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EL SOCIO DE DIOS

DEL DÍA
POSTRERO
Domingo, 1 de junio de 1997
Cayey, Puerto Rico
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
EL SOCIO DE DIOS DEL DÍA POSTRERO

Dr. William Soto Santiago


Domingo, 1 de junio de 1997
Cayey, Puerto Rico

M uy buenos días, amados amigos y hermanos


presentes, y televidentes. Es para mí un privilegio
muy grande estar con ustedes en esta ocasión aquí en
Cayey, Puerto Rico, para compartir con ustedes unos
momentos de compañerismo espiritual alrededor de la
Palabra de Dios y Su Programa, y así ver el tiempo en que
estamos viviendo y lo que Dios está realizando en este
tiempo en el cual, por la gracia de Dios, nos ha tocado a
nosotros vivir.
Para eso quiero leer en Primera de Corintios,
capítulo 3, verso 5 al 17, donde nos dice el apóstol San
Pablo:
“¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores
por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que
a cada uno concedió el Señor.
Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado
Dios.
Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino
Dios, que da el crecimiento.
4 Dr. William Soto Santiago
Y el que planta y el que riega son una misma cosa;
aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su
labor.
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo
como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica
encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo.
Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata,
piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día
la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de
cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa.
Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si
bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu
de Dios mora en vosotros?
Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois
vosotros, santo es”.
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL SOCIO (O
ASOCIADO) DE DIOS DEL DÍA POSTRERO”.
A través de la historia de la raza humana podemos ver
que Dios ha colocado en la Tierra profetas. Encontramos
que el primer hombre que Dios colocó en la Tierra, conocido
en la Biblia como Adán, era un profeta; y no solamente un
profeta de una edad, sino un profeta dispensacional, que
es el tipo de profeta mayor que Dios envía a la Tierra.
El socio de Dios del Día Postrero 5
Y podemos ver a Dios asociado con el ser humano, y
podemos ver al ser humano asociado con Dios; y podemos
ver estos profetas que Dios ha enviado de dispensación
en dispensación asociados con Dios y Dios asociado con
ellos.
Porque el socio de Dios para cada dispensación es el
profeta mensajero de esa dispensación; como también el
profeta de cada edad, correspondiente a cada dispensación,
es el socio de Dios para esa edad, es el mensajero asociado
de Dios para esa edad, así como lo es el mensajero de una
dispensación con Dios.
• Ahora, podemos ver, por ejemplo, a Adán asociado
con Dios; porque el socio de Dios aquí en la Tierra era
Adán para la primera dispensación.
• Luego podemos ver a Set asociado con Dios; porque
el mensajero de Dios para esa segunda dispensación era
Set.
• Luego, más adelante, podemos ver a Noé asociado
con Dios; porque Noé era el socio de Dios para esa tercera
dispensación: la Dispensación del Gobierno Humano; así
como lo fue Set para la Dispensación de la Conciencia,
y así como lo fue Adán para la primera dispensación: la
Dispensación de la Inocencia.
• Y así encontramos más adelante al profeta y patriarca
Abraham asociado con Dios; porque ese fue el socio de
Dios para la cuarta dispensación: la Dispensación de la
Promesa.
• Luego, más adelante, podemos ver a Moisés asociado
con Dios y a Dios asociado con Moisés; porque ese fue el
socio de Dios para la quinta dispensación: la Dispensación
de la Ley.
• Luego podemos ver a Jesús asociado con Dios y Dios
6 Dr. William Soto Santiago
asociado con Jesús, pues Dios estaba manifestado en toda
Su plenitud en Jesús.
Era el mismo Dios, el mismo que se había asociado
con los profetas del Antiguo Testamento, los profetas de
las dispensaciones que habían transcurrido; ahora viene
en carne humana y aparece como el velo de carne donde
Dios estaba manifestado para llevar a cabo la Obra de
Redención en la Cruz del Calvario. Y por eso podemos
ver a Dios asociado con Jesús y a Jesús asociado con Dios;
y era nada menos que el mismo Dios manifestado en carne
humana asociándose con la raza humana.
Y ahora, podemos ver que Jesús aparece al final de
la quinta dispensación (de la Ley), y abre una nueva
dispensación: la Dispensación de la Gracia; y podemos
ver a Jesús sentado a la diestra de Dios, llevando a cabo
la Obra de Dios para la Dispensación de la Gracia. Porque
Jesús, siendo el socio de Dios, lleva a cabo la Obra de
Dios aquí en la Tierra; y llega el Día de Pentecostés en
Espíritu Santo para cumplir la Obra de la construcción de
Su Templo, de Su Iglesia.
