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DERECHO COMERCIAL

UNIDAD I: PARTE GENERAL


1. Derecho Comercial. Concepto, nociones generales y evolución del Derecho Comercial.
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El Derecho Comercial, nació en Occidente a fines de la Edad Media, siguiendo los pasos del flamante
capitalismo mercantil.

Etapa Subjetiva: concebida como el período en donde para determinar cuál era el Derecho Comercial se debía
preguntar ¿Quién ejercía ese derecho? y la respuesta era que, quienes ejercían ese derecho eran los
comerciantes, y realizaban su actividad mercantil de manera profesional o como medio de vida. Este período
abarca desde la Edad Media hasta la Revolución Francesa.

Etapa Objetiva: si queríamos saber que definía al Derecho Comercial la pregunta a realizarse era ¿qué
conformaba ese derecho?, y la respuesta era un conjunto de actos decididos por el poder político que se inicia
en la sanción del Código de Napoleón de 1807 y culmina a finales del siglo XIX aproximadamente.

Dentro del derecho antiguo podemos observar en Babilonia el Código de Hammurabi. Esta fuente de normas
ya incluía temas sobre sociedades, depósitos y operaciones bancarias; también en China se conoció la
contabilidad con el sistema de la doble cuenta.
El Código de Comercio de Napoleón de 1807 es el que prácticamente marca el inicio de la segunda etapa del
Derecho Comercial denominada objetiva. Este Código introduce la idea del acto de comercio como núcleo
que concentra la aplicación del derecho, sin tener en cuenta quién realiza el acto en sí, es decir sin prestar
atención a si es o no comerciante quien realiza el acto.
Si bien encontramos que el embrión o semilla de la aparición de esta norma jurídica fueron los ideales de la
Revolución Francesa de 1789, que mediante sus postulados de igualdad, libertad y fraternidad se opusieron
fervientemente a las clases privilegiadas de los comerciantes.

El antiguo mercader había evolucionado y se había transformado en un ente organizacional; basaba su


principal característica en la forma de desempeñar el acto de comercio para llegar a más personas a menor
costo y obteniendo como resultado un mayor beneficio. Aparece así la idea de organización económica: esto
es la empresa.

Origen y evolución del Código en la Argentina:


Durante la época de la dominación española en nuestro territorio se aplicaron las Leyes de Indias (normas
creadas especialmente para las colonias americanas) y supletoriamente las Leyes de Castilla. A partir de la
creación del Consulado de Comercio de Buenos Aires, en 1794, se incorporaron las normas de las Ordenanzas
de Bilbao de 1737 que regulaban específicamente el comercio terrestre y marítimo.

A) La Asamblea de 1813 creó reglas sobre la matrícula de los comerciantes y consignaciones.


B) En 1821 se dictan normas para los corredores de comercio y se crea la Bolsa Mercantil.
C) En 1822 los decretos relativos a 'causas de comercio'; 'actos de comercio' y 'alzada de comercio'.
D) En 1824 se designa una comisión para elaborar un Código de Comercio.
E) En 1831 se propone la adopción del código español de 1829 como ley para la Provincia de Buenos Aires,
iniciativa que no prosperó.
F) En 1836 siendo Juan Manuel de Rosas gobernador de la Provincia de Buenos Aires, dictó la supresión de
los concursos de acreedores, esperas y moratorias, remisión o quita de los acreedores.
G) En 1838 se regula sobre martilleros.
H) En 1845 la provincia de Mendoza puso en vigencia el Código de Comercio español.

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Incluso en 1862, en San Juan, su gobernador Domingo Faustino Sarmiento adoptó el código español de 1829
y dispuso que se aplicara supletoriamente el Código de Comercio de la Provincia de Buenos Aires.

El gobierno encomendó en 1857 a Dalmacio Vélez Sarsfield y a Eduardo Acevedo, destacado jurista
uruguayo, la redacción de un Código de Comercio, que se sancionó finalmente en 1859 y consideraba
comerciantes únicamente a los que se inscribían en matricula.

