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La turba como sustrato alternativo en fertirrigación

C. Cadahía López
Catedrático del Dpto. de Química Agrícola, Geología y Geoquímica de la U.A.M.
Mª J. Sarro Casillas
Profesora Titular del Dpto. de Química Agrícola, Geología y Geoquímica de la U.A.M
A. Massaguer Rodríguez
Profesor Ayudante del Dpto. de Química Agrícola, Geología y Geoquímica de la
U.A.M.

Es necesario normalizar los métodos de evaluación y de control de la eficacia


para estos productos orgánico naturales con el fin de informar al agricultor de la
relación calidad/precio, de las posibilidades de aplicación y fundamentalmente para
establecer normas de utilización frente a sistemas avanzados de fertilización y riego,
que requieren un conocimiento exhaustivo de la interacción turba-fertilizante y
turba-calidad y cantidad de agua de riego.
Como sustrato, la turba rubia en contenedor o en pastillas-sustrato, sola o
mezclada con otros materiales, se está aplicando a cultivos hortícolas y ornamentales.
La base de los notables avances conseguidos reside, fundamentalmente, en su
porosidad, aireación y retención de agua y nutrientes.
Las alternativas de tratamientos y correcciones para cambiar el pH y contenido
en nutrientes de la turba a voluntad permite la obtención de un sustrato idóneo para
cada caso.
Por otra parte, se está empezando a aplicar la turba para formar el horizonte
orgánico de los enarenados, que equivale prácticamente a utilizarla coma sustrato, pues,
como es sabido, en este horizonte se encuentra, fundamentalmente, el potencial
nutriente de los enarenados, que es el sistema de cultivo más extendido en la comarca
agrícola de Almería.

Tabla I. Parámetros que definen la calidad de un sustrato de turba con fines agrícolas

Propiedades relacionadas y niveles de


Parámetros
referencia (turba rubia)
∗ Capacidad de retención de agua asimilable
Curva de retención de agua
(5 a 10 veces el peso).
∗ Aireación. Distribución del espacio entre
Porosidad. Volumen de aire agua y aire (90-95% de volumen de poros,
con sólo un 40 % que retienen el agua).
∗ Porosidad (140 a 200 g/l).
Densidad aparente
∗ Peso.
∗ Garantía de estabilidad y posibilidad de
Humedad mezcla, con tratamientos y correcciones.
∗ (50% humedad adecuada).
∗ Saturación de bases y origen de la turba (pH
pH
4 a 7). Necesidad de encalado.
EC (extracto 1:10 y saturación) ∗ Contenido en sales solubles (0,5 a 2 ms/cm).
∗ Disponibilidad de nutrientes catiónicos y
C.I.C.
poder amortiguador (> 100 ml/100 g)
Propiedades relacionadas y niveles de
Parámetros
referencia (turba rubia)
∗ Movilización de oligoelementos como Fe y
Capacidad quelante
Mn.
∗ Grado de descomposición o tasa de
Materia orgánica y substancias humificación. Características estructurales
húmicas ∗ Capacidad de intercambio y amortiguadora.
Origen de la turba. (> 85% mat. org)
Macroelementos y ∗ Correcciones según el destino del sustrato y
oligoelementos la aplicación de fertilizantes en riego.
Contenido de reguladores de ∗ Desarrollo radicular.
crecimiento (IAA)

Evaluación de una turba

Para poder elegir la turba adecuada, mezclarla con otros materiales o someterla
a correcciones y tratamientos previos para mejorar su calidad, es necesario normalizar
su evaluación considerando los parámetros que se indican en la tabla I. De acuerdo con
esta evaluación se obtendrán las características de cada turba que en el caso de la turba
rubia tipo sphagnum puede considerarse como índice de valores óptimos.

Fig. 1. Aplicaciones de la turba como sustrato


METODOLOGÍA DE DIAGNÓSTICO PARA NORMALIZAR LA
FERTIRRIGACIÓN DE LA TURBA COMO SUSTRATO

Los avances conseguidos se basan en un diagnóstico adecuado que nos permite


recomendar una normativa de fertirrigación aplicable a un gran número de casos. En
principio, en nuestros trabajos hemos puesto a punto un método de diagnóstico basado
en el esquema de la figura 1 y en un seguimiento de resultados en base a los análisis de
los materiales de referencia de la tabla II. Se realizan ensayos de laboratorio para
estudiar la interacción sustrato disolución fertilizante en columnas y con un sistema de
electroultrafiltración.

Fertirrigación de la turba en contenedores para cultivo de coníferas

En el gráfico 1 se indican los resultados obtenidos comparando el proceso de


fertirrigación con una fertilización tradicional en los viveros de la Comunidad
Autónoma de Madrid para el cultivo de arizónicas (Cupresus Glabra). Se utilizó un
sustrato con 60% de turba rubia tipo sphagnum, 20% de tierra de brezo y 20% de arena.
Se aplicó la disolución fertilizante de la tabla III y se obtuvo una clara respuesta en N
de acículas y en peso de planta y en el desarrollo y porte de la planta.

Fertirrigación de la turba como sustrato para cultivos hortícolas en condiciones


salinas

Una de las aplicaciones que actualmente tienen mayor interés, para utilizarla
turba como sustrato es la de una alternativa para el sistema de fertirrigación, incluso en
condiciones salinas que corresponden a comarcas agrícolas de elevadas producciones
para cultivos de primor como son Almería y Murcia.

