Está en la página 1de 21

PROMUEVE DEMANDA POR ACCIDENTE DE TRABAJO. PLANTEA INCONSTITUCIONALIDADES.

SEÑOR JUEZ:
DR. JUAN MANUEL PARADA, abogado, (C.P.A.C.F. Tº 103 Fº 334, CUIT 20-23288533-6,
Monotributista, e-mail: jmparada@poderlegal.com.ar), y DR. FEDERICO CARLOS GIACOMINO, abogado, (C.P.A.C.F. Tº
103 Fº 173, CUIT 23-30011291-9, Monotributista, e-mail: fcgiacomino@poderlegal.com.ar); ambos constituyendo domicilio
electrónico en 23-30011291-9, y físico material en la Avenida Pueyrredón N° 468, Piso 5°, Oficina “30”, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (zona de notificación N° 81), teléfono 5199-4035, nos presentamos a V.S. y respetuosamente
decimos:

I.- PERSONERÍA.
Como acreditamos con el Acta Poder N° 74.647/2016 que adjuntamos, el SR. VARELA
CHRISTIAN ALBERTO, argentino, soltero, futbolista profesional, nacido el día 09/06/1990, con DNI N°
35.342.079 y CUIL N° 20-35342079-9, domiciliado en la calle Tuyuty N° 266, Merlo, Provincia de Buenos Aires, nos
ha otorgado mandato suficiente para actuar en su nombre y representación.

II.- OBJETO.
El objeto de la presente demanda es la obtención de las prestaciones en especie y
reparatorias establecidas en las Leyes N° 24.557, N° 26.773 y normas complementarias, que a nuestro mandante
corresponden, y que deben ser abonadas por PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A. –
CUIT 30-68436191-7 (Aseguradora de Riesgos del Trabajo del actor), en virtud del accidente que él ha sufrido, el cual
fuera reconocido y aceptado por dicha Aseguradora de Riesgos del Trabajo, pero por el cual NO ha sido indemnizado hasta
el momento.
Es por ello que, en legal tiempo y forma, venimos a promover formal demanda por
ACCIDENTE DE TRABAJO, en reclamo de las prestaciones dinerarias por los daños y perjuicios ocasionados como
consecuencia del siniestro laboral sufrido por el actor el día lunes 01 de Agosto de 2016 contra
PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., con domicilio en la Avenida Córdoba N°
1776, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el cobro de la suma de PESOS UN MILLÓN CIENTO TRECE
MIL SETECIENTOS OCHENTA y SEIS con 88/100 ($1.113.786,88), o lo que en más o menos determine V.S.,
conforme las probanzas de autos, con más los intereses correspondientes desde el momento del accidente hasta el efectivo
cobro de la indemnización por la incapacidad que nuestro mandante padece, actualización monetaria y costas conforme las
consideraciones de hecho y derecho que a continuación se exponen.

III.- COMPETENCIA.
Esta parte deja expresa constancia que V.S. es el Juez Natural del Trabajador, por lo que es
plenamente competente para intervenir en estos actuados.
Esto queda claramente evidenciado, toda vez que: 1) EL TRABAJADOR CUMPLE SUS
FUNCIONES LABORALES EN LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES; 2) El Contrato de Trabajo se
celebró en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 3) El empleador de nuestro mandante se domicilia en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires; 4) El contrato de afiliación entre el empleador de nuestro mandante y la aquí demandada se celebró en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y, 5) La demandada cuenta con representación (sucursal) en el domicilio “ut supra”
denunciado por esta parte, el cual también se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esto se sustenta puesto que, en virtud de lo normado en los artículos 20 y 24 de la Ley N°
18.345, la presente acción debe entablarse ante el Juez Natural del trabajador, y dado que tanto el contrato de trabajo, el
lugar de prestación de servicios, el domicilio del empleador, y el domicilio de la demandada se encuentran íntegramente en
el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son (sin lugar a dudas) los Juzgados Nacionales del fuero laboral
quienes deben intervenir. Cabe destacar que la CSJN ha reiterado en constantes fallos que, dicha normativa está
inspirada en el único propósito evidente de proteger a los trabajadores.
Asimismo, también se debe tener en cuenta que, el contrato de afiliación entre el empleador de
nuestro mandante y la Aseguradora de Riesgos del Trabajo aquí demandada fue suscripto en el ámbito de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, lugar en el que el mismo debía cumplirse; es decir, donde deben otorgarse las prestaciones
medicas y las dinerarias, que aquí se reclaman.
Subsidiariamente, si analizamos la competencia desde la óptica de la Ley de Seguros, en su
artículo 118 se habilita al damnificado a interponer la demanda ante el Juez del lugar del hecho o del domicilio de la
aseguradora. En el caso de marras, se cumplen ambas, dado que el siniestro ha ocurrido en el ámbito de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires; y, también la Aseguradora de Riesgos del Trabajo aquí demandada posee domicilio en esta
Ciudad. Dichos extremos resultan más que suficientes para habilitar la competencia pretendida, atento que no existen
razones que justifiquen una interpretación restringida del artículo 118 de la Ley N° 17.418.
Por último, debe tenerse en cuenta que, para el caso en que existiera alguna duda, DEBERÍA
ESTARSE AL PRINCIPIO “IN DUBIO PRO OPERARIO” DECIDIENDO A FAVOR DE LA COMPETENCIA
DEL JUEZ ELEGIDO POR EL TRABAJADOR.

IV.- HECHOS.
Que en fecha 01 de Enero de 2016 nuestro mandante ingresó a trabajar bajo relación de
dependencia en el CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY
N° 25.284 (CUIT 30-52775110-8), sito en la Avenida San Martín N° 5125, Ciudad de Autónoma de Buenos Aires. Las
tareas que desempeña allí el actor son como “FUTBOLISTA PROFESIONAL”, siendo su jornada laboral de lunes a viernes de
9:00 a 13:00 horas (jornadas de entrenamiento), y los “días de partido” (pudiendo ser aleatoriamente sábados, domingos
y/o cualquier día hábil de la semana) en un horario amplio, implicando en algunos casos, viajes a diferentes destinos del
país.
Dentro de este contexto, el mencionado empleador de nuestro mandante celebró con la aquí
demandada PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., contrato de afiliación en los
términos de la Ley de Riesgos del Trabajo, asegurando bajo dicho régimen, a todos sus empleados. Contrato este, que
se encontraba vigente al momento del ACCIDENTE LABORAL sufrido por nuestro mandante.
Esto es, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo a la que se encontraba afiliado nuestro
mandante, en virtud del contrato de trabajo que lo une con su empleador, era PREVENCIÓN ASEGURADORA DE
RIESGOS DEL TRABAJO S.A., de conformidad también con el Estatuto del Jugador de Fútbol Profesional.
Desde el inicio de la relación laboral, nuestro mandante se desempeñó en forma
correcta y eficiente, no habiendo sido nunca pasible de sanción disciplinaria alguna, por lo que bien
puede decirse que cumplió cuantitativa y cualitativamente con todas las obligaciones a su cargo.
El ingreso base mensual (IBM) del actor al momento del ACCIDENTE DE TRABAJO
sufrido, alcanzaba la suma de PESOS VEINTE MIL CATORCE CON 14/100 ($20.014,14).
Es dable destacar que, al momento de ingresar a trabajar bajo las órdenes del CLUB
COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284, nuestro
mandante se encontraba en perfecto estado psíquico y físico, totalmente sano y sin incapacidad
alguna.
Las tareas que realizaba el actor, como futbolista profesional, en el marco de un competitivo
campeonato, como es el “Torneo de Primera División B” de la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A.), fueron incidiendo
directamente en el deterioro de su salud.
Es importante destacar que el contexto físico y psíquico en el que se encontraba el actor al
momento de su jornada laboral en el cual se produjo el ACCIDENTE DE TRABAJO, era de total agotamiento, atento
la magnitud de la presión y estrés que le generaban los diversos entrenamientos y partidos que

2
nuestro mandante venía disputando, con el objetivo de mantener al club que lo empleaba en la Primera División B del
Fútbol Argentino.
El trabajo desarrollado por el actor requirió, naturalmente, de notable
esfuerzo, dedicación y atención, los cuales por el género de la actividad, escapan a los índices
normales, y se caracterizan por una importante tensión, siendo el ambiente laboral del fútbol de
elite de exigencias imperiosas, lo cual tornó su labor angustiante y estresante en exceso.
Todo ello jamás fue controlado por la demandada, situación que evidencia el grave
incumpliendo a las obligaciones de control, promoción, asesoramiento, capacitación, formación, mejoramiento, instrucción,
vigilancia, y visitas a su lugar de trabajo. Incumplimientos que no hicieron más que generar el “ambiente propicio” para
la producción del ACCIDENTE DE TRABAJO que ha sufrido nuestro mandante.
En el contexto hasta aquí narrado, el día lunes 01 de Agosto de 2016, nuestro mandante,
en el transcurso de su jornada laboral y cumpliendo con las extenuantes jornadas de entrenamientos habituales, y de
ejercicios físicos que requieren una gran esfuerzo, sumado a la presión y el stress que genera la alta competencia
deportiva, en una práctica de fútbol formal, aprestándose a disputar el balón con un compañero,
por acción del juego, recibe de éste un golpe (patada) en su rodilla izquierda, que le generó una
brusca caída sobre el campo de juego. Debido al fuerte e intenso dolor que sentía le fue imposible reincorporarse,
por lo que debió permanecer recostado en el suelo hasta ser asistido. Inmediatamente ingresaron los camilleros del club,
quienes trasladaron al actor en camilla hacia fuera del campo de juego para que éste pueda ser atendido por el médico del
CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 (Dr.
Claudio Crocci); quien, al examinarlo, decidió la rápida inmovilización de la zona siniestrada, y la
posterior realización de estudios médicos de rigor.
Así pues, nuestro mandante sufrió un ACCIDENTE DE TRABAJO, en los términos de la Ley
N° 24.557.
Frente a este cuadro de situación, el empleador de nuestro mandante, denunció ante la
PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A. el ACCIDENTE DE TRABAJO sufrido por el actor.
Motivo por el cual, nuestro mandante fue atendido por cuenta y orden de dicha Aseguradora de
Riesgos de Trabajo en el Centro Médico Integral Fitz Roy, sito en la calle Acevedo N° 865, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, donde luego de realizarle estudios médicos de rigor (placas radiográficas, ecografías, y resonancia magnética
nuclear), le diagnosticaron ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO DE RODILLA IZQUIERDA.
Así entonces, el actor, en fecha 24 de Agosto de 2016, FUE INTERVENIDO
QUIRÚRGICAMENTE POR LA ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO DE RODILLA IZQUIERDA sufrida.
Dicha intervención fue realizada en el Centro Médico Integral Fitz Roy, sito en la calle Acevedo N° 865, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Nuestro mandante, permaneció internado hasta el día 25 de Agosto de 2016; fecha en la cual
fue dado de alta de internación, colocándole un férula inmovilizante en toda su pierna izquierda, indicándole reposo
absoluto, y tratamientos farmacológicos de rigor.
Fue así, que el actor prosiguió con la recuperación médica en forma domiciliaria, cumpliendo
con el reposo absoluto indicado, la inmovilización total de su pierna izquierda, curaciones diarias de la herida quirúrgica,
y la asistencia farmacológica recetada (antiinflamatorios y antibióticos).
En este contexto, a las dos (2) semanas de dicha intervención quirúrgica, nuestro mandante
acudió a control médico, donde los profesionales de la salud procedieron a quitarle la férula inmovilizante, y a retirarle los
puntos quirúrgicos de sutura; asimismo, nuevamente, le indicaron reposo, movilización con muletas, y asistencia
farmacológica (antiinflamatorios y antibióticos).
Luego, a las seis (6) semanas de la observación médica mencionada mente, el actor concurrió a
un nuevo control médico, donde los galenos le indicaron que muy despacio y con extremos cuidados comenzara a caminar

