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Y CONCEPCIONES PARA SU
ENTRENAMIENTO
*Consultante Dr. José Ramiro Villalobos Trujillo*
**Especialista en Béisbol
Universidad de Ciego de Ávila Lic. Manuel Álvarez Lorente**
(Cuba) vlobos@cfisica.unica.cu
Resumen
El deporte contemporáneo está sujeto a grandes retos para alcanzar resultados favorables en el entrenamiento
diario; el lanzador en el deporte de Béisbol de nuestros días demanda de nuevas concepciones para su entrenamiento,
el manejo e interconexión de los diferentes métodos, arrastran a una forma eficaz en el logro de los objetivos en el arte
de lanzar.
Palabras clave: Lanzador. Entrenamiento. Métodos. Béisbol.
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Introducción
La actualización del entrenamiento del lanzador, hoy en día es una necesidad del deporte
cubano y del mundo en general, los métodos y medios para su trabajo cada día son más
exigentes y, el avance tecnológico de la ciencia obliga al cambio y la transformación de sus
mecanismos de desarrollo.
En el deporte de Béisbol cada día son mayores los retos que se asume, su entrenamiento
cada vez es más profundo y ajustado las características del bateo, el arte de lanzar en
contraposición del arte de batear hacen de este deporte una constante lucha por imponerse.
El trabajo de los lanzadores ha sido estudiado por muchos entendidos de la materia,
haciendo mayor énfasis en la preparación de los lanzadores para que muevan mucho su bola,
que dominen sus lanzamientos de rompimiento, que tengan un mayor dominio de la zona de
strike, que protejan su bola en la zona baja, que mejoren su bola rápida y sobre todo tengan
una mecánica de lanzar cada vez más comprometida a las exigencias del deporte actual. Esto
demuestra que son los mecanismos hacia donde se dirige el entrenamiento contemporáneo,
exigiendo de la preparación de los lanzadores mayor amplitud en su dominio del arte de lanzar
para actuar con éxitos en todas las ligas de béisbol, tanto amateur como profesional.
Desarrollo
El lanzador, su entrenamiento hoy en día cobra un marcado interés por todos los
especialistas de este deporte, en cualquiera de las ligas y torneos del mundo para el cual se
prepara, su especialización y el valor significativo dentro del juego de béisbol lo justifican, pero
en algún momento se ha preguntado usted, ¿Qué es el arte de Lanzar? Este autor considera
que es una habilidad característica y propia de cada jugador con el fin de enviar la bola con
precisión, distancia y velocidad hacia la zona de strike; es la percepción de los hechos y
movimientos manifiestamente visibles en la acción de lanzar para el Homs Play.
En el entrenamiento de los lanzadores hoy en día existen varias interrogantes, que deben ser
resuelta, pero usted se ha preguntado: ¿Qué necesita el entrenamiento del Lanzador en la
actualidad?, ¿Cómo ayudar a que el cuerpo de lanzadores sea más efectivo y resistente al
trabajo que se impone? y ¿Bajo qué concepciones se deberá entrenar en el Béisbol actual?,
serían varias las preguntas y respuestas que se pueden formular, pero en todo momento el
lema a seguir deberá ser uno sólo: “Ser objetivo en el trabajo diario”
Valorando el nivel alcanzado por este deporte en la actualidad y dando respuesta a la
primera interrogante, que refiere a las necesidades del entrenamiento del Lanzador en la
actualidad, se puede decir que hoy más que nunca “se impone la “Necesidad” del cambio de
conceptos en la Forma de Entrenar”, que no es más, que entrenar con otra mentalidad, al nivel
del desarrollo de los deportes en el mundo.
Para ello se deberá tener muy en cuenta la evolución que hoy en día se va suscitando
respecto a los componentes de la carga de entrenamiento, implicado un cambio en lo que se
quiere trabajar, en la forma de entrenar y, esto estará condicionado a la naturaleza de la carga;
según plantea Verjoshanskij, 1990; “Estará esta forma de entrenamiento determinada por el
nivel de especificidad y el potencial de entrenamiento”. El nivel de especificidad indica la mayor
o menor similitud del ejercicio con la manifestación propia del movimiento durante la
competición, es decir, hay que entrenar atendiendo a la mecánica de lanzamiento propias de
cada deportista, a los resultados estadísticos reales de lo que demanda el atleta en la
manifestación propia del movimiento durante el arte de lanzar y, al mismo tiempo, su
entrenamiento sea muy similar a lo que realmente se espera que realice este en el juego
teniendo en cuenta para ello que su especificidad puede ser general o especifica.
