Fukuyama escribió este ensayo en el verano de 1989, unos meses antes de la caída

del Muro de Berlín. A estas alturas ya se podía intuir la victoria del capitalismo
apoyado por los Estados Unidos y el hundimiento del comunismo por parte de la
Unión Soviética que se descompondría dos años más tarde. Lo que Fukuyama
estaba intuyendo parecía cumplirse sobre todo en la década de los 90. El autor
argumentaba que con la victoria de los Estados Unidos en la Guerra Fría la historia
del mundo se acabaría tal y como era conocida en ese momento. Este politólogo
aseguró que con esta victoria, gran parte de los países del mundo adoptarían el
capitalismo como modelo político y económico y no tendría porque existir ningún
tipo de conflicto en el futuro. El concepto de fin de la historia es conocido por Karl
Marx quién utilizó este término para referirse a la última etapa del proceso
revolucionario marxista. Aunque fue Hegel quien fue el intelectual que formalizó este
concepto al referirse a la racionalidad de la sociedad y el Estado. Hegel identificó el
fin de la historia en 1806, cuando Napoleón derrotaría a Prusia. Hegel afirmaba que
la historia estaba compuesta por contradicciones que existen en el plano de las
ideas. Los dos principales retos del liberalismo en el siglo XX fueron el fascismo y el
comunismo. El fascismo perdió toda su popularidad al ser derrotado en la Segunda
Guerra Mundial y no contaba con apoyos profascistas en ningún rincón del mundo.
Fukuyama señala que las consecuencias del fin de la historia en las Relaciones
Internacionales para el Tercer Mundo son graves, ya que lo que se va a producir en
esos territorios son conflictos permanentes. El autor afirma que bajo la piel de las
ideologías se esconden los verdaderos intereses de las grandes potencias.Según el
texto la Unión Soviética tenía dos opciones, o unirse al mundo occidental o seguir
anclada a la historia. Y que esta iba a ser una cuestión fundamental ya que la URSS
era una potencia nuclear y su decisión sería la que marcaría el paso al fin de la
historia. Y finalmente Fukuyama argumenta que desde que el momento en el que la
Unión Soviética y China superen el marxismo-leninismo, esa ideología acabará
desapareciendo y con ella el fin de la historia el que el mundo entero estará bajo
una misma ideología política, económica y social, el capitalismo. Al final del texto,
Francis Fukuyama advierte que con el fin de la historia no se van a acabar los
conflictos de inmediato, por ejemplo entre palestinos y kurdos o entre sijs y tamiles.