3
sin muletas. En el mismo acto, le prescribieron el comienzo de la rehabilitación médica, la cual consistía en sesiones de
kinesiología y, ejercicios de movilidad y fortalecimiento de la zona siniestrada.
Así fue que, nuestro mandante comenzó con la rehabilitación médica prescripta. Dicha
rehabilitación fue realizada por cuenta y orden de la demandada en Centro Médico Integral Fitz Roy, sito en la
calle Acevedo N° 865, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Como la rehabilitación indicada era totalmente insuficiente para el actor, dado su condición de
deportista profesional, y frente a las constantes negativas de la accionada de ampliarle la rehabilitación, vio la necesidad
de complementar la misma realizando también sesiones de kinesiología en las instalaciones con las que cuenta su
empleador.
El actor se abocó a su rehabilitación, acudiendo a sesiones de kinesiología de lunes a viernes,
en doble turno, esto es realizando sesiones diarias tanto por la mañana como por la tarde por un plazo de cuatro (4)
meses, sin que al día de la fecha haya podido regresar a la práctica deportiva debido, todo ello como consecuencia de las
secuelas incapacitantes que posee.
Nuestro mandante realizó entre ciento setenta (170) y ciento ochenta (180) sesiones de
kinesiología.
Posteriormente, en fecha 24 de Enero de 2017, nuestro mandante recibió el alta médica por
parte de PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., a pesar del rechazo por parte de este
en virtud de persistir fuertes dolores y gran sensibilidad en la zona siniestrada, conjuntamente con una marcada limitación
funcional en su rodilla izquierda.
Como consecuencia de dicho ACCIDENTE LABORAL, hoy en día nuestro mandante además se
encuentra inhabilitado parcialmente para numerosas actividades de índole laboral y de su vida diaria, debiendo usar
un equipamiento adecuado para proteger la zona siniestrada; ya que, PADECE PÉRDIDA PARCIAL DE
SENSIBILIDAD, LIMITACIONES FUNCIONALES EN SU PIERNA IZQUIERDA Y AL SUBSISTIR LA
CICATRIZ QUIRÚRGICA, SE VE ALTERADA LA ARMONÍA DEL ASPECTO ÍNTIMO HABITUAL QUE
TENÍA EL ACTOR ANTES DEL ACCIDENTE.
Además, las secuelas que padece el actor como consecuencia del ACCIDENTE
LABORAL relatado son tan graves, que lo han alejado del puesto de titular que detentaba en el
CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 antes
del siniestro de marras; dado que, hoy en día, con tan solo 26 años de edad, se encuentra
impedido psicofísicamente para desarrollar normalmente su oficio de jugador profesional de
futbol, y todo ello como resultado del ACCIDENTE DE TRABAJO padecido. Esta escenario le ha
producido un “disturbio situacional” que le origino una incapacidad que le ocasiona TRASTORNO
POR STRESS POST TRAUMÁTICO EN ESTADO INTENSO CON CARÁCTER CRÓNICO y DAÑO
PSICOLÓGICO O REACCIÓN VIVENCIAL ANORMAL ENTRE GRADO II y III.
Asimismo, y toda vez que la accionada PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS
DEL TRABAJO S.A. no se volvió a comunicar con nuestro mandante, esta parte dio cumplimiento con el procedimiento
administrativo de Conciliación Laboral Obligatoria (SeCLO), en la cual, y luego de las correspondientes
audiencias, no se ha llegado a un acuerdo satisfactorio, motivo por el cual, y conforme a la Ley N° 24.635, quedó expedita
la vía judicial.
Por todo lo expuesto, nuestro mandante debe ser indemnizado por el
siniestro sufrido y las secuelas físicas y psicológicas que padece, de acuerdo al ordenamiento legal vigente.
Asimismo, reiteramos que al día de la fecha, PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS
DEL TRABAJO S.A. no ha evaluado la incapacidad que sufre nuestro mandante, ni tampoco le ha abonado
indemnización alguna por motivo del grave accidente de trabajo padecido.

4
ES ASÍ QUE, EN VIRTUD DE TODO LO EXPUESTO, EN LA ACTUALIDAD
NUESTRO MANDANTE SE ENCUENTRA CON UNA INCAPACIDAD FÍSICA Y PSICOLÓGICA QUE NO LE
HA SIDO RESARCIDA.

V.- SECUELAS. INCAPACIDAD.


Nuestro mandante, en la actualidad, es portador de una incapacidad física laborativa
parcial, teórica, promediada y en evolución, estimada en el orden del 25,00% de la total obrera, y
una incapacidad psicológica del 10,00% de la total obrera, con lo que TOTALIZA UNA
INCAPACIDAD DEL 35,00% DE LA TOTAL OBRERA, la cual es determinada por las lesiones mencionadas
precedentemente, y encuentra su fundamento en el ACCIDENTE DE TRABAJO sufrido el día 01 de
Agosto de 2016.

VI.- INAPLICABILIDAD DEL DECRETO N° 54/2017. TEMPORALIDAD.


Atento el reciente Decreto del P.E.N. N° 54/2017, publicado en el Boletín Oficial con fecha 23
de Enero de 2017, manifestamos a V.S. que dicha disposición legal no debe aplicarse a esta caso concreto, toda vez que el
derecho del actor a reclamar como la hace, ha nacido desde el momento de la ocurrencia del accidente de trabajo de
marras, esto es, desde el día 06 de Abril de 2016, cuando todavía dicho Decreto no existía.
Ello es así, pues el propio artículo 2° de la Ley N° 26.773 lo establece: “El derecho a la
reparación dineraria se computará, más allá del momento en que se determine su procedencia y alcance, desde que
acaeció el evento dañoso o se determinó la relación causal adecuada de la enfermedad profesional.” Sin perjuicio de
lo establecido por los artículos 768 y 769 del Código Civil y Comercial de la Nación, y de lo resuelto por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación in re “Banco Sudameris v. Belcam S.A. y otro” (sentencia del 17/05/94, B.876.XXV).
Atento lo expuesto, señalamos que el Decreto N° 54/2017 no debe ser aplicado al caso de
autos; sin perjuicio de ello, y en el hipotético e improbable caso que V.S. sí lo considere aplicable, esta parte plantea
subsidiariamente la inconstitucionalidad del mismo, según las consideraciones que en los acápites infra se detallan.

VII.- PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD DE LEY N° 24.557 Y DECRETOS


REGLAMENTARIOS.
Varias disposiciones de la Ley de Riesgos de Trabajo se han dictado contrariando expresas
normas de la Constitución Nacional y Tratados Internacionales con rango supralegal.
Asimismo, de las comparaciones sistemáticas de la Ley de Riesgos de Trabajo y las restantes
normas del derecho de daños consagrados en el derecho positivo argentino, resulta evidente que en materia de reparación
de infortunios laborales, los trabajadores no reciben un trato igualitario con respecto a los restantes ciudadanos.
Después de largos años de incertidumbre, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expidió
seriamente sobre la cuestión de la inconstitucionalidad de algunos de los artículos de la Ley N° 24.557, por sus
incoherencias con el régimen Constitucional vigente en nuestro territorio.
Así, la Corte ha sostenido, entre otras cosas: “Que la manda constitucional del art. 14 bis, que
tiene ya cumplidos 47 años, a su vez, se ha visto fortalecida y agigantada por la singular protección reconocida a toda
persona trabajadora en textos internacionales de derechos humanos que, desde 1994, tiene jerarquía constitucional
(Constitución Nacional, art., 75 inc. 22). El Pacto Internacional De Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PISDEC) es
quizás concluyente al respecto, ya que su art. 7 preceptúa: “Los Estados parte en el presente Pacto reconocen el derecho
de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial: […] a.ii)
Condiciones de existencia dignas para ellos y para su familia […]; b) La seguridad y la higiene en el trabajo. A ello se
suma el art. 12, relativo al derecho de toda persona al “disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”,
cuando en su inc. 2 dispone: “Entre las medidas que deberán adoptar los Estados parte en el Pacto a fin de asegurar éste
derecho, figurarán las necesarias para […] b. El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene de trabajo […]; c. La

