ninguna otra opción
más que seguir con la familia de su tío.
Nadie nace como delincuente, ni nadie quiere vivir su vida como uno. La
delincuencia en la mayoría de los casos es consecuencia de una vida llena de
dificultades y carencias afectivas. Este pobre niño fue creciendo en esa situación,
llevándolo poco a poco a pensar como un delincuente. Llegando sus veinte años de
edad se separó de la familia de su tío, ya que había hecho muchos amigos, y se fue
a vivir por su cuenta. Se sentía bien preparado para empezar su nueva vida y
conseguir mucho éxito en sus numerosos sueños. Decía siempre a sus amigos: “un día
seré un rey y gobernaré a todo el mundo, todos me respetarán ya sea porque me aman
o porque me temen, eso no importa”. A pesar de no tener ni una moneda en el
bolsillo, su rabia lo mantenía lleno de energía y lo impulsaba con una fuerza
imparable.
No quiso pasar su vida como un trabajador más, quiso ser rico y poderoso -¿pero
cómo? ¿Qué hay que hacer para ser rico y poderoso?- Mahoma no tenía dinero para
invertir en algún tipo de negocio, ni familia que le apoyase económicamente para
mejorar su nivel de vida. El sueño de ser rico y poderoso sin tener dinero en el
bolsillo, y sin tener techo para pasar sus noches, era casi una utopía.
Pasado un tiempo, Mahoma consiguió formar un grupo de jóvenes que estaban casi en
su misma situación. Los jóvenes lo aceptaron como su jefe y administrador.
Empezaron a planificar sus caminos hacia al éxito. La estrategia de Mahoma era muy
clara: “Éxito, Poder y Dinero, a cualquier precio, no importa lo que se tenga que
hacer para lograr este objetivo”.
Estudiaron e investigaron bien todas las opciones. Se dieron cuenta de que el mundo
estaba gobernado por los judíos y cristianos, quienes eran muy ricos y poderosos en
la política, religión y sociedad. Había que atacarles, robarles y sacarles el
dinero. Teniendo dinero en el bolsillo, el poder viene solo -¿pero cómo? – Entrar
en sus casas y robarles no sería fácil, porque son muchos y van a responder de la
misma forma violenta. Entonces decidieron robarles cuando se encontraran solos en
la calle, el desierto o en sus tiendas, cubriéndose el rostro con un velo.
En los siguientes cinco años el grupo de Mahoma se hizo muy violento, atacando y
robando a judíos y cristianos. Les asaltaban, pegaban y si se resistían podían
llegar a matarles. Palabras como “Simpatía, Amor y Amistad” no existían en el
diccionario de la vida de Mahoma. Para él todo era cuestión de cómo se podía
conseguir todo. Les cogían en los caminos y en las calles de los pueblos, menos en
La Meca donde no solían actuar. Todo era cuestión de tener a un ojeador que
siguiera los movimientos de cristianos y judíos, y esperar a que el resto actuara.
Mahoma estaba contento de su éxito en estos cinco años, pero no estaba
completamente satisfecho, porque aún no llegaba al punto al que quería. Con el
dinero que ganaba robando a judíos y cristianos no conseguía suficiente, porque
casi todo se iba en los gastos de mantener a su grupo. No le quedaba mucho. No se
podía asaltar a la gente todos los días, y tuvo que trabajar como empleado en una
empresa de La Meca para que, además, nadie sospechara. Él estaba preocupado por su
futuro y empezó a pensar en llevar a cabo una nueva estrategia para subir un
peldaño más en su profesión de robar a los ricos para hacerse más poderoso.
Su equipo de consejeros, como estrategia para seguir sus pasos hacia el éxito, le
sugirió crear una fe como la del judaísmo y cristianismo, que contaban con millones
de seguidores en todo el mundo conocido. Sabían que incontables peregrinos iban a
visitar sus lugares sagrados y donaban mucho dinero a las iglesias cristianas y
judías. Le aconsejaron que crear una fe sería un buen negocio y traería mucho más
dinero y poder. Ya estaban pensando en que si hacían realidad esa nueva fe podrían
legalizar todas sus actividades mafiosas y crear una guerra, en el nombre de su fe,
contra cristianos y judíos. De esta manera podría hacerse con su dinero, tierras y
mujeres.
Mahoma veía cómo los judíos y cristianos eran respetados y muy fuertes
económicamente, en la política y la religión. Todo el mundo les seguía, y recibían
mucho dinero por razones religiosas. Por eso a Mahoma le gustó mucho la idea de
crear su propia fe (Aunque fuera falsa). Porque de siempre el sueño de Mahoma fue
gobernar a todo el mundo. Él vio que, a la gente no educada y pobre, no era muy
difícil enseñarles una nueva fe. Y los que no quisiesen aceptar su fe, serían
obligados por la fuerza o amenazas, aprovechando a sus miles de soldados (mafiosos
y asesinos).
