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INTRODUCCION

La Constitución Política de 1991 incorpora distintos contenidos normativos referidos a la


organización y al funcionamiento de la administración pública,

las llamadas “reformas administrativas”, que indujeron cambios en la administración


pública desde las tres última décadas en Colombia, se inician con el ejercicio de la
facultades contenidas en el artículo 20 transitorio constitucional,  que otorgo al Gobierno
Nacional, durante el término de dieciocho meses contados a partir de la entrada en vigencia
de la nueva Constitución, la potestad para erigir reformas administrativas, teniendo en
cuenta la evaluación y recomendaciones de una Comisión conformada por tres expertos en
Administración Pública o Derecho Administrativo designados por el Consejo de Estado;
tres miembros designados por el Gobierno Nacional y uno en representación de la
Federación Colombiana de Municipios; con la capacidad de suprimir, fusionar o
reestructurar las entidades de la rama ejecutiva, los establecimientos públicos, las empresas
industriales y comerciales y las sociedades de economía mixta del orden nacional, con el
fin de ponerlas en consonancia con los mandatos de la nueva reforma constitucional del
1991 y, en especial, con la redistribución de competencias y recursos que ella establece
(Const., 1991, art. 20) .

En ese sentido, se otorgó facultades especiales para la proyección de los planes de


desarrollo, adoptados por el estado, en los que se realizaron los procesos de reforma
administrativa, se puede constatar la dedicación de esos apartes o capítulos de su contenido,
a la identificación de líneas generales de diagnóstico, a la formulación de criterios y
justificaciones, así como a la adopción de estrategias que permitieran desarrollar tales
reformas.

A partir de una revisión descriptiva de los principales modelos de administración pública,


es posible identificar en el texto constitucional características que corresponden al modelo
burocrático y a la gerencia pública, así como algunos de los elementos propios de la
gobernanza
MODELO BUROCRÁTICO
El modelo burocrático tiene sus inicios con el nacimiento del capitalismo y del Estado-
nación, el cambio se hizo evidente, y la organización estatal se orientó hacia la
racionalización, es decir, hacia un desarrollo político y económico, dentro del cual se gestó
el modelo burocrático como paradigma de organización y funcionamiento de la
administración pública1.

En ese sentido, La construcción de los Estados estuvo acompañada por el establecimiento


de "burocracias funcionales": el ejercicio de las funciones estatales está a cargo de
profesionales calificados, de esta forma la administración publica se transforma en una
especie de sistema sistemático, que incorpora los elementos propios del proceso de
optimización de funciones y actividades.2

El modelo se destaca en gran medida por la influencia de Max Weber, donde para él, la
burocracia es "la forma de organización en la que el poder se concentra en manos de
funcionarios con las capacidades técnicas indispensables"3

En ese sentido, el modelo burocrático funciona mediante la especialización de tareas, esto


es, la división de trabajo en el seno de la organización, es decir, se aplican elementos
propios de los sistemas Tailorianos, que fueron eficaces para la empresa privada, con
asignaciones de perfil para cada tarea, y la inserción de la investigación científica en las
actividades laborales.

Es por ello que la “nueva administración pública colombiana, frente a lo anteriormente


expuesto y desde una perspectiva weberiana, busca la modernización de las formas
burocráticas, mediante "reformas centradas en el empleo y el mejoramiento de medios
como factores de eficiencia para el fortalecimiento institucional de organizaciones y
poderes", basadas en la ocupación de cargos clave por funcionarios de carrera,
profesionales, especializados, entrenados y equipados con tecnologías y métodos
gerenciales, y dotados de recursos presupuestarios. Esta postura representa una clara
expresión del tránsito del modelo burocrático hacia el modelo gerencial”.4

1
Bresser-Pereira, Luis Carlos; Cunill Grau, Nuria & otros, Política y gestión pública, Fondo
de Cultura Económica, Buenos Aires, 2004, pp. 17-18.
2
Chevallier, Jacques, L'État post-moderne. Maison des Sciences de l'Homme LGDJ, Paris,
2003, traducción libre.
3
Harmon, Michael M. & Mayer, Richard T., Teoría de la organización para la administración
pública, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 104.
4
Restrepo-Medina, Manuel Alberto. (2011). La administración pública en la Constitución de 1991: sincretismo
involuntario entre la burocracia, el gerencialismo y la gobernanza. Estudios Socio-Jurídicos , 13 (1), 365-
388. Obtenido el 28 de noviembre de 2021 de http://www.scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0124-05792011000100012&lng=en&tlng=es.
EL MODELO GERENCIAL

En la constitución de 1991 La crisis del modelo burocrático, género que se abran las puertas
a la participación de actores privados, como prestadores directos de los servicios sociales,
básicos y fundamentales (Salud, agua potable, acueducto, energía etc), en un entorno de
libre competencia, donde el estado cambia su papel de prestador a garante de la prestación
de los servicios a través de la regulación. 5