5
prevención y el tratamiento de las enfermedades […] profesionales”. El citado art.7 b del PIDESC., corresponde subrayarlo,
implica que, una vez establecida por los estados al legislación apropiada en materia de seguridad e higiene en el trabajo,
uno de los más cruciales aspectos de la reparación a que tengan derecho los dañados” (Craven, Matthew, “The
Internacional Covenant on Economic, Social and Cultural Rights”, Ed. Clarendom, Oxford, 1998, pág. 242) (Octavo
considerando, Dres: Petracchi y Zaffaroni“ en “Aquino Isacio c/ Servicios Industriales S.A s/ Accidente ley 9688”).
Ahora bien, éste retroceso legislativo en el marco de la protección (puesto que así cuadra
evaluar a la LRT según lo que ha venido siendo expresado) , pone a ésta en grave conflicto con un principio
arquitectónico del Derecho Internacional de los Derechos Humanos en general, y del PIDESC. en particular. En efecto, éste
último está plenamente informado por el principio de progresividad, según el cual “todo Estado parte se compromete a
adoptar ciertas medidas […] para lograr progresivamente […] la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos”
(art. 21). La norma, por lo pronto, “debe interpretarse a la luz de los objetivos en general, en realidad la razón de ser, del
Pacto, que es establecer claras obligaciones para los Estados parte respecto de la plena efectividad de los derechos de que
se trata” (Décimo considerando , Dres: Petracchi y Zaffaroni “Aquino Isacio c/ Servicios Industriales S.A s/ Accidente
ley 9688”).
Además del análisis general realizado de la grave afectación que produce la Ley de Riesgos del
Trabajo, y sobre la que se ha argumentado su inconstitucionalidad, se impugnan expresamente, las siguientes disposiciones:
a) INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTÍCULOS 21, 22 y 46 DE LA LRT y
DECRETOS N° 717/1996, N° 1278/2000 y N° 54/2017
La trama de la Ley de Riesgos del Trabajo que, mediante un burdo trato discriminatorio,
intenta cercenar a los trabajadores accidentados en su derecho a una justa reparación de los daños sufridos, se integra
con una grosera inconstitucionalidad como es la de pretender vedarles el acceso a la justicia y el derecho a un debido
proceso.
La mencionada violación a las normas constitucionales surge nítidamente al analizar en forma
somera lo dispuesto por el Capítulo VI de la Ley Nº 24.557 y los Decretos N° 717/96, N° 1276/2000 y N° 54/2017 que
regulan el funcionamiento de las Comisiones Médicas.
Las mencionadas normas establecen la obligatoriedad de una instancia previa, de trámite y
duración inciertos, como así también regulan el procedimiento para acceder a las mismas. Así es que cuando las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo no reconocen la graduación ni el daño que padecen los trabajadores, estos organismos
(integrados por tres médicos –artículo 51 de la Ley Nº 24.241–) serían los encargados de decidir sobre múltiples cuestiones
fácticas y jurídicas ajenas a su saber científico. De ésta manera, estos organismos, sellan con su decisión la suerte del
reclamo formulado por el trabajador siniestrado, mientras otras materias, igualmente ajenas a la medicina (si hubo o no
relación laboral y el monto real del ingreso base), son razonablemente remitidas a conocimiento de la “autoridad
competente” que, por cierto, no puede ser otra que la justicia.
Las características propias de este procedimiento que, a pesar de ser de naturaleza
contenciosa, obligan a la víctima a presentarse desamparada ante la Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y las Comisiones
Medicas, siendo parte de ello, todo sin intervención de juez natural.
Así es como estas normativas (artículos 21, 22 y 46 de la Ley N° 24.557 , el Decreto N°
717/96, artículos 27, 28 y 32 y el Decreto N° 54/2017) deben ser declaradas inconstitucionales por cercenar el derecho a
un debido proceso de los trabajadores accidentados y enfermos, sin garantizarse el suficiente “control judicial” que la
misma ley declama.
Por otro lado, no obstante que ese dictamen jurídico emanado de dichas Comisiones Medicas no
es emitido por un órgano independiente, con estabilidad interna y externa en sus decisiones, como lo sería un juez natural,
dichos decretos fueron promulgados por el Poder Ejecutivo Nacional, por lo que estaríamos en presencia de una
arrogación de funciones legislativas por parte del Poder Ejecutivo.
Puede visualizarse tanto en los considerandos de los Decreto N° 1278/2000 y N° 54/2017 que
no fueron fundados en verdaderos estados de necesidad y urgencia, requisitos básicos para la promulgación de los mismos,

6
por lo que la modificación que realiza a la Ley de Riesgos del Trabajo es totalmente inconstitucional (en palabras de
Bidart Campos: “La división de poderes prohíbe que un órgano asuma “per se” las competencias de otro órgano; que en la
estructura de poder por más que con la objetividad prudencial reconozcamos “poderes implícitos”, rige el principio que la
incompetencia es la regla y la competencia la excepción; que el poder ejecutivo no goza de prioridad alguna por encima
del congreso, no es arbitro de lo que su leal saber y entender cree que puede y debe hacer, finalmente, que el ejecutivo
tampoco tiene la última palabra para imponer su voluntarismo incontrolable” -Bidart Campos, German, “Los decretos de
necesidad y urgencia, Diario La Ley, 27 de Febrero de 2001, Columna de Opinión-).
Por otro lado, el mencionado procedimiento viola el principio de “igualdad ante la ley” y el de
“no discriminación”. El artículo 16 de la Constitución Nacional establece que “Todos sus habitantes son iguales ante la
ley”, y el artículo 18 por su parte, establece que “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo
fundado en ley al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley
antes del hecho de la causa (…) Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos”. Así es que
determinando una instancia ante autoridad administrativa y sometiendo al trabajador a su arbitrio, no sólo se lo aleja del
dictamen de un juez natural, sino que se lo deja en una esfera de desamparo con respecto a las demás personas que no
tienen que pasar por esa instancia frente a un resarcimiento.
En este sentido, la sala III de C.N.A.T., en los autos “Ibañez, Ramón Rosa c/ Ford Argentina
S.A y otro s/ Accidente – Acción Civil.” Sentencia 85140 del 20/08/03 se ha expresado: “(…) Los arts. 21, 22 y 80
también resultan violatorios de lo dispuesto por los arts. 108 y 109 de la C.N. puesto que sustraen del conocimiento de los
jueces las cuestiones que estos están llamados a decidir por imperio de dichas normas, lo que vulnera el principio de
división de poderes que caracteriza a nuestro sistema de gobierno adoptado por el art., 1 de la Carta Magna, ya que tales
controversias son sometidas al conocimiento de las comisiones médicas y de la Comisión Medica Central, que -como
señalara- son organismos ajenos al Poder Judicial…”. A su vez, en los considerandos aclara que: “Estos vicios no se
purgan por la ulterior revisión judicial, que se prevé, aun que dichas comisiones médicas tienen a su cargo dirimir
cuestiones ajenas a su ámbito de incumbencia, como el carácter laboral del accidente y de cualquier controversia que
pudiera surgir entre la Art y el damnificado o sus derechohabientes”.
Afirmamos entonces, que esta pretensión de la ley de resolver los conflictos
originados en los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sometiendo los mismos a la
decisión de Comisiones Médicas mediante el procedimiento reglado por los decretos mencionados,
ES COMPLETA Y ABSOLUTAMENTE INCONSTITUCIONAL, toda vez que contraviene las normas del
artículos 18, 75 inciso 12, 109, 121, y 126 de la Constitución Nacional; artículo 18 de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (Bogotá 1948); artículo 10 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948); artículo 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica – 1969) y el artículo 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Por otra parte, y en directa relación con la inconstitucionalidad planteada y con la
irrenunciabilidad de derechos que integran el orden público laboral, se resalta que las eventuales actuaciones del
trabajador ante la Aseguradora de Riesgos del Trabajo demandada y/o las Comisiones Médicas estatuidas por la legislación
que se ataca, de ninguna manera pueden interpretarse como un libre sometimiento a los procedimientos del sistema de la
Ley Nº 24.557, ni renuncia al derecho constitucional de reclamar el justo resarcimiento ante el daño sufrido.
Asimismo, respecto al reciente Decreto N° 54/2017, debemos señalar que el Poder Ejecutivo
insiste en querer dotar de constitucionalidad, jurisdicción y competencia a un organismo (como la Comisión Médica) que,
justamente, carece de ello. Y ésta no es una apreciación caprichosa, sino una apreciación efectuada por quienes deben
interpretar el Derecho, los propios Señores Jueces. La restricción de acceso libre y directo a la justicia
laboral que implica esta imposición significa una vuelta a la original Ley N°24557, declarada
inconstitucional por la Corte Suprema. (Fallos CSJN “Castillo”, “Marchetti”, “Venialgo” y
“Obregón”). Respecto de la obligación de los jueces inferiores de expresar los motivos que los llevan a dictar sentencias