“Fuentes”, Situación actual.


Las fuentes son mencionadas en el articulo 1 de la Constitución Nacional, y son las siguientes:
-Constitución nacional
-Tratados especiales
-Leyes especiales (específicas)
-Leyes análogas (similar)
-Leyes generales
-Principios generales del Derecho Comercial
-Costumbres
-Derecho Civil (supletorias)

El Derecho Comercial en el Código Civil y Comercial de la Nación.


el nuevo Código, no obstante, su denominación de "Civil y Comercial", no dedica ningún capítulo especial a
la materia "comercial", ni siquiera al "empresario" o a la "empresa". Tampoco hace el Código referencia
alguna al "acto de comercio", ni al "comerciante", ni a las "obligaciones de los comerciantes", ni a los
"agentes auxiliares de comercio", ni a la "jurisdicción mercantil".
También, desaparece la diferencia entre contratos "civiles" y contratos "comerciales" y entre sociedades
"civiles" y "comerciales" y no subsiste un registro público "de comercio", sino solamente un "registro
público".

Jurisdicción y competencia mercantil.


Es la potestad que tiene el Estado a través de los órganos para la administración de justicia para los cuales son
competentes.
La Jurisdicción comercial es la potestad de conocer en los negocios judiciales, contenciosos o voluntarios
derivados de actos y contratos mercantiles.

2. La empresa y el empresario en el Código Civil y Comercial:


Concepto de empresa desde el punto de vista económico y jurídico.
Desde la teoría económica se ha definido a la empresa como la organización en la cual se coordinan el capital
y el trabajo y que, valiéndose del proceso administrativo, produce y comercializa bienes y servicios en un
marco de riesgo y tiene por finalidad crear, mantener y distribuir riqueza entre ellos.
Son características de la empresa:
A) La asunción de riesgos.
B) La iniciativa.
C) La aptitud para percibir la cantidad y calidad de bienes y servicios necesarios en un mercado.
D) El proceso administrativo de planificar, organizar, dirigir y controlar y.
E) El desarrollo de la competencia a través de la innovación en los productos, procedimientos, métodos
comerciales, formas de organización y formas de dirección.

Desde el punto de vista jurídico: la empresa es una organización de los factores de producción tendiente a
producir bienes y servicios para el mercado, bajo el riesgo empresario y, según el caso, con propósito de lucro.

El empresario es el titular de la empresa.

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Desde el punto de vista de la administración, el empresario es quien dirige, asume riesgos, cobra por los
riegos asumidos con las utilidades realizadas, piensa en el largo plazo, es el responsable final por los
resultados, posee una actitud innovadora y es capaz de dar continuidad a la empresa

Su importancia actual en el campo del derecho comercial.


Desde el punto de vista del derecho comercial la empresa aparece entre los "actos de comercio" referidos por
la Ordenanza francesa de 1673, el Código de Comercio francés de 1807 y el derogado Código de comercio
argentino de 1862.

Comerciante y empresario.
El Código de Comercio derogado definía al comerciante como todo individuo que, teniendo la capacidad legal
para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello profesión habitual.
provocó ciertas discusiones doctrinarias, en cuanto si individuo solamente hacía referencia a las personas
físicas (hoy humanas) o si también incluía a las personas jurídicas.
El Registro Público de Comercio llevaba la matrícula de los comerciantes, pero la inscripción no otorgaba por
sí misma la calidad de comerciante. En el caso de las sociedades, la matrícula se suplía con la inscripción del
contrato en el Registro Público de Comercio.