Y encontramos que para las siete etapas o edades de la
Iglesia gentil Cristo ungió siete ángeles mensajeros, siete
hombres, uno para cada edad de Su Iglesia gentil durante
las siete etapas o edades de Su Iglesia; y esos siete ángeles
mensajeros fueron los siete socios de Cristo para las siete
edades de la Iglesia gentil.
San Pablo fue el primero allá en Asia Menor; luego
vinieron cinco ángeles mensajeros, que vinieron a ser
cinco socios de Dios, cinco socios del Señor Jesucristo
para las cinco etapas o edades que se cumplieron en
Europa; y luego vino el asociado o socio de Jesucristo para
la séptima edad de la Iglesia gentil: el reverendo William
El socio de Dios del Día Postrero 7
Marrion Branham, en Norteamérica.
Ahora vean cómo para cada territorio Dios ha enviado
un asociado en la construcción de Su Templo espiritual, de
Su Iglesia, que es la Casa de Dios, la cual fue reflejada o
representada en el tabernáculo que construyó Moisés y el
templo que construyó el rey Salomón.
La sabiduría escondida en ambos templos es la
sabiduría divina, el cual o la cual contiene el secreto de
la construcción del Templo espiritual de Dios, que es la
Iglesia del Señor Jesucristo.
Así que el misterio del templo de Salomón y del
tabernáculo que construyó Moisés, es más grande de
lo que los seres humanos se pueden imaginar; pues allí
estaba representado el Templo que está en el Cielo, el cual
se materializaría en la Tierra en y con seres humanos, los
cuales vendrían a ser los miembros del Cuerpo Místico del
Señor Jesucristo.
Ahora, podemos ver que para cada una de estas siete
etapas de la Iglesia gentil Cristo ha tenido un asociado o
un socio; y fue el ángel mensajero de cada edad, en el cual
estuvo el Espíritu de Cristo, o sea, el Espíritu Santo.
Y a través de esos siete ángeles mensajeros Cristo le
ha dado la vuelta al mundo siete veces; como a Jericó se
le dieron siete vueltas, y las murallas cayeron1.
Ahora, el mundo está representado en Jericó;
Jericó representa los reinos gentiles. Y por medio de la
manifestación de Cristo en Espíritu Santo en estos siete
ángeles mensajeros, ya le ha dado la vuelta al reino de los
gentiles siete veces.
Ahora, podemos ver que también el séptimo ángel
mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil, en una
1  Josué 6:15-20
8 Dr. William Soto Santiago
ocasión dice: “Ya le he dado la vuelta al mundo siete
veces”2.
Y ahora, podemos ver que después de la séptima
ocasión, Jericó, los muros de Jericó cayeron, y el reino
de Jericó cayó. Por lo tanto, después de este recorrido de
siete etapas o siete edades, el reino o los reinos del mundo
caerán, y vendrán a ser los reinos de nuestro amado Señor
Jesucristo.
De esto nos habla también Apocalipsis, capítulo 11,
donde nos dice (del verso 15 en adelante):
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes
voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han
venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará
por los siglos de los siglos”.
Ahora, podemos ver aquí que los reinos pasarán a
ser de nuestro Señor y de Su Cristo, de Su Ungido, en el
glorioso séptimo milenio.
Encontramos que para el séptimo milenio es que Cristo
ha prometido llevar a cabo la resurrección de los muertos
en Cristo de las edades pasadas y algunos de los nuestros
que han partido, y la transformación de nosotros los que
vivimos. Pues Cristo dijo: “Y Yo le resucitaré en el Día
Postrero”3; y el Día Postrero es el séptimo milenio.
Ahora, la Venida de Cristo también está prometida
para el Día Postrero, o sea, para el séptimo milenio. Y si
le añadimos al calendario los años de atraso que tiene, ya
estamos en el séptimo milenio. Y por eso es que Cristo
dijo que estuviésemos vigilando, orando y velando, ¿por
qué?, por la Venida de Cristo4; por la Venida del Señor de
2 SPN64-0410 “Señales escriturales del tiempo”, pág. 6, párr. 37
3 San Juan 6:39, 6:44, 6:54
4 San Mateo 24:42-44, San Marcos 13:33-37
El socio de Dios del Día Postrero 9
Su Casa, o sea, de Su Templo, de Su Iglesia, la cual está
prometida para el Día Postrero.