7
que contradicen lo dispuesto por la Corte Suprema en casos análogos, la jurisprudencia del Alto Tribunal ha dejado
plasmado este criterio desde hace más de 100 años. Así lo hizo en la causa "Doña Magdalena Videla c. Don Vicente García
Aguilera sobre entrega de bienes, incidente s/ competencia" del 9 de abril de 1870, donde sostuvo que los Juzgados
Seccionales deben ajustar su procedimiento y resoluciones a la decisión de la Suprema Corte que en casos análogos dicte
haciendo jurisprudencia. En el mismo sentido en el fallo “Cerámica San Lorenzo S.A.” (4 de julio de 1985) ha dicho que:
“…no obstante que la Corte Suprema sólo decide en los procesos concretos que le son sometidos, y su fallo no resulta
obligatorio para casos análogos, los jueces inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones a aquéllas (confr. doc. de
Fallos, t. 25, p. 364). De esa doctrina, y de la de Fallos, t. 212, ps. 51 y 160 (Rev. LA LEY, t. 54, p. 307; t. 53, p. 39)
emana la consecuencia de que carecen de fundamento las sentencias de los tribunales inferiores que se apartan de los
precedentes de la Corte sin aportar nuevos argumentos que justifiquen modificar la posición sentada por el tribunal, en su
carácter de intérprete supremo de la Constitución Nacional y de las leyes dictadas en su consecuencia (confr. causa:
"Balbuena, César A. s/ extorsión" (Rev. LA LEY, 1982-B, p. 150), resuelta el 17 de noviembre de 1981), especialmente en
supuestos como el presente, en el cual dicha posición ha sido expresamente invocada por el apelante”.
Atento a lo expuesto, es que esta parte entiende que V.S. debe declarar los mencionados
Decretos (incluido el N° 54/2017) inconstitucionales, toda vez que se contradicen directamente con los
antecedentes citados de la Corte Suprema de la Nación.
El procedimiento ante las Comisiones Médicas es, a todas luces, inconstitucional, con el
agravante al día de hoy, que un procedimiento inconstitucional, a través del dictado del Decreto N° 54/2017, se lo quiere
convertir en OBLIGATORIO Y EXCLUYENTE. No se le ha dado ninguna importancia a las interpretaciones judiciales, sino
que, al contrario se ha optado por satisfacer intereses ajenos a la legalidad.
El sistema adoptado a través del reciente Decreto N° 54/2017 promueve un retroceso en los
derechos de los trabajadores, dotando de mayores facultades a un organismo inconstitucional. Se trata de la imposición por
una vía prácticamente de hecho de una solución conveniente para el P.E.N., que seguramente responde a intereses
determinados, pero inconveniente para los trabajadores, en cuanto al procedimiento y a los organismos que intervienen.
Independientemente de ello, es realmente necesario analizar el motivo por el cual un organismo, completamente cuestionado
y atacado de inconstitucionalidad por el Máximo Tribunal de nuestro Estado, pretende ser dotado nuevamente de
constitucionalidad (como si el P.E.N. pudiera brindar esa cualidad respecto de una institución, órgano o procedimiento), con
un carácter, reiteramos, OBLIGATORIO Y EXCLUYENTE. ¿Por qué si algo que no tuvo un funcionamiento correcto y
adecuado para una cuestión determinada vuelve a ser reciclado una y otra vez con el mismo fin? ¿Por qué se recurren a
cuestiones ya tratadas y analizadas hasta el cansancio, que no brindaron solución alguna a los trabajadores? ¿Por qué
nuevamente nos adentramos en una espiral de reutilización de mecanismos obsoletos, impuestos desagradablemente por vía
de un Decreto de Necesidad y Urgencia, en lugar de proceder a un debate profundo de las cuestiones que propiciaron el
incorrecto funcionamiento de esos organismos?
Mucho expresa el Decreto N° 54/2017 acerca del procedimiento; mucho se ha informado estos
días acerca de la necesidad de realizar determinados tipos de concesiones a los fines de alcanzar mejoras generales en el
empleo, respondiendo al bien común social, considerando cuestiones micro y macroeconómicas; mucho se ha manifestado
acerca de la mencionada “industria del juicio”; mucho se ha expresado (obsérvese sino el propio fallo “Espósito”) acerca
del aumento de la alícuota y el esfuerzo que debe realizar económicamente un empleador al momento de brindar trabajo;
pero la pregunta real en este aspecto y que surge a partir de esta modificación, es ¿hasta qué punto determinadas
cuestiones deben dejarse de lado en pos del bien común? ¿Cuál es el límite? Y la realidad es que el límite se
encuentra marcado por un derecho prácticamente supra constitucional, un derecho fundamental,
ya no del trabajador, sino de la persona misma, como lo es el Derecho a la Salud. Tanto el proyecto
de Ley que se pretende dictar, como el Decreto N° 54/2017 yerran en ese aspecto y lo dejan de lado. En efecto, en el
propio Proyecto que cuenta con media sanción en el Congreso, se manifiesta “(…) para alcanzar lo que sin duda alguna
constituye la última ratio del sistema, que es asegurar que cada puesto de trabajo sea sano y seguro para quien allí se
desempeña (…)”. Y la realidad es que en el artículo 1° de la Ley 24.557 se manifiesta que son objetivos de la ley la

8
PREVENCIÓN y la REPARACIÓN. Lógicamente, si el daño no ha podido evitarse y se ha consolidado (como en el presente
caso), receptando el principio del “alterum non laedere”, corresponde reparar el daño causado. Y el derecho conculcado, en
este caso, es el Derecho a la Salud. Y la reparación de ese Derecho, de importancia superlativa, a partir
de este Decreto queda asignado a un organismo administrativo, vulnerando la facultad del
trabajador de acceder a la Justicia Nacional del Trabajo. Esto se traduce, en simples palabras, en que las
secuelas físicas y psicológicas de un accidente de trabajo, quedarían supeditadas a la apreciación, ya no judicial, sino
médica y de un organismo administrativo, al cual se lo reviste de competencia y jurisdicción para determinar nexos de
causalidad y factores de atribución, todo subsumido en un solo objetivo. El principal objetivo es restringir la litigiosidad
del “sistema”, aunque para ello se violen derechos esenciales, se quebrante la doctrina pacífica de la Corte Suprema y se
coloque al trabajador damnificado en inferior situación que los demás dañados del ordenamiento jurídico, quienes no están
obligados a recurrir a ninguna instancia obligatoria previa y tienen directo acceso a la Justicia sin ningún impedimento,
quebrantando el principio de igualdad contenido en el artículo 16 de nuestra Constitución Nacional.
Así entonces, el Decreto N° 54/2017 viola las reglas constitucionales en materia de poderes
delegados por las provincias al P.E.N., repitiendo el error que cometía la Ley N° 24.557, con su modificación por la Ley N°
26.773, ya que mantiene las Comisiones Medicas Jurisdiccionales y la Comisión Médica Central, y un órgano de
homologación, otorgándole funciones judiciales al resultar sus decisiones "cosa juzgada", sin establecer el procedimiento ni
requisitos que debe reunir el dictado de las mismas.
Cabe por último resaltar que (atento los considerandos del Decreto) si hay litigios, es porque
hay accidentes y enfermedades y éstas son patologías del sistema que demuestran sus falencias y la falta de cumplimiento
de las normas de prevención. Los procesos judiciales son la consecuencia del sistema y no las causas de
su fracaso.
Concluyendo, solicitamos a V.S. se declare la INCONSTITUCIONALIDAD de los
artículos 21, 22, 46 de la Ley de Riesgos del Trabajo y los Decretos N° 717/1996, N° 1278/2000 y N°
54/2017 y se declare competente V.S. para atender a la presente actuación.
b) INCONSTITUCIONALIDAD ARTÍCULO 15 DEL DECRETO N° 54/2017
Lo dispuesto en el artículo 15 del Decreto N° 54/2017 al incorporar a la Ley N°26.773 el
artículo 17 bis, establece que: "Determínase que sólo las compensaciones adicionales de pago único, incorporadas al
artículo 11 de la Ley N° 24.557 y sus modificatorias, y los importes mínimos establecidos en el Decreto N° 1694/09, se
deberán incrementar conforme la variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores
Estables), desde el 1º de enero de 2010 y hasta la fecha de la primera manifestación invalidante de la contingencia
considerando la última variación semestral del RIPTE de conformidad con la metodología prevista en la Ley N° 26.417.”
Resulta evidente que al establecer la aplicación del RIPTE solamente a los pagos únicos adicionales y a los importes
mínimos establecidos en el Decreto N° 1694/2009, la normativa atacada contradice de manera expresa lo dispuesto por la
Ley N° 26.773, impidiendo de modo inconstitucional la finalidad de la norma, pues no mejora de manera significativa la
indemnización del trabajador. El Poder Ejecutivo intenta, a través de un Decreto de Necesidad y
Urgencia, y de manera inconstitucional, la modificación de una ley del Poder Legislativo
Nacional, en este caso concretamente, del artículo 8 de la Ley N° 26.773. Dicha norma expresamente dispone que los
importes por incapacidad se ajustaran de manera "general" según el índice RIPTE, refiriéndose expresamente al total de la
prestación dineraria y no sólo a ciertos factores que la componen (como podría ser el piso establecido por el Decreto N°
1694/2009). Todo lo expuesto resulta evidente teniendo en cuenta los pronunciamientos de diversas Salas de la Cámara
Nacional de Apelaciones del Trabajo, dictados desde la sanción de la Ley N° 26.773, las cuales han aplicado
reiteradamente la actualización del índice RIPTE a la prestación dineraria de los artículos 14 y 15 de la Ley N° 24.557. El
simple cálculo aritmético demuestra que, de aplicarse la formula dispuesta por el Decreto N° 54/2017 se estaría
restringiendo notoria y cuantitativamente la indemnización del trabajador, de manera totalmente irracional y sin
fundamento alguno, disminuyéndola de manera sustancial.

9
c) INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTÍCULOS 12, 13, 14 y 15 DE LA LEY
N° 24.557
El artículo 13 de la Ley de Riesgos del Trabajo dispone que en tanto el trabajador esté
incapacitado temporariamente, es decir, hasta tanto no se le dé el alta médica o, en su caso, se dictamine sobre su
incapacidad definitiva, el damnificado percibirá una prestación de pago mensual, de cuantía igual al valor mensual del
ingreso base, definido por el artículo 12, como el que resulta del coeficiente de “ dividir la suma total de las
remuneraciones sujetas a aporte y contribuciones, con destino al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones,
devengadas en los doce meses es a la primera manifestación invalidante, o en el tiempo de prestación de servicio si fuera
menor a un año, por el número de días corridos comprendidos en el período considerado. El valor del ingreso base resulta
de multiplicar la cantidad obtenida según el apartado por 30,4”.
Las normas citadas vulneran gravemente lo dispuesto por el artículos 14 bis de la Constitución
Nacional, por cuanto se establece una caída del ingreso base en relación al salario efectivamente percibido.
El ingreso base es inferior a los salarios del artículo 208 de la LCT y a las previsiones del
sistema de la Ley Nº 24.028.
Las normas referidas son contrarias al principio de igualdad ante la ley, previsto por el artículo
16 de la Constitución Nacional, al generar un perjuicio y una desigualdad infundada del trabajador que sufre un accidente
de trabajo o, aún peor, una enfermedad profesional, en detrimento de quien sufre una enfermedad inculpable por cuanto el
artículo 208 de la LCT da una mejor tutela, al asignar una prestación equivalente a las remuneraciones percibidas por el
trabajador con idad al siniestro (e incluye los aumentos salariales que se otorguen en ese período), colocándolo en la
misma situación que si estuviera trabajando.
En idéntico sentido, se ha resuelto en el Tribunal de Trabajo N º 5 de San Isidro, el 24/06/98
en los autos “Suarez Rodolfo M. c/ Molinos Cabodi S.A. s/ Enfermedad ”: “…deben ser declarados inconstitucionales los
artículos 14 y 15 de la Ley de Riesgos del Trabajo, porque las prestaciones que fijan perjudican al trabajador que se ve
incapacitado, en tanto dure el periodo de minusvalía debe percibir una suma menor que le que le correspondería en caso
de continuar trabajando, en contradicción con el artículo 208 de la LCT y violando además, el artículo 14 bis de la
Constitución Nacional, así como los artículos 11, 12 y 39 la Constitución Provincial y normas internacionales”.
En resumen, podemos establecer que: la Ley N° 24.557, es VIOLATORIA de la Carta Magna, ya
que: a) desconoce el derecho de igualdad (art. 16 de la Constitución Nacional); b) desconoce la garantía del juez natural y
del debido proceso (artículo 18 de la Constitución Nacional); c) lesiona la forma republicana de gobierno (artículo 1 de la
Constitución Nacional) la división de poderes; d) lesiona la competencia del Poder Judicial, desconociendo el debido
proceso; e) priva al trabajador de un real acceso a la justicia; y, f) viola los pactos Internacionales (artículo 75 inciso 22
de la Constitución Nacional).
Es por todos los argumentos vertidos precedentemente, y sumado a la enorme jurisprudencia en
la materia que viene declarando la inconstitucionalidad requerida; es que, solicitamos a V.S. LA DECLARACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTÍCULOS 12, 13, 14, 15, 21, 22 y 46 DE LA LEY N° 24.557, y LOS
DECRETOS N° 717/1996 y N° 1278/2000 por resultar violatorios de los artículos 14 bis, 16, 17, 18, 75 inciso 22,
109, 121 y 126 de la Constitución Nacional, y los artículos 1 y 24 del Pacto de San José de Costa Rica; y, en consecuencia
ordene el pago de las prestaciones dinerarias por los daños y perjuicios emergente del ACCIDENTE LABORAL sufrido por el
actor, previa determinación de su incapacidad laboral y pericia médica a practicarse al efecto. A todo lo cual deberá
sumársele la reparación por el daño moral.