Agentes auxiliares de la actividad empresarial:


Corredores
Los corredores son aquellas personas que se interponen profesionalmente entre la oferta y la demanda, para
facilitar o promover la conclusión del contrato.
Esta actividad surge de un contrato de corretaje, que consiste en la intermediación independiente entre la
oferta y la demanda de determinado bien o servicio, a efectos de que las partes concluyan entre sí un contrato
o negocio determinado.
El corredor es retribuido por una comisión. Debe llevar el "libro de registro" en donde tiene que asentar
cronológicamente todas las operaciones concluidas con su intervención
Hay contrato de corretaje cuando una persona, denominada corredor, se obliga ante otra, a mediar en la
negociación y conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o representación con
ninguna de las partes

Martilleros
El martillero o rematador es la persona que, se encarga de la venta al público de determinados bienes muebles
o inmuebles, en remate de viva voz y al mejor postor.
El martillero es designado por la parte oferente de los bienes y servicios y tiene derecho al reintegro de los
gastos y a una comisión que, generalmente, se coloca en cabeza del adquirente
El martillero actúa por cuenta y orden del oferente y, si éste no está presente, obra como su comisionista.
El martillero tiene derecho a cobrar una comisión, y a percibir del vendedor el reintegro de los gastos del
remate convenidos y realizados. Debe llevar la contabilidad.

Despachantes de aduana
Despachante de Aduanas es una persona humana que realiza en nombre de otros ante el servicio aduanero
trámites y diligencias relativos a la importación, la exportación y demás operaciones aduaneras.
El Despachante de Aduana actúa como mandatario de los importadores exportadores y demás personas que
contratan sus servicios, con las obligaciones y derechos que más adelante analizaremos.
El Despachante de aduanas no tiene responsabilidades tributarias siempre y cuando actúe en nombre de otro y
acredite dicho accionar por medio de un poder especial

Agentes de seguro

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Se diferencia del productor de seguros, ya que este puede formular un contrato, mientra que, el agente de
seguro finaliza el contrato. En ambos casos, hay obligación de matriculación, registración de las operaciones y
son remunerados por comisión.

Agentes de mercado de valores.


Son las "personas físicas y/o jurídicas autorizadas por la Comisión Nacional de Valores para su inscripción
dentro de los registros correspondientes creados por la citada comisión, para abarcar las actividades de
negociación, de colocación, distribución, corretaje, liquidación y compensación, custodia y depósito colectivo
de valores negociables, las de administración y custodia de productos de inversión colectiva, las de
calificación de riesgos, y todas aquellas que, a criterio de la Comisión Nacional de Valores, corresponda
registrar para el desarrollo del mercado de capitales. Posee las mismas obligaciones que los demás agentes
auxiliares.

3. Obligaciones comunes de las personas humanas que desarrollan actividad económica organizada y
persona jurídicas privadas. De la contabilidad.

Libros de comercio.
El Código también disponía, que los comerciantes debían llevar obligatoriamente los libros Diario;
Inventarios y Balances.
El libro diario es donde el comerciante anota las operaciones realizadas día a día.
El inventario es la descripción de cada uno de los elementos integrantes del activo y del pasivo del
comerciante, con su respectiva valuación.
El balance es una operación contable que se realiza a fin de comprobar la exactitud de las operaciones o para
determinar los beneficios o pérdidas correspondientes a un ejercicio.

Sujetos obligados y sujetos exceptuados.


se encuentran obligadas a llevar la contabilidad las personas jurídicas privadas. Según el art. 148 CCyC, son
personas jurídicas privadas las sociedades; las asociaciones civiles; las simples asociaciones; las fundaciones;
las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas; las mutuales; las cooperativas; el consorcio de
propiedad horizontal; toda otra contemplada en disposiciones de este CCyC o en otras leyes, y cuyo carácter
de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.
También tienen la obligación de llevar la contabilidad, las personas humanas que realizan una actividad
económica organizada o son titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial, agropecuario o
de servicios
el CCyC admite dos categorías de “personas humanas”, una general y otra especial
a) las que realizan una actividad económica organizada; y
b) las que son “empresarios”, en el sentido de ser titulares de una empresa o de un establecimiento comercial,
industrial o de servicios.