Ahora, hemos visto que han transcurrido estas
dispensaciones, y sus mensajeros han traído el Mensaje
para cada una de esas dispensaciones.
Luego también hemos visto que han transcurrido
ya siete etapas o siete edades correspondientes a la
Dispensación de la Gracia, así como habían transcurrido
(en los días de Jesús) siete edades de la Dispensación de
la Ley.
Y Juan el Bautista, el precursor de la Primera Venida
de Cristo, fue el séptimo ángel mensajero de la séptima
edad de la Iglesia hebrea bajo la Ley.
Y ahora, hemos visto que el séptimo ángel mensajero
de la séptima edad de la Iglesia gentil del Señor Jesucristo,
vino, trajo su Mensaje y se fue; y ese fue el precursor de la
Segunda Venida de Cristo.
Ahora, Juan el Bautista, el precursor de la Primera
Venida de Cristo, decía: “Yo no soy Él; Él viene después
de mí”. O sea que Juan el Bautista estaba anunciando que
después de él vendría un Hombre, un Varón mayor que
él, el cual sería un mensajero dispensacional, y en el cual
estaría la plenitud de Dios; y ese mensajero sería el que los
bautizaría con Espíritu Santo y Fuego5.
Pero eso tendría un Programa para ser llevado a cabo;
y para así obtener ese bautismo del Espíritu Santo: para
eso tenía Cristo que llevar a cabo la Obra de Redención en
la Cruz del Calvario, y luego podría llenar de Su Espíritu
Santo a todos los creyentes en Él.
O sea que primero tenía que llevar a cabo la Obra de
Su Primera Venida como Cordero de Dios en la Cruz del
5 Mt. 3:11-12, Mr. 1:7-8, Lc. 3:15-17, Jn. 1:19-27
10 Dr. William Soto Santiago
Calvario; y después los creyentes en Él podían recibir
Su Espíritu Santo, y así producirse en ellos el nuevo
nacimiento, y así obtener su cuerpo teofánico.
Para la Segunda Venida de Cristo, como el León de
la tribu de Judá, Él viene para llevar a cabo Su Obra
de Reclamo y producir la transformación de nuestros
cuerpos para nosotros los que estamos vivos, y para los
muertos en Cristo producir la resurrección en cuerpos
eternos. Eso es producido en la Obra de Reclamo de
Cristo en Su Segunda Venida como el León de la tribu de
Judá.
Ahora, encontramos que Juan el Bautista decía:
“Después de mí viene Uno”; o sea que Juan el Bautista
estaba anunciando un Hombre, un profeta que vendría
después de él y que sería mayor que él.
Juan el Bautista era un profeta de una edad: de la
séptima edad de la Iglesia hebrea bajo la Ley; pero después
de él vendría un profeta dispensacional, el cual fue nuestro
amado Señor Jesucristo. Y un profeta dispensacional es
mayor que un profeta de una edad.
Y ahora, el precursor de la Segunda Venida de Cristo
ha dicho que después de él viene Uno mayor que él, y él
dice como Juan el Bautista: “A Él le conviene crecer, y a
mí menguar”6; así fue con Juan el Bautista.
Pues cuando viene un profeta dispensacional,
conviene que mengüe el profeta de la edad que está
pasando, para que crezca el profeta de la dispensación
que está comenzando. Y así se establezca la nueva
dispensación, se establezca el nuevo Mensaje, se
establezca el nuevo mensajero; y entren a esa nueva
dispensación los que están ordenados por Dios, escritos
6 San Juan 3:30 / Los Sellos, pág. 474, párr. 174
El socio de Dios del Día Postrero 11
en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la
fundación del mundo; y así se cumpla el Programa de
la nueva dispensación.
Ahora, siempre hay una lucha cuando una edad llega
a su final y aparece el mensajero de una nueva edad;
siempre hay una lucha, una batalla religiosa que se lleva
a cabo: los que se quedan en la edad pasada comienzan a
criticar y a pelear en contra del nuevo mensajero que es
enviado para una nueva edad; y las personas que reciben a
ese nuevo mensajero son criticados, son perseguidos y son
fichados por los incrédulos; son fichados como herejes, en
la mayor parte de las ocasiones.
