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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN

MÓDULO 1
PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN.
¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA SOCIAL?
Estudio científico de como los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la
presencia real, imaginada o implícita de otras personas.

¿QUÉ ESTUDIA ESTA DISCIPLINA?


Las relaciones sociales y como estas modifican la conducta y sentimientos de las personas según compañía y
contexto.

¿A QUÉ SE DEDICA UN PSICÓLOGO O PSICÓLOGA SOCIAL?


Los psicólogos sociales dirigen su atención hacia los procesos implicados en la interacción de las personas con las
realidades sociales, y es básicamente el interés por esta conexión clave lo que determina su naturaleza como
disciplina científica independiente

PERCEPCIÓN SOCIAL ꓽ como percibimos a los demás y de qué manera interpretamos su comportamiento

2. LA GÉNESIS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL ꓽ


Floyd Allport (1890-1971, considerado el principal impulsor de la psicología social en EEUU, tuvo un papel en el siglo
XX, inmerso en un fervoroso ambiente conductista y positivista, la pretensión de Allport fue dotar a la psicología
social de un estatus teórico y metodológico semejante al que gozaban las ciencias naturales. Por esta razón, es
reconocido como el PRIMER PSICOLOGO SOCIAL CONDUCTISTA. Acentuó la importancia de la experimentación, el
examen de la conducta observable y la reducción de las acciones sociales a acciones individuales. “no hay una
psicología de los grupos que no sea esencialmente y por entero una psicología de los individuos”.

Entre sus principales antecedentes se ubica el desarrollo de las ciencias sociales en Francia (Durkheim, Tarde, Le
Bon), Alemania (Marx), Gran Bretaña (Spencer) y Estados Unidos (James). Hay dos grandes posiciones inscriptas
dentro de la sociología clásica que ejercerán una influencia significativa:

 El holismo,
 El individualismo metodológico

Un enfoque sociológico holista considera y analiza el comportamiento de los individuos como una consecuencia de la
matriz social en la que se encuentran, mientras que el individualismo metodológico privilegia en su análisis la
interpretación subjetiva de los hechos sociales.

Durkheim, uno de los principales exponentes de una concepción holista de la sociedad, afirmaba que la tarea
principal de la sociología era el estudio de las realidades sociales como estructuras propias, externas y no reductibles
a componentes psicológicos. Por el contrario, Spencer, uno de los primeros sociólogos en dedicar una atención
singular a las características psicológicas de las personas, entroncó su pensamiento con la idea de que los individuos
constituyen las unidades fundamentales de la sociedad.

Kurt Lewin (1890-1947) fue otro de los grandes teóricos de este campo; ejerció una profunda influencia en el
reconocimiento científico de esta disciplina por sus investigaciones sobre la psicología de los grupos y las relaciones
interpersonales.

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HITOS FUNDAMENTALES EN LA CONSOLIDACIÓN DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL:
•CORRIENTES TEÓRICAS, EPISTEMOLÓGICAS Y METODOLÓGICAS: holismo e individualismo metodológico,
conductismo, positivismo.

•PUBLICACIONES PRECURSORAS: W. McDougall (1908); E. Ross (1908); F. H. Allport (1924); Handbook of Social
Psychology (1935).

• ASOCIACIÓN ACADÉMICA: se funda la Society for Psychological Studies of Social Issues en 1937.

•IMPLICANCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL para el reconocimiento científico de la psicología social.

•CONTRIBUCIONES DE KURT LEWIN.

¿En qué período se ubica, aproximadamente, el surgimiento de la psicología social? A partir del siglo XX. Justificación:
la psicología social es una disciplina relativamente joven que tuvo entre sus principales fuentes de origen la
publicación, en 1908, de dos obras pioneras. ✓

¿Quién es considerado el primer psicólogo social conductista? Allport es uno de los más grandes referentes de la
utilización de la metodología experimental en la psicología.

PSICOLOGÍA SOCIAL Y COMPORTAMIENTO HUMANO


Varios estudios han revelado la importancia del llamado “efecto Pigmalión”. La leyenda cuenta que Pigmalión, un
personaje de la Antigua Grecia, Rey de Chipre, desesperado ante la imposibilidad de enamorarse de una mujer,
decidió esculpir una estatua de marfil, a la que llamó Galatea, con rasgos perfectos y hermosos, intentando así que
representara su ideal de mujer. La belleza de la estatua correspondió de tal modo lo que él ansiaba, que acabó
enamorándose de ella perdidamente hasta el punto de que le suplicó a la diosa Venus que dotara de vida a su
amada estatua.
A esta fábula se le atribuye el origen del efecto Pigmalión que se emplea para explicar cómo influimos en el
rendimiento de las personas con nuestras creencias y expectativas.

Este efecto también se conoce como profecía autocumplida, una expectativa que incita a las personas a actuar de
formas que hacen que lo que esperan se convierta en realidad.

La relación de las personas con su entorno social es el impulso más fuerte hacia la investigación de una gran variedad
de fenómenos relativos a la identidad, las relaciones interpersonales, la autoestima, la persuasión, las emociones,
etcétera. Cabe señalar el acento puesto en el examen de las características psicológicas de las personas como
aspectos que no están aislados de los contextos sociales. Es la centralidad de este nexo entre las personas y los
espacios sociales lo que permite reconocer a la psicología social como un enfoque diferente al de la psicología
general. 

Los psicólogos sociales dirigen su atención hacia los procesos implicados en la interacción de las personas con las
realidades sociales, y es básicamente el interés por esta conexión clave lo que determina su naturaleza como
disciplina científica independiente.

LOS PROCESOS PSICOSOCIALES


En los procesos examinados por la psicología social, confluyen simultáneamente lo social y lo psicológico

De acuerdo con el análisis de Ross, Lepper y Ward (2010), en la psicología social podemos distinguir tres grandes
tópicos.

 El estudio de los procesos grupales, conocido generalmente como dinámica de grupos. El espectro de las
temáticas abordadas aquí configura una de las dimensiones de análisis más importantes de la psicología
social
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 Otro gran bloque temático dentro de psicología social está constituido por el análisis de las actitudes,
opiniones y emociones. Entre las problemáticas fundamentales que se plantean al respecto, ocupa un lugar
destacado la exploración de su estructura, sus funciones y, particularmente, su influencia en nuestras
decisiones y en las relaciones interpersonales.
 La investigación actual de la autopercepción y la percepción social ha adquirido una gran importancia
dentro de la psicología social. Los resultados obtenidos en los últimos años han permitido avanzar en el
conocimiento de un gran cúmulo de fenómenos psicológicos y sociales que inciden en las evaluaciones que
las personas hacen con respecto a sí mismas y a lo que las rodea.

Moreland y Levine han elaborado un modelo sobre la evolución de las relaciones de una persona con el grupo hasta
llegar a ser un miembro plenamente aceptado.

Lo que caracteriza, entonces, a la perspectiva de análisis que le es propia al campo de la psicología social es el énfasis
en la actuación conjunta o interdependiente de componentes individuales y colectivos en el comportamiento
humano. Es en este punto donde la interacción entre los procesos psicológicos y sociales se hace importante para
comprender su singularidad. Por ese motivo, diversos autores (Morales, Moya, Gaviria y Cuadrado, 2007; Sabucedo y
Morales, 2015) refieren el carácter autónomo de la psicología social al acto de analizar y explicar el comportamiento
humano a partir de la interdependencia entre individuo y realidad social. 

Distinguimos así dos grandes dimensiones interactuantes:

 características psicológicas o personales de los individuos;

 variables situacionales junto con procesos interpersonales y grupales.

DESARROLLAR UNA APROXIMACION PSICOSOCIAL


La interacción entre lo individual y lo social es crucial para la psicología social, al menos en dos sentidos.

1. En primer lugar, subraya que la comprensión del repertorio conductual de las personas debe emerger de la
consideración de procesos tanto psicológicos como sociales. Este es el sentido en que puede hablarse
propiamente de una psicología social.
2. Significa, además, que es preciso cuestionar de inmediato una lectura de naturaleza reduccionista, bastante
frecuente en las perspectivas individualistas. Estas visiones pueden neutralizar la importancia de factores
cuya consideración es clave para una adecuada explicación de la conducta. Los modos en que se presentan
las lecturas reduccionistas son diversos y, en general, están respaldadas por creencias muy arraigadas tanto
a nivel personal como social.

Existe una gran variedad de experimentos en el ámbito de la psicología social que tienen como denominador común
analizar el lugar que ocupa el contexto social o la situación en la explicación del comportamiento humano.

SESGO DISPOSICIONAL:

El hincapié en el poder de la situación suele chocar con una visión según la cual la comprensión del comportamiento
humano debe centrarse, antes que en el contexto o la situación, en características o disposiciones de la
personalidad. Muchas investigaciones que se ubican dentro de este encuadre (de carácter reductivo), que prioriza
procesos psicológicos, tienden a minimizar el impacto de la situación o el contexto social en la conducta. Esta
posición se conoce comúnmente como sesgo disposicional, esto es, a grandes rasgos, una desviación del análisis
hacia la descripción y examen de las disposiciones estables de la personalidad.

Por su parte, un gran conjunto de experimentos dentro del ámbito de la psicología social proporciona información
sobre factores situacionales que inciden en el comportamiento de las personas, en sus elecciones o preferencias, en
el cambio de actitudes, entre muchos otros aspectos. Hay numerosos ejemplos de este tipo de estudio donde se
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muestra cómo puede verse afectada la conducta humana en función de la situación en la que se encuentra la
persona. En las investigaciones sobre este tema, se ha profundizado con frecuencia el impacto del contexto social en
el desarrollo de conductas agresivas o violentas, aportando evidencia sobre los efectos de determinadas variables
situacionales en la conducta individual (por ejemplo, haber contraído un compromiso importante o padecer
hacinamiento habitacional). 

El alcance general de estas investigaciones, que cubren un abanico más amplio que el de las conductas agresivas o
irascibles, consiste en comprender un fenómeno psicosocial complejo. El clásico experimento de Asch sobre la
presión grupal es una clara muestra de la extensión y riqueza de esta temática.

Morales et al. (2007), esto implica reconocer, esencialmente, lo siguiente: Los procesos psicológicos de las personas
individuales (pensamiento, sentimiento, conducta) no tienen lugar en un vacío social, ya que siempre habrá otras
personas, presentes a veces físicamente y, en otras ocasiones, de manera imaginada o, incluso, implícita. El nexo de
unión entre la persona individual y los otros es el proceso de influencia de estos últimos sobre la primera. (p. 6)

LA PRESIÓN DEL GRUPO


EL EXPERIMENTO DE ASCH versa sobre la presión de grupo, es decir, sobre como el poder de conformidad en los
grupos constituye un intenso proceso de influencia.

El experimento se relaciona estrechamente con los de Milgram y la prisión de Stanford, en los que se intenta mostrar
cómo seres humanos perfectamente normales pueden ser presionados por figuras de autoridad o por el consenso de
la opinión que les rodea y realizar comportamientos extravagantes.

El experimento de Asch pone en evidencia la influencia de la mayoría y la conformidad en las decisiones.

El análisis de estos temas es central con relación al poder de los medios de comunicación. Aunque veremos estas
cuestiones más adelante, es importante señalar que estas problemáticas de la psicología social no son ajenas al
planteamiento de la realidad social que el comunicador hace. 
Como se menciona en el video, según el encuadre que se priorice en la comunicación, las referencias de interés
sobre la realidad social harán más destacables algunos aspectos en detrimento de otros: esta acción consistirá en la
repetición de las mismas consignas o interpretaciones de los hechos con la intención de crear un discurso uniforme
que convenza a la opinión pública aunque tengan dudas al respecto. Así, en relación con lo planteado, los medios de
comunicación pueden fijar la atención de la audiencia en contenidos relativos a cuestiones personales o psicológicas
en el tratamiento de un suceso concreto, opacando de contenidos más ligados al rol que desempeña la situación en
la que ocurre tal suceso o viceversa. Esta elección puede impactar de diferentes maneras en la opinión pública, tanto
en lo cognitivo (influyendo en el pensamiento) como en lo afectivo (influyendo en las reacciones o respuestas
emocionales). 
Desentrañar los efectos de determinadas percepciones del mundo social en la opinión pública es una tarea compleja
puesto que los mismos medios están implicados como partícipes de la creación de ese mundo

DIMENSIONES DE ESTUDIO EN LA PSICOLOGIA SOCIAL


Al examinar el comportamiento humano, podemos distinguir cuatro grandes niveles de análisis. Para esta
clasificación, seguimos los lineamientos generales propuestos por Sabucedo y Morales (2015).

Es importante aclarar, antes de avanzar en este punto, que entre estos niveles hay relaciones de interdependencia,
es decir, hay un flujo de influencia que atraviesa a todos ellos. No obstante, cada uno de ellos puede ser explorado
por separado.

☰ NIVEL INTRAPERSONAL ꓽ la atención apunta a características específicas de la persona individual. La fuente


primaria es la persona misma. Sin embargo, es claro que no puede enmarcarse apropiadamente la comprensión de
la conducta humana al margen de la influencia que ejerce el entorno que nos rodea. , el conocimiento que estas
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investigaciones ponen de manifiesto gira en torno a la importancia de considerar la influencia de procesos
vinculados al entorno o contexto social de las personas.

☰ NIVEL INTERPERSONAL ꓽ El acento fundamental está puesto, más bien, en cómo la persona interactúa con otras
La reflexión respecto a la importancia de este nivel de análisis permite entender temas como la empatía, la
compasión, el perdón, la atracción, las relaciones amorosas, entre muchos otros.