Respecto al potencial de entrenamiento del lanzador, estará relacionado con la forma en que
la carga estimula la condición del deportista. Esta se reduce con el incremento de la capacidad
de rendimiento, por lo que es necesario variar los ejercicios o su intensidad para estimular el
aumento del rendimiento deportivo, implicando un cambio en cuanto a su forma e intensidad.
La magnitud del entrenamiento del lanzador está determinada por la importancia del
volumen, intensidad y duración del entrenamiento exigidos a los deportistas (en este caso el
Lanzador) (Verjoshanskij, 1990).
El Volumen de la carga de un lanzador es la medida cuantitativa de las cargas de
entrenamiento de diferente orientación funcionales que se desarrollan en una unidad o ciclo de
entrenamiento, pudiendo ser esta “global” cuando se cuantifica el volumen de todas las cargas
de diferente orientación funcional o “parcial”, si el volumen de la carga se refiere a un
determinado tipo de entrenamiento con una orientación funcional determinada. La intensidad
de la carga se entiende como el aspecto cualitativo de la carga ejecutada en un periodo
determinado de tiempo (Bompa, 1983), significando que, a más trabajo realizado por unidad de
tiempo, mayor será la intensidad. La duración de la carga es el periodo de influencia de un solo
estímulo o un periodo más largo en el que se trabaja con cargas de una misma orientación.
Un valioso aspecto a tomar en cuenta para el cambio de conceptos en la Forma de Entrenar
esta dado en su orientación y, esta estará definida por la cualidad o capacidad que es
potenciada (en el plano físico, técnico, táctico, o psicológico) y por la fuente energética
solicitada predominantemente (procesos aeróbicos, o anaeróbicos). (Fernando Navarro, 2003).
Esta podrá ser selectiva o compleja; La carga es selectiva cuando privilegia una determinada
capacidad y, en concordancia, un determinado sistema funcional y, es compleja cuando se
solicitan diferentes capacidades y diferentes sistemas funcionales.
Otro aspecto de relevancia en el entrenamiento actual del lanzador lo constituye la
organización de la carga para los diferentes momentos de entrenamiento, para lo cual es
imprescindible la sistematización de la carga en un periodo de tiempo dado con el fin de
conseguir un efecto acumulado positivo de las cargas de diferente orientación. Se deben tener
en cuenta dos aspectos en su cumplimiento: la distribución de las cargas en el tiempo y la
interconexión de las cargas (Verjoshanskij, 1990). La distribución de las cargas en el tiempo es
la forma en que se colocan las diferentes cargas en una sesión, día, microciclo, mesociclo o
macrociclo. El entrenador deberá evitar distribuir la carga con una única orientación funcional,
los medios de entrenamiento se pueden repartir uniformemente en el ciclo (cargas regulares o
diluidas) o concentrase en fases definidas del ciclo anual (cargas concentradas). Además la
interconexión de las cargas indica la relación que las cargas de diferente orientación tienen
entre sí.
Por todo ello se impone la “Necesidad” del Cambio de Conceptos en la Forma de Entrenar,
por lo cual en sentido general el entrenamiento actual del Lanzador, en su componente técnico,
táctico, físico y psicológico deberá estar orientado a su dinámica de lanzar; Al dominio de los
diferentes “Ángulos de Salida de la bola” y, respaldado por la repeticiones constate de su
mecánica de movimiento para la formación del “Esteriotipo Dinámico”; Los elementos Tácticos,
Técnicos, Físicos y Psicológicos se conjugan en la misma acción de Lanzar.
Se impone un “Trabajo Físico”, donde su concepción deberá estar equilibrado en el
desarrollo de un entrenamiento similar a la “Acción de Lanzar” y, en él juegue un papel esencial
la fuerza explosiva, que acondicionando el brazo, este disponga de cortas milésimas de
segundos de la energía necesaria para la ejecución del movimiento (Energía ATP CP convertida
en energía potencial).
La fuerza explosiva, por su importancia en el béisbol deberá ser entrenada con sitemáticidad,
combinando la fuerza explosiva tónica y la fuerza explosiva balística, con la utilización de
cualquier resistencia (ligas, soportes elásticos, lanzamiento de objetos a distancia, etc.). La
mejora de la misma se produce cuando se consigue aplicar más fuerza en menos tiempo ante
una misma resistencia.
En el béisbol la fuerza explosiva balística ocurre siempre y cuando el esfuerzo que se realice
requiera un altísimo grado de rapidez (como lo es en el momento de lanzar la bola) en el
empleo de la fuerza máxima, para vencer una resistencia pequeña. Se recomienda utilizar
pelotas con un peso ligeramente mayor al peso original de la pelota de juego oficial, pero
preferentemente que tenga el mismo diámetro.