¿No fueron acusados de herejes los que creyeron en
Jesús de Nazaret? ¿No decían que ese era un camino de
herejía?7 ¿No persiguieron a Jesús y lo mataron?, ¿y no
persiguieron a los discípulos, a los apóstoles, y mataron a
todos, excepto a Juan el apóstol?
Porque la religión hebrea bajo la Ley decía que
Jesús era un hereje, y que Sus apóstoles también, y
que Sus enseñanzas también; y que esa nueva religión,
nuevo camino, “nueva secta religiosa”, era una herejía;
y lucharon por exterminar a todos los seguidores de ese
nuevo camino.
Pero San Pablo, que era uno de los perseguidores y
que mataba a los creyentes en Cristo (los perseguía hasta
la muerte)8, luego creyó9; pues era un escogido de Dios,
aunque estaba persiguiendo el Camino de Dios. Pues el
Camino de Dios es el Programa de Dios correspondiente a
cada edad y a cada dispensación.
7  Hechos 24:14
8  Hechos 8:3
9  Hechos 9:1-18
12 Dr. William Soto Santiago
Moisés le dijo a Dios que le mostrara Su Camino10.
Y cuando una persona quiere que Dios le muestre el
camino, pues lo que está pidiendo es que le muestre la
edad y dispensación en que está viviendo, y el Programa
que Dios está llevando a cabo en esa edad y en esa
dispensación, y el mensajero correspondiente a esa edad
y a esa dispensación, y el Mensaje correspondiente a esa
edad y a esa dispensación.
Y cuando Dios le muestra el camino, Su Camino,
a una persona: la persona entonces conoce, llega al
conocimiento —por revelación divina— de quién es el
mensajero para esa edad y para esa dispensación, y cuál
es el Mensaje para esa edad y esa dispensación, y cuál
es la edad correspondiente a ese tiempo, y cuál es la
dispensación correspondiente a ese tiempo. Y la persona
es colocada en esa edad y en esa dispensación, y recibe las
bendiciones de Dios.
Ahora, podemos ver cómo fue en el tiempo de Juan
el Bautista y de Jesús de Nazaret: fue como en el tiempo
de Moisés, como en el tiempo de Abraham, como en el
tiempo de Noé, como en el tiempo de Set y como en el
tiempo de Adán.
Y así también Cristo dijo que sería en la Venida del
Hijo del Hombre para el Día Postrero; pues Cristo dijo
que la Venida del Hijo del Hombre sería como en los días
de Noé y como en los días de Lot11.
Los días de Lot eran los días de Abraham. En el
tiempo de Lot hubo un mensajero dispensacional, el
cual conocemos por el nombre del patriarca Abraham;
fue el mensajero de la Dispensación de la Promesa,
10 Éxodo 33:13
11 San Mateo 24: 37-39, San Lucas 17:26-30
El socio de Dios del Día Postrero 13
al cual Dios le apareció en diferentes ocasiones y se
reveló a él.
Abraham tenía el Mensaje para esa dispensación;
así como Noé tenía el Mensaje para la Dispensación
del Gobierno Humano, y Set para la Dispensación de la
Conciencia, y Adán para la Dispensación de la Inocencia.
Ahora, podemos ver que Cristo nos habla que la
Venida del Hijo del Hombre sería como en los días de Noé
y como en los días de Lot. Los días de Lot son los días de
Abraham.
Y también la Venida del Hijo del Hombre es como en
los días de Moisés: pues Egipto representa al mundo, y
Canaán representa la tierra prometida del glorioso Reino
Milenial al cual entraremos nosotros; y también, vean
ustedes, representa, para los escogidos de Dios, el nuevo
nacimiento; representa también, para los escogidos de
Dios, la entrada al nuevo cuerpo; aunque también la entrada
al nuevo cuerpo está representada en nuestra entrada a la
eternidad después del glorioso Reino Milenial.
Pero nosotros entramos a la eternidad antes de
comenzar la gran tribulación. Por lo tanto, en nosotros se
estará reflejando lo que será después del Reino Milenial;
o sea, se estará reflejando la entrada a la eternidad, que
vendrá después del Reino Milenial. O sea que este planeta
Tierra entrará a eternidad después del Reino Milenial.
Y los que vivirán eternamente y no entrarán a eternidad
antes de comenzar la gran tribulación, y no han entrado a
eternidad cuando Cristo resucitó dos mil años atrás, y no
entrarán a eternidad cuando resucitarán los 144.000 para
entrar al Reino Milenial; esas personas que no entrarán
a eternidad en ninguna de esas etapas donde se entra a
eternidad, pero que vivirán eternamente, ellos entrarán a
14 Dr. William Soto Santiago
eternidad después del Reino Milenial y después del Juicio
Final; pues saldrán bien en el Juicio Final y entrarán a
eternidad.