Ahora la cuestión era averiguar los pasos para lograr este objetivo. Cómo crear una
falsa fe y conseguir hacer que todo el mundo lo siguiese. Mahoma planificó todo al
detalle con su equipo de consejeros. Quisieron crear una fe que diese el poder
completo a los seguidores y forzar a la gente a convertirse. De esta manera se
otorgaba poder para matar a los que no quisiesen entrar en su fe, con un mensaje
claro de única fe y dios, y colocando a Mahoma como el último y más adorable
profeta del dios. Así los seguidores tendrían derecho a hacer la guerra contra
todos los que no les siguiesen. Mahoma quiso dar poder completo a su equipo de
ladrones y asesinos para robar y matar a todos los cristianos y judíos que
quisiesen y así poder gobernar el mundo sin oposición alguna.
En el pueblo de La Meca todavía la gente le conocía como el marido de Khadijah,
pero fuera de Meca Mahoma tenía fama de mafioso violento, de ladrón y de asesino.
Esto, sumado a la fama de la ciudad como el mayor centro religioso conocido, lo
llevó a tomar la decisión de usar a La Meca como el epicentro de su religión y
destino principal de los fieles a su nueva fe. Aunque realmente Mahoma quería
declararse dios de su nueva fe, sabía que no sería muy fácil convencer a la gente
de que un humano se ha convertido en dios, así que por sugerencias de su equipo
decidió ser un profeta, lo cual también le otorgaría poder absoluto. Investigaron
todo lo que necesitaba una fe: un dios, un profeta, un libro religioso, un hogar
sagrado de dios y muchos seguidores. Entre muchas opiniones e ideas eligieron unas
que les parecieron perfectas a todos. Decidieron establecer un sistema entero para
esta nueva fe que impondrían al mundo:
(1) El nombre de la fe: ISLAM
(2) El nombre del dios: Decidieron que el nombre del dios de esta nueva fe sería
“Alá”, y su definición de Alá fue siguiente: “Alá es Único; Alá es eterno. Jamás
engendró ni fue engendrado; y no hay nada que se le asemeje, Alá es el más benévolo
y ama a sus criaturas más que una madre a un hijo”.
(3) El Profeta de la nueva Fe: Decidieron declarar que Mahoma sería el último, más
venerable y más importante profeta de Alá, y lo plantearon de manera que pudieran
otorgar a Mahoma tanto poder como lo tendría el propio dios.
(4) Los seguidores de esta nueva fe serían llamados musulmanes, y según el Islam
serían los mejores humanos del mundo, el mundo habría sido hecho solamente para
ellos y que solamente los musulmanes alcanzarían la gloria. Así mismo Mahoma dio
todos los derechos a los musulmanes, con el propósito de que pudieran hacer
violencia, cometer injusticias o cualquier acto oscuro en el nombre del este nuevo
fe para expandirse por todo el mundo y conseguir más poder para Mahoma.
(5) El libro religioso que crearían se llamaría Corán, que hablará y demostrará la
superioridad de Mahoma. A través de este libro van a engañar y convencer a todo el
mundo, utilizando los mensajes y enseñanzas que serán a favor de los propósitos de
Mahoma y su equipo.
(6) El hogar sagrado de la nueva fe: decidieron que La Meca sería el hogar de dios,
para que todo el mundo la visitara y recibiese muchos más ingresos para levantar el
Reino de Mahoma (Meca).
(7) Luego idearon las maneras de rezar y adorar: se establecieron ritos;
determinaron reglas de cinco rezos diarios, el ayuno durante el mes de Ramadán, y
visitar obligatoriamente La Meca una vez en la vida.
(8) Decidieron declarar a través de falsos mensajes de Alá que por ser Mahoma el
último, más venerable e importante profeta de Alá, todo el mundo tendrá que actuar
en sus vidas como actúa Mahoma y al hacerlo este acto se llamará “Sunnah”, y
quienes adopten este comportamiento tendrán un camino más directo hacia la gloria.
De esta manera Mahoma pretendió a hacerse más y más fuerte, al convertirse él mismo
en el modelo a seguir por todos los fieles.
(9) Mahoma decidió designar un sitio oficial y legal para sus seguidores donde con
la excusa de rezar puedan planificar las guerras y sus actividades negras. Le dio
nombre a este sitio “Mezquita”, -que ya existen en todo el mundo-. Mahoma y sus
seguidores planificaban todas las masacres humanas detrás de las puertas a medio
cerrar de las mezquitas. – Y ahora los Terroristas Islámicos de mundo moderno están
siguiendo los pasos de Mahoma dentro de estas mezquitas (Oficinas del Terrorismo)
para destruir la paz del mundo-.