Aquellas personas que no se encuentran obligadas a llevar la contabilidad, pero que deseen hacerlo, deben
solicitar su inscripción y la habilitación de sus registros o la rubricación de los libros.

Las personas humanas que ejercen una profesión liberal (por ejemplo, médico, abogado, contador, arquitecto,
psicólogo, etc.) NO tienen obligación legal de llevar la contabilidad.

Libros Indispensables y Libros obligatorios según el Código Civil y Comercial.


Son registros indispensables, los siguientes:
a) diario;
b) inventario y balances;

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c) aquellos que corresponden a una adecuada integración de un sistema de contabilidad y que exige la
importancia y la naturaleza de las actividades a desarrollar;
d) los que en forma especial impone este Código u otras leyes.
el libro diario es el más importante de todos, pues en él constan todas las operaciones comerciales y
cambiarias realizadas por el comerciante, asentadas por su orden, lo cual impide que sean modificadas ex
profeso con posterioridad, registra, mediante asientos sucesivos y cronológicos, cada uno de los datos de
entrada con entidad contable, en un soporte admitido por la ley y cumpliendo con los requisitos del Código de
Comercio.
En el libro de inventarios y balances se transcribe un detalle analítico del patrimonio del ente al momento del
cierre de cada ejercicio y en el cual, además, se vuelcan los estados contables.

Anotaciones que deben hacerse.


El interesado debe llevar su contabilidad mediante la utilización de libros y debe presentarlos, debidamente
encuadernados, para su individualización en el Registro Público correspondiente. Tal individualización
consiste en anotar, en el primer folio, nota fechada y firmada de su destino, del número de ejemplar, del
nombre de su titular y del número de folios que contiene. El Registro debe llevar una nómina alfabética, de
consulta pública, de las personas que solicitan rubricación de libros o autorización para llevar los registros
contables de otra forma, de la que surgen los libros que les fueron rubricados y, en su caso, de las
autorizaciones que se les confieren

Libros Facultativos. Requisitos.

Formalidades.
Se prohíbe:
a) alterar el orden en que los asientos deben ser hechos;
b) dejar blancos que puedan utilizarse para intercalaciones o adiciones entre los asientos; c) interlinear, raspar,
emendar o tachar. Todas las equivocaciones y omisiones deben salvarse mediante un nuevo asiento hecho en
la fecha en que se advierta la omisión o el error;
d) mutilar parte alguna del libro, arrancar hojas o alterar la encuadernación o foliatura;
e) cualquier otra circunstancia que afecte la inalterabilidad de las registraciones.
La enumeración de los actos prohibidos es meramente enunciativa y no taxativa, razón por la cual deben
considerarse prohibidas todas las operaciones que, en definitiva, permitan adulterar el sistema contable.
Los libros y registros contables deben ser llevados en forma cronológica, actualizada, sin alteración alguna
que no haya sido debidamente salvada. También deben llevarse en idioma y moneda nacional.

Excepto que leyes especiales establezcan plazos superiores, deben conservarse por diez años:
a) los libros, contándose el plazo desde el último asiento;
b) los demás registros, desde la fecha de la última anotación practicada sobre los mismos;
c) los instrumentos respaldatorios, desde su fecha. Los herederos deben conservar los libros del causante y, en
su caso, exhibirlos en la forma prevista en el artículo 331, hasta que se cumplan los plazos indicados
anteriormente.
la conservación no solo implica la no destrucción de los libros, sino mantenerlos y cuidarlos para que no
sufran deterioro por el transcurso del tiempo u otro tipo de inclemencia, para que puedan ser consultados o
puestos a disposición en caso de ser requeridos