Pero miren ustedes, los escogidos de Dios, los
miembros del Cuerpo Místico de Cristo, que son los que
han nacido de nuevo del Agua y del Espíritu en la edad y
dispensación que les ha tocado vivir, ellos —en cuanto a
su cuerpo teofánico o espíritu— entran a eternidad cuando
nacen de nuevo; pero en cuanto a la parte física, ellos
entrarán a eternidad cuando reciban el nuevo cuerpo, o sea,
cuando los muertos en Cristo sean resucitados en cuerpos
eternos y nosotros los que vivimos seamos transformados.
Ahora, podemos ver que hay, de edad en edad y de
dispensación en dispensación, un asociado de Dios y
con Dios para ser el instrumento de Dios y representante
de Dios en la Tierra en ese tiempo, en esa edad o en esa
dispensación.
Y los que han estado brazo a brazo con ese mensajero de
Dios, han sido reconocidos por Dios como colaboradores
de Dios; como nos dice San Pablo en su carta a los corintios:
Primera de Corintios, capítulo 3 y verso 9, donde nos dice:
“Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”.
Ahora, los colaboradores de Dios, vean ustedes,
trabajan con Dios en Su Programa correspondiente a la
edad y dispensación que les ha tocado vivir; y siempre el
mayor colaborador de Dios es el asociado de Dios, o sea,
el socio de Dios.
Hemos visto a través de la historia bíblica quiénes han
sido los socios de Dios de las dispensaciones que ya han
transcurrido. La primera, segunda, tercera, cuarta, quinta
y sexta, los cuales sus mensajeros son, sus profetas son:
El socio de Dios del Día Postrero 15
• Adán, el profeta de la Dispensación de la Inocencia
(primera dispensación).
• Set, el segundo profeta dispensacional, de la
Dispensación de la Conciencia; el profeta de la
Dispensación de la Conciencia, el cual fue Set.
• Y Noé, el profeta de la Dispensación del Gobierno
Humano, que es la tercera dispensación.
• Luego Abraham, el profeta de la Dispensación de la
Promesa, la cual es la cuarta dispensación.
• Moisés, el profeta de la Dispensación de la Ley, la
cual es la quinta dispensación.
• Jesús, el profeta de la Dispensación de la Gracia, la
cual es la sexta dispensación.
Vean ustedes cómo estos colaboradores de Dios, estos
socios de Dios, estos asociados de Dios, llevaron a cabo
la Obra de Dios correspondiente a cada dispensación; era
Dios en cada uno de ellos llevando a cabo esa Obra.
Y luego hemos visto también los mensajeros de
cada edad de la Iglesia gentil, y también hemos visto los
mensajeros de las siete etapas o edades de la Iglesia hebrea
bajo la Ley.
San Juan el Bautista fue el séptimo mensajero de la
séptima edad de la Iglesia hebrea bajo la Ley, y William
Marrion Branham fue el séptimo mensajero de la séptima
edad de la Iglesia gentil bajo la Dispensación de la Gracia.
Tanto Juan el Bautista como William Marrion Branham
fueron los precursores de la Venida de Cristo: Juan el
Bautista de la Primera Venida de Cristo y William Marrion
Branham de la Segunda Venida de Cristo.
Ahora miren, cuando Juan el Bautista apareció
anunciando que después de él vendría otro profeta,
otro mensajero; cuando vino ese profeta prometido,
16 Dr. William Soto Santiago
ese mensajero prometido, era el profeta de una nueva
dispensación: el profeta de la próxima dispensación que
comenzaría; en el cual estaba Dios, estaba el Ángel de
Jehová, estaba Jehová —que es el Ángel de Jehová, el Dios
de Abraham, de Isaac y de Jacob—, estaba manifestado en
carne humana.
Y cuando se manifestó en carne humana lo conocimos
por el nombre de Jesús. Ese era el Ángel del Pacto, el
Ángel de Jehová, manifestado en carne humana en el
mensajero de la Dispensación de la Gracia, el cual vino
como el Cordero de Dios.
El Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, vino
manifestado en carne humana como el Cordero de Dios
para quitar el pecado del mundo: entregando Su cuerpo
físico en Sacrificio vivo en la Cruz del Calvario; y así
llevando en Su cuerpo nuestros pecados y pagando por
nuestros pecados. Porque la paga del pecado es muerte12;
por eso tuvo que morir el cuerpo donde se hallaron nuestros
pecados, pues Él tomó nuestros pecados.
Por eso Dios no ve nuestros pecados: porque Cristo los
llevó y nos cubrió con Su Sangre preciosa. Todo pecado
confesado a Cristo es echado en la Sangre de Cristo; y no
es visto ni por Dios, porque ha sido quitado de la persona.
Ahora, podemos ver cómo la Obra de Dios en la
Tierra ha estado siendo llevada a cabo de edad en edad
y de dispensación en dispensación; y hemos visto cómo
siempre ha estado en la Tierra un profeta, un hombre, el
cual ha sido el asociado de Dios: ha sido el socio de Dios
para la Obra de Dios correspondiente a cada edad y a cada
dispensación; y ha sido el velo de carne en el cual el Ángel
de Jehová, el Ángel del Pacto, se ha manifestado en carne
12  Romanos 6:23
El socio de Dios del Día Postrero 17
humana en la porción correspondiente a esa edad o a esa
dispensación.
Y ahora, luego de ver la historia de todo lo que
Dios ha realizado en edades y dispensaciones pasadas,
nos preguntamos: “Y para nuestro tiempo, ¿quién es el
asociado de Dios? ¿Quién es el socio de Dios?”.
Después del séptimo ángel mensajero de la séptima
edad de la Iglesia gentil vendría el asociado de Dios para
la séptima dispensación: la Dispensación del Reino, y para
una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular.
Y Cristo enviaría a Su asociado, a Su socio; y Jesús
dice:
[Apocalipsis 22:16] “Yo Jesús he enviado mi ángel
para daros testimonio de estas cosas en las iglesias”.
Ese es el asociado de Jesucristo, ese es el socio de Dios
para el Día Postrero.
Por eso es que, en Apocalipsis, capítulo 4, Cristo dice:
“Sube acá, y Yo te mostraré las cosas que han de suceder
después de estas”. Así habla Cristo con esa Gran Voz de
Trompeta o con esa Trompeta en Apocalipsis, capítulo 4.
Juan la escuchó también en Apocalipsis, capítulo 1,
verso 10 al 11, en el Día del Señor; escuchó esa Voz, esa
Gran Voz de Trompeta, que es la Voz de Cristo, la Voz del
Alfa y Omega.
Y luego, en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, las
cosas que Cristo prometió dar a conocer las da a conocer
el Enviado de Jesucristo, que es el Ángel del Señor
Jesucristo. Y vean ustedes, nos dice así:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado
su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto”.
18 Dr. William Soto Santiago
Lo que Cristo prometió, de dar a conocer estas
cosas que deben suceder pronto, ahora envía (¿a
quién?) a Su asociado, envía a Su socio. ¿Por qué?
Porque en Su asociado viene Cristo en Espíritu Santo
dando a conocer estas cosas que deben suceder pronto.
Y tiene que usar a Su asociado, a Su socio, que es
Su Ángel Mensajero, y poner en la boca y el corazón
de Su Ángel Mensajero la revelación divina de estas
cosas que deben suceder pronto, y ser habladas por el
Ángel del Señor Jesucristo.
Pero estas no son palabras humanas, sino las palabras
de nuestro amado Señor Jesucristo siendo habladas por
el asociado de Jesucristo; siendo habladas por el socio de
Dios, el socio de Jesucristo, en el Día Postrero.
Ahora hemos visto quién es el socio de Dios del Día
Postrero: hemos visto que es el Ángel del Señor Jesucristo,
en el cual en el Día Postrero estaría Jesucristo en Espíritu
Santo manifestado; en el cual estaría el Sello del Dios
vivo, que es el Espíritu Santo.
“… no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual fuisteis sellados para el día de la redención”.
¿Con qué hemos sido sellados? Con el Espíritu Santo.
Eso está en Efesios, capítulo 4, verso 30; y Efesios,
capítulo 1, verso 11 al 13.
Pero en Apocalipsis, capítulo 7, aparece un Ángel con
el Sello del Dios vivo.