¿Cuándo nos referimos a la relación o el intercambio con otros hacemos alusión al nivel?: el nivel interpersonal hace
referencia a la interacción entre dos o más personas. ✓

¿Qué enfoques se cruzan a la hora de explicar el comportamiento humano desde una mirada psicosocial? al
momento de explicar el comportamiento humano desde una mirada psicosocial se combinan dos grandes enfoques:
el que pone el acento en las características psicológicas o personales de los individuos, y el que destaca el contexto,
en variables situacionales y en procesos interpersonales y grupales. ✓

Formas de interacción que tiene lugar entre grupos humanos. La empatía hace referencia a la capacidad de
conectar de manera correcta y sincera con los sentimientos y emociones de otra persona.

Nivel grupal: en este nivel, el grupo como tal es considerado una unidad constituida esencialmente a partir de las
relaciones mutuas entre sus miembros, unidad donde las personas satisfacen necesidades emocionales y tienden a
cooperar entre sí con vistas a la satisfacción de determinados objetivos (Blanco, o: el análisis abarca desde
cuestiones relativas a la misma supervivencia de los seres humanos como especie natural hasta la emergencia de
beneficios tales como la obtención de respeto, la productividad, la disminución de la ansiedad, el incremento de la
autoestima o de la autovaloración positiva. El análisis de los grupos constituye una de las áreas más trascendentes
de la psicología social, tanto en lo que respecta a los estudios teóricos como en lo que atañe a la investigación
experimental.

Nivel societal: por último, nos encontramos con una referencia clave a la sociedad en su conjunto, esto es, a normas,
creencias, valores, ideologías, tradiciones, que no pueden pasarse por alto a la hora de comprender y explicar el
comportamiento humano. La consideración de este nivel es fundamental para esclarecer y evaluar la importancia de
lo que Sabucedo y Morales (2015) denominan el sentido común de la sociedad en un tiempo determinado. De
hecho, estos contenidos constituyen una base generalmente no cuestionada por las personas que ejerce una
influencia importante en nuestro comportamiento cotidiano.

PRINCIPALES ORIENTACIONES TEÓRICAS


La psicología social se nutre de los aportes provenientes de la psicología y la sociología.

PERSPECTIVAS FUNDAMENTALES EN PSICOLOGÍA SOCIAL: CONDUCTISMO


Examinaremos las distintas miradas o paradigmas dentro del
campo de la psicología social.

Los procesos psicosociales pueden ser examinados desde


distintas perspectivas teóricas y metodológicas, es decir, el
abordaje de estos procesos suele privilegiar algunos enfoques
más que otros. En este apartado, profundizaremos las principales
características de las siguientes orientaciones:

 conductistas;

 simbólicas;

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 fenomenológicas;

 cognitivistas.

En el caso de las primeras, hacemos referencia a las llamadas teorías conductistas (también conocidas como
behavioristas, en alusión a la conducta). Los aspectos centrales de las indagaciones que se inscriben dentro de este
marco teórico giran en torno a la conducta tanto observable como medible y las respuestas del comportamiento, ya
sea humano o animal, frente a determinados estímulos. 

Esta línea de exploración está dirigida hacia cuestiones que tienen que ver con la explicación y predicción del
desempeño conductual, es decir, el estudio de la experiencia de las personas desde el punto de vista de su conducta.
En este sentido, una nota característica de este tipo de abordaje es que los procesos mentales conscientes o
inconscientes quedan relegados o fuera del dominio específico de su estudio.

¿Qué lugar merecerán desde esta mirada los estados o experiencias internas de los individuos? En general, tales
estados no forman parte del marco explicativo propio del conductismo basado en las nociones de estímulo y
respuesta. Desde esta perspectiva, la psicología debe encaminar su desarrollo como una disciplina empírica y
experimental

De esta forma, predominante en la psicología, particularmente entre 1920 y 1960, el estudio empírico de la conducta
fue consolidando la idea de que el aprendizaje está influido por la presencia de estímulos provenientes del entorno,
a los cuales los individuos responden como máquinas orgánicas (Buckley, 1989). El crecimiento de esta línea de
investigación estuvo profundamente influido por los trabajos de Iván Pávlov sobre el condicionamiento animal.

Iván Pávlov fue un fisiólogo ruso cuyas investigaciones contribuyeron enormemente al estudio del llamado reflejo
condicionado Pávlov desarrolló su teoría sobre tal aprendizaje a través de experimentos llevados a cabo con perros.
En estos estudios él constató que, ante la presencia de comida, los perros comenzaban a salivar. Cada vez que le
acercaba comida al perro, hacía sonar una campana. El animal asociaba ese estímulo a la comida y comenzaba a
salivar. Luego de repetir varias veces esta cadena de asociación, el sonido de la campana inducía como respuesta la
salivación.

Además de los descubrimientos relacionados con el condicionamiento clásico por parte de Iván Pávlov, es clave
mencionar los principios del refuerzo de Edward Thorndike y los principios formulados por John Watson como el
marco de discusión de la primera generación del conductismo. Por su parte, los trabajos de J.B. Watson y B. F.
Skinner apuntaron al análisis funcional del comportamiento e inscribieron los problemas desde las categorías de las
contingencias de reforzamiento y castigo. Como sostiene Mañas (2007), estos trabajos se desarrollaron en oposición
del modelo psicoanalítico, procurando consolidar una alternativa científica al tomar como eje la conducta (lo
observable) y los principios del condicionamiento y el aprendizaje. Recordemos que el conductismo se caracterizó
por su rechazo a cualquier hipótesis mentalista

El trabajo clásico de Ferster y Skinner (1957), que tanto reconocimiento ha recibido, describe palomas picoteando la
palanca de respuesta para obtener cierto refuerzo en forma de recompensa: cada vez que la paloma picoteaba la
palanca, obtenía granos de comida. Este procedimiento fue empleado para examinar el condicionamiento operante
o instrumental. El propósito principal consistía en medir cómo los animales refuerzan o no su conducta en función de
las consecuencias que estas conductas representan.

Las consecuencias que aumentan la probabilidad de que la conducta ocurra se denominan reforzadores positivos y
los que la reducen, reforzadores negativos.

LOS REFORZADORES POSITIVOS SE ORGANIZAN CONFORME A CINCO CATEGORÍAS:

CONSUMO ꓽ bienes comestibles, como golosinas, galletas, fruta y refrescos.

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ACTIVIDAD ꓽ Ejemplos de reforzadores de actividad podrían ser la oportunidad de ver televisión, hojear un libro de
dibujos o incluso mirar por la ventana

MANIPULATIVO ꓽ incluyen el acceso al entretenimiento con un juego favorito, colorear, montar en bicicleta, navegar
por Internet, o juguetear con un radiocasete.

POSESIÓN ꓽ hacen referencia a las oportunidades de sentarse en la silla preferida, ponerse el vestido favorito, tener
una habitación individual o disfrutar en exclusiva al menos temporalmente de algún otro objeto.

SOCIAL: Los reforzadores sociales incluyen palmaditas afectuosas o abrazos, elogios, gestos de aprobación, sonrisas,
incluso una simple mirada o cualquier otra indicación de atención social. Para casi todos, recibir atención de otras
personas es un reforzador muy potente.

¿Cómo crees que puede influir esta perspectiva en el campo de la psicología social? tuvo una fuerte impronta en la
emergencia de una psicología social psicológica derivada de la psicología general, pero fundamentalmente
impulsada a principios del siglo XX en Estados Unidos por el conductismo

2. PERSPECTIVAS FUNDAMENTALES EN PSICOLOGÍA SOCIAL: EL PARADIGMA SIMBÓLICO


George Herbert Mead (1863-1931). Una de las mayores influencias que se percibe en la obra de este autor es la del
conductismo. Sin embargo, la teoría del interaccionismo simbólico, que se gestó mayormente por el calado de su
obra, difiere en aspectos centrales de aquella corriente psicológica. Para entender este punto de quiebre es preciso
tomar en cuenta cuáles fueron los problemas que Mead advirtió en relación con el conductismo.

Mead consideraba que esta visión hacía a un lado aspectos centrales de los procesos mentales, debido a que ponía
el énfasis en las reacciones de los individuos. En su lugar, proponía una mirada más general con el propósito de
examinar lo que ocurría dentro de la mente humana, pero sin desdeñar el estudio de la conducta.

Prevalece en Mead un interés por los aspectos conductistas de la investigación psicológica, pero desde una
dimensión clave que lo distanciará de esa corriente. Una noción central es la de acto social. Los actos sociales son
entendidos como conductas, pero en lugar de reducirse a expresiones de estímulo y respuesta, Mead considera que
una parte constitutiva de ellos tiene lugar dentro del organismo, en la mente o conciencia de la persona. La vía de
abordaje básica del acto social es, para Mead, el gesto. Buena parte de su trabajo constituye un esfuerzo por analizar
este mecanismo clave de la comunicación en la naturaleza. Existen diferentes tipos de gestos, pero Mead pone el
acento en el empleo de gestos significantes, es decir, aquellos que no surgen de manera automática, sino como
producto de sopesar o reflexionar antes de que se desencadene la reacción.

Una pieza fundamental de su teoría tiene que ver con la conversión de los gestos en símbolos significantes. Lo que
distingue a los humanos del resto de los animales es el uso de tales símbolos sin los cuales el pensamiento y la
comunicación entre las personas no serían posibles. Estos símbolos pueden definirse como expresiones que
producen reacciones semejantes en la persona que las profiere y los demás que la receptan.

Ritzer (1997) ilustra esta caracterización de la siguiente manera: “La persona que grita 'fuego' en el teatro
abarrotado está tan motivada para salir huyendo del teatro como las demás que reciben el mensaje" (p. 225). Dado
que las relaciones que establecemos con los demás son posibles a través del uso de símbolos significantes, su
estudio recoge uno de los grandes aportes de la teoría de Mead: las influencias más importantes sobre la conducta
son las simbólicas, aquellas que nacen del uso del lenguaje en las interacciones con otros.

Mead se muestra contrario a los planteamientos de la psicología tradicional que partía de individuo para explicar la
experiencia social.

Las interacciones que se producen entre las personas, dentro de los grupos, organizaciones y sociedades en general,
están inscritas en espacios en los que se comparten símbolos significantes mediante acciones comunicativas. La
comunicación es la pieza central de la interacción social. 

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La psicología social sociológica, más afín a la sociología, estuvo fuertemente inspirada por el interaccionismo
simbólico. 

3. PERSPECTIVAS FUNDAMENTALES EN PSICOLOGÍA SOCIAL: LA MIRADA


FENOMENOLÓGICA
Fenomenologia: Escuela filosófica que por el análisis de los fenómenos observables da una explicación del
ser y de la consciencia.
Aquí se destacan las obras de autores como:

 Edmund Husserl;
 Martin Heidegger;
 Maurice Merleau Ponty.

Un punto clave del paradigma en psicología social es el gran interés por cuestiones vinculadas con la constitución de
las relaciones sociales. Es decir, lo concerniente a la dimensión generadora de la vida social. 

Otro punto clave es la concepción subjetivista de lo social, el estudio de la realidad social en términos de conciencia
intencional constituye uno de los puntos más diferenciadores de esta corriente en relación con las demás.

La expresión conciencia intencional refiere a un proceso que no tiene lugar en la mente del individuo, sino que
sucede en la relación entre el individuo y las cosas del mundo que lo rodean. En esta relación, se asienta lo que
Husserl denominó el problema de la intersubjetividad. 

Entonces, ¿cuál es la premisa fundamental en cuanto al proceso generativo de la realidad social? La existencia de
condiciones subjetivas que no refieren a un reino privado e inaccesible a la inspección científica, sino a experiencias
vividas de las personas y sentidos otorgados a esas experiencias. Sin estas experiencias, no puede comprenderse la
intersubjetividad como forma de relación de unas conciencias con otras. 

Más en clave sociológica que filosófica, esa relación se caracteriza por desarrollarse en el mundo de la realidad
mundana donde conversamos, compartimos, amamos, trabajamos, y, fundamentalmente, vivimos sin poner en duda
la existencia de este mundo. Pensemos en situaciones de la vida cotidiana que damos por admitidas desde el sentido
común sin detenernos a analizar por qué nos comportamos de esa manera.

¿Por qué hacemos una fila para pagar en la caja de un supermercado? 

¿Por qué saludamos al ingresar a un lugar con otras personas?

De este modo, la indagación fenomenológica gira en torno, esencialmente, de dimensiones relativas a la relación
persona–mundo, en las que las experiencias vividas por los individuos y la significación concedida a esas experiencias
de la vida cotidiana juegan un rol fundamental. 

Por otra parte, la comprensión del fenómeno social desde este punto de vista procura desarrollar una manera
distinta de conocer, diferente a la conducida desde la pretendida objetividad de la ciencia positiva. Se trata, más
bien, de analizar el mundo social desde una mirada lo más desprendida posible de todo juicio sobre el carácter
objetivo del mundo.

4. PERSPECTIVAS FUNDAMENTALES EN PSICOLOGÍA SOCIAL: LA MIRADA COGNITIVISTA

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Orientación clave dentro de la psicología social: la cognitivista. Aquí se engloban numerosas líneas de trabajo que
comparten su interés básico por el estudio de los procesos cognitivos de la mente. Para trazar una historia de las
contribuciones que han forjado esta orientación, es preciso comprender la integración de avances provenientes de
distintos campos:

•Cuestiones teóricas relacionadas con la computadora digital;

• El empleo de lenguajes de programación;

•A investigación en inteligencia artificial;

•La exploración de diversos sistemas de procesamiento de la información;

•El uso de redes neuronales artificiales, etc.

Todos estos tópicos representan algunas de las principales vías de examen dentro de esta perspectiva. La
enumeración está muy lejos de ser exhaustiva, pero ilustra la riqueza y variedad que acompaña a las ciencias
aplicadas al estudio de la cognición. La repercusión de estos aportes, concretamente, del análisis de los procesos
cognitivos a partir de la computadora digital como modelo del funcionamiento de la mente humana, ha impulsado a
algunos investigadores a sentar las bases de lo que se ha denominado revolución cognitiva.