VIII.- INCONSTITUCIONALIDAD RESOLUCIÓN N° 414/97.


La resolución en cuestión dispone que "…la mora en el cumplimiento de la obligación de
otorgar las prestaciones dinerarias contempladas en la ley 24.557 se producirá de pleno derecho transcurridos treinta (30)
días corridos de la fecha en que la prestación debió ser abonada o el capital depositado y por el mero transcurso del
plazo indicado".

10
Tiene entendida la jurisprudencia, y así esta parte lo reclama que "…el actor tiene derecho a
percibir intereses desde el momento de la consolidación jurídica del daño hasta la fecha en que la accionada ponga a su
disposición el capital debido, pues durante el tiempo transcurrido entre el nacimiento del derecho y el tiempo en que éste
es reconocido aministrativa o judicialmente se devengan intereses compensatorios (no moratorios) que deben ser soportados
por el deudor. Una interpretación contraria implicaría beneficiar a la deudora a costa del acreedor (el trabajador)..." (CNAT
Sala III “Arellano Julio c/ Curtarsa Curtiembre Argentina S.A").
Así también se ha dicho que “…para determinar la procedencia de los intereses, y en su caso
desde cuando corresponde su cálculo, es preciso determinar la oportunidad en que se torno exigible el pago de la
prestación por incapacidad permanente parcial prevista en el art. 14 de la ley 24.557, pues solo a partir de ese momento
puede considerarse que el deudor ha incurrido en mora. En el caso, el daño quedo jurídicamente consolidado con la fecha
del alta medica, por lo que habría correspondido a la aseguradora abonar al actor la correspondiente prestación por
incapacidad permanente dentro del plazo de 30 días a contar desde esa fecha en que cabe reputar definitiva dicha
minusvalía.” (CNAT Sala III, Sentencia Definitiva N° 87922, 06/07/2006, Expediente N° 18.155/2003 "Basualdo Mario
Herminio c/ La Caja ART S.A s/ Accidente - Ley").
Por lo expuesto, solicitamos se apliquen los intereses desde que quedó
configurado jurídicamente el daño, y se declare la INCONSTITUCIONALIDAD de la Resolución N°
417/97.

IX.- PLANTEO INAPLICABILIDAD DE LA LEY N° 24.432.


INCONSTITUCIONALIDAD EN SUBSIDIO. RESERVA CASO FEDERAL.
La Ley fija un tope máximo a la responsabilidad por las costas judiciales que debe soportar el
obligado al pago en sus artículos 1 y 8, atentatorios del régimen federal de gobierno y derechos individuales garantizados
por la Constitución Nacional en los artículos 1, 4, 5, 14, 14 bis, 16, 17, 18, 19, 31, 33, 75 inc. 2, 121, y 125 referidos al
régimen republicano y federal de gobierno, derecho de trabajo, ejercicio de industria lícita, justicia conmutativa, igualdad,
propiedad, la no confiscatoriedad, retribución justa y equitativa, acceso a la jurisdicción, debido proceso, defensa en juicio,
con irrazonabilidad manifiesta y arbitrariedad. Quedan comprometidas igualmente las disposiciones pertinentes (artículos 68
a 77) del CPCCN y el artículos 155 de la Ley N° 18.345. Por ello, se requiere su INAPLICABILIDAD EN EL CASO Y
SUBSIDIARIAMENTE SE PLANTEA SU INCONSTITUCIONALIDAD.
Se ha dicho que “el régimen de las costas es, en efecto, materia propia de la legislación
procesal y ajeno, como principio, a la legislación común” (CSJN, Fallos 257:249, ED 8-237; SCJBA, Ae. Y Sent. 1971. v. I, p.
198; DJBA, v.93, p.93, p.73; Ae. y Sent., 1971, v. I,p. 471; Ae. y Sent. 1975, p. 168) . La circunstancia de dictarse normas
procesales que se dicen incorporadas a los códigos o leyes de fondo no cambia la naturaleza de las mismas.
Asimismo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que “ el Congreso no está
facultado, cuando reglamenta materias propias del derecho común, para ejercer una potestad distinta de la que le confiere
el artículo 67 inciso 11 de la Constitución Nacional, alternando el principio de reserva de la jurisdicción local y de la
aplicación de esas leyes por los tribunales de provincia” (Fallos 271:206).
En el caso de retribución de servicios profesionales de abogados, rigen las correspondientes
leyes locales de aranceles que establecen pautas y márgenes, cuyo cumplimiento debe ser atendido, se abastecen las
garantías constitucionales de trabajo, ejercicio de industria lícita, contratación, justicia conmutativa, retribución justa y
equitativa, de los artículos 14 y 14 bis de la Constitución Nacional, armonizando los intereses de profesionales, justiciables
y del servicio de justicia conforme las peculiaridades de cada proceso.
La actividad de los abogados y peritos excede el mero ejercicio de una
profesión, ya que constituye el complemento indispensable para que el derecho de defensa exista
efectivamente y se acceda al debido proceso (ef. artículo 8 inciso 1, de la Convención Americana de Derechos
Humanos del 22/11/69; Ley Nº 23.054; Declaración Universal de Derechos Humanos del 10/12/48, artículos 8 y 10;
artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional).

11
Constituye una violencia contra el patrimonio de los profesionales intervinientes en un litigio
confiscar parte de sus créditos, obtenido con el ejercicio de su trabajo personal, lícito, coadyuvante al servicio de justicia,
imponerles que absorban parte de los daños producidos por un tercero por quien no tiene obligación de responder (Cfr.
Declaración Universal de Derechos Humanos del 10/12/48, artículo 17; artículo 75 inciso 22 Constitución Nacional). Se
trata de la imposición de una verdadera carga pública encubierta por la cual el Estado, a fin de garantizar el
cumplimiento de una obligación que le es propia e indelegable, decide reducir los costos judiciales y subsidiar a los
deudores mediante la imposición de una carga solo afrontada por los profesionales intervinientes en el litigio, limitándoles
su legítimo derecho remuneratorio.
Recientemente se ha resuelto, que “…si conforme el párrafo agregado por el art. 8 de la Ley
Nº 24.432 al art. 277 de la LCT el condenado se encuentra exento de abonar en concepto de costas todo lo que exceda del
25 % del monto de la sentencia y si, por imperio de la inconstitucionalidad propuesta en lo que respecta al vencedor, éste
también resulta exento, habría que concluir que – por lo que supere, ese tope – nadie respondería frente al profesional (en
éste caso el letrado del demandante), lo cual, a mi criterio, resulta tan absurdo y carente de razonabilidad como desde la
óptica del acreedor. Por ello no solamente no puede escindirse la constitucionalidad del precepto según la articule el actor
o el profesional interviniente sino que, inclusive, si se presupone la admisión del planteo de aquél, mas inicua “y por lo
tanto más inconstitucional” si se me permite la expresión es la norma, en éste caso para el letrado”. “El letrado que
trabajó y fue retribuido conforme las pautas arancelarias vigentes (extremos que no se discuten) vería mermados sus
ingresos dado que una porción de ellos no podría perseguirlos de ninguna de las partes en el proceso, decir ello y decir
que, en definitiva, debe hacerse cargo de ellos el beneficiario de la regulación resulta prácticamente lo mismo, lo cual nos
lleva a otra faceta descalificable de la norma: existen honorarios que han sido regulados pero que nadie, absolutamente
nadie, está obligado a abonarlos (.) con lo cual el absurdo se torna más patente todavía, desde que no se aprecia el
sentido de tan extraña situación”. “No advierto la compatibilidad con los arts. 14, 14 bis y 17 de la Constitución de una
norma que, como la estamos examinando, establece la gratuidad del trabajo profesional en un determinado porcentaje,
porcentaje que incluso, puede incrementarse según hayan intervenido o no peritos en el proceso, e incluso en función de la
cantidad de estos. Con relación a esto último, es no solo inconstitucional sino hasta poco serio establecer que si no se
produce prueba pericial un letrado puede al menos intentar cobrar la totalidad de sus emolumentos pero si intervino un
auxiliar de justicia no existe seguridad de ello, y si se requirió el concurso de dos o más peritos, es prácticamente seguro
que una porción de la tarea no está retribuida. Por todo ello y los fundamentos expuestos (…) en la articulación del
demandante, estimo que debe ratificarse la declaración de la inconstitucionalidad de la norma antedicha, también en lo que
respecta al letrado que intervino“ del fallo del Dr. Scotti, Sala X, 13/07/2004, S. I. 12.858, Expediente Nº 28.432/93 en
autos “Lopez Ramon c/ E.F.A. Empresa de Ferrocarriles Argentinos s/ Accidente- Ley 9688”.
Lo dicho muestra la afectación de principios de raigambre constitucional mencionados, por lo
que se deja introducido el caso federal en los términos del artículo 14 de la Ley N° 48.

