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En un mundo donde el odio reinaba, una pareja se encontró en

un lugar hermoso. Cada día disfrutaban de la compañía del otro,
sin complicaciones ni conflictos. Se mostraban afectuosos y
cálidos, con gestos tiernos y palabras amables.
Bajo un sol claro, compartían momentos efímeros pero
significativos, llenos de risas y sonrisas. Nunca se cansaban el
uno del otro, siempre satisfechos con la simple presencia del
otro.
El tiempo pasó, pero su amor no disminuyó. Aunque el mundo a
su alrededor fuera frío y horrible, su relación era un refugio
cálido y sensible. Juntos enfrentaban los desafíos con claridad y
comprensión, superando cualquier obstáculo que se les
presentara.
Su amor era un tesoro en un mundo complejo, un faro de
felicidad en días oscuros. Su historia de amor perduraba,
desafiando la efimeridad del tiempo y demostrando que el
verdadero amor es eterno, poderoso y lleno de belleza en su
simplicidad.

temeroso, amanecer, desconfiado, atardecer, indeciso

Un día, me di cuenta de que había dejado olvidada mi
felicidad. Había estado apagándola, dejándola morir en
la oscuridad de una vida insatisfactoria. Decidí aclarando
mis pensamientos, volver a mí mismo, dejar atrás la
inmadurez y las expectativas de otros.

Me fui de los lugares y personas que no me hacían bien,

llevando conmigo solo lo que realmente valoraba.
Aunque algunos me juzgaran y me llamaran feo, no me
importaba. Sabía que tenía que vivir mi vida de forma
auténtica.

Hoy, mi vida está encendida, iluminada por la felicidad

que encontré al ser fiel a mí mismo. No permitiré que se
apague nuevamente. Cada día, lucharé por mantenerla
viva, porque la verdadera felicidad no morirá mientras
siga buscándola y viviendo plenamente en el presente.