Un aspecto importante de algunos de los desarrollos teóricos que se inscriben en esta investigación es el interés por
el rol que juega el entorno de los individuos en los procesos cognitivos. Así, por ejemplo, en el llamado enfoque
dinamicista (Van Gelder y Port, 1995) el medioambiente en el que se desempeña el individuo juega un papel clave
en la comprensión de estos fenómenos. La impronta de esta mirada en el campo de la psicología social cubre
muchos fenómenos: la percepción, la memoria, el aprendizaje, la atención, entre otros.

Reflexión global sobre las perspectivas enumeradas

Cada uno de estos puntos de vista sobre los procesos psicosociales propone un ejercicio diferente de
conceptualización de la relación entre individuos y contexto social. La psicología social, como vimos, se caracteriza
por la integración de un gran conjunto de aspectos relativos al comportamiento humano en su interacción con
dinámicas y contextos sociales.

El tratamiento de las problemáticas que conforman su campo de interés da muestra, en muchas ocasiones, de una
fuerte complementariedad entre estas orientaciones. Los estudios, por ejemplo, de Sternberg (1988) y de Gardner
(1983) han contribuido a ubicar el abordaje de un tema de investigación tan neurálgico para la psicología como lo es
el concepto de inteligencia en un contexto de análisis lo suficientemente amplio como para desafiar su fundamento
clásico en el terreno de la cognición. Estos autores destacan la existencia, no de una, sino de múltiples inteligencias
relativamente independientes y con características propias. Estos y muchos otros estudios promueven el interés por
integrar diversas aproximaciones sobre los procesos psicosociales y así avanzar en el conocimiento de cómo la
sociedad influye en la cognición, la emocionalidad y el comportamiento de las personas y es influida por ellos.

¿Qué expresión es clave para comprender la mirada fenomenológica?

CONCIENCIA INTENCIONAL: Refiere a un proceso que no tiene lugar en la mente del individuo, sino en la relación
entre el individuo y las cosas del mundo que lo rodean. ✓

Una de las corrientes de mayor importancia dentro del pensamiento psico-social, aunque en algunos casos se ha
ubicado dentro de corrientes de corte más sociológico y fenomenológico, es el llamado Interaccionismo Simbólico,
cuyo origen se fecha en el año 1938 cuando Herbert Blumer bautiza con este nombre a la corriente. El
Interaccionismo Simbólico pone el acento en la importancia de la negociación de sentido entre sujetos sociales;
considera que la conducta humana no se basa en el esquema de estímulo-respuesta propuesto por el conductismo
más radical.

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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
APUNTE OBLIGATORIO: La Psicología Social y la Sociología Fenomenológica. Apuntes teóricos para la exploración de
la dimensión comunicológica de la interacción

DELIMITACIÓN DEL CAMPO


El objeto del estudio de la psicología social es todo lo que emerge de las interacciones sociales. En este sentido, son
múltiples los temas de interés que tiene esta disciplina. 

1. OBJETO DE ESTUDIO: ACTITUDES


En la investigación psicosocial podemos reconocer cuatro niveles fundamentales:

1. Intrapersonal,
2. Interpersonal,
3. Grupal,
4. Societal.

Actitud
Comúnmente, cuando empleamos la expresión actitud, lo hacemos para referirnos a la respuesta emocional o
conductual de una persona con respecto a una determinada situación. En el campo de la psicología social, la actitud
hace alusión a una apreciación que la persona hace con relación a lo que la rodea. Las actitudes son fundamentales
para comprender el comportamiento individual y social. Además, las actitudes permiten conocer los valores, normas
y preferencias interiorizadas por un individuo o grupo, según el contexto social, por lo que, si este último cambia, es
posible que las actitudes cambien.

Las actitudes se pueden entender como un conocimiento social construido a partir de experiencias, creencias y
sentimientos. Se pueden conceptualizar como “evaluaciones globales y relativamente estables que las personas
hacen sobre otras personas, ideas o cosas, que técnicamente reciben el nombre de objetos de actitud”. El objeto de
la evaluación, es decir, aquello sobre lo que recae, puede ser otra persona, grupos humanos, hechos sociales, ideas,
sucesos específicos (económicos, políticos, ambientales).

La actitud se caracteriza como un constructo relativamente estable y unitario que cuenta con tres componentes
(Breckler, 1984):

Afectivo: refiere a emociones y sentimientos asociados con el objeto de la actitud. En el caso de Félix, sería el placer
que siente al pasar muchas horas viendo televisión.

Cognitivo: hace referencia a las creencias que tiene el individuo respecto del objeto de actitud. Por ejemplo, en el
caso planteado, Félix cree que ese estilo de vida lo relaja.

Conductual: se refiere a las acciones que hace un individuo o las intenciones de comportamiento respecto de un
determinado objeto de actitud. Volviendo al caso de Félix, puede ser la misma acción de no realizar actividad física. 

Las actitudes se relacionan con valoraciones (positivas o negativas) de los objetos de actitud. La discusión sobre sus
bases estructurales (afectivas, cognitivas y conductuales) constituye una de las áreas de mayor investigación no solo
dentro de la psicología social, sino también en la psicología en general. 

Entre sus principales funciones merece destacarse su influencia en los comportamientos y las decisiones de las
personas. También, es preciso mencionar su papel en la conformación tanto de la identidad individual como social;
dado que, a través de las actitudes, comunicamos nuestro modo de pensar y sentir. Al compartir un individuo sus
actitudes con otros, sin dudas, está dejando en claro quién es, por lo que las actitudes son importantes para la
definición y el fortalecimiento de la propia identidad

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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
2. OBJETOS DE ESTUDIO: PERSUASIÓN
En el lenguaje corriente, solemos emplear la noción de persuasión para expresar la capacidad de una persona de
convencer a otras para que piense o actúe de una determinada manera. 

Dentro del ámbito de la psicología social, la persuasión hace referencia a una modificación que se produce en la
actitud, esto es, en la evaluación que hace una persona con respecto a su entorno físico, mental o social. Ambas
definiciones subrayan el mismo aspecto clave: mediante la formulación por parte de un emisor de determinado
mensaje sobre algún asunto en particular, hay un proceso destinado a cambiar la actitud de una persona (receptor)
hacia tal asunto. Dado que, como vimos antes, las actitudes entrañan una valoración positiva o negativa por parte de
las personas hacia lo que las rodea, la persuasión supone, entonces, una transformación en las creencias mantenidas
hasta entonces. 

Es importante añadir que estamos en presencia de un elemento clave de la comunicación que puede ser afectado
por una gran variedad de aspectos que involucran tanto a los emisores de los mensajes como a sus receptores. Así,
por ejemplo, la credibilidad, el atractivo y el poder figuran entre las características principales que promueven la
capacidad y eficacia persuasiva de quien transmite un mensaje.

Hay una forma de persuasión que se conoce como «narrativa». Como ilustra la situación, (caso de hipo en serie)
esta forma de persuasión hace referencia a un fenómeno de impacto en las actitudes de las personas, debido al
poder de los mensajes que vehiculizan las narraciones; y, en particular, las de la ficción, que tienen una función clave
en determinados cambios actitudinales. 

Concepto examinado en la psicología social de las comunicaciones es el de motivación eudaimónica. Se emplea


esta expresión para hacer alusión a una forma de motivación vinculada con el consumo de contenidos de ficción que
poseen un gran impacto a nivel emocional. Esta dimensión motivacional consiste, esencialmente, en la búsqueda de
gratificaciones cognitivas mediante las cuales se explica el consumo de estos contenidos.

También encontramos la llamada «paradoja del drama». Esta expresión está estrechamente relacionada con lo
que hemos especificado antes, dado que refiere a una apreciación positiva por parte de las personas de los
contenidos dramáticos consumidos, aun cuando estos mensajes inciden de manera muy significativa produciendo
emociones negativas. La «paradoja del drama» se da cuando se experimentan e interpretan las narraciones
desde dentro, como si los acontecimientos que se relatan nos estuviesen ocurriendo a nosotros mismos. 

Identificación con personajes de ficción: Con este término se alude a un conjunto de procesos y expectativas
psicosociales de las personas que intervienen en la construcción de identidad y en la configuración de la realidad
social. El concepto de identificación con los personajes constituye uno de los tópicos que más teorización ha
merecido sobre el impacto de la ficción (escrita y audiovisual). Dicho de otro modo, tendría la sensación de
convertirse en el personaje propiamente.

Así, los receptores, durante el visionado de una serie o film, podrían olvidar quiénes son para imaginarse que son
otros. De esta manera, asumirían la identidad del personaje mediático y, en cierta medida, transformarían su propio
sentido del yo (Wright, 1994; Zillmann, 1995): “Mientras se identifica con un personaje, un miembro de la audiencia
se imagina a sí mismo siendo el personaje y reemplaza su identidad personal y rol como receptor por la identidad y
el rol representado en el texto” (Cohen, 2001, p. 251). Por tanto, el receptor abandonaría y relegaría a un segundo
plano su existencia «real» para adoptar el punto de vista y el papel del personaje con el cual se identifica. Dicho de
otro modo, tendría la sensación de convertirse en el personaje propiamente.

«Transporte narrativo» Un aspecto fundamental de las relaciones simbólicas que las personas establecen no solo
con los personajes, sino más bien en general con el producto de ficción mismo, es el grado de inmersión que
experimentan. El transporte narrativo refiere a este proceso psicológico vinculado con el impacto de la persuasión
narrativa (Igartua Perosanz, 2015).

11
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
NEUROCIENCIA SOCIAL
Dentro de los grandes avances que ha experimentado la psicología social durante los últimos años, la irrupción de la
neurociencia en esta área de estudio es uno de los más resonantes y significativos. Desde sus inicios, el análisis de los
procesos psicosociales tradicionales se ha focalizado, de manera preferente, en una gran variedad de aspectos
cognitivos o psicológicos. Asimismo, gran parte del desarrollo de la psicología social giró en torno a la tensión entre
enfoques que acentuaban los componentes psicológicos de tales procesos o en enfoques que adoptaban una mirada
más sociológica al respecto. El conflicto entre estas grandes perspectivas contribuyó a centrar las investigaciones de
los procesos psicosociales en dos dominios teóricos: el cognitivo y el social. 

El rápido desarrollo de la neurociencia y de las técnicas de neuroimagen transformó, en gran medida, el marco
hegemónico de discusión sobre la psicología social, que estaba anclado en esta dupla de cognitivo y social. Son
numerosos los desarrollos que han impulsado el surgimiento de la denominada neurociencia social. 

Un primer elemento fundamental en la caracterización de esta área de estudio fue demostrar la conexión entre
determinados aspectos sociales y el sistema nervioso autónomo, neuroendocrino e inmunológico.

Hoy, es frecuente considerar formas de relación entre, por ejemplo, un ritmo de vida vertiginoso y estresante con
determinadas patologías o afecciones en nuestro sistema inmunológico. En aquel momento, resaltar la importancia
de las condiciones del entorno en el estudio del sistema nervioso asignando a los factores sociales un rol
fundamental, representó una verdadera extensión de los conocimientos consolidados hasta entonces.  

Este cuerpo teórico comenzaba su trayecto de institucionalización, generando nuevas metodologías (técnicas,
neurofisiológicas y de neuroimagen para el análisis y medición de la actividad cerebral) acompañadas de diferentes
modos de abordar el estudio de la conducta humana. En este contexto, la integración entre la perspectiva social,
cognitiva y neural fue una pieza fundamental para el surgimiento de la neurociencia social.

En principio, esta nueva área se propuso abordar el estudio de las respuestas neurológicas a las interacciones de las
personas con el entorno social. La línea de investigación era UNIDIRECIONAL: se examinaba la influencia de factores
sociales sobre factores biológicos.

Luego orientó su estudio progresivamente hacia una dimensión BIDIRECCIONAL: comprender las relaciones e
influencias recíprocas entre las bases neurológicas y sociales de la conducta social humana.

¿CUÁL ES LA METODOLOGÍA DE LA NEUROCIENCIA SOCIAL?


Si el propósito principal de este campo es, en términos generales, comprender las bases neurológicas de procesos
psicosociales, es claro que poder monitorear y analizar la actividad cerebral de las personas tiene grandes
implicancias para el avance del conocimiento sobre la conducta social humana.

El estudio no lesivo de las estructuras cerebrales y de las respuestas neurobiológicas de los seres humanos, mediante
un conjunto diverso de técnicas, conduce gran parte de la investigación actual en neurociencia social. Las
investigaciones exploran procesos psicosociales, como los estereotipos, la empatía, la cognición social, la
cooperación, las relaciones intergrupales, etcétera.

Un hito fundamental ha sido el avance registrado, durante los últimos años, en los procedimientos de medición
mediante el empleo de técnicas de resonancia magnética funcional, tomografía por emisión de positrones,
estimulación magnética transcraneal, etcétera. También, debemos considerar, al referirnos a la metodología dentro
de este campo, una cuestión clave que tiene que ver con la expansión teórica. Los métodos y técnicas de la
neurociencia social permiten formular nuevas teorías sobre el flujo de influencia entre procesos neurobiológicos y
procesos psicosociales. 

La corteza prefrontal está situada en la parte más anterior (la más cercana a la cara) del cerebro y constituye una de
las estructuras más atractivas para los investigadores en neurociencia social. El origen de este interés data del año

12
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
1848, cuando Phineas Gage, un obrero de los ferrocarriles de Vermont (EE. UU.), sufrió un accidente con una barra
de hierro que le atravesó el lóbulo prefrontal. A pesar de lo dramático del suceso, no falleció en el accidente, pero su
personalidad y manera de relacionarse socialmente se modificaron drásticamente. A partir del análisis de este caso,
los investigadores llegaron a la conclusión de que esta zona del cerebro se encontraba directamente relacionada con
las emociones y las interacciones sociales, conclusiones estas que debieron esperar algo menos de 150 años en
quedar definitivamente demostradas con las primeras neuroimágenes cerebrales. En la actualidad, la investigación
en neurociencia ha encontrado una gran cantidad de funciones que dependen de esta zona, que se considera la más
evolucionada del cerebro humano: comprender las consecuencias de comportamientos futuros, ponerse
empáticamente en el lugar de otras personas, realizar atribuciones y mentalizaciones y tomar todo tipo de
decisiones sociales son solo algunos ejemplos del uso social de la corteza prefrontal. (Sabucedo y Morales, 2015, p.
27)

COGNICIÓN SOCIAL
La cognición social constituye una de las áreas de conocimiento más importantes para la psicología social. Su estudio
comprende un gran repertorio de fenómenos relativos a los modos en que las personas comprenden, perciben,
recuerdan y elaboran inferencias sobre las motivaciones, pensamientos y sentimientos de otras personas.