Tabla II. Objetivos y determinaciones analíticas para la evaluación y control de la


fertirrigación sobre turba

Muestras Objetivo Determinaciones


Análisis de
Turba Determinar el abonado de fondo caracterización:
(sustrato) Correcciones previas a dicho abonado Parámetros tabla de
caracterización
Conocer la disolución real del sustrato
NO-3, H2PO-4, Cl-, SO=4,
que nutre a la planta por la interacción
Disolución del sustrato Na+, K+, Ca2+, Mg2+ y
entre la disolución fertilizante y el
"in situ" Fe, Mn, Cu, Zn, B, Mo,
sustrato con la fertilización de fondo.
pH y CE
Control de frecuencia de lavados
Control de pérdidas, contaminación y
Igual a la disolución del
Disolución de drenaje fijaciones
sustrato
Control de lavados
ENSAYOS CON LOS CULTIVOS DE TOMATE Y PIMIENTO

Con el fin de obtener una normativa de fertilización para el caso considerado,


hemos realizado una serie de ensayos comprobando el distinto comportamiento de dos
cultivos: tomate (variedad Carmelo) y pimiento (variedad Lamuyo).
Se utilizó la disolución fertilizante que se indica en la tabla IV y en ella se incluye la
salinidad estimada del agua de riego. Se hizo un seguimiento del sustrato de planta.

Gráfico 1

Tabla III. Disolución fertilizante para coníferas

Macroelementos meq/l mg/l


Nitrato amónico NO3NH4 1,2 96,0
Nitrato cálcico (NO3)2Ca 1.2 98,5
Nitrato potásico N03K 0,8 80,9
Fosfato monopotásico P04H2K 0,4 54,4
Sulfato magnésico SO4Mg 7H2O 0,6 73,9
Oligoelementos
Fe 5mg/l B 0,5 mg/l Zn 0.05 mg/l
Mn 0,5 mg/l Cu 0,02 mg/l Mo 0,01 mg/l
El pH de esta disolución se ajustó a 5,5 valor considerado en términos generales como
óptimo en otros estudios sobre coníferas.

Los resultados parecen aconsejar una dosificación menor de nutrientes para el


tomate, pero somos partidarios de mantener las dosis altas (NPK, incluso Ca) para
evitar, por antagonismos, la absorción de salinidad por la planta (Cl, Na, Mg, etc.) que
originaría un descenso en la absorción de NO3, PO4H2, K y Ca, incluso con la aparición
de la "podredumbre apical".
Para el cultivo de pimiento, sin embargo, la normativa de fertirrigación y el
ritmo de lavados aplicado parecen bastante adecuados.
Tabla IV. Disolución fertilizante (incluida salinidad)

Macroelementos meq/l mg/l


Nitrato cálcico (NO3)2Ca 4
Nitrato potásico NO3K 10
Sulfato magnésico SO4Mg7H2O 13 t
Sulfato sódico SO4Na2 6.- 426
Cloruro cálcico Cl2Ca 11 610
Cloruro sódico ClNa 2 117
Bicarbonato sódico CO3HNa 8 672
Fosfato monopotásico PO4H2K 2 272
Ácido nítrico NO3H 4 252
Oligoelementos mg/l
Fe 2
Mn 1
B 0,5
Cu 0,1
Zn 0,1
Mo 0,05
pH: 6,3. CE: 4,5 mmhos/cm.

Comparación de resultados con turba, rockwool y enarenado como sustratos

Se aplicó una disolución fertilizante similar a la anterior a un cultivo de tomate


como planta indicadora y se hizo un seguimiento dé la planta (foliar y savia), para
comprobar la respuesta de los tres sustratos con un ritmo de lavados relativamente
bajo, con el fin de destacar la incidencia en los tres casos de la salinidad como factor
limitante.
En los gráficos 2 a 6 se aprecian unos niveles de N, P y K, en general, más
elevados en la turba y al mismo tiempo unas concentraciones inferiores de Na y CL. En
principio estos resultados deben corresponder a mejores rendimientos para el sustrato
turba.
No obstante, debe profundizarse en este tema puesto que, en las comarcas
agrícolas citadas, a medio plazo, será necesario encontrar sustratos alternativos al suelo
y a los enarenados.
Gráfico 2

Gráfico 3

Gráfico 4
Gráfico 5

Gráfico 6

Conclusiones Finales

La turba puede utilizarse como sustrato para un sistema de fertirrigación. El


seguimiento de la disolución del sustrato o drenajes, así como el análisis de planta nos
indicarán la normativa a seguir para cada cultivo y variedad.
La turba parece incorporar mayor cantidad de N, P y K a la planta que los
sustratos rockwool y enarenado.
Parece más controlable la salinidad en el sustrato turba, que en los otros dos
sustratos ensayados, aunque hay que mejorar el ritmo de lavados en los que por
intercambios iónicos puede eliminarse el exceso de Na retenido.
El abonado de fondo de la turba y las correcciones que pueden aplicarse "a
priori" permiten una mayor seguridad y control durante el cultivo.
La turba presenta la ventaja de aportar substancias quelantes para movilizar
oligoelementos e incluso reguladores de crecimiento para el desarrollo radicular.
Otras características como: mejor aireación, eliminación de malas hierbas,
retención de humedad y de nutrientes, capacidad de intercambio, etc., deben estudiarse
más ampliamente para aprovechar al máximo las ventajas que puede ofrecer la turba
como sustrato, incluso en condiciones salinas.

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