Ahora, les dije Efesios, capítulo 1, verso… vamos a
leer solamente verso 13 al 14, dice:
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra
de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa,
El socio de Dios del Día Postrero 19
que es las arras de nuestra herencia hasta la redención
de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
Y en Apocalipsis, capítulo 7, vean ustedes, viene un
Ángel con el Sello del Dios vivo. Apocalipsis, capítulo 7,
verso 2, dice:
“Vi también a otro ángel que subía de donde sale
el sol, y tenía el sello del Dios vivo (o sea que tenía el
Espíritu Santo); y clamó a gran voz a los cuatro ángeles,
a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la
tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los
árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los
siervos de nuestro Dios.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro
mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel (y
enumera doce mil sellados de cada tribu)”.
Ahora, este Ángel que viene con el Sello del Dios
vivo, o sea que viene con el Espíritu Santo, es el que
tiene el ministerio del Día Postrero; es nada menos que el
asociado de Dios, o sea, el socio de Dios del Día Postrero.
Ese es el Ángel del Señor Jesucristo, ese es el asociado de
Dios del Día Postrero.
Por eso es que los ministerios de los Dos Olivos,
los ministerios de Moisés y Elías, son manifestados por
el Espíritu Santo que en él es manifestado; son esos
ministerios operados por el Espíritu Santo en el Día
Postrero, en y a través de Su asociado, o sea, a través del
Ángel del Señor Jesucristo.
Por eso es que vienen esos ministerios con el Mensaje
de la Gran Voz de Trompeta, o sea, con el Mensaje del
Evangelio del Reino, dando a conocer el misterio de la
Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de
20 Dr. William Soto Santiago
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra
de Reclamo.
Y así viene abriendo el misterio del Séptimo Sello,
o sea, el misterio de la Segunda Venida de Cristo; de la
Venida de Cristo, de la Venida del Espíritu Santo en el Día
Postrero, en una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular,
y en una nueva dispensación: la Dispensación del Reino.
Ahora, podemos ver que la Venida de Cristo es la
Venida del Ángel del Pacto, la Venida del Espíritu Santo
en el Día Postrero, siendo manifestado en el Día Postrero;
y por medio de Su Ángel Mensajero dándonos a conocer
estas cosas que deben suceder pronto; y así llamando y
juntando a todos los escogidos de Dios, y así completando
el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra
Angular y Dispensación del Reino.
Ahora, el Ángel del Señor Jesucristo no es el Señor
Jesucristo; el Ángel del Señor Jesucristo es un miembro
del Cuerpo Místico de Cristo; o sea, un redimido por la
Sangre del Señor Jesucristo, el cual en el Día Postrero
estaría aquí en la Tierra dándonos a conocer estas cosas
que deben suceder pronto; y así siendo el Ungido con el
Sello del Dios vivo, el Ungido con el Espíritu Santo; y por
consiguiente siendo el socio de Cristo, el socio de nuestro
amado Señor Jesucristo en el Día Postrero, en el Cuerpo
Místico del Señor Jesucristo.
Y por eso estará trabajando en el Cuerpo Místico de
Cristo, en la construcción de la parte más importante del
Templo espiritual de Jesucristo; estará trabajando en la
construcción del Lugar Santísimo del Templo espiritual
de Jesucristo.
Y así como cada ángel mensajero de cada edad, en la
construcción del Templo espiritual de Cristo, fue enviado
El socio de Dios del Día Postrero 21
al territorio donde estaban las piedras vivas que serían
colocadas en el Cuerpo Místico de Cristo, o sea, en ese
Templo espiritual; el Ángel del Señor Jesucristo, siendo el
socio de Dios, el socio de Jesucristo del Día Postrero, para
ser enviado a la Iglesia del Señor Jesucristo en la Obra
de la construcción de ese Templo, es enviado al territorio
donde estarían las piedras vivas que vendrían a formar
parte del Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor
Jesucristo.
O sea que es enviado a la América Latina y el Caribe,
donde Cristo tendría las piedras vivas que completarían la
construcción del Templo espiritual del Señor Jesucristo;
construcción que es completada y que es coronada con
la Edad de la Piedra Angular, que es la edad donde son
llamados y juntados los escogidos del Día Postrero, para
así completarse la construcción del Templo espiritual de
Jesucristo.
Esa Edad de la Piedra Angular es el Lugar Santísimo
de ese Templo espiritual.
Un templo sin lugar santísimo no puede ser
dedicado a Dios; un templo sin lugar santísimo no tiene
un lugar para morada de Dios en toda Su plenitud.
Porque Dios moró en toda Su plenitud (¿dónde?) en el
lugar santísimo del tabernáculo que hizo Moisés y del
templo que hizo Salomón; y moró en toda Su plenitud
en Jesucristo.
Y ahora, en Su Templo espiritual Él ha prometido
morar en toda Su plenitud. ¿En qué parte del Templo? En
el Lugar Santísimo, que es la Edad de la Piedra Angular.
Y esa edad corresponde al Día Postrero, y es una edad
eterna; y en esa edad estará el séptimo milenio y toda la
eternidad.
22 Dr. William Soto Santiago
Y en esa edad estarán los escogidos del Día Postrero; y
estará el asociado o socio de Dios, el asociado de Jesucristo
para el Día Postrero, con el Mensaje del Evangelio del
Reino.
En la Edad de la Piedra Angular es donde se abre una
nueva dispensación, y en donde se abre el misterio de la
Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra
de Reclamo.
En la Edad de la Piedra Angular es donde los Siete
Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, emiten sus voces y
revelan el misterio de la Segunda Venida de Cristo, de la
Venida del Ángel del Pacto, de la Venida de Jesucristo
en Espíritu Santo en una nueva edad y en una nueva
dispensación, velándose y revelándose en Su Ángel
Mensajero, y llevando a cabo la Obra correspondiente
al Día Postrero, la Obra correspondiente a la Edad de la
Piedra Angular y a la Dispensación del Reino; para que
los muertos en Cristo puedan resucitar y nosotros los que
vivimos podamos ser transformados.
Para eso es la Obra de Cristo en el Día Postrero, en la
Edad de la Piedra Angular y en la Dispensación del Reino,
a través de Su asociado del Día Postrero.
“EL SOCIO DE DIOS DEL DÍA POSTRERO”.
Ahora, hemos visto quién es el socio de Dios del Día
Postrero. La Biblia en Apocalipsis nos dice quién es:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio
de estas cosas en las iglesias”.
Toda revelación tiene que venir por medio de un
profeta. Y toda revelación correspondiente al pasado
vino por medio de cada profeta que Dios envió para cada
edad y para cada dispensación; o sea que la revelación
El socio de Dios del Día Postrero 23
divina vino por medio del profeta de cada edad o de cada
dispensación, para cada edad o para cada dispensación.
Y la revelación de Jesucristo para el Día Postrero,
para la Edad de la Piedra Angular y para la Dispensación
del Reino y para el Día Postrero, tiene que venir también
por medio de un profeta; y tiene que ser por medio de
un profeta dispensacional en el Día Postrero, porque es
la revelación divina para una nueva dispensación. Y ese
profeta es el Ángel del Señor Jesucristo; y ese es el socio
de Jesucristo del Día Postrero.
Y todos los que estarán trabajando con él en el Día
Postrero serán hallados por Dios, por Jesucristo, como
colaboradores de Cristo, de Dios; y también como
labranza de Él, de Dios; y como edificio de Dios, o sea,
como miembros del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
“EL SOCIO DE DIOS DEL DÍA POSTRERO”.
Ese es el Ángel del Señor Jesucristo; ese es Su asociado.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con
ustedes en esta ocasión dándoles testimonio de: “EL
SOCIO DE DIOS DEL DÍA POSTRERO”; o sea, del
socio de Jesucristo del Día Postrero, del séptimo milenio.
Que las bendiciones de Jesucristo prometidas para
el Día Postrero sean sobre cada uno de ustedes y sobre
mí también; y pronto todos seamos transformados y
raptados, y tengamos así el cuerpo eterno, y entremos
todos físicamente también a eternidad.
Continuaremos en la tarde, a las 3:00 de la tarde
continuaremos; o sea, comenzaremos un poquito antes, si
es posible; si no, pues a las 3:00 de la tarde, y… A las 3:00
de la tarde es la hora oficial que tenemos.
Y esperamos que Dios nos hable Su Palabra, ponga Su
Palabra en mi boca para ustedes, para así ser edificados
24 Dr. William Soto Santiago
en nuestras almas con la Palabra de Dios; y así podamos
comprender quiénes somos, de dónde hemos venido,
qué hacemos aquí y hacia dónde vamos en el Programa
Divino.
Muchas gracias por vuestra amable atención
nuevamente; y pasen todos, o continúen pasando todos,
un día lleno de las bendiciones de Jesucristo.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos. Amén.
“EL SOCIO DE DIOS DEL DÍA POSTRERO”.
Notas
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