Para su mejora es fundamental tener presente que la misma se desarrolla cuando hay
manifestaciones de la aplicación de mucha fuerza en el tiempo mínimo de esfuerzos máximos
(considerando la palanca que se emplee), y el tiempo necesario para conseguirlo (fuerza
explosiva). Es fundamental la observación de la técnica de ejecución. Se inicia su entrenabilidad
a partir de los 7 a 8 años.
La utilización en el entrenamiento del trabajo de la fuerza garantiza el aumento de la
concentración de la Testosterona del 20% al 30% (Kraemer, 1990 - Häkkinen, 1988a), el
aumento de la concentración de la Hormona de crecimiento "GH" del 20% (Kraemer, 1990 -
Häkkinen, 1988a), así como un ligero aumento del Cortisol, (Häkkinen, 1988ª) y Somato
medinas (Kraemer, 1990).
Como otro aspecto a considerar respecto a necesidades del entrenamiento del Lanzador en
la actualidad estará el Aumento de la Masa corporal Activa del Brazo de Lanzar, esto
visto así parecerá algo fuera de término o de razón científica y lógica, pero los incito a esta
observación; Es común ver un excelente lanzador con un brazo de lanzar con masa muscular no
muy voluminosa, pero con una excelente bola rápida y, se ha preguntado usted, ¿A qué se
debe esto?, qué cantidad de masa muscular es capaz de movilizar en la ejecución de sus
movimiento para lanzar?, las respuestas a ello conducen al planteamiento realizado por el
autor, el cual toma en cuenta que la evaluación de la composición corporal de un brazo de
lanzar estará dada en la relación de la grasa y la masa corporal activa (MCA, masa corporal lisa,
MCL, masa corporal magra MCM, peso corporal magro o libre de grasa), pero esto no quiere
decir que esto sea siempre una regla a cumplir, el lanzador de hoy en día no necesariamente
deba tener un brazo con un volumen grande de masa muscular y además, tenga que
necesariamente tirar más duro que otro que no reúna estos parámetros, este planteamiento
está sujeto a varias causas según se recoge en el libro de Teoría y Metodología del
Entrenamiento deportivo del Profesor Yuri Verkhoshansky, el cual apunta, “En el entrenamiento
prolongado de la fuerza no se altera el porcentaje de distribución de fibras rápidas y lentas. Sin
embargo, se aprecia un cambio en el volumen de fibras de ambos tipos y un aumento de la
relación de espacio ocupado por las fibras rápidas hacia el espacio de las lentas, lo cual
confirma la hipertrofia específica de las fibras rápidas. En conjunto, la hipertrofia de trabajo de
los músculos se traduce en un aumento del volumen de las miofibrillas, es decir, del aparato de
contracción de las fibras musculares propiamente dicho, el engrosamiento de las fibras del tipo
II y, en parte, de su sección longitudinal. A la vez, el volumen externo de los músculos puede
aumentar de forma poco importante, en tanto que, por un lado, aumenta la densidad de
miofibrillas en la fibra muscular y, por otro, se reduce el grosor de la capa graso-cutánea en los
músculos entrenados”.
En otras observaciones y revisiones bibliográficas realizadas por el autor de los lanzadores se
puede afirmar que en los músculos entrenados hay una presencia muy significativa de brazos
de lanzadores con alto por ciento de fibras musculares aumentando su masa muscular lo que
estimula la síntesis de proteína muscular fraccionaria del tipo II, todo lo cual favorece la masa
muscular activa (MCA) y que esta conduce a los atletas a desarrollar diferentes fin, uno de ello,
estará dado en la especificidad de los lanzadores, que exige de ellos variaciones en la forma de
lanzar, es decir, lanzar de frente o de lado, por encima del hombro, a tres cuarto, etc., y
variaciones de su velocidad, así como otros que dependen de su dominio en la zona de Strike
en el homs play, etc., lo cual demanda del atleta un alto por ciento de control de todo sus
mecanismos biomecánicos para la ejecución correcta de su movimiento.