Desde un amplio objeto de estudio, intenta dar respuesta a interrogantes que tienen que ver con el
desenvolvimiento de los seres humanos en un entorno social cambiante y complejo.

Entre las principales problemáticas dentro del campo de la neurociencia cognitiva social, destacaremos las
siguientes:

 PERCEPCIÓN SOCIAL: el estudio de la percepción de los rostros humanos desempeña un rol fundamental
en el examen de la relación entre procesos relativos al reconocimiento y recuerdo de las personas y procesos
neuronales (Lieberman, 2010). La percepción del rostro, un aspecto claramente importante en el desarrollo
de los vínculos humanos, adquirió gran relevancia como problemática de la psicología social, gracias,
principalmente, a las investigaciones generadas dentro de la neurociencia social.
 INFERENCIA SOCIAL: en términos generales, inferencia social es una expresión que se emplea para aludir a
una gran diversidad de mecanismos a través de los cuales las personas obtienen información sobre la
realidad circundante.
 EMPATÍA: el problema acerca de cómo explicamos la existencia de respuestas afectivas a las experiencias
internas de otra persona, ya sean pensamientos o sentimientos, ubica a la empatía en un lugar destacado.
«Siento como propio tu malestar»
 CATEGORIZACIÓN Y JUICIOS SOCIALES: este concepto se refiere a que las personas agrupamos casos que
tienen un parecido de familia en el sentido de que comparten ciertos rasgos o atributos.

LOS VÍNCULOS SOCIALES


Etimológicamente, el término «vínculo» expresa unión o atadura de una persona o cosa con otra.

Por tanto, esta noción suele emplearse para aludir a una relación cercana o una especie de ligadura que mantiene
unidas a dos personas. Esta primera caracterización nos permite ya visualizar una diferencia importante entre el
significado de este término y el concepto de «relación». Los vínculos, a grandes rasgos, tienen sus raíces en las
relaciones que las personas mantienen entre sí, pero están acompañados de un determinado nexo o unión
emocional que los diferencia y los dota de un carácter particular. 

13
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
Mediante el establecimiento de vínculos sociales, las personas satisfacen diferentes necesidades que son esenciales
no solo para su supervivencia, sino también para un adecuado desenvolvimiento físico, emocional, cognitivo y social.

Las transformaciones culturales tienen una función clave en la generación de nuevas formas de vinculación social.

Un ejemplo clave de cómo la dinámica de los cambios culturales impacta en esta cuestión es el surgimiento,
alrededor de 1989, de la llamada World Wide Web (WWW) o red informática mundial; expresión que se usa para
designar un sistema de distribución de documentos de hipertexto o hipermedios. La posibilidad, mediante un
navegador web, de visualizar sitios, páginas y poder navegar a través de diferentes enlaces presupone un contexto
relacional de carácter global, sin impedimentos geográficos o físicos, en donde las interacciones sociales pueden
llegar a favorecer el establecimiento de diferentes tipos de vínculos. El impacto de Internet en la comunicación e
interacción social constituye un tópico de investigación central con respecto a la formación de vínculos de diversa
índole, sobre todo, aquellos que se caracterizan por el establecimiento de relaciones, ya sean de amistad,
compañerismo y/o de pareja.

El motivo principal que conduce a las personas a comunicarse por este medio no es tanto la transmisión de
contenidos, sino el hecho de poder establecer relaciones interpersonales y crear espacios de diálogo en donde
compartir sentimientos, creencias, pensamientos y valores.

Posturas contrarias:

 aquellos que subrayan, por un lado, que las relaciones sociales articuladas en torno al fenómeno de Internet
representan una modalidad pobre de comunicación y de influencia recíproca en el comportamiento de los
usuarios en comparación con las interacciones tradicionales cara a cara;
 y aquellos que, por otro lado, consideran que la interacción en los espacios virtuales define una forma de
relación social, dotada de una intensidad y proximidad emocional particular, que promueve la formación de
vínculos que de otro modo no serían posibles. 

Las investigaciones sobre los beneficios que promueven las relaciones de amistad brindan un panorama cada vez
más amplio de los efectos asociados a la conformación de lazos entre las personas con cierto nivel de
involucramiento y compromiso. Aspectos ligados a una mayor tolerancia al dolor, un sistema inmunológico más
fuerte, un menor riesgo de depresión y muerte prematura, entre muchos otros tópicos fundamentales para una
buena calidad de vida, encabezan muchos de los abordajes teóricos actuales sobre la importancia de las relaciones
interpersonales. En este contexto, la dinámica de las relaciones cercanas y sus implicancias en materia de salud
aparecen examinadas dentro de un entramado complejo de procesos cognitivos, conductuales, fisiológicos y
sociales.

¿Qué lugar ocupa la atracción entre los procesos que favorecen el establecimiento de lazos o vínculos sociales?

El concepto de atracción, en general, hace referencia a diferentes niveles de agrado o desagrado que experimentan
las personas hacia alguien.

También, es considerada como uno de los principales mecanismos adaptativos relacionados con la supervivencia
humana y la construcción de vínculos predominantemente ligados a sus efectos, como las relaciones íntimas o de
pareja. Esta última conceptualización se focaliza en factores biológicos que giran en torno a la capacidad para atraer
el interés sexual de parejas reproductivas potenciales. No obstante, la atracción incluye un espectro mucho más
amplio de componentes asociados a factores psicológicos, sociales y culturales. La investigación de Díaz-Loving y
Sánchez Aragón (2002) presenta un extenso repertorio de expresiones conductuales y emocionales involucradas en
la atracción.

Un interrogante clave en el análisis de los vínculos sociales gira en torno al proceso de interacción que tiene lugar en
los medios de comunicación masivos. Investigaciones con relación al uso de Internet, por ejemplo, ponen en
evidencia un conjunto específico de modos de vinculación y también de atracción. Aquí, la investigación está
14
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
básicamente orientada por el examen de características tales como la proximidad virtual y no física, la centralidad de
la frecuencia en la calidad de los vínculos (el número de veces que las personas se comunican o conectan), el uso de
modos gráficos de expresión de sentimientos como emoticones, el valor sustancial de las palabras empleadas en la
comunicación como canal de atracción, etcétera.

McPherson, Smith-Lovin y Brashears (2006) estudiaron diferentes aspectos vinculados con una importante
transformación en las relaciones interpersonales en las últimas dos décadas. La investigación conducida por estos
autores ha mostrado que, en la población estadounidense, el número de encuentros con quienes una persona puede
entablar una conversación sobre asuntos importantes de interés para ella ha disminuido drásticamente. La presencia
cada vez menor de relaciones basadas en la confidencia puede deberse a muchos factores. Uno de ellos tiene que
ver con el uso extendido de teléfonos celulares e Internet. Sin embargo, los autores consideran que los cambios
producidos en algunos aspectos relativos al contexto social permiten circunscribir indicadores más interesantes para
evaluar este fenómeno. El análisis de las medidas realizadas en el estudio sugiere que las profundas
transformaciones verificadas en el ritmo laboral y en los patrones de recreación de las personas en los últimos veinte
años tiene un fuerte impacto en la gestación de una extensa brecha entre un pequeño grupo de personas, cada vez
más reducido, con un alto grado de comunicación confidente y un conjunto, mucho mayor y en expansión constante,
de personas con quienes las relaciones se desenvuelven sin una interconexión robusta. La dinámica familiar aparece
modificada por estos cambios, que también se conectan de manera clave con las implicancias que acompañan al uso
de las nuevas tecnologías, fenómeno que no se examina de manera aislada. El empleo de teléfonos celulares e
Internet podría incidir en la formación de un espacio vasto de contactos, pero lo que se subraya aquí es que tal
forma de interacción parece reducir las relaciones cara a cara con familiares, vecinos y amigos.

¿Qué es el apego y cómo se vincula con la socialización?

En el lenguaje corriente, es usual asociar el término «apego» para referirse a las relaciones o vínculos emocionales
de dependencia afectiva. Sin embargo, esta expresión vulgar remite solo a un tipo específico de apego conocido
como inseguro o ansioso, mientras que el apego como tal es un elemento clave en la atracción inicial que
manifestamos hacia una persona. En el establecimiento de lazos emocionales, este componente influye en el
sentimiento de que la persona hacia quien nos sentimos atraídos comparte características de unión afectiva
semejantes a las nuestras. 

Gran parte del desenvolvimiento del apego en la edad adulta está determinado por el cuidado que las personas
reciben, mayormente por parte de la madre en sus primeros meses y años de vida en cuanto a sus necesidades
físicas y afectivas. Este tipo de cuidado promueve el desarrollo de una autoimagen valiosa, merecedora de atención y
amor. 

También, es significativo su impacto en la constitución de una valoración positiva de las cualidades personales,
fuertemente ligada a un sentido de independencia y autonomía. La autopercepción positiva proporciona, a su vez,
información relevante sobre sus actitudes hacia los demás y, por tanto, sobre su valoración en cuanto al fenómeno
de la socialización. Por ello, el apego seguro se enraíza en el desarrollo no solo de una buena opinión que la persona
tiene con respecto a sí misma, sino también en habilidades emocionales y cognitivas que sustentan el
desenvolvimiento de relaciones interpersonales satisfactorias. 

DETERMINANTES PSICOSOCIALES DE LA RELACIÓN


La atracción interpersonal está influenciada por múltiples factores que ejercen el papel de determinantes o
condicionantes de los niveles de agrado que las personas experimentan hacia aquellos con quienes podrían
establecer una relación en el futuro. Entre estos factores encontramos, de acuerdo con Sabucedo y Morales (2015),
los siguientes:

•Principio de similitud: aquí se engloban aquellas motivaciones de la atracción que están vinculadas al hecho de
poder compartir diferentes aspectos. Las semejanzas en cuanto a la procedencia étnica, el nivel cultural, la clase
social, la religión, etcétera, suele dar lugar a una mayor atracción sexual que las diferencias.
15
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
•Principio de reciprocidad: las personas orientan su simpatía hacia aquellos que también manifiestan actitudes de
simpatía para con ellos. El hecho de compartir sentimientos, emociones y pensamientos acerca de las personas
favorece la atracción entre ellas.

•Principio de belleza: este principio se refiere a la importancia de los atributos físicos en la atracción. En gran
medida, la presencia de características físicas deseables determina la formación de expectativas en relación con la
constitución de un vínculo y su éxito futuro. Los parámetros asociados a lo que se considera bello o no forman parte
de un vasto conjunto de aspectos culturales y sociales.

•Principio de seguridad: un componente clave en la formación de vínculos o lazos emocionales es la impresión de


seguridad o confianza que transmite una persona. La atracción se orienta, en general, hacia aquellas personas cuyas
actitudes y comportamientos evidencian seguridad en sí mismas.

Las actitudes son solo comportamientos que nos permiten inferir las evaluaciones que realiza un individuo de un
determinado objeto de actitud. Las actitudes cuentan con tres componentes: las creencias, los sentimientos y los
comportamientos. Estos tres componentes se entienden como las respuestas que se pueden dar a los estímulos que
provocan las actitudes.

¿A qué concepto hace referencia una apreciación positiva por parte de las personas de los contenidos dramáticos
consumidos, aun cuando estos mensajes inciden de manera muy significativa produciendo emociones negativas? A
la paradoja del drama.

MÓDULO 2
LA INFLUENCIA SOCIAL
Un tópico central dentro del ámbito de la psicología social son los procesos de influencia social. Nuestra relación con
los demás se encuentra expuesta a múltiples situaciones de influencia en las que intervienen factores tales como la
percepción de las personas que nos rodean, la valoración positiva o negativa que mantenemos hacia ellos y la
formación de impresiones.

LA AUTONOMÍA DISCIPLINAR
La elaboración de esta noción ingresa al campo de la psicología social desde el primer instante de su conformación.
Como observamos ya, vemos su impronta en una de las definiciones más ampliamente aceptadas de este campo de
estudio: “Los psicólogos sociales consideran su disciplina como un intento de comprender y explicar cómo los
pensamientos, sentimientos y comportamientos de los individuos son influidos por otro ser real, imaginario o
implícito” (Allport, 1968, p. 3). No es de extrañar, entonces, que el estudio de la influencia social constituya un tema
de interés para la psicología social.

El fenómeno de la influencia social hace referencia a los cambios (cognitivos, afectivos y conductuales), que
producen determinadas personas o grupos sobre otros. Es importante tomar en cuenta que su estudio implica
también todos aquellos elementos que intervienen, de manera directa o indirecta, en la producción de tales cambios
(por ejemplo, el estatus, el poder, la presión social, las tradiciones o costumbres, la conformidad, la obediencia, etc.).

DISTINTAS VÍAS DE INFLUENCIA


Cuando hablamos de influencia podemos tomar en cuenta múltiples aspectos:
 La que procede de los otros de manera personal;
 La que ejercen los grupos a los que pertenecemos;
 La que proviene de la estructura social;
16
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
 La que procede de la cultura;
 La que emana del ambiente o entorno físico.