X.- LIQUIDACIÓN. RUBROS. MONTO RECLAMADO. FORMULA APLICABLE.


Se practica la siguiente liquidación con estricta sujeción a las probanzas de autos, con una
función meramente indiciaria a fin de cumplimentar el requisito de determinación del monto. Todo ello, sin perjuicio de la
facultad conferida a V.S. por el artículo 165 del CPCyCN, la cual se reconoce expresamente.
Se reclaman en autos, las prestaciones dinerarias que corresponden a nuestro mandante, las
cuales están previstas en el régimen de ordenamiento de la reparación de los daños derivados de los accidentes de trabajo
y enfermedades profesionales de las Leyes Nº 24.557, Nº 26.773, decretos reglamentarios y modificatorias, y que deberán
ser abonadas por PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., todo ello, en base a la
incapacidad sufrida y con la correspondiente actualización monetaria; y, planteando desde ya, la inconstitucionalidad de los
topes establecidos por la Ley de Riesgos del Trabajo.

12
Al respecto, el régimen citado determina el pago, por parte de PREVENCIÓN
ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., de una indemnización para la reparación del infortunio, en el
que debe tener en cuenta diversos factores:
a) El accidente narrado sucedió el día lunes 01 de Agosto de 2016 y a esa fecha, el actor
tenía 26 años de edad (nació el día 09 de Junio de 1990);
b) El ingreso base mensual (IBM) del actor era de $20.014,14
c) Se estimó su incapacidad laboral en el orden del 35,00% de la total
obrera.
Con tales parámetros, se lleva a cabo la realización de la liquidación del rubro conforme Ley
de Riesgos del Trabajo:
Cálculo: 65, dividido 26 (edad del actor al momento del accidente), multiplicado por
$20.014,14 (IBM del actor), multiplicado por 53 (coeficiente de la norma legal), multiplicado por 35,00% (incapacidad del
actor), es igual a la prestación dineraria. A esto, debe adicionársele una indemnización de pago único en compensación por
cualquier otro daño no reparado, equivalente al 20,00% del monto indemnizatorio correspondiente a prestaciones dinerarias
(artículo 3 de la Ley N° 26.773).
Esto es: 65/26 = 2,5 x $20.014,14 = $50.035,35 x 53 = $2.651.873,55 x 35,00% = $928.155,74
+ $185.631,14 (20,00% artículo 3 de la Ley N° 26.773) = $1.113.786,88
POR TODO LO EXPUESTO, LA SUMA QUE LA DEMANDADA, PREVENCIÓN
ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., DEBERÁ ABONAR A NUESTRO MANDANTE EN
CONCEPTO DE INCAPACIDAD LABORAL PERMANENTE PARCIAL DEFINITIVA ES DE PESOS UN
MILLÓN CIENTO TRECE MIL SETECIENTOS OCHENTA y SEIS con 88/100 ($1.113.786,88).
Asimismo, solicitamos que al momento de practicar liquidación de sentencia se tenga
presente el artículo 8 de la Ley N° 26.773 y, en caso que corresponda, se aplique la resolución dictada y
publicada por la Secretaria de Seguridad Social, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, que se
encuentre vigente en dicha fecha.
Del mismo modo, solicitamos se actualice el monto mencionado, tomando como
fecha de corte del índice RIPTE, el correspondiente hasta la liquidación de la sentencia, tal como se
ha aplicado en “Martin, Pablo Darío c/ Mapfre Argentina S.A” Expediente: 170607/37, CNT Sala 10º de Córdoba,
21/12/2012: “…a la indemnización que corresponda conforme la fórmula legal, sin tope, se le aplicara el coeficiente
RIPTE, desde Enero de 2010 hasta la fecha que se proceda a su liquidación, vía depósito judicial”.

XI.- PRUEBA.
Sin perjuicio de ampliar, se ofrece la siguiente:

1) CONFESIONAL
Se cite al representante legal de la demandada a absolver posiciones a tener del pliego que
oportunamente se acompañará y bajo apercibimiento de ley, como así también a reconocer la documental que se le exhiba.

2) DOCUMENTAL
a) Se acompaña la siguiente:
1. Una (1) constancia de Alta Médica emitida por la demandada PREVENCIÓN
ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A.
b) Documentación en poder de la demandada:
Se intime a PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., en los
términos y apercibimientos de los artículos 387 y 388 del CPCCN, a fin de que acompañe en autos, la siguiente:

13
1. Toda la documentación perteneciente al contrato de afiliación celebrado con el empleador
de nuestro mandate al momento del accidente: CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE
ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 (CUIT 30-52775110-8);
2. Copia certificada de todo lo relacionado al siniestro de marras;
3. Exámenes pre-ocupacionales realizados al actor;
4. Constancia y/o certificado en originales de la denuncia del empleador y/o las realizadas
por nuestro mandante relativas al accidente de trabajo objeto de autos;
5. Toda la documentación emanada y/o suscripta por parte del empleador y/o del actor, y
que esté relacionada al accidente de autos;
6. Legajo medico y/o historia clínica completa del actor SR. VARELA CHRISTIAN
ALBERTO (CUIL 20-35342079-9).

3) INFORMATIVA
Solicitamos se libren los siguientes oficios y, en su caso, conforme la Ley N° 22.172, a:
a) Atento lo dispuesto en el “Convenio de Cooperación e Intercambio de Información”
celebrado entre la A.F.I.P. y la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (C.N.A.T.), con el objeto de disminuir la
remisión de Oficios Judiciales, solicitamos que se requiera por Secretaría a la Administración Federal de Ingresos
Públicos (A.F.I.P.) que informe sobre los salarios que percibió el actor durante el período comprendido entre los meses
de Enero de 2016 y Julio de 2016 (ambos inclusive), y que fueron denunciados por su empleador (CLUB
COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284, CUIT 30-
52775110-8).
Subsidiariamente, y para el hipotético caso que V.S. no considere aplicable dicho Convenio,
solicitamos se ordene el libramiento de Oficio a la Administración Federal de Ingresos Públicos (A.F.I.P.), a
los mismos fines que los descriptos en el párrafo .
b) Superintendencia de Riesgos del Trabajo, a fin de que informe: 1) que
obligaciones tienen las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo al recibir una denuncia de accidente, fundado en la normativa
vigente; 2) hasta cuándo deben otorgarse las prestaciones médico-asistenciales; 3) que sanciones administrativas le caben
en caso de abandonar injustificadamente a un trabajador y/o otorgar un alta médica en forma inadecuada, e informe a
qué monto ascienden las mismas; 4) si a la fecha del accidente laboral narrado en estos autos se encontraba vigente el
contrato de afiliación entre la demandada, PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A.
(CUIT 30-68436191-7) y el empleador del actor, CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO
DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 (CUIT 30-52775110-8), de no ser así, informe qué Aseguradora de Riesgo
de Trabajo tenía contratado el mencionado empleador; 5) qué Aseguradora de Riesgo de Trabajo tenía el actor a la fecha
del accidente laboral narrado en estos autos; 6) si cuenta con información sobre el caso concreto del SR. VARELA
CHRISTIAN ALBERTO (CUIL 20-35342079-9). En caso afirmativo remita la totalidad de la documentación
correspondiente; 7) qué sanciones caben a las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo cuando existe una gran divergencia en
cuanto a la incapacidad dictaminada y el dictamen sobre la misma del órgano revisor; 8) qué plazo establece la normativa
vigente aplicable a las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo, para fijar incapacidad y abonar las prestaciones de ley luego
del alta médica.
c) Asociación del Futbol Argentino (A.F.A.), sita en la calle Viamonte N° 1366,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a fin de que adjunte a las presentes actuaciones, copias certificadas de los contratos
profesionales celebrados entre el CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE
ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 (CUIT 30-52775110-8) y el SR. VARELA CHRISTIAN ALBERTO (CUIL
20-35342079-9).
d) CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE
ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 (CUIT 30-52775110-8), sito en la Avenida San Martín N° 5125, Ciudad de

14
Autónoma de Buenos Aires, a fin de que informe: 1) los salarios percibidos por el actor (SR. VARELA CHRISTIAN
ALBERTO, CUIL 20-35342079-9) durante el período comprendido entre los meses de Enero de 2016 y Julio de 2016
(ambos inclusive), y acompañando copias certificadas de los recibos de sueldo a estos autos. Asimismo, para que informe
fecha de ingreso, categoría laboral y funciones que cumplía el actor; 2) si el Club contrató el seguro obligatorio por riesgos
del trabajo (Ley N° 24.557) con la Aseguradora de Riesgos de Trabajo demandada (PREVENCIÓN ASEGURADORA DE
RIESGOS DEL TRABAJO S.A.), indicando vigencia y condiciones de la póliza; 3) en relación al ACCIDENTE LABORAL
(ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO DE RODILLA IZQUIERDA) sufrido por el SR. VARELA CHRISTIAN
ALBERTO (CUIL 20-35342079-9) en el entrenamiento del día lunes 01 de Agosto de 2016, informe: a) la asistencia
médica realizada al actor, indicando las características de la misma y su tiempo de duración; b) el tipo y las
características de la rehabilitación llevada a cabo por el actor, indicando la duración de la misma; y, c) remita a estos
actuados de copia certificada de los informes médicos y kinésicos realizados por los profesionales de dicho departamento
en relación al ACCIDENTE LABORAL mencionado (ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO DE RODILLA
IZQUIERDA).
e) Centro Médico Integral Fitz Roy, sito en la calle Acevedo N° 865, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, a fin de que remita copia certificada de la historia clínica del actor en dicha entidad (en los
términos de la Ley N° 26.529), con los estudios, análisis y diagnósticos realizados.