Los índices de masa corporal activa que generen una potencia y resistencia en el arte de
lanzar son los factores básicos que conducen y demandan de las exigencias para nuevas
concepciones en el entrenamiento del lanzador para el juego moderno y, por otra parte, los
estudios realizados dan prueba científica que en las personas con mayor número de masa
corporal activa, de brazos de lanzar, con mayor cantidad de fibras del tipo II, son más potentes
y resistente al esfuerzo físico de larga duración que aquellos que sus por cientos de masa
corporal grasa (MCG) superan el 25 % y, teniendo como resultado una menor probabilidad de
ser potentes y resistentes como exige el juego de Béisbol contemporáneo en cualquiera de las
ligas que se juegue en el mundo del deporte de hoy en día. Para ello se impone la necesidad de
la utilización de formas de entrenamiento más revolucionario y objetivo, es decir, entrenar con
la utilización de la variabilidad de los métodos que satisfagan la demanda y la objetividad de lo
que se desea alcanzar; Por lo cual se impone un cambio de criterio de entrenamiento, que a
juicio de este autor, esto deberá estar sustentado en la utilización de Métodos de
Entrenamiento Combinados, contrastando los ciclos de trabajo y descanso para
favorecer las Etapas de Súper compensación, lo que posibilita un incremento de los
resultados y el estado de forma deportiva del atleta unido a las exigencias técnicas y tácticas
que requiere el deporte actual.
El entrenamiento vigente del Lanzador deberá estar orientado a su dinámica de lanzar; Al
dominio de los diferentes “Ángulos de Salida de la bola” y, respaldado por la repeticiones
constate de su mecánica de movimiento para la formación del “Esteriotipo Dinámico”; Los
elementos Tácticos, Técnicos, Físicos y Psicológicos se conjugan en la misma acción de Lanzar.
Qué conceptúa el autor cuando refiere a la dinámica de lanzar
El autor sugiere la orientación de la dinámica ya que esto juega un importante papel desde
el punto vista físico como táctico, en el se observan los componentes que establecen las
necesidades energéticas que requiere el atleta para lanzar, visto esto con un perfil biomecánico,
se observa el recorrido mecánico del movimiento, contemplando en ello toda la orientación del
ritmo, velocidad y movilidad de los diferentes segmentos corporales que conforman el
movimiento propiamente dicho en la acción de enviar la bola al homs play por el atleta.
El ángulo de salida de la bola como parte de la dinámica en su conjunto del arte de lanzar
determina en gran medida las necesidades físicas, tácticas y energéticas que requieren los
diferentes segmentos corporales que intervienen en la acción de lanzar, la amplitud y ángulos
mayor o menor de los segmentos corporales que interviene en ello hacen la diferencia del
requerimiento del ritmo, velocidad y movilidad que determinan en primera instancia la
efectividad en la salida de la bola para el homs play, lo que se traducen, en el resultado
deseado por el atleta.
Todo este mecanismo de trabajo que se forma en la propia dinámica del entrenamiento
diario debe ser observado y corregido cuidadosamente por el entrenador, las repeticiones
constante conducen al atleta a la formación de los diferentes esteriotipo dinámicos del
movimiento de lanzar, que contemplan unido y como parte de ello la fijación de los elementos
técnicos y tácticos así como la adaptación a las necesidades físicas y Psicológicos que se
requieren para lanzar.
Lo antes expresado, arrastra la idea que se deberá realizar un “Trabajo Físico”, donde su
concepción deberá estar equilibrado en el desarrollo de un entrenamiento similar a la “Acción
de Lanzar” y, en él juegue un papel esencial la fuerza explosiva tónica y balística, que
acondicionando el brazo, este disponga de cortas milésimas de segundos de la energía
necesaria para la ejecución del movimiento (Energía ATP CP convertida en energía potencial).
La contracción muscular explosivo – tónico: permite superar grandes resistencias con una
evolución rápida de las fuerzas y, por otra parte la contracción muscular explosivo-balística: Es
característico de la puesta en acción de una fuerza máxima para una carga relativamente floja,
como lo es el lanzamiento de la pelota de béisbol. Ambas forma de trabajo de la fuerza deben
ser entrenadas de forma combinada. (Un ejemplo como se planifica en el entrenamiento)
Por otra parte, no se podrá desarrollar el entrenamiento con toda la eficiencia necesaria sin
antes pensar en los medios necesarios para que se le pueda sacar el máximo de esfuerzo y
rendimiento al atleta en el trabajo que se desarrolla, para ello la utilización de medios de
entrenamiento que conduzcan al atleta a la mejora de su control y que al mismo tiempo
favorezcan el trabajo de los demás componentes de la preparación, por lo que Se atribuye la
utilización de medios para el entrenamiento que proporcionen el control de la
habilidad de lanzar, es decir, la puntería sobre la zona de strike.
Si toma en cuenta que la repeticiones constante de los movimientos técnicos y tácticos
conducen a la formación de una habilidad, que estará sujeta por lo que el atleta sea capaza de
esteriotipar mediante la repeticiones constante del movimiento, del dominio de la orientación
dinámica de la estructura de lanzar y, que esta tienen su base de formación en el
entrenamiento diario, entonces resultaría muy importante que el técnico tome en cuenta los
medios a ser empleados, valorando que estos tributen a ese fin y que al mismo tiempo sean
medidores y evaluadores de lo que se pretende logrando.