Es importante advertir que el conocimiento de la influencia social no se circunscribe únicamente a los cambios de
conducta que tienen lugar como resultado de la conducta de otra persona. Como vimos antes, el nivel interpersonal
constituye un espacio de interacción, aunque uno entre otros. El estatus o la autoridad de un individuo, por ejemplo,
definen otra forma de influencia que se desenvuelve en el interior del grupo y puede afectar a todos sus miembros.
Del mismo modo, este proceso puede tener lugar también entre los grupos. En cualquier caso, estamos envueltos en
distintas esferas de influencia que se generan a partir de nuestras interacciones e intercambios con los demás.

3. LA RELACIÓN PODER–INFLUENCIA
El estudio de la relación poder–influencia se ha efectuado desde distintas perspectivas y constituye un aporte
sustancial explorar de cuántas y diversas maneras el poder, en sus distintas manifestaciones, juega un rol decisivo en
la configuración de las interacciones humanas: en las relaciones entre padres e hijos, en la pareja, en el ámbito
laboral y, en general, en nuestra misma realidad personal.

Sabucedo y Morales (2015), siguiendo a French y Raven (1982), subrayan que hay seis modalidades esenciales del
poder:

 Poder de recompensa: nos referimos a la capacidad, personal u organizacional, para gestionar y otorgar
premios, beneficios, incentivos que son considerados valiosos por quienes los reciben.
 Poder coercitivo: refleja la capacidad para castigar, sancionar o suspender a otra persona por no obrar en
conformidad con lo estipulado.
 Poder legítimo: el peso está puesto en la posición que ostenta una persona dentro de una estructura u
organización. Cuanta más alta sea esta posición en la jerarquía organizacional, su poder legítimo
correspondiente será también mayor.
 Poder referente: poder que se otorga a una persona como consecuencia de determinadas características o
atributos personales que se perciben en ella.
 Poder experto: es la influencia que ejerce una persona o grupo por poseer determinadas experiencias,
conocimientos o capacidades destacadas en algún ámbito específico, y juzgadas como importantes para los
demás.
 Poder de información: poder basado en la posesión y control de información que es apreciada como
fundamental y relevante.

El poder, en sus distintas variantes, tiene capacidad para afectar el comportamiento de las personas.

El rol del poder dentro de la psicología social de la comunicación se encuadra en el estudio de la influencia que
ejercen los medios de comunicación en la percepción social de numerosos fenómenos.

Otro relevante proceso de influencia que analizaremos es la CONFORMIDAD. Con esta expresión, se alude a los
cambios o modificaciones de un comportamiento o posición asumida por un sujeto como consecuencia de la presión
(real o simbólica) ejercida por un grupo con vistas a adaptarse a las normas o juicios prevalecientes en el grupo. De
este modo, este proceso se asienta en un cambio de conducta que se expresa en el intento de armonizar con una
estructura grupal. 

Otro factor que debemos considerar al momento de analizar la influencia social es la formación de normas, también
denominado NORMALIZACIÓN. Lo que se define con este término es un mecanismo de influencia recíproca que
tiene lugar cuando no hay una pauta común o un marco de referencia previo que guíe la acción de los individuos o la
de sus juicios frente a una situación dada. Cuando se presenta una situación u objeto desconocido, se genera en los
miembros del grupo una tendencia a converger en normas y criterios comunes, es decir, se produce una disposición
de los miembros del grupo al consenso.

17
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
4. OTROS PRINCIPIOS DE INFLUENCIA
El psicólogo estadounidense Robert Cialdini se dedicó a estudiar cuáles son los principios de influencia (2001, citado
en López Sáez, 2007). A continuación, veremos las características principales de cada uno de ellos.

 Reciprocidad social: la norma de reciprocidad es una de las más importantes por las que se sustenta la
sociedad. Una frase típica que hace alusión a esta norma es “ojo por ojo, diente por diente”.
 Validación social: este principio se sustenta en averiguar qué piensan o qué consideran los demás una
actitud correcta.
 Compromiso o coherencia: este principio se basa en el deseo de ser y parecer coherente.
 Simpatía: este principio hace alusión a que los individuos somos proclives a acceder a peticiones o acciones
si la persona que lo pide resulta agradable, familiar y simpática.
 Escasez: se basa en la estrategia de que lo menos accesible se percibe como lo más valioso.
 Autoridad: este principio fue el más estudiado en la psicología social. Entre los experimentos realizados
sobre la temática se destaca el experimento de Milgram en 1962. A partir de este, se comprobó que las
personas tienden a realizar acciones en contra de sus principios si quien se lo pide es una autoridad legítima
(en el experimento, un profesor universitario o investigador científico). En su momento, esto sirvió para
comprender por qué los individuos obedecían bajo el régimen del nazismo (Milgram, 2002).

¿Qué es la influencia social? Debido a que los efectos que producen el encuentro o la interacción con los otros es la
clave para comprender la naturaleza de este proceso.

¿Qué nombre recibe la influencia que ejerce una persona o grupo por poseer determinadas experiencias,
conocimientos o capacidades destacadas en algún ámbito específico? PODER EXPERTO.

¿Cuál de los siguientes es un factor que afecta el fenómeno de la conformidad?: El tamaño del grupo

¿A qué hace referencia el hecho de que un sujeto no se perciba a sí mismo como responsable de sus actos, sino
como un mero agente u objeto de las instrucciones que proceden de la autoridad de otro? Al denominado estado
agéntico

EL GRUPO COMO LUGAR PRIVIEGIADO DE INFLUENCIA SOCIAL


¿QUÉ PAPEL JUEGAN LOS GRUPOS EN LOS PROCESOS DE INFLUENCIA?
Ejemplo de ciberbullying.

Algunas de las más importantes variables que se consideran en la transmisión de influencia se sitúan y desarrollan en
estructuras grupales en donde el comportamiento de sus miembros (búsqueda de respeto, adhesión, sentido de
pertenencia) juega un papel decisivo. 

 Los procesos de influencia que tienen lugar en los grupos actúan a nivel conductual, cognitivo y emocional.
 Existen muchos factores que determinan el grado en que las personas se ven afectadas por la presión de
grupo.
 El grupo juega un papel central en la conformación de la identidad personal. 

MODELO EXPLICATIVO DE MILGRAM


La tríada poder, dominación y obediencia es una de las vías más importantes de influencia social. Una contribución
central sobre este tema proviene de los estudios de Stanley Milgram (1974) sobre la obediencia a la autoridad. 

Los experimentos de Milgram se llevaron a cabo en los años sesenta, en la Universidad de Yale. Un aspecto
importante en relación con estos estudios es que estuvieron inscriptos dentro de una perspectiva psicosocial
caracterizada por el interés en los efectos negativos de los grupos. El panorama general que brindaba esta
perspectiva sobre la influencia ubicaba el análisis de los grupos en torno a cambios o modificaciones de la conducta
18
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
que estaban emparentadas con reacciones en su mayoría agresivas, discriminatorias o conformistas. Las
exploraciones sobre la influencia estaban, en cierta forma, enmarcadas en este contexto de atención promovido
fuertemente por algunas de las más significativas investigaciones al respecto como la de Sherif y Sherif (1953) y la de
Asch (1946).

A partir de 1974, con la publicación de su libro Obedience to authority comenzó a cobrar popularidad el trabajo de
Milgram. Un concepto clave en los resultados obtenidos a través de sus experimentos fue el de banalidad del mal,
tomado de Hannah Arendt (1963). Este concepto cobró cuerpo en el análisis de esta autora sobre el juicio contra
Eichmann, responsable del plan de exterminio de los judíos por parte del régimen nazi. En su argumento de defensa,
Eichmann alegó: “Siempre había sido un fiel cumplidor de las leyes y las órdenes de Hitler” 

La idea de la banalidad del mal que hundía sus raíces en la impresión, descripta por Arendt, acerca de que “los
motivos que sustentaban (los actos de exterminio) eran ‘banales’, ya que estaban más centrados en realizar
adecuadamente la tarea y agradar a sus superiores que en las consecuencias de sus actos”.

La obediencia a la autoridad constituyó el pilar central de los experimentos de Milgram, quien estaba atento a los
análisis de Arendt sobre este juicio. Como señalan Sabucedo y Morales (2015), tres componentes principales
conformaron el modelo sobre la naturaleza y maldad humanas diseñado por Milgram: la persona, la situación y la
víctima. 
La descripción de cada uno de estos elementos se presenta en los siguientes términos.

LA PERSONA: el sujeto experimental propiamente dicho. Son ciudadanos de a pie de la ciudad de New Haven donde
está situada la Universidad. Su tarea consiste en recitar pares de palabras (pato salvaje, caja azul, hermoso día, etc.)
a fin de que la víctima los memorizase, elegir posteriormente una y ver si la víctima recordaba cuál era su par. En
caso de fallar, tenía la orden de empezar a asestarle descargas eléctricas pulsando las clavijas de un panel que tenía
adelante hasta llegar, si fuese necesario, a los 450 voltios. Cada vez que pulsaba una clavija decía en voz alta, a fin de
que la víctima lo pudiera oír, el nivel de descarga que le administraba. A los sujetos del experimento se les pagaba
cuatro dólares por sesión y 50 centavos para el transporte.

LA SITUACIÓN: la figura de autoridad y la propia Universidad. De manera siempre educada y amable, la figura de
autoridad instaba y conminaba al sujeto experimental a dar la descarga eléctrica cuando se cometiera un fallo:
“Prosiga”, le decía; “es absolutamente esencial que continúe”, le repetía si lo veía flaquear.

LA VÍCTIMA: un ciudadano de New Haven. Estaba entrenado para empezar a protestar y a quejarse a medida que
subía el nivel de las descargas.

El aspecto decisivo para el tema que estamos abordando está vinculado al hallazgo de una significativa influencia
destructiva detectada en las personas, debido a la situación creada por una figura de autoridad.

¿CUÁNTA PRESIÓN PUEDEN EJERCER LAS FIGRAS DE AUTORIDAD?

La inspiración para este experimento, realizado en 1963 por el psicólogo Stanley Milgram, de la Universidad de Yale
(EE. UU.), surgió de los juicios de Nuremberg por los crímenes de guerra del nazismo, tras la Segunda Guerra
Mundial.

Cobraron relevancia los siguientes factores para explicar el estado de obediencia de los individuos involucrados:

 Las condiciones de socialización: hace referencia, esencialmente, a la existencia temprana de diversos


modos de acatamiento a órdenes que juegan un papel decisivo en la conformación de las relaciones
sociales. 
 La presencia de factores de cambio relativos a la obediencia a la autoridad: hay dos aspectos sobresalientes:
por un lado, el rol que desempeña el poder legítimo de quien es la figura de autoridad, dado que, a mayor
prestigio, mayor grado de obediencia; por otro lado, las modificaciones en las respuestas (reacciones más
débiles) frente a la autoridad como consecuencia de la cercanía del sujeto experimental a la víctima.
 La fragilidad de la resistencia humana: asociado al ESTADO AGÉNTICO.
19
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
ESTADO AGÉNTICO: Con esta expresión, se alude a un estado en el que el sujeto no se percibe a sí mismo como
responsable de sus actos, sino como un mero agente u objeto de las instrucciones que proceden de la autoridad de
otro. De este modo, las autoridades son percibidas como responsables de sus actos de acatamiento a las órdenes
impartidas.

FORMACIÓN DE NORMAS – MUZAFER SHERIF


Los experimentos llevados a cabo por Muzafer Sherif (1936) sobre la formación de normas constituyen un eje central
en la psicología social y en el estudio, dentro de esta disciplina, de los procesos de influencia.

Los intereses de Sherif giraron en torno a la influencia del grupo sobre los individuos que realizan juicios sobre una
situación en la cual no existe una norma previa: en este caso, las personas dudan entre las respuestas que pueden
efectuar. Así, la modalidad de influencia examinada en estos experimentos remite a lo que hemos denominado
normalización o formación de normas. 

En la situación experimental diseñada por Sherif, las personas se encuentran en un grupo y emiten una opinión
sobre un fenómeno perceptivo, el efecto autocinético. Este consiste en el movimiento aparente de un punto
luminoso en la oscuridad; se fija la atención en el punto, el cual parece desplazarse cuando, en realidad, no hay
movimiento alguno. Se trata de una ilusión óptica. Se supone que este efecto se produce por la ausencia de puntos
de referencia a través de los cuales podríamos comprobar que la luz observada a oscuras no se desplaza.

La situación creada por esta ilusión es inherentemente ambigua, dado que especificar la distancia recorrida en el
desplazamiento del punto luminoso no es, en absoluto, una tarea de fácil resolución. Sherif observó que los juicios
emitidos por las personas acerca de la distancia recorrida por la luz en la oscuridad (recordemos que la luz no se
movía realmente) variaban considerablemente: cuando estaban solas, sus juicios revelaban una gran dispersión en
cuanto a pautas perceptivas; cada uno establecía su propia medida en cuanto a la distancia recorrida por la luz y las
opiniones variaban entre ellas considerablemente. 
Cuando este escenario fue recreado en un contexto grupal, Sherif comprobó que las respuestas brindadas iban
modificándose de tal manera que comenzaban a converger en una pauta perceptiva (norma) común o colectiva. Los
juicios de los participantes a nivel personal sufrían cambios dentro del grupo: sus respuestas ponían de manifiesto la
existencia de una tendencia a la convergencia y formación de una norma común:

Cuando una persona se enfrenta por primera vez a una situación en un contexto grupal y reacciona a dicho
estímulo valiéndose de una norma emanada del grupo, se produce una tendencia a seguir utilizando esa misma
norma para reaccionar ante el mismo estímulo, incluso cuando el sujeto ya no se encuentra dentro del contexto
grupal. 

La conclusión que nos interesa extraer de estas investigaciones es que, en situaciones ambiguas o confusas, dada
la ausencia de una norma previa, la interacción dentro de los grupos ocasiona cambios en las actitudes y
conductas de quienes están dentro de él. El grupo ejerce un tipo de influencia que se registra en la producción de
normas o criterios comunes, es decir, en el proceso de normalización.