4) PERICIAL CONTABLE
Se designe perito contador único de oficio a fin que examine los libros y papeles de la
demandada PREVENCIÓN ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A. (CUIT 30-68436191-7), para que
indique:
1. Si el empleador de nuestro mandante (CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN
CIVIL FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284, CUIT 30-52775110-8) contrató el seguro
obligatorio por riesgos del trabajo (Ley Nº 24.557) con la aseguradora accionada, indicando vigencia y condiciones de la
póliza, acompañando un ejemplar de la misma, si no hubiera en el expediente;
2. Si la demandada recibió denuncia de uno ó más accidentes del cual fuera víctima
nuestro mandante. Si esta hipótesis es cierta, informe día de cada denuncia, quien hizo la denuncia, y si la demandada
aceptó el/los siniestros, y si prestó las correspondientes prestaciones médicas; y, en su caso, cuáles fueron los prestadores
médicos;
3. Asimismo, el perito determinará, si le fuere o no abonada al actor la indemnización de la
Ley Nº 26.773;
4. Realice el cálculo de las indemnizaciones que le correspondería percibir al actor en
virtud de lo dispuesto por la Ley N° 26.773, tomando en consideración el porcentaje de incapacidad denunciado en la
demanda, y cada uno por ciento (1,00%) de incapacidad posible;
5. Calcule el ingreso básico mensual (IBM) de nuestro mandante, de acuerdo al mecanismo
establecido en el artículo 12 de la Ley N° 24.557, y teniendo en cuenta lo establecido en el artículo 10 de la Ley N°
26.773 in fine;
6. Teniendo en cuenta el salario mensual del actor y una edad límite de vida útil de 75
años, calcule los salarios dejados de percibir por él, en relación al porcentaje de incapacidad denunciando por escrito, y
por cada uno por ciento (1,00%). Estime cuál sería el monto al que se arribaría con el sueldo denunciado y un 35,00% de
incapacidad de la T.O., más los intereses legales;
7. Si la demandada cumplió con su obligación de: a) brindar asesoramiento y ofrecer
asistencia técnica al empleador (CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL FIDEICOMISO DE
ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284, CUIT 30-52775110-8) del actor, en relación con la prevención de accidentes
laborales; b) realizar exámenes periódicos al personal del afiliado CLUB COMUNICACIONES ASOCIACIÓN CIVIL

15
FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN LEY N° 25.284 (CUIT 30-52775110-8). De ser afirmativo, deberá aportar
copia de la documentación respaldatoria al respecto;
8. El mejor salario devengado del actor durante los meses de trabajo es al accidente laboral
denunciado en autos, discriminando los distintos conceptos. Asimismo, detalle fecha de ingreso, categoría laboral y
funciones cumplidas; asimismo, manifieste la misma información de acuerdo a las constancias de autos.

INTIMACIÓN: A los efectos de un mejor ordenamiento procesal y a fin de evitar dilaciones


innecesarias, solicitamos que se intime a la demandada a informar el lugar y horario en que pondrá a
disposición del perito contador la documentación necesaria, bajo apercibimiento de que en caso de que al
realizarse la pericia, el experto no pudiere cumplir su cometido por no poder acceder a los libros y demás documentación
de la accionada, se considerará dicha medida probatoria como de producción imposible por reticencia de la accionada (bajo
apercibimiento de lo normado por el artículo 55 LCT).

5) PERICIAL MÉDICA
Se designe perito médico legista de oficio, a fin de que, previa revisación médica del actor,
determine:
a) La complexión física del actor; describa su grado de instrucción, su situación familiar
(antes y después del accidente), y su situación social;
b) Basado en el análisis de los historiales médicos obrantes en la causa, así como en los
datos aportados por los estudios complementarios que estimare necesarios, determine si de ellos se deduce la existencia de
las lesiones que se refieren en el escrito de inicio de esta acción;
c) Informe si es compatible la sintomatología que refiere padecer el actor con el tipo de
accidente sufrido;
d) Haga un diagnóstico específico del tipo de lesiones sufridas por nuestro mandante,
mencionando las características de su etio y fisiopatogenia, y emitiendo opinión fundada desde su perspectiva médica,
sobre la relación de causalidad que entienda corresponda con la mecánica traumática del hecho accidental por el que aquí
se acciona;
e) Indique si las lesiones halladas se encuentran actualmente consolidadas, desde cuándo
considera que ello ocurrió y si existen posibilidades estimativas de rehabilitación terapéutica (clínica, kinésica y/o
quirúrgica), indicando el costo total aproximado de dicho tratamiento completo;
f) Determine en porcentual de la total obrera, el grado de incapacidad física (anátomo–
funcional) que al actor le provocan las secuelas padecidas a resultas del referido accidente, haciendo específica distinción
entre aquella genérica (o sea para todo tipo de tareas) y las específicas (o sea las correspondientes al tipo de labor
habitual ejercida por el mismo conforme se detalla en la demanda) indicando los baremos utilizados que han servido de
orientadores para asignar tales valores. Indique si existe relación causal y/o concausal entre las lesiones sufridas y el
accidente padecido;
g) Determine plazo de inmovilización padecido por el actor por el accidente de trabajo
sufrido hasta su definitiva alta médica;
h) Si durante dicha convalecencia, el actor pudo realizar sus actividades habituales y
someter las zonas afectadas a movilidad, utilizando el porcentaje no afectado por tal dolencia;
i) Señale el experto, el tiempo de incapacidad temporaria y porcentaje de absoluta o
definitiva sufrida por el actor:
j) Exprese, respecto de la totalidad de las dolencias e incapacidad determinada, si por las
secuelas permanentes que presenta el actor, podría sortear con éxito un examen preocupacional, relacionado con su
actividad de futbolista;

16
k) Indique si las dolencias afectan su vida cotidiana social y familiar. A estos fines, deberá
indagar si: 1) el actor puede descansar correctamente con las dolencias que posee; 2) si esta falta de descanso genera
consecuencias en su vida familiar o sexual; 3) si le afecta la dolencia su vida familiar o si hay afección a su vida social
(realización de deportes); y, 4) si a consecuencia de ello observa algún tipo de merma en su autoestima o un síndrome
postraumático;
l) Detalle las dolencias que el actor ha sufrido como consecuencia del accidente, teniendo
en cuenta los estudios médicos realizados, los tratamientos efectuados, la anamnesis y los análisis que efectúe;
m) Informe cuál era el proyecto de vida del actor, y si el accidente y sus secuelas lo han
perjudicado (al proyecto) y de qué manera;
n) Señale el daño estético que posee el actor;
o) Establezca las limitaciones físicas que posee el actor;
p) Informe todo otro dato de interés.
SOLICITA: Esta parte solicita que, para el hipotético caso de que el perito médico designado
requiera la realización de estudios médicos por parte del actor, y dado que es de público y notorio la demora en que
incurren los nosocomios estatales para la adjudicación de turnos, solicitamos se autorice al actor a realizar
dichos estudios en forma particular y acompañarlos a estos actuados a los fines de ser evaluados
por el experto. La negativa a lo solicitado, importaría someter a una virtual paralización de las actuaciones por extenso
periodos de tiempo, contrariando la finalidad tuitiva del impulso procesal de oficio que impregna toda nuestra ley ritual.

6) PERICIAL PSICOLÓGICA
Se designe especialista en psicología a fin que:

a) Describa el cuadro psicológico del actor; y, describa su grado de instrucción, su situación


familiar (antes y después del accidente), su situación social, y su perspectiva de inserción social;

b) Previa realización de entrevistas y test al actor, determine el grado de incapacidad que


éste padece, respecto al accidente sufrido y si tales secuelas son reversibles, especialmente, su repercusión en la vida
laboral social afectiva y familiar y las consecuencias psíquicas de la disminución de funciones normales;

c) Mensure tipo y grado de incapacidad psíquica que padece el actor;


d) Determine, basándose en los test de psicodiagnósticos correspondientes, la personalidad
del actor, previa al accidente descripto;

e) Determine la personalidad o la afección actual del paciente y si el accidente influyó en


el cambio (si lo hubiera);

f) Indique cuáles son las prestaciones del artículo 20 de la Ley N° 24.557 que deben ser
practicadas el actor, enumerando, (1) para cada tipo de prestación dentro de dicho listado, (2) su frecuencia, (3) su
duración estimada (meses, años o de por vida), (4) su cotización en el mercado de la salud. Por ejemplo, para el caso de
una sesión ante un psicólogo (rehabilitación), deberá indicar cuál es la frecuencia (una, dos o tres veces a la semana), su
duración estimada (cinco años o de por vida), y su cotización (por prestación y sin obra social, por ejemplo, pueden
tratarse de $ 400 o $ 450);

g) Informe si el actor tiene y/o registra consecuencias psicológicas de la desatención por


parte de la accionada. A estos fines, tendrá en cuenta el relato de los hechos vertido en la demanda y los propios relator
del actor al momento de la entrevista;

h) Informe cuál sería la recalificación que correspondería al actor, los estudios que según
su vocación, edad y preparación serían los adecuados para su recalificación según el artículo 20 de la Ley N° 24.557, todo
ello según su cuadro psicológico para arribar al mejor resultado de salud dentro de las posibilidades que se brindan en el

17
país. Caso de que considere viable la recalificación laboral, en qué puesto o con qué tipo de tareas sería recomendable, y
si es necesario reeducar, qué tipo de carrera, de qué duración;

i) Informe, cuál es el costo de dichas recalificaciones, informando los traslados, los tiempos
de convalecencia y la duración de la recalificación laboral, cotizando de acuerdo a los valores de mercado al momento de
información de la pericial, los costos que tales prestaciones médicas y académicas tienen mensualmente;

j) Informe cuál era el proyecto de vida del actor, y si el accidente y sus secuelas lo han
perjudicado (al proyecto) y de qué manera;

k) Cotice la asistencia farmacéutica necesaria para el tratamiento, de ser menester;

l) Para el caso de que le resulte imposible al psicólogo efectuar una estimación aproximada
las prestaciones de acuerdo a su leal saber y entender, deberá el perito individualizar el tratamiento que debe seguirse en
todos los aspectos y de acuerdo a la incapacidad otorgada, y que éstas efectúen la cotización de esas prestaciones;

m) Utilice baremos ajenos a la Ley N° 24.557 y luego los relativos a la misma, a fin de
valorar las diferencias de sus aplicativos;

n) Todo otro dato de interés.

o) SOLICITA: Esta parte solicita que, para el hipotético caso de que el perito psicólogo
designado, requiera la realización de estudios médicos por parte del actor; dado que es de público y notorio la demora en
que incurren los nosocomios estatales para la adjudicación de turnos, solicitamos se autorice al actor a realizar
dichos estudios en forma particular y acompañarlos a estos actuados a los fines de ser evaluados
por el experto. La negativa a lo solicitado, importaría someter a una virtual paralización de las actuaciones por extenso
periodos de tiempo, contrariando la finalidad tuitiva del impulso procesal de oficio que impregna toda nuestra ley ritual.