La contabilidad, obligada o voluntaria, llevada en la forma y con los requisitos prescritos, debe ser admitida
en juicio, como medio de prueba. Sus registros prueban contra quien la lleva o sus sucesores, aunque no
estuvieran en forma, sin admitírseles prueba en contrario. El adversario no puede aceptar los asientos que le
son favorables y desechar los que le perjudican, sino que habiendo adoptado este medio de prueba, debe
estarse a las resultas combinadas que presenten todos los registros relativos al punto cuestionado. La
contabilidad, obligada o voluntaria, prueba en favor de quien la lleva, cuando en litigio contra otro sujeto que

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tiene contabilidad, obligada o voluntaria, éste no presenta registros contrarios incorporados en una
contabilidad regular. Sin embargo, el juez tiene en tal caso la facultad de apreciar esa prueba, y de exigir, si lo
considera necesario, otra supletoria. Cuando resulta prueba contradictoria de los registros de las partes que
litigan, y unos y otros se hallan con todas las formalidades necesarias y sin vicio alguno, el juez debe
prescindir de este medio de prueba y proceder por los méritos de las demás probanzas que se presentan. Si se
trata de litigio contra quien no está obligado a llevar contabilidad, ni la lleva voluntariamente, ésta sólo sirve
como principio de prueba de acuerdo con las circunstancias del caso. La prueba que resulta de la contabilidad
es indivisible.

La exhibición general de registros o libros contables sólo puede decretarse a instancia de parte en los juicios
de sucesión, todo tipo de comunión, contrato asociativo o sociedad, administración por cuenta ajena y en caso
de liquidación, concurso o quiebra. Fuera de estos casos únicamente puede requerirse la exhibición de
registros o libros en cuanto tenga relación con la cuestión controvertida de que se trata

Consecuencia por la inobservancia de las formalidades.

4. Publicidad y registración comercial. Registro Público.

El Registro Público tiene las funciones siguientes:


A) Registral, consistente en efectuar las inscripciones de sujetos, actos y situaciones jurídicas que determina el
ordenamiento legal (Código Civil y Comercial, ley 19.550, otras leyes)
B) De publicidad formal, consistente en brindar acceso a las constancias del registro, de diferentes maneras
cuyas principales modalidades se enuncian más abajo y están fundamentalmente sujetas a previsiones
reglamentarias.
C) De individualización y rúbrica de los libros necesarios para llevar contabilidad (art. 323, CCCN) a que las
personas jurídicas y ciertas personas humanas y organizaciones contractuales o no están obligadas —y a cuyo
llevado pueden otras optar sin estar obligadas— (arts. 320, 322 y 327), incluidos libros de carácter no
propiamente contable sino necesarios para el funcionamiento estructural inmobiliarios.
D) De autorización para que la persona humana o jurídica que lleve contabilidad lo haga mediante
ordenadores u otros medios mecánicos, magnéticos o electrónicos; o para que conserve la documentación
respaldatoria en microfilm, discos ópticos u otros medios aptos para ese fin.

El Código Civil y Comercial contempla sujetos, actos y situaciones jurídicas que deben inscribirse en el
Registro Público, distintos de los que conforman lo que hasta ahora ha sido la materia registral mercantil en el
Código de Comercio derogado y/o en legislación complementaria de o relacionada con dicho código.

El Registro Público inscribe los siguientes actos:


1. En relación a personas humanas:
A. Las matrículas individuales de quienes realizan una actividad económica organizada —con las excepciones
del artículo 320, segundo párrafo del Código Civil y Comercial—, martilleros, corredores no inmobiliarios y
despachantes de aduana, todos con domicilio comercial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
B. Los actos contenidos en documentos complementarios, alteraciones, mandatos, revocatorias, limitaciones y
cancelaciones.
C. Los poderes y/o mandatos de los agentes institorios

5. Rendición de cuentas: Concepto.


Se entiende por cuenta la descripción de los antecedentes, hechos y resultados pecuniarios de un negocio,
aunque consista en un acto singular. Hay rendición de cuentas cuando se las pone en conocimiento de la
persona interesada, conforme a lo dispuesto en los artículos siguientes.