CONFORMIDAD SOCIAL. EL EXPERIMENTO DE SOLOMON ASCH


Sus investigaciones sirvieron para poner en discusión un tópico central en el estudio de la influencia social: el poder
de la conformidad en los grupos. 

El experimento consistía en examinar cómo el sujeto crítico reaccionaba frente al comportamiento de los cómplices.
En otras palabras, la problemática de fondo giraba en torno al examen del comportamiento del sujeto crítico en un
grupo en donde todos ofrecen respuestas contrarias a lo que ve. Precisamente, la respuesta correcta era, en
principio, evidente. Sin embargo, las investigaciones de Asch mostraron que un porcentaje bastante significativo
(33.2 %) de los sujetos implicados, después de varios ensayos, terminaba cediendo a la presión del grupo y optaba

20
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
así por el juicio equivocado de la mayoría: estas personas se conformaban con seguir el punto de vista del resto de
los miembros del grupo.

Estos trabajos sirvieron así para resaltar el rol de la conformidad en los procesos de influencia dentro de los
grupos. 
Es importante destacar la presencia de algunos factores que afectan la conformidad.

 Por ejemplo, Asch examinó el tamaño del grupo como una variable clave. En su estudio, los grupos
compuestos por tres o cuatro participantes cómplices mostraban un mayor impacto en el poder de
influencia sobre el sujeto crítico, mientras que, si se incrementaba el número de asistentes, el nivel de
conformidad disminuía. El hecho de que la conformidad presente un mayor nivel en grupos reducidos se
asocia a que, en tales contextos grupales, el sentido de pertenencia y aceptación desempeña un papel
decisivo. 

LA INFLUENCIA DE LAS MINORIAS


Gran parte de la investigación en torno a los procesos de influencia social en la segunda mitad del siglo XX,
estuvieron inspirados por el examen de la normalización (Sherif, 1936), la conformidad (Asch, 1946) y la obediencia
(Milgram, 1974). 

En este contexto, el énfasis estaba puesto principalmente en el estudio de mecanismos relativos al mantenimiento
de determinados efectos (anulación del pensamiento propio, creación de consenso, adopción transitoria de
conductas ajenas, etc.) antes que en cuestiones relativas al cambio social. En este sentido, los estudios acerca de la
influencia suscitada por las minorías activas implicaron un notable desplazamiento en el foco de atención de la
psicología social. 

Como señalan Sabucedo y Morales (2015), la perspectiva psicosocial promovida por aquellos estudios tendía a
sustentar la idea de una configuración inevitable e inmutable de la realidad, una especie de resultado inexorable en
determinadas condiciones provistas de fenómenos de autoridad y sumisión. Esta perspectiva presuponía un cierto
estado de inmovilismo en el orden social. 

Frente a este escenario, las investigaciones de Serge Moscovici se destacaron significativamente porque proponían
una mirada distinta capaz de ensanchar el estudio de la influencia social a través de la incorporación de fenómenos
como el conflicto social, la innovación social y la conversión.

La unidad de análisis sufría una importante transformación: ya no era el consenso o la conformidad con la mayoría el
principal eje articulador; el estudio de las minorías activas encarna ahora la fuerza conductora de un nuevo modo de
pensar la influencia social:

Desde la consecución del derecho al voto de las mujeres o la firma del Acta de los Derechos Civiles en 1964, que
prohibía la segregación racial en Estados Unidos, hasta la paralización de los desahucios o la devolución del dinero
incautado a quienes fraudulentamente fueron encaminados a invertir en acciones preferentes, pasando por el
reconocimiento de los derechos de los homosexuales, incluido el matrimonio, asistimos a una actividad convencida y
continuada de grupos minoritarios que han sido capaces de hacerse visibles a pesar de ser pocos, de introducir
dudas en verdades supuestamente inconmovibles.

En este esquema de análisis, comienzan a aparecer otros mecanismos o procesos de influencia basados en la acción
de las minorías activas. La innovación, como creación o modificación de ideas o comportamientos, cobra fuerza
como una de tales vías de influencia, capaz de emerger desde el conflicto mismo que conlleva la conducta de los
grupos minoritarios. Como agentes de influencia, las minorías parecen sacudir las creencias firmemente arraigadas
de una sociedad meramente conformista. Las minorías, en cambio, exclaman, protestan, demandan, exigen y, en
general, invitan a participar activamente en el intercambio y confrontación de opiniones. Un aspecto clave de su
poder de influencia será la consistencia, es decir, la coherencia y solidez en la forma de actuación.

21
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
REPRESENTACIONES SOCIALES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
¿Qué se nos viene a la mente cuando hablamos de representación social? ¿Nos estaremos refiriendo a fenómenos
cognitivos aislados (por ejemplo, opiniones, juicios, impresiones, evaluaciones, entre otros)? ¿O se tratará más bien
de un corpus organizado de conocimientos? 

La teoría de las representaciones sociales es objeto de análisis en distintas disciplinas y con relación a una diversidad
de temáticas. Lo que nos interesa subrayar aquí es el papel que, en la elaboración de representaciones, tienen los
medios de comunicación: su incidencia en la captación de la atención de un gran número de personas, en los
procesos de recepción e impacto de las opiniones en temas de interés, en la activación de evaluaciones y reacciones
emocionales diversas, entre muchas otras cuestiones. 

La teoría de las representaciones sociales surge en Francia, en los años sesenta, a partir de un estudio realizado por
Moscovici sobre la representación social del psicoanálisis. En su obra, El psicoanálisis, su imagen y su público (1961),
consolidó esta teoría que ha permeado el campo de las ciencias sociales y de la psicología social.

Si bien la noción de representación social evoca una diversidad de significados en distintas disciplinas, su
constitución como unidad conceptual dentro de un marco teórico preciso se debe a los aportes realizados por este
autor.

Si volvemos a las preguntas del comienzo entenderemos la siguiente situación: durante décadas, buena parte del
estudio de la conducta estuvo ceñido al examen de mecanismos psicológicos, centrados en características
personales que tendían a desestimar la importancia de lo social. Esta perspectiva se vio enfrentada al desarrollo de
un modelo basado en una valiosa noción teórica, la de representación social. 

Examinemos detenidamente la definición de las representaciones sociales que propone Moscovici:

…sistemas cognitivos con una lógica y lenguaje propios… No representan simples opiniones, imágenes o actitudes en
relación a algún objeto, sino teorías y áreas de conocimiento para el descubrimiento y organización de la realidad…
Sistema de valores, ideas y prácticas con una doble función; primero, establecer un orden que le permita a los
individuos orientarse en un mundo material y social y dominarlo; y segundo, permitir la comunicación entre los
miembros de una comunidad al proveerlos con un código para el intercambio social y para nombrar y clasificar sin
ambigüedades aspectos de su mundo y de su historia individual y grupal. (Citado en León, 2002, p. 369).

Encarnar dominios de saber que generan, conforman y ordenan la realidad. En otras palabras, refieren a
modalidades cognitivas específicas a través de las cuales las personas configuran la realidad y se relacionan con el
mundo. Por lo tanto, no son meros reflejos de los objetos que nos rodean: encarnan procesos generativos de la
realidad que juegan un papel crucial en cómo hacemos inteligible esa realidad (cómo la pensamos y entendemos),
cómo la organizamos a través de nuestras conductas y cómo la comunicamos en el curso de las interacciones
sociales que entablamos a lo largo de la vida.

¿Tendrán un carácter dinámico o estático? 

Claramente, están desprovistas de un carácter estático; la elaboración de las representaciones sociales en las
experiencias de la vida cotidiana y en el conocimiento del sentido común está expuesta a incesantes cambios. Los
estereotipos, las creencias, los valores, las normas están inmersas en las representaciones que las personas
comparten socialmente por medio de sus interacciones. Su carácter social reposa en las relaciones interpersonales,
en los grupos, en las diversas situaciones que influyen en el comportamiento humano, en las normas, en los valores
e ideologías que compartimos, etcétera.

Dada esta definición, ¿qué relación guardarán las representaciones sociales con el modo en que los medios de
comunicación tratan diversos asuntos, con el lenguaje que emplean, con el tipo de género o formato mediático
que privilegian? 

22
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
La información transmitida por los medios contiene elementos de gran complejidad que organizan y recrean, a la
vez, representaciones, esquemas cognoscitivos con una lógica propia, intereses y saberes compartidos entre los
miembros de una sociedad. Es por ello por lo que las representaciones mediáticas guardan una estrecha relación con
las representaciones sociales. Convierten a este escenario comunicacional en una de las principales vías de
formación y divulgación de representaciones sociales (pensemos en la influencia de los productos más
característicos de los medios como, por ejemplo, las noticias). Sin embargo, es preciso tener en cuenta el contexto
social en el que los medios ejercen su influencia. En este sentido, Moscovici afirma:

Los medios masivos de comunicación, como tales, están desprovistos de eficacia al nivel del individuo. No modifican
ni sus opiniones, ni sus actitudes. Pero al penetrar en los grupos elementales de vecindad, familia, amigos, etcétera,
mediante estos coloquios personales acaban por influir en él y por cambiarlos. (2000, p. 240).

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN CONSTRUCTORES Y DIFUSORES DE REPRESENTACIONES SOCIALES 


Los medios intervienen en la transmisión y construcción de representaciones sociales con un papel cada vez más
significativo en la constitución de códigos para el intercambio social y en la regulación de los comportamientos de las
personas y grupos. 

En este sentido, como afirma Koziner (2013): 

La creciente capacidad de los medios de comunicación para intervenir en la construcción de las subjetividades
individuales y sociales los vuelve entonces un objeto de investigación indispensable para el conocimiento y
comprensión de las representaciones sociales, entendiendo también a estas últimas como un instrumento político
de lucha que permita visibilizar los relatos de aquellos actores que ocupan un lugar subalterno de la sociedad. De
este modo, las representaciones elaboradas por los medios de comunicación –o representaciones mediáticas-
cumplen un rol relevante en la “construcción de las representaciones sociales inter-subjetivas proveyendo discursos,
textos, imágenes y narrativas, así como encuadres y marcos cognitivos (Hall, 1981, citado en Halpern, Rodríguez y
Vázquez, 2012: 220). Mediante el uso de determinados news frames o encuadres noticiosos, los medios de
comunicación seleccionan algunos aspectos de la realidad percibida y les otorgan mayor o menor relevancia en un
texto comunicativo. (p. 27). 

Los medios de comunicación están provistos de importantes mecanismos de generación de representaciones


sociales que circulan en los periódicos, en la televisión, la radio, etc. Al difundir información y opiniones sobre un
tema, poniendo énfasis en determinados aspectos en detrimento de otros, los medios ponen en marcha un proceso
de configuración de la realidad social que se instala y expande a través de maneras específicas de comprender y
comunicar tal realidad, es decir, en el transcurso mismo de las representaciones sociales sobre los sucesos de
interés. Para Grize (1996) la expresión esquematización es útil para describir ese proceso que va revelándose en los
discursos orales o escritos en donde se expresan y manifiestan los modos de pensar la realidad.

2. ELEMENTOS Y FUNCIONES DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES   


Moscovici subraya la presencia de dos importantes procesos de formación de las representaciones sociales: la
objetivación y el anclaje.

 La objetivación hace referencia a un mecanismo formativo y estructurante del objeto de representación,


debido a que, a grandes rasgos, su intervención permite que los conceptos se articulen con imágenes y las
palabras con cosas. Es por ello por lo que a este mecanismo se lo caracteriza comúnmente en términos de
materialización o concreción de lo abstracto: "Objetivizar es reabsorber un exceso de significados
materializándolos" (Moscovici, 1961, citado en Materán, 2008, p. 246). Se trata de una construcción
selectiva que posibilita condensar significados en una realidad familiar.

 El anclaje desempeña un rol decisivo en la inserción de las representaciones en una trama de


categorizaciones, marcos de referencia y significaciones. De modo que, a través del proceso de anclaje, se

23
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
lleva a cabo una integración cognitiva del objeto de la representación dentro de un dominio de pensamiento
preexistente (Materán, 2008). Mediante el enraizamiento de las representaciones en la dinámica social,
estas se convierten en instrumentos de interpretación y comunicación de la realidad social.

Las representaciones sociales están asociadas a funciones de gran importancia para la psicología social. León (2002)
destaca las siguientes.

 Convertir lo extraño en familiar: todo aquello que nos rodea en nuestra vida cotidiana adquiere una forma
específica mediante categorías y marcos de referencia que son indispensables para la comunicación y el
intercambio social. 

 Propiciar la comunicación y favorecer así la distribución colectiva de los conocimientos. 

 Promover distintas expresiones de pensamiento colectivo o grupal. La relevancia de este punto reside en la
producción de procesos grupales que inciden en la conformación de la identidad social. 

 Servir como justificación de las acciones, decisiones y comportamientos que se llevan a cabo dentro de los
grupos.

Lectura obligatoria: “La teoría de las representaciones sociales de Serge Moscovici”.

Fuente: Mora, M. (2002). La teoría de las representaciones sociales de Serge Moscovici. En Athenea Digital (2), pp.
1-25. Recuperado dehttps://atheneadigital.net/article/view/n2-mora

3. TEORÍA DE ABRIC
Otra gran contribución a la teoría de las representaciones sociales proviene de Jean Claude Abric. Una de las
principales aspiraciones de este autor era desentrañar los mecanismos que subyacen a la génesis, funcionamiento y
transformación de las representaciones sociales. 

Para especificar estos aspectos, desde una mirada cognitiva y estructural, Abric introdujo en los años setenta  la
teoría del núcleo central. De acuerdo con esta visión, las representaciones sociales están dotadas de un núcleo
alrededor del cual se organizan las representaciones de una manera específica. Los elementos que lo componen
determinan el significado de las representaciones (Gutiérrez Vidrio, 2004).

Como subraya Abric (2001), concretamente, son dos las funciones primordiales que se asocian al núcleo central.

 Función generadora. Se refiere a la creación y transformación del significado de los elementos constitutivos
de la representación.

 Función organizadora. Se refiere a procesos de unión o relación entre los elementos constitutivos de la
representación; aspecto este que le suministra un carácter uniforme y estable. La naturaleza del núcleo se
caracteriza por ser firme y resistente al cambio. En tanto que responsable de la significación global de la
representación, cualquier transformación importante que sufra el núcleo repercutirá en la identificación
completa de aquella. A partir de esta idea, Abric introduce otras nociones relativas a una especie de
taxonomía o criterio comparativo, puesto que las diferencias entre una representación y otra obedecen a la
presencia de distintos núcleos centrales.

Otra consideración fundamental aquí está relacionada con la intervención de elementos periféricos de la
representación que están en relación directa con el núcleo central. Este sistema tiene una marcada relevancia en
tanto que en él se inscribe lo accesible y concreto de la representación, es decir, los contenidos esenciales de las

24
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
experiencias individuales de cada persona en las prácticas particulares de su vida cotidiana. Sus funciones principales
pueden ser sintetizadas de la siguiente manera.

 Función de concreción: los elementos periféricos mantienen una relación directa con el contexto inmediato
que se traduce en distintos modos en que la representación se establece en la realidad experimentada por
las personas (Abric, 2001).

 Función de regulación: las representaciones no son completamente estáticas. Sus elementos periféricos,


más flexibles que el núcleo central, desempeñan un papel clave en la adaptación de las representaciones a
las situaciones concretas a las que se enfrentan las personas (Abric, 2001).
 Función de defensa: el sistema periférico se encarga de llevar adelante acciones de reajuste frente a las
fluctuaciones del entorno. Esta función es indispensable para asegurar la protección de la significación global
de la representación (Abric, 2001).

La aprehensión del núcleo central constituye un tópico clave en la teoría de Abric en lo que respecta a sus
consideraciones metodológicas. Para este autor hay distintos métodos que son fundamentales para la recolección de
las representaciones, esto es, de sus componentes constitutivos. Abric (2001) aboga por un abordaje
multimetodológico en el que se destacan dos tipos de métodos: interrogativos y asociativos. Los primeros,
esencialmente, hacen referencia a vías de recolección de expresiones de las personas que se atienen a determinados
formatos y control. Aquí cobran gran relevancia, entre otras técnicas, la entrevista en profundidad, el cuestionario y
las aproximaciones monográficas (técnicas etnográficas, encuestas sociológicas, análisis históricos, etc.). Los
métodos asociativos cubren un espectro menos limitado controlado de expresiones verbales. Aquí cabe mencionar
la asociación libre y la carta asociativa.

LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD  
La entrevista es una de las técnicas más utilizadas en la investigación cualitativa. 

4. MECANISMOS DE FORMACIÓN DE LAS IMPRESIONES   


En las representaciones que nos formamos en nuestra vida cotidiana acerca de todo lo que nos rodea, las
impresiones desempeñan un papel fundamental. 

Piensa en la impresión que te produce alguna persona. ¿Cómo crees que has formado esa impresión? También
recuerda en cuántas ocasiones has escuchado decir lo importante que es causar una buena impresión. Esto se debe
a que asociamos esa situación con la formación de una imagen sobre cómo somos que puede condicionar nuestra
manera de relacionarnos a partir de entonces. 

¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de formación de impresiones? 

Estamos en presencia de un proceso básicamente inferencial, es decir, de un proceso mediante el cual extraemos un


tipo determinado de información acerca del mundo, información sobre rasgos o características psicológicas de las
personas con las que nos relacionamos que son inferidas sobre la base de sus comportamientos o conductas. En el
desarrollo de esta acción inferencial, construimos una imagen del otro que adquiere determinada apariencia unitaria
y coherente.

¿CÓMO SE FORMAN LAS IMPRESIONES? 


Todos llevamos a cabo procesos inferenciales en los que hacemos ciertos tipos de atribuciones al poco tiempo de
haber conocido a alguien, incluso cuando todavía no hemos intercambiado ni siquiera una palabra. 

25
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
Un marco teórico que explica la formación de impresiones es el propuesto por Solomon Asch (1946). La concepción
defendida por este autor se enmarca dentro de uno de los principales paradigmas de la psicología social que es el
enfoque gestáltico.

Desde una mirada gestáltica sobre cómo organizamos los datos de la impresión se destaca la consideración de que
los diversos elementos que componen la percepción del otro están organizados como un todo: no son
compartimentos estancos, sino que cada uno de ellos afecta a los demás y se ve afectado por ellos, produciendo una
imagen relativamente compacta y constituida por partes interrelacionadas.

Otro aspecto que debemos tomar en cuenta es que para Asch no todos los rasgos percibidos tienen el mismo
estatus, es decir, la misma importancia en este proceso. Los denominados rasgos centrales adquieren una mayor
relevancia en la configuración de impresiones porque son más definitorios que otros a la hora de conformar la
imagen en cuestión.

Consideremos el experimento diseñado por el propio Asch: a un grupo de estudiantes se le describía una persona
desconocida subrayando que era inteligente, habilidosa, afectuosa, trabajadora, decidida, práctica y prudente. Por
otra parte, un grupo diferente recibió la misma descripción con una modificación: se cambió el término afectuosa
por fría. Con este listado de características, se le solicitó a cada grupo que formara una imagen de la persona
estímulo y que, entre los rasgos mencionados, seleccionaran diferentes pares de atributos sobre la base de la
importancia que le concedían en la semblanza construida.

El examen de los resultados obtenidos reveló que cada grupo se había formado una idea muy distinta de la persona
estímulo, y fue más positiva la construida por el primer grupo que había recibido en la descripción el adjetivo
“afectuosa”. En la imagen construida por este grupo, una gran cantidad de rasgos positivos similares fue uniéndose
en la impresión (generosa, feliz, sociable, etc.) a diferencia del otro grupo. Muchas otras características (por ejemplo,
digna de confianza y honesta) no exhibieron cambios sustanciales entre las imágenes proyectadas por los
participantes de cada uno de los grupos. En este contexto, las expresiones afectuosas y frías desempeñaron un papel
clave. A diferencia de los rasgos periféricos, los centrales tenían un mayor impacto en la estructuración y
organización de la información recibida en una imagen relativamente unitaria y coherente.

La capacidad para juzgar a un rasgo como central o periférico está estrechamente relacionada con lo que Asch
denomina contexto. Según el contexto que consideremos, la evaluación de los rasgos varía, es decir, que estos no se
mantienen idénticos con independencia de la situación en la que están inmersos. El término situación designa todo
el conjunto de atributos que conforma la descripción, además de la expresión afectuosa y fría. Estos mismos rasgos,
calificados como centrales en el experimento anterior, pueden perder ese carácter en otros contextos y convertirse
en rasgos periféricos. Esta transformación es interpretada por Asch como un cambio en el contenido o significado de
las características.

Veamos otra explicación de este proceso. Nos encontramos con los llamados modelos de combinación lineal.
Reciben este nombre porque el foco explicativo está puesto, antes que en el contenido o significado de los datos
informativos suministrados por la percepción, por los modos en que estos datos se combinan. La impresión aparece
así, desde esta visión, como una composición aditiva, es decir, en la que van sumándose distintas características. A
diferencia de la teoría anterior, los valores de los rasgos muestran cierta independencia con relación al contexto. 

¿Qué relación guardarán las representaciones sociales con el modo en que los medios de comunicación
tratan diversos asuntos, con el lenguaje que emplean, con el tipo de género o formato mediático que
privilegian? Las representaciones mediáticas guardan una estrecha relación con las representaciones
sociales. Convierten a este escenario comunicacional en una de las principales vías de formación y
divulgación de representaciones sociales (pensemos en la influencia de los productos más característicos
de los medios como, por ejemplo, las noticias). Sin embargo, es preciso tener en cuenta el contexto social
en el que los medios ejercen su influencia.
26
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de formación de impresiones? Estamos en presencia de un
proceso básicamente inferencial, es decir, de un proceso mediante el cual extraemos un tipo determinado
de información acerca del mundo, información sobre rasgos o características psicológicas de las personas
con las que nos relacionamos que son inferidas sobre la base de sus comportamientos o conductas. En el
desarrollo de esta acción inferencial, construimos una imagen del otro que adquiere determinada
apariencia unitaria y coherente.
¿Qué función es indispensable para asegurar la protección de la significación global de la representación ?
La función de defensa SE refiere a que el sistema periférico se encarga de llevar adelante acciones de
reajuste frente a las fluctuaciones del entorno. ✓
Entre las contribuciones teóricas sobre la formación de impresiones, encontramos: La perspectiva
gestáltica desde una mirada gestáltica sobre cómo organizamos los datos de la impresión se destaca la
consideración de que los diversos elementos que componen la percepción del otro están organizados
como un todo. ✓

PREJUICIOS Y ESTEREOTIPOS
LOS PREJUICIOS
Tal como su nombre indica, los prejuicios son un juicio previo, por lo general negativo; un juicio que hacemos de una
persona o de un grupo antes de tener la información completa de primera mano.

Al considerar el prejuicio de este modo, es innegable que un aspecto clave de su naturaleza está arraigado en el
nivel de las relaciones grupales o intergrupales. Por tanto, una característica de este fenómeno de sumo interés para
la disciplina que nos ocupa es su carácter grupal. La investigación sobre este tema ha generado una proliferación de
modelos explicativos en donde se enfatizan diferentes factores o causas que intervienen en los procesos psicológicos
que subyacen a su manifestación. 

Un rasgo digno de mención de la mayoría de las perspectivas de estudio sobre el prejuicio es la consideración de que
se trata de un fenómeno que se mantiene o se expresa desde grupos dominantes o mayoritarios hacia grupos
minoritarios o subordinados. Sin embargo, es importante apuntar que el prejuicio puede también recorrer el camino
inverso, es decir, desde las minorías hacia las mayorías

La formulación del prejuicio Gordon Allport (1954): como una actitud derogatoria o negativa hacia un grupo social o
sus miembros por la pertenencia a determinada categoría grupal. Esta definición es, sin dudas, una de las más
influyentes. Como se desprende de su significación, el prejuicio es concebido como un tipo particular de actitud,
provista de “una antipatía basada en una generalización defectuosa e inflexible” (Allport, 1954, p. 9).

Desde esta definición, el prejuicio comprende básicamente tres componentes:

● Cognitivos
●  Afectivos
●  Conativos o conductuales.

A grandes rasgos, el componente cognitivo estaría representado por las creencias mantenidas con respecto a
características o atributos de un grupo o de sus miembros. Sobre esta base, habría una serie de evaluaciones
negativas correspondiente a un plano afectivo que es susceptible de materializarse en respuestas o
comportamientos de hostilidad (elemento conativo o conductual). 

Es importante aclarar que, si bien esta caracterización goza de gran influencia, en muchos casos el prejuicio se
conceptualiza primordialmente tomando en consideración su manifestación afectiva. Esto obedece a los intentos
por diferenciar este fenómeno de dos nociones con las que, en general, aparece estrechamente relacionado: los

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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
estereotipos, más vinculados a expresiones evaluativas de naturaleza cognitiva y la discriminación, asociada a
intenciones de conducta o comportamiento (Sabucedo y Morales, 2015). De modo que, tal como se observa en
esta caracterización, el prejuicio puede encontrarse ligado a los conceptos de estereotipo y discriminación.

El prejuicio se conceptualiza básicamente desde la dimensión afectiva, diferenciándolo de las percepciones o


creencias (estereotipos) y las intenciones o conductas (discriminación).

El modelo de disociación de Devine (1989) demuestra que las personas pueden conocer el estereotipo cultural
negativo sobre un grupo (por ejemplo, los gitanos son incultos y supersticiosos), pero tener creencias personales
positivas sobre dicho grupo (basadas en sus propias experiencias personales positivas) y, por tanto, no experimentar
emociones negativas hacia él, ni discriminar a sus miembros. Y a la inversa, sentimientos negativos sobre grupos
sociales desfavorecidos o en desventaja (por ejemplo, mujeres) pueden ir unidos al desarrollo de estereotipos
positivos sobre ellos (por ejemplo, son sensibles y comprensivas).

CAUSAS O ANTECEDENTES DEL PREJUICIO


Tal y como señala Smith Castro (2006), las expresiones actuales de prejuicio aparecen revestidas hoy de formas
evaluativas más racionalizadas. Numerosas teorías actuales subrayan la configuración de respuestas afectivas
negativas que reclaman un tratamiento más sofisticado de este fenómeno. Estas respuestas reciben distintas
denominaciones como, por ejemplo, racismo simbólico, racismo ambivalente, racismo aversivo y racismo moderno.

La psicología social actual analiza la base de las actitudes prejuiciosas tomando como eje central la noción de
ideología antes que la de dimensión o predisposición de la personalidad. Entre los mecanismos psicosociales de
producción y reproducción de tales actitudes, ocupa un lugar fundamental la categorización social. 

El uso de categorías sociales presupone una simplificación y distorsión de la realidad que se desenvuelven
maximizando las semejanzas intragrupales y las diferencias intergrupales: quienes pertenecen a un mismo grupo
tienden a considerarse como más similares de lo que son realmente y las personas que pertenecen a otro grupo (los
miembros del exogrupo) tienden a ser percibidos como más diferentes del primer grupo (endogrupo) de lo que de
hecho son. El estudio de las causas psicosociales de la hostilidad intergrupal está fuertemente enraizado en la
implicancia fundamental del proceso de categorización: la diferencia enunciada en términos de nosotros frente a
ellos.

CATEGORIZACIÓN SOCIAL, ENDOGRUPOS Y EXOGRUPOS


El proceso de categorización es un elemento clave de la constitución de los grupos sociales, puesto que las personas
que conforman un grupo se clasifican a sí mismas como miembros de la misma categoría. Estas categorías se
elaboran sobre la base de creencias o rasgos compartidos que pueden involucrar cuestiones religiosas, morales,
geográficas, socioeconómicas, etcétera. 