7) PERICIAL CALIGRÁFICA

Para el hipotético caso de que la accionada negase o desconociese las firmas que se les
atribuyen, solicitamos se designe perito calígrafo único de oficio para que, previo formar cuerpo de escritura suficiente,
practique informe sobre la autenticidad de las mismas.
Subsidiariamente solicitamos esta pericia para el supuesto de que se agregue cualquier
instrumento atribuido a nuestro mandante, sin que haya sido reconocido expresamente, a efectos de que se determine que
las firmas no le pertenecen.

XII.- ACTUALIZACIÓN MONETARIA.


Es sabido que el procedimiento de actualización monetaria perseguido por la Ley de
Convertibilidad ha quedado derogado, desde la entrada en vigencia de la Ley N° 25.561 y Decreto N° 1570/01.
Frente al marco económico del cual hoy somos parte, podemos observar y experimentar como en
el transcurso del día a día, la depreciación constante de la unidad monetaria PESO, hace necesario volver al mecanismo
mencionado en el artículo 276 de la Ley N° 20.744. Ello, con el único fin de mantener la inalterabilidad del capital que se
debió pagar, a la fecha del nacimiento de la obligación.
Esto es, el estado económico actual de constante inflación y depreciación monetaria, es lo que
habilita el reajuste de la indemnización que V.S. determine en autos; cuyo fundamento legal se encuentra en la
inviolabilidad de la propiedad, garantizada por el artículo 17 de la Constitución Nacional.
La NO actualización de los créditos, constituye una violación al imperativo constitucional de
“afianzar la justicia”, debiendo declarar la INCONSTITUCIONALIDAD de toda norma que viole tal principio.
Es por ello, que en base a lo aquí expuesto, esta parte plantea la INCONSTITUCIONALIDAD del
ARTÍCULO 7 de la LEY N° 23.928 reformado por la LEY N° 25.561 y toda otra norma presente o futura que restrinja,

18
altere o se oponga al derecho de actualización del capital, frente a la depreciación por inflación, incremento de precios
y/o devaluación monetaria.
Máxime, que tanto las remuneraciones como las indemnizaciones reclamadas constituyen
créditos de carácter alimentario, que deben reflejar y mantener en el tiempo, el poder adquisitivo del trabajador.

XIII.- SE APLIQUE ACTA N° 2601/14 C.N.A.T.


Asimismo, solicitamos que, de conformidad con el Acta N° 2601/14 de la C.N.A.T., se
aplique como tasa de interés compensatoria por la privación del uso del crédito reclamado por nuestro mandante, y como
reparación y punición de tal incumplimiento legal, la Tasa nominal anual para préstamos personales libre destino del Banco
Nación para un plazo de 49 a 60 meses.

XIV.- EXIMICIÓN DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS.


Es necesario hacer mención que, la congruente cadena de antecedentes jurisprudenciales nos
demuestra que las indemnizaciones (cualquiera sea su índole) NO ESTÁN GRAVADAS POR IMPUESTO A LAS GANANCIAS,
independientemente del tipo de concepto que se trate.
En ese sentido, es importante recordar los antecedentes de la Corte al respecto (“De Lorenzo,
Amelia Beatriz c/ DGI s/ Apelación CSJN 17/06/2009” y “Cuevas, Luis Miguel c/ DGI 30/11/2010”) , donde claramente
se ha dejado en evidencia que los conceptos indemnizatorios NO DEBEN GRAVARSE con dicho
impuesto.
Es así, que la interpretación actual del máximo tribunal no hace más que finalizar la discusión
sobre esta cuestión; ya que (repetimos) ha establecido que las indemnizaciones no se encuentran dentro del
objeto del impuesto. Esto se fundamenta, básicamente, en que las indemnizaciones carecen de los requisitos básicos
establecidos por la Ley N° 20.268; es decir, las indemnizaciones NO son rendimientos, rentas o enriquecimientos
susceptibles de una periodicidad que implique la permanencia de la fuente que los produce.
Por lo tanto, las indemnizaciones (cualquiera sea su tipo) no responden, bajo ningún
punto, de vista al concepto de renta exigido por ley, sino todo lo contrario: su origen es
netamente resarcitorio (compensan económicamente un derecho).
De este modo, al ser las indemnizaciones un rubro que se recibe por única vez, no quedaba
alcanzado por el gravamen.
Por lo expuesto, esta parte solicita a V.S., LA TOTAL EXIMICIÓN DEL IMPUESTO A LAS
GANANCIAS, SOBRE EL MONTO INDEMNIZATORIO QUE PERCIBA EL ACTOR EN ESTOS ACTUADOS.

XV.- RESERVA DE CASO FEDERAL.


Para el supuesto improbable de que V.S. no acogiera el temperamento jurídico propuesto,
esta parte ejercerá el derecho que le confiere el artículo 14 de la Ley N° 48. Esto, fundado en que se encuentran en juego
derechos y principios tutelados constitucionalmente, tales como los previstos en los artículos 14, 14 bis, 16, 17, 18 y 19 de
dicho cuerpo legal.

XVI.- DERECHO.
Fundamos la presente acción en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales
concordantes vigentes; Código Civil y Comercial; Ley N° 24.557 y disposiciones reglamentarias en lo pertinente, sin
perjuicio de la declaración de inconstitucionalidad planteada al respecto de varias de sus artículos y normas
reglamentarias; Decretos N° 717/96, N° 491/97 y N° 1278/00 y disposiciones reglamentarias y modificatorias en lo
pertinente, sin perjuicio de la declaración de inconstitucionalidad solicitada respecto de varios de sus artículos y normas
reglamentarias; Ley de Contrato de Trabajo; Convenio Colectivo de la actividad; Ley de Procedimiento Laboral; doctrina y
jurisprudencia aplicables al caso.

19
XVII.- ACREDITA VÍA ARTÍCULO 18 LEY N° 24.635.
Se adjunta a la presente, el acta que acredita que se ha dado por concluida la instancia laboral
conciliatoria en los términos de la Ley N° 24.635.

XVIII.- DECLARACIÓN JURADA.


Esta parte declara bajo juramento que la presente demanda no tuvo radicación ante el fuero
del trabajo.

XIX.- PACTO DE CUOTA LITIS.


Reconozco expresamente, a favor de los letrados que me representan, Dr. Juan Manuel Parada
(T° 103 F° 334 CPACF) y Dr. Federico Carlos Giacomino (T° 103 F° 173 CPACF), el 20,00% (veinte por ciento) de todas las
sumas que llegara a percibir por todo concepto en las presentes actuaciones, sin perjuicio del derecho que les asiste a los
profesionales de percibir los honorarios que sean declarados a cargo de la contraparte en los términos del artículo 4 Ley
N° 21.839.

XX.- SOLICITA SE REGULEN HONORARIOS POR ACTUACIÓN ANTE EL SECLO.


Que conforme lo dispuesto en la Ley N° 24.635, la instancia de conciliación resulta ser
obligatoria ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación; por lo tanto, ante ello y siendo que la actuación
está debidamente cumplida, venimos a solicitar se regulen honorarios profesionales por la actuación cumplida.
La jurisprudencia en éste sentido ha dicho: “…La instancia de conciliación
obligatoria que la ley 24.635 (DT, 1996-a, 977) incorporo al procedimiento laboral , dispone la
concurrencia del trabajador ante el SECLO con asistencia letrada, de modo que dicho trámite no
puede juzgarse como adicional a la defensa en juicio ya que constituye un requisito procesal
previo a la interposición de la demanda, por ello y dado que la actividad profesional de los
abogados y procuradores se presume de carácter oneroso, por lo que corresponde regular
honorarios por lo actuado ante el SECLO. Dicho trámite no puede juzgarse como adicional a la
defensa en juicio, puesto que constituye un requisito procesal previo a la interposición de la
demanda” (Sala III, S.I. 58143 del 12/7/07 Expediente 15679/03 “Encina, Elisa A. c/ La Rotonda Sociedad de Hecho
integrado por Roccatagliata Marcos, Claudio y Alberto M. y otros s/ Despido”).

XXI.- AUTORIZAN.
Queda autorizado a examinar el expediente, efectuar desgloses, retirar copias, oficios, exhortos,
testimonios, diligenciar oficios, cedulas, cedulas Ley N° 22.172, mandamientos, así como realizar cualquier otro tipo de
gestión, acto o diligencia que fuera necesario, el SR. FRANCO NAHUEL GIACOMINO DNI 34.476.279.

XXII.- PETITORIO.
Por todo lo expuesto solicitamos:
1.- Nos tenga por presentados, por parte, por denunciado el domicilio real y por constituidos
los procesales electrónicos y materiales;
2.- Se corra traslado de la demanda a la accionada por el término de ley;
3.- Se tenga por presentados los bonos Ley N° 23.187;
4.- Se tenga presente que se ha cumplido con la instancia de conciliación previa obligatoria
(SECLO);
5.- Se tengan presentes los planteos de inconstitucionalidad;
6.- Se tengan presentes las reservas del caso federal efectuadas;

20
7.- Se tenga por agregada y ofrecida la prueba;
8.- Se tenga por acompañada la documental adjuntada, solicitando la reserva de todos
los originales en Secretaría -obrando en autos las fotocopias acompañadas por mi parte- previa certificación por el
Actuario de las fotocopias acompañadas
9.- Se tengan presentes las reservas efectuadas subsidiariamente;
10.- Se ordene cumplir con las intimaciones solicitadas por esta parte;
11.- Se tenga presente el pacto de cuota litis denunciado;
12.- Se tenga presente la autorización conferida;
13.- Oportunamente, se dicte sentencia condenando a la demandada al pago de
lo reclamado, con más actualización monetaria, intereses y costas.

Proveer de conformidad, que


SERA JUSTICIA.

21

También podría gustarte