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La rendición de cuentas es la demostración ordenada, sistematizada y documentada, a través de la cual se
cumple el deber legal de informar a otro, las operaciones, procedimientos y resultado de un negocio.
consiste en dar razón del cometido en interés ajeno, detallando los actos cumplidos —en este sentido debe
tenerse presente que dicha exposición tiene una faz contable y una jurídica de los intereses administrados— y
estableciendo un resultado final.

Corresponde diferenciar, en primer lugar, la obligación de rendir cuentas de la obligación de llevar


contabilidad.
En efecto, la obligación de rendir cuentas requiere como presupuesto que se haya actuado en "interés ajeno" o
haya existido una relación de ejecución continuada y que la rendición sea apropiada a la naturaleza del
negocio, o una obligación legal expresa como es el caso de mandatario y del fiduciario.
En cambio, la obligación de llevar libros se impone por el solo desarrollo de una actividad económica
organizada (simple, con empresa o con establecimiento) o por cierta configuración organizativa (personas
jurídicas privadas).

Sujetos comprendidos.
Están obligados a rendir cuentas, excepto renuncia expresa del interesado:
a) quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio;
b) quienes son parte en relaciones de ejecución continuada, cuando la rendición es apropiada a la naturaleza
del negocio;
c) quien debe hacerlo por disposición legal.
La rendición de cuentas puede ser privada, excepto si la ley dispone que debe ser realizada ante un juez.

Requisitos.
La rendición de cuentas debe: a) ser hecha de modo descriptivo y documentado; b) incluir las referencias y
explicaciones razonablemente necesarias para su comprensión; c) acompañar los comprobantes de los
ingresos y de los egresos, excepto que sea de uso no extenderlos; d) concordar con los libros que lleve quien
las rinda.

Es decir, que quien rinde cuentas debe presentar la documentación respaldatoria de la operatoria que describe,
acompañando los comprobantes respectivos, los que debe conservar a ese fin. La rendición debe ser integral y
permitir al destinatario examinarla y cotejarla con amplitud teniendo como punto de partida cada uno de los
asientos y la comprobación de los documentos que los respalden.

6. El consumidor como nuevo sujeto de las relaciones comerciales.


El concepto de consumidor.
Se considera consumidor a la persona física o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa,
bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.

Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como consecuencia o en
ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social.

Protección a nivel constitucional.


Las cosas y servicios deben ser suministrados o prestados en forma tal que, utilizados en condiciones
previsibles o normales de uso, no presenten peligro alguno para la salud o integridad física de los
consumidores o usuarios.
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Art 2 ley 24.240
PROVEEDOR.

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Es la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que desarrolla de manera profesional, aun
ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación, construcción, transformación, importación,
concesión de marca, distribución y comercialización de bienes y servicios, destinados a consumidores o
usuarios. Todo proveedor está obligado al cumplimiento de la presente ley.

Art 3 ley 24.240


RELACIÓN DE CONSUMO. INTEGRACIÓN NORMATIVA. PREEMINENCIA.
Relación de consumo es el vínculo jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario.
Las relaciones de consumo se rigen por el régimen establecido en esta ley y sus reglamentaciones sin perjuicio
de que el proveedor, por la actividad que desarrolle, esté alcanzado asimismo por otra normativa específica.

La defensa de la competencia se encuentra contemplada expresamente en el art. 42 de la Constitución


Nacional: "Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la
protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de
elección, y a condiciones de trato equitativo y digno. Las autoridades proveerán a la protección de esos
derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de
los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios
públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios. La legislación establecerá
procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios
públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y
usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control".

Por su parte, el art. 43 establece la posibilidad de iniciar una acción de amparo, sino existe otro medio judicial
más idóneo, esta acción la podrán realizar tanto las personas humanas como las jurídicas, contra las
autoridades públicas de los tres poderes o actos de los particulares.
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