En tanto que implica una clasificación, el mecanismo de categorización puede conducir a que sobresalga lo que nos
separa de los demás. Esto explica que estemos en presencia de un proceso psicosocial de gran importancia para el
análisis de fenómenos conflictivos u hostiles. Por ello, es muy importante examinar las actitudes y comportamientos
que surgen de la pertenencia a un grupo o categoría social. 

Desde esta perspectiva, numerosas propuestas teóricas dentro la psicología social se han abocado a caracterizar  las
nociones de prejuicio, estereotipo y discriminación como sesgos intergrupales, es decir, como deformaciones o
exageraciones perceptivas o evaluativas propias del proceso de categorización. Al representar respuestas
exageradas tanto a nivel cognitivo, emocional y conductual hacia un exogrupo o sus miembros, la mirada
comparativa que implican los sesgos intergrupales constituye un fenómeno central e ineludible en el análisis del
prejuicio. 

Hay otros procesos involucrados en la hostilidad intergrupal, además de la categorización social. Así, por ejemplo, la
teoría del conflicto realista (Sherif y Sherif, 1979) hace referencia a un antagonismo intergrupal que se genera
28
PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
cuando existen intereses grupales incompatibles. En esta formulación teórica se pone énfasis en el desarrollo de una
competición por obtener determinados recursos, tangibles o intangibles.

Es importante puntualizar la irrupción, en las últimas décadas, de nuevos esquemas de análisis en donde las
actitudes prejuiciosas están estrechamente asociadas al estudio de múltiples causas. Dovidio (2001) denomina a esta
etapa de investigación la tercera ola. Los aspectos más característicos de las teorías que se inscriben en esta
corriente pueden resumirse de la siguiente manera.

 Visión multidimensional del prejuicio. 

 Emergencia de nuevos instrumentos para medir sus procesos subyacentes con el consiguiente desarrollo de
marcos teóricos y orientaciones metodológicas, destinadas a comprender y examinar las representaciones,
creencias y comportamientos hacia diferentes grupos.

 Centralidad de la naturaleza grupal e intergrupal del prejuicio.

 Preeminencia del contexto social en el abordaje de su emergencia y dinámica.

 Elaboración de modelos que no solo toman en consideración las respuestas evaluativas o emocionales
negativas hacia un grupo o sus miembros, sino también los sentimientos y conductas de las víctimas del
prejuicio.

PREJUICIO Y RACISMO
El 7 de enero de 2015, el semanario satírico francés Charlie Hebdo  sufrió un atentado en su sede en París. Doce
personas murieron y otras once resultaron heridas, víctimas de un tiroteo producido por dos hombres enmascarados
y armados que habían ingresado a la sala de reunión donde se encontraban los redactores. Esta revista adquirió
resonancia mundial a raíz de la publicación de varias caricaturas de Mahoma en el año 2012. 

El ataque a la redacción del semanario tuvo lugar en un escenario sociopolítico profundamente atravesado por el
fortalecimiento de expresiones discriminatorias y prejuiciosas que subyacen en el reclamo por la defensa de los
valores culturales europeos frente a la crisis de la inmigración. Como destacan Sabucedo y Morales, “el perfil del
racista moderno/simbólico es el de una persona conservadora y defensora de los valores tradicionales de su país,
un patriota” (2015, p. 307). Las implicancias de estas actitudes pueden derivar en la configuración de
justificaciones sociales de gran impacto para enraizar la amenaza, el miedo y el desprecio. Actualmente, existen
espacios de deliberación constituidos en torno a evaluaciones específicas sobre las relaciones intergrupales que
tienen sus raíces más profundas en una extensa sensación de amenaza. Así, por ejemplo, el movimiento alemán
islamófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente organiza marchas con la consigna férrea de que
Europa debe proteger su identidad social.

Dentro del campo de estudio del prejuicio étnico, se ubica el racismo moderno o simbólico, cuyas características lo
acercan a las manifestaciones más crudas e intolerantes de sentimientos negativos y discriminatorios violentos hacia
un grupo o sus miembros. Por esta razón, suele encontrarse emparentada su conceptualización con el racismo
biológico (Kleinpenning y Hagendoorn, 1993). 

El perfil que lo identifica destaca la fuerte presencia en las personas que lo expresan de un talante conservador y
rígido en cuanto a la defensa de determinados valores y creencias imperantes en su sociedad. A su vez, se remarca el
hecho de que los racistas modernos se caracterizan por no ser conscientes de sus actitudes prejuiciosas y
discriminatorias; los sentimientos y creencias negativas son concebidos como hechos resultantes inevitables y

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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
perfectamente justificados.

A diferencia del anterior, el racismo aversivo exhibe un tipo específico de contrariedad o ambivalencia, ya que la
persona intenta rechazar la discriminación que realiza y busca mostrarse como no prejuiciosa, pero, al mismo
tiempo, el contacto con el exogrupo aparece acompañado de sentimientos de inseguridad, ansiedad, aversión,
incomodidad y miedo. Así, la evitación de la cercanía o proximidad con un exogrupo o sus miembros será la
respuesta a la que se inclinará siempre que pueda.

Recordemos que el componente conductual está asociado a la discriminación: una conducta negativa dirigida hacia
personas que pertenecen a un grupo sobre el cual tenemos ideas prejuiciosas.

EL ESTIGMA SOCIAL
Para acercarnos al concepto de estigma social, debemos tomar en cuenta el fenómeno de la deshumanización: la
creencia de que el otro es menos humano que yo. Así, cuando se estigmatiza se traza una especie de frontera
infranqueable que separa a las personas y los grupos.

La estigmatización comprende distintos componentes cognitivos, afectivos y conductuales. Se trata de un proceso


perceptivo que se funda en una imagen de las personas y los grupos que rodean al sujeto. En esencia, su
conceptualización se asocia a una especie de marca percibida o inferida que asigna una respuesta precisa acerca de
qué clase de persona es el otro.

El estigma, que convierte a quien lo posee en una persona inferior, se configura a través de procesos dinámicos de
interacción social que promueven la producción y fortalecimiento de desigualdades sociales. En la investigación de
estos procesos, la interpretación colectiva juega un papel clave. La marca del estigma revela, en muchos casos, la
fuerza de un entramado social específico para construir una significación de la diferencia que suscita y fundamenta
la exclusión y el aislamiento. Es preciso subrayar que, cuando se etiqueta a otro como diferente, se arroja sobre él
una mirada prejuiciosa que no es independiente de las relaciones interpersonales e intergrupales que mantenemos
en nuestra vida cotidiana.

LAS CONSECENCIAS DEL ESTIGMA


Quienes sufren ciertos males son rechazados por la sociedad. Aunque en el papel los derechos de esos pacientes
están protegidos, el estigma social afecta su tratamiento y les agrega sufrimientos que no merecen.

ESTEREOTIPOS
La psicología social estudia las conductas y percepciones que tienen los individuos de sí mismos y de los otros. Esto
incluye las actitudes, los estereotipos, los prejuicios, la discriminación, entre otros. 

A continuación, se presentan algunos extractos de una noticia publicada en el diario El País:

El debate sobre cómo los estereotipos tienen consecuencias negativas en los niños lleva años en la palestra. Padres y
educadores que defienden, cada vez más, una educación basada en la igualdad con muchos actores interviniendo
para conseguirlo, como son, por ejemplo, las empresas de ropa, las asociaciones por la igualdad, las intervenciones
educativas igualitaria o los muchos padres actuales cuya mentalidad Los expertos aconsejan trabajar en igualdad de
género en la infancia y no esperar a la adolescencia. 

“Hemos hallado que los niños y niñas a muy corta edad, desde en las sociedades más liberales hasta en las
conservadoras, interiorizan muy pronto el mito de que las niñas son vulnerables y los chicos son fuertes e
independientes”, asegura en un comunicado Robert Blum, director del estudio y asentado en la Universidad Johns
Hopkins. “Este es el mensaje que se ha ido reforzando por cada persona, compañero, profesor, cuidador (...) que vive
en el entorno del pequeño o pequeña”.
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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
Las entrevistas determinaron que, alrededor del mundo, tanto niñas como niños están atados a restricciones de
género a muy temprana edad que pueden tener graves consecuencias en su vida, siendo peores en las niñas. “Los
estereotipos femeninos basados en “protegerlas” las hacen más vulnerables, enfatizando el afán de vigilarlas y
sancionándolas físicamente cuando rompen las normas”. (García, 2017, https://bit.ly/3nRnkCb).

El concepto de estereotipo, uno de los mayores pilares de investigación dentro de la psicología social, gira en torno
al fenómeno de la categorización: los estereotipos se presentan como un cúmulo de creencias que se vinculan a una
categoría social mediante la cual se organiza determinada información sobre algún grupo humano. De modo que se
pueden conceptualizar a los estereotipos como creencias socialmente compartidas acerca de algo. 

El estereotipo alude a un conjunto de creencias, juicios o percepciones sobre un grupo de personas fruto del proceso
de la estereotipia. La definición se asienta, como vemos, en una base cognitiva.

Sabucedo y Morales (2015,) subrayan la presencia de cuatro grandes criterios definitorios de los estereotipos.

 CRITERIO DE GENERALIZACION
Los estereotipos son normalmente afirmaciones generalizadas simples sobre cómo son y a qué se parecen los
miembros de un grupo social que son robados de su individualidad, al aplicarse a ellos un número de creencias que
les adscriben un conjunto de atributos y predisposiciones de conducta compartidos. 

 CRITERIO DE DISTINTIVIDAD
Hace referencia a la medida en que una característica es percibida como asociada en mayor medida a un grupo que a
otros grupos.

 CRITERIO DE DIFERENCIACION CATEGORIAL


Basado en un modelo asociacionista, donde lo importante de la representación de un grupo es que sea informativa,
es decir, cuando las diferencias entre los miembros de dos grupos sobre un rasgo dado son mayores que las
diferencias entre los miembros de un mismo grupo sobre dicho rasgo. 

 CRITERIO DE CONSENSUALIDAD
Los estereotipos son creencias de carácter consensual, o compartidas sobre las características que definen a un
grupo social. 

¿Qué funciones se asocian a los estereotipos? 


Siguiendo a Snyder y Miene (1994), distinguiremos tres grandes funciones de los estereotipos.

☰ FUNCIÓN DE ECONOMÍA COGNITIVA


 La noción de economía indica que los estereotipos se construyen sobre la base de juicios o afirmaciones generales y
simples sobre el entorno que nos rodea, y que, por tanto, hacen economía de particularidades y diferencias que son
pasadas por alto en este proceso perceptivo. También es posible visualizar la conexión de este punto con la idea de
que los estereotipos son necesariamente erróneos. 

☰ FUNCIÓN DE PROTECCIÓN DEL YO

Las responsabilidades son adjudicadas a los otros, a atributos o características que percibimos en los demás y que
entendemos como causales de lo que nos aparta de nuestros intereses o interfiere en nuestras acciones.

☰ FUNCIÓN SOCIAL

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PSICOLOGIA SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN
Cuando se está de acuerdo con las creencias estereotipadas que manifiesta un grupo de pertenencia con respecto a
otro, el sentido de pertenencia instaura la posibilidad de generar una identidad social, un autoconcepto que se
construye y fortalece al identificarnos con un grupo.

¿Qué efectos tienen los estereotipos sobre la conducta y los juicios? 


Veíamos en la nota, al comienzo, algunas de las consecuencias negativas de los estereotipos de género. Cuadrado
Guirado y Fernández (2007) definen los estereotipos de género como “un conjunto de creencias compartidas
socialmente acerca de las características que poseen hombres y mujeres, que se suelen aplicar de manera
indiscriminada a todos los miembros de uno de estos dos grupos” (p. 245). Los autores también distinguen las
siguientes dos dimensiones en los estereotipos de género. 

Prescriptiva: se refiere a cuando vemos un hombre o una mujer y los categorizamos en el género correspondiente,
esperamos que tenga ciertas características. De esa manera, cuando los niños y niñas ven una mujer o varón los
asocian necesariamente con esas cualidades que les atribuyen.  

Descriptiva: se refiere a la capacidad de atribución de determinadas características según el sexo. 

Los estereotipos repercuten en nuestra conducta y juicios de diferentes maneras. Una de ellas, extensamente
abordada dentro de la psicología social, es la profecía autocumplida. Como su nombre lo indica, lo que caracteriza a
este fenómeno es el grado de convicción que posee un grupo sobre ciertos estereotipos y la forma en que impactan
estos en la conducta. La persona convencida de determinado estereotipo actúa en consonancia con las creencias
que nutren esta visión simplificada de la realidad, y este hacer tiende a despertar en la interacción con el sujeto o
grupo estereotipado comportamientos que acaban por confirmar sus supuestos.

Otro efecto conocido de los estereotipos se denomina efecto backlash (de contragolpe). Recibe este nombre porque
en su conceptualización se destaca la importancia de venganzas o represalias de distinta naturaleza cuando los
demás no se comportan de acuerdo con nuestras expectativas fundadas en determinados estereotipos.

Por otra parte, es importante mencionar la incidencia de otro efecto conocido como amenaza estereotípica. Se ha
observado que, cuando las personas toman conciencia de su identidad social estigmatizada, exhiben un menor
rendimiento en aquellas tareas que forman parte de la estigmatización. Así, por ejemplo, se ha constatado la
presencia de este fenómeno en el menor rendimiento de las mujeres al momento de resolver trabajos matemáticos
no bien se las pone al corriente de la existencia de un estereotipo femenino centrado en la idea de que las mujeres
poseen menos competencias matemáticas que los hombres (González, Blanton y Williams, 2002).

La desigualdad de género debe ser considerada como un gran problema social a resolver.

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