Ejemplo: Maqueta de la zona de strike: Este importante medio que posibilita el diagnóstico
y el control de los lanzamientos consta de 9 partes de igual tamaño, los cuales limitan las zonas
donde se deberá lanzar la bola.
Este medio que mostramos puede ser empleado en el entrenamiento diario, así como en
diferentes momentos del proceso de entrenamiento anual, según el objetivo para lo cual lo
empleemos, si se tiene un fin físico – técnico, se varían las distancias, la intensidad, las
repeticiones, etc., si se tiene objetivo físico – táctico, entonces se combina lo antes dicho con
variaciones de tipos de tácticas de lanzar strike, por ejemplo, en “L” abajo ó arriba, buscando
las esquinas del borde de la zona de strike (5 – 5 – 5), en “V” una esquina arriba, una al centro
borde abajo y una esquina arriba opuesta a la primera (5 – 4 – 5), esta puede ser con la “V”
invertida, inverso a lo anterior, en “L acostada”, dos lanzamiento en zona pegado al bateador,
donde uno es más al centro y otro en el borde arriba o debajo de la zona de strike, y el tercer
lanzamiento a la zona alejada del bateador (4 – 5 – 5), todo ello puede ser combinado además
con lanzamientos a zonas mala, alejada del bateador, por ejemplo, uno en zona de strike, dos
malos y dos en zona de strike, intercalando uno y uno, etc., pero siempre en todo momento lo
que debe privar es la exigencia del técnico de lo que orienta con la realidad que ejecuta en la
práctica el atleta.
El repetir este trabajo en el entrenamiento diario permite el fortalecimiento de la noción de la
zona de strike, aumenta el control y desarrolla el pensamiento táctico operativo del atleta, es
imprescindible que el entrenador se ponga a diario diferentes esquemas de trabajo, lo que le
permite al lanzador poder descifrar y clasificar la forma de lanzarle a diferentes tipos de
bateadores, tener reservas tácticas para solucionar diferentes situaciones en momentos del
juego.
Como otro aspecto importante en la formación del atleta que se aspira ha formar en todo
este trabajo, el autor sugiere el cambio de concepto en la fisonomía anatómica del lanzador,
recomendando el trabajo en dirección al “Aumento” de la Masa Muscular Activa del Brazo de
Lanzar”, así como de su formación general.
Para lo cual según los estudios realizados por diferentes autores referidos a la temática de
estimular por medio del ejercicio físico las hormonas que segregan la sustancia llamada
Testosterona, que son las causantes de que se puede lograr la incorporación de fibras rojas del
tipo II, las que proporcionan un aumento de la potencia y la resistencia, en este caso en el
brazo del lanzador.
Como se puede apreciar el papel de técnico es imprescindible en todo este trabajo, es él
quien regula los esfuerzos y establece los períodos de trabajo y descanso, los ejercicios que se
muestran tienen la finalidad de fortalecimiento del músculo pero sin la utilización de grandes
pesos, esto a juicio de este autor entorpece y es el causante de grande traumas que sufren los
atletas en su desempeño, el trabajo con grandes pesos endurece la fibra y limita la flacidez y
fluidez requerida para lanzar, los resultados que producen los grandes pesos, en esta forma de
trabajo, se logran con cargas acumulativas intermitentes, variando intensidades y descanso,
ahora bien, ¿Cómo ayudar a que el cuerpo de lanzadores sea más efectivo y resistente al
trabajo que se impone en el Béisbol actual?
Como se expresa anteriormente, es fundamental el trabajo del técnico y, es él quien deberá
Inculcar en el atleta el Arte para Lanzar, con los siguientes criterios:
Perfeccionarle, variabilidad en el Ángulos de Salida de la Bola.
Perfeccionarle el control en la habilidad de lanzar.
Nutriendo al lanzador de recursos para Lanzar Según Bateador
Fortaleciendo su brazo de lanzar.
Enseñándoles la orientación adecuada de la mecánica de los movimientos para
lanzar según el tipo de bateador de turno.
Enseñarle a dosificar la potencia de sus lanzamientos.
Bajo qué concepciones se debe Entrenar en la Nueva Escuela Cubana de Béisbol que
se propone
A propuesta del autor, se deberá entrenar en la “Nueva Escuela Cubana de Béisbol” Bajo la
concepción de un Lanzador más íntegro, de mayor control, con potencia en