Por lo anterior, se origina una transformación del modelo de Estado social de derecho,
inducida por variables económicas y del mercado, los excedentes de liquidez de los actores
del mercado, llevaron a replantear los modelos de administración pública desde una óptica
de la eficiencia

Ahora bien, se planteó la aproximación del modelo gerencial con la gestión pública, donde
ambos modelos pueden ser analizados y solucionados teniendo en cuenta los conceptos y
técnicas propios de las organizaciones privadas, considerando que la gestión pública es
sustantivamente gestión, ello es -decisiones de coordinación y motivación dirigidas a
alcanzar los mejores resultados con los medios disponibles- dentro de las restricciones que
impone el marco jurídico-político.6

Es decir, el buen gobierno requiere que los servidores públicos sean no solamente
políticamente capaces y responsables en la asignación de sus labores, también se requiere
que sean nutridos técnicamente y ello solo se logra con funcionarios públicos de carrera
separados de la subordinación del poder político. La articulación entre los ejecutivos
políticos y los servidores de carrera se consigue a través de una relación del tipo mandante-
mandatario, en la cual los funcionarios públicos de alto rango determinan las acciones que
deben llevarse a cabo y establecen un contrato con sus encargados para que entreguen
resultados, a fin de promover la productividad de las organizaciones”. 7

MODELO DE GOBERNANZA

6
 García Galindo, Germán & Bolívar Ramírez, Jorge Enrique, Fundamentos de gestión
pública. Hacia un Estado eficiente, EAN, Bogotá, 2005. 
7
iro Roca, José María, "Control de gestión y gerencia pública", Revista Trimestre Fiscal N°
60, en Cuadernos de Actualidad, Editorial Ministerio de Economía y Hacienda - Instituto de
Estudios Fiscales, Madrid, 1993, Año IV, (2).     
El modelo de gobernanza ha tomado una importancia creciente en estos últimos años. Hace
referencia a la evolución del estado contemporáneo hacia modelos de acción pública que
involucran, sobre un modo más horizontal que vertical, a varias organizaciones y la
ciudadanía en general ( Exworthy M, Halford S, 1998). El Estado sigue siendo un actor
importante, pero, debido a la complejidad misma de los problemas derivados de la gestión
pública, se hace preciso contar con la cooperación de actores tanto públicos como privados
para la realización de la intervención pública.

El origen de esa evolución se encuentra, según Longo, en dos factores principales: el


primero de orden académico y otro en los cambios fácticos de la forma de intervención
pública. El primer factor se relaciona con el éxito y desarrollo de los enfoques
neoinstitucionales en las ciencias administrativas. Como consecuencia se atribuye al
modelo de gobernanza una complejidad con relación de costos que parece que ni el Estado
ni el mercado logran por si solos satisfacer las necesidades de la población (Longo F,
2002), En este sentido, se han multiplicado las alianzas, contrataciones y otras formas de
regulación y acción que implican la colaboración de diversas organizaciones públicas y
privadas

Fueron esas crisis de gobernabilidad las que condujeron a la nueva constitución de 1991 a
promover nuevos métodos de decisión y de acción que sustituyeran los procesos clásicos de
gobierno, con ello se busco integrar la posibilidad de una facción de gobernanza ciudadana,
que integrara en las decisiones fundamentales de la administración la participación de todos
los actores que se vean afectados por ella, asimismo mecanismos de participación colectiva;
ello, en un intento de integrar el espíritu de la democracia en todas las decisiones
administrativas del estado.

BIBLIOGRAFIA
Bresser-Pereira, Luis Carlos; Cunill Grau, Nuria & otros, Política y gestión pública,
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2004, pp. 17-18.

Chevallier, Jacques, L'État post-moderne. Maison des Sciences de l'Homme LGDJ,


Paris, 2003, traducción libre.

Harmon, Michael M. & Mayer, Richard T., Teoría de la organización para la


administración pública, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 104.

Restrepo-Medina, Manuel Alberto. (2011). La administración pública en la Constitución


de 1991: sincretismo involuntario entre la burocracia, el gerencialismo y la gobernanza.
Estudios Socio-Jurídicos , 13 (1), 365-388. Obtenido el 28 de noviembre de 2021 de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-
05792011000100012&lng=en&tlng=es.

García Galindo, Germán & Bolívar Ramírez, Jorge Enrique, Fundamentos de gestión
pública. Hacia un Estado eficiente, EAN, Bogotá, 2005.

Iro Roca, José María, "Control de gestión y gerencia pública", Revista Trimestre Fiscal
N° 60, en Cuadernos de Actualidad, Editorial Ministerio de Economía y Hacienda -
Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1993, Año IV, (2).

Longo F. Ejes vertebradores de la gobernanza en los sistemas públicos. Un marco de


análisis en clave latinoamericana. Revista del CLAD Reforma y Democracia 2010; 46: 75-
102.

Exworthy M, Halford S (Ed). Professionals and the New Managerialism in the Public
Sector. Buckingham: Open University Press; 1998.

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