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INTRODUCCION

La selva Lacandona, es una región tropical localizada en el estado de Chiapas, en


el extremo sureste de la república mexicana protagonista en el tiempo en los que
todavía existía el hombre esta imponente área verde deleita con sus formas y
características, especialices, únicas en el mundo, es un pulmón muy importante
del planeta, ésta área natural es el hogar de más de 70 especies de mamíferos y
más de 300 especies de aves, esta imponente área verde nos deleita con sus
formas y características especiales, únicas en el mundo, por lo tanto, es
importante conservarla y cuidarla, para ello existen programas para la protección
de este ecosistema.

PROBLEMÁTICA

La Selva Lacandona de Chiapas, una de las reservas ecológicas más importantes


del país está a punto de llegar a un punto sin retorno por la forma en que se ha
atacado a la flora y fauna del lugar. Desde el año 2000, los ataques humanos que
se disputan la riqueza del lugar han llevado a cabo tala ilegal y tráfico de especies,
lo colocan en un momento crítico para su supervivencia. Y es que del 1.8 millón de
hectáreas que tenía, ahora sólo quedan 500 mil hectáreas, es decir, en las últimas
décadas se perdió el 72.2 por ciento del terreno que ocupaba la selva más grande
del país, según autoridades ambientales.

La historia de la catástrofe se remonta hasta inicios del siglo pasado, cuando


comenzó la tala ilegal de árboles de caoba, cedro y amate. Lo que a la naturaleza

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le tardó cientos de años en construir, en 50 años fue arrasado por taladores. Para
1949, la empresa estadounidense Vancouver Plywood Compañy, comenzó a
explotar la parte norte de la selva. Y el 1964, la compañía encontró un aliado muy
fuerte en la empresa Aserraderos Bonampak de Campeche, que poseía
maquinaria moderna que facilitó el trabajo. Ante la devastación, el gobierno
implementó medidas para intentar controlar la tala en la biósfera de la región y en
1967 declararon propiedad nacional 402 mil hectáreas en el sur de la selva, con el
propósito de controlar la colonización de las tierras. Pero tampoco fue suficiente,
por lo que en 1972, se creó la Zona Lacandona; y en 1978 la reserva de la
Biósfera de Montes Azules, un área natural protegida para evitar la destrucción de
la selva en la que se encuentra el 20 por ciento de la biodiversidad del país. Sin
embargo, de poco sirvieron estas acciones ya que la velocidad de la deforestación
aumentó a partir del año 2000. Desde ese entonces se registra una pérdida de
3.000 hectáreas anuales, que barren con todo: plantas, animales, nacimientos de
agua. Dentro de la selva se pueden encontrar cerca de 3 mil 400 especies de
plantas, de las cuales 573 son árboles. Es una numeraria de vida: viven 464
especies de aves, el 44 por ciento de todas las aves del país, 119 especies de
anfibios y reptiles, 769 especies de mariposas, y 114 especies de mamíferos: 64
tipos de murciélagos, 17 de roedores, 13 de carnívoros, dos de venados, dos de
monos y la única especie de tapir en el país, entre otros. Algunos de los
responsables del desastre ecológico son las empresas madereras que operan en
la región y los pobladores que queman la tierra para después utilizarla para
cultivar. Mientras más crece la población del lugar en el que conviven indígenas
lacandones, los nativos que le dieron nombre a la selva, tzeltales y choles, se
genera una mayor demanda de terreno para sembrar maíz y frijol que utilizan para
autoconsumo. Para contrarrestar el daño, algunas organizaciones como Natura,
han impulsado proyectos de turismo ecológico que por un lado cuidan el lugar y
por otro entregan recursos a los pobladores. La derrama económica y el dinero
que obtienen los habitantes con estos proyectos les generan más ingreso que el
cultivo que destruye la selva.

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Estamos demostrando que se pueden cuidar los recursos naturales y a la vez
crear alternativas de vida para la gente que busca nuevas formas de organizarse
para lograr un desarrollo comunitario. Durante los primeros doce años del siglo
XXI, México ha perdido cerca de 2.4 millones de hectáreas ocupadas por árboles.
Seis por ciento de esta pérdida ha sido dentro de la Selva Lacandona, lo que
significa que desaparecieron 500 millones de árboles y 32 millones de toneladas
de biomasa. El tamaño de la tragedia ambiental está contabilizada por
Greenpeace: cada año perdemos 500 mil hectáreas de bosques y selvas en el
país. A pesar de los trabajos de organizaciones como Natura y las leyes emitidas
por las autoridades federales y locales, pareciera que la muerte lenta de la selva
no se detendrá en pronto.

El color verde limón indica las zonas boscosas en el año 2000; el color rojo es la
deforestación del periodo 2001-2012. En color azul está delineada la región Selva
Lacandona, y en color verde se delinean las ocho "/1 de la región. Los puntos
negros representan la población por localidad y sus tamaños se asocian a cinco

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categorías determinadas por el número de habitantes (<2 500, 2 500-15 000, 15
000-50 000, 50 000-100 000, >100 000).
Pérdida de cobertura arbórea por año y porcentaje total acumulado por área
natural protegida entre 2001 y 2012

Cañón del Montes

Año Bonampak Usumacinta Chakín Lacantún Metzabok Azules Nahá Yaxchilán

2001 0.00 0.24 0.03 0.10 0.17 0.21 0.10 0.04

2002 0.00 0.38 0.03 0.06 0.03 0.11 0.01 0.01

2003 0.00 0.42 0.01 0.04 0.01 0.23 0.06 0.00

Deforestación en la selva lacandona

2004 0.00 0.92 0.01 0.06 0.15 0.18 0.13 0.00


2005 0.00 1.61 0.05 0.04 0.09 0.30 0.08 0.00
2006 0.00 0.77 0.01 0.03 0.06 0.24 0.12 0.00
2007 0.00 1.15 0.00 0.23 0.14 0.37 0.07 0.00
2008 0.00 0.81 0.00 0.11 0.27 0.43 0.37 0.01
2009 0.00 0.86 0.09 0.18 0.34 0.49 0.11 0.00
2010 0.00 0.57 0.10 0.10 0.40 0.35 0.20 0.03
2011 0.00 0.40 0.00 0.04 0.09 0.28 0.07 0.00
2012 0.01 0.58 0.08 0.05 0.14 0.33 0.22 0.01
Total 0.01 8.71 0.42 1.04 1.89 3.52 1.54 0.10

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Reserva de la Biosfera Montes Azules (3.51%) y el Área de Protección de Flora y
Fauna Cañón del Usumacinta (8.71%). Para las "/1 de Metzabok, Chan-kin, Nahá,
Yaxchilán y Lacantún, los porcentajes totales de estos valores fueron 1.89, 0.42,
1.54, 0.10 y 1.04%, respectivamente. Un hecho notable fue que la del Monumento
Natural Bonampak mostró los primeros signos de pérdida de cobertura arbórea en
2012 (0.01% del "/1).

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El color verde limón indica las zonas boscosas en el año 2000. El color rojo
es la deforestación del periodo 2001-2012. En color azul está delineada la
región Selva Lacandona y en color verde se delinean las nueve "/1 de la
región.

En las "/1 la mayor parte de la deforestación se origina en los bordes y crece hacia
el interior a partir de la creación de nuevas unidades destinadas a la producción
agropecuaria. Desde el interior la deforestación crece por los asentamientos
ileMás allá de estas cifras, es importante destacar que la conservación de la
biodiversidad no depende exclusivamente de la proporción de la superficie
protegida, ya que esto no asegura el mantenimiento de la diversidad regional.

Otros elementos como la representatividad del ecosistema y las acciones para


mantener el funcionamiento de las "/1 deben ser incorporados en la estrategia
(Pressey et al. 2002; Rodrigues et al. 2004; Chape et al. 2005). Al mismo tiempo,
hay que considerar la presencia de procesos de deterioro dentro de las "/1 que
limitan su permanencia a largo plazo y reducen las posibilidades de conservar la
estructura y las funciones de los ecosistemas (Margules y Pressey 2000; Ervin
2003;

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NORMAS DE PROTECCION AMBIENTAL

1. Reconocer y garantizar el derecho de los habitantes a gozar de un


ambiente adecuado para su salud y bienestar.
2. Promover el uso, manejo, conocimiento asociado y la distribución justa de
los beneficios y costo derivados del aprovechamiento de los elementos de
la biodiversidad y de los recursos genéticos, así como en los pueblos
indígenas relacionados con el aprovechamiento y manejo de recursos
naturales.
3. Promover la conservación de la biodiversidad a través de la declaración y
administración de las áreas naturales protegidas, sitios prioritarios y
corredores biológicos que tengan un valor biológico o escénico, para
consolidarlas como espacios de investigación, turismo ecológico y
convivencia social.
4. Prevenir, controlar y mitigar la contaminación del aire, agua. Suelo así como
el manejo integral de residuos en el territorio estatal, en las materias que no
sean competencia exclusiva de la federación.
5. Establecer los principios de la responsabilidad ambiental por afectación a la
integridad de las personas y por el daño ambiental.

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PROPUESTA DE MEJORA

 Hacer un ordenamiento territorial adecuado proporcionada un marco


estratégico para aquilonal los usos de la tierra o escala nacional,
subnacional y territorial.
 Prevenir los incendios forestales, muchos de los incendios son
intencionales y la gran mayoría son provocadas por el hombre, por
descuido o negligencia, saber cómo evitar incendios es fundamental para
disfrutar la naturaleza y para que otras personas también puedan
disfrutarlas.
 Fomentar comunidades protectoras, es importante tener personal
capacitado dentro de la misma comunidad para el control de la actividad
que realicen.
 Crecer espacios protegidos o de mayor valor ecológico de una forma
diferencial es decir asignar como áreas resguardadas aquellos lugares y
ecosistemas que la sociedad ha considerado importante conservar.

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CONCLUSION

La conservación de las selvas y bosques de la Selva Lacandona, debiera ser un


tema de importancia nacional, sobre todo si se consideran las funciones que el
ecosistema y su diversidad tienen en los ciclos del agua, del carbono y del
nitrógeno. Aun cuando desconocemos los efectos sinérgicos entre la pérdida de la
cobertura arbórea y el cambio climático sabemos que la deforestación de las
selvas húmedas aporta alrededor de 10% de las emisiones globales de dióxido de
carbono. Esta situación nos confiere una mayor responsabilidad para buscar
sustentable del capital natural regional. A la fecha es evidente que los
instrumentos vinculados con la conservación de la biodiversidad han tenido un
papel crucial en el mantenimiento de la cobertura original de la región. No
obstante, la gran presión poblacional y sus necesidades están siendo cada vez
más exigentes. La complejidad del territorio y los resultados evidenciados aquí,
llaman a una solución holística por parte de la sociedad organizada, que tenga
como punto de partida la conservación del entorno natural.

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Referencias de bibliografía.
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Chape, S., J. Harrison, M. Spalding e I. Lysenko, 2005. Measuring the extent and
effectiveness of protected areas as an indicator for meeting global biodiversity
targets. Philosophical Transactions of the Royal Society B, 360: 443- 455.
Conanp, 2015. Conjunto de datos vectoriales de las Áreas Naturales Protegidas,
julio de 2015. México, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
Ervin, J., 2003. Protected area assessments in perspective.
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