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El virreinato de Nueva España se estableció en 1535 abarcando un gran territorio en América del Norte y Central, con la ciudad de México como su capital. Incluyó la mayor parte de los actuales México, Centroamérica, sur de EE.UU. y Filipinas. Su población creció de alrededor de 4 millones a inicios del siglo XVI a casi 8 millones a finales del siglo XVIII, consolidando a Nueva España como la colonia más importante de España en América.
El virreinato de Nueva España se estableció en 1535 abarcando un gran territorio en América del Norte y Central, con la ciudad de México como su capital. Incluyó la mayor parte de los actuales México, Centroamérica, sur de EE.UU. y Filipinas. Su población creció de alrededor de 4 millones a inicios del siglo XVI a casi 8 millones a finales del siglo XVIII, consolidando a Nueva España como la colonia más importante de España en América.
El virreinato de Nueva España se estableció en 1535 abarcando un gran territorio en América del Norte y Central, con la ciudad de México como su capital. Incluyó la mayor parte de los actuales México, Centroamérica, sur de EE.UU. y Filipinas. Su población creció de alrededor de 4 millones a inicios del siglo XVI a casi 8 millones a finales del siglo XVIII, consolidando a Nueva España como la colonia más importante de España en América.
de Hernán Cortés y enfrentados los españoles a la inmensidad de sus nuevos dominios, en 1535 fue establecido el virreinato de Nueva España. Su territorio abarcó una gran extensión cuyo centro natural sería el valle de México. Sobre los restos de Tenochtitlan se construyó la ciudad de México, la capital de la Nueva España durante todo el período colonial. El primer virrey fue don Antonio de Mendoza (antes conde de Tendilla .) El virreinato se expandió por el sur, toda la América Central (Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica), salvo la gobernación de Castilla de Oro con la estratégica ciudad de Panamá. Por el este, incluyó al golfo de México y al mar de las Antillas. Sin embargo, el territorio caribeño compuesto por las pequeñas y grandes Antillas (Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico entre otras), no formó parte de Nueva España, constituyendo gobernaciones independientes. Al norte, igualmente se expandió gradualmente y a medida que las huestes españolas doblegaban la resistencia que oponían los pueblos chichimecas. La jurisdicción de Nueva España incluyó, finalmente, gran parte de la zona occidental de los actuales estados de California, Texas, Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada y parte de Colorado, pertenecientes a Estados Unidos desde 1848. Hacia el oeste Nueva España limitaba con el Océano Pacífico hasta que se le agregó la administración de las Islas Filipinas, conquistadas en 1564 por la expedición de López de Legazpi. La población de Nueva España sufrió altibajos (es decir en un lugar + población y en otro - población) a lo largo de todo el período colonial, siendo muy difícil determinar con exactitud su número. Diversos investigadores de la demografía americana han publicado cifras de población muy disímiles, debido a la escasez y poca confiabilidad en los censos y en las fuentes sobre población regional americana. El cuadro que presentamos a continuación, con datos tomados de la Historia social y económica de España y América dirigida por J.Vicens-Vives, nos parece uno de los más completos para captar las principales tendencias demográficas de la época. Cuadro de la población del virreinato de Nueva España y de las Antillas Tabla de s.XVI s. XVII fines s. población (1570) (1650) XVIII México 3.555.000 3.800.000 5.837.100 Centroamérica 575.000 650.000 870.200 Antillas 85.650 614.000 950.000 Total: 4.215.650 5.064.000 7.657.300 En la segunda mitad del siglo XVI, el virreinato de Nueva España empeñado en la consolidación de sus fronteras y la búsqueda de recursos mineros y agropecuarios, allanó el camino a su futura preeminencia dentro del mundo colonial. En efecto, tras un siglo XVII caracterizado por altibajos económicos que afectaron tanto a la metrópoli como a sus colonias, México se convirtió, a partir de las primeras décadas del siglo XVIII, en la unidad política hegemónica de ultramar, superando al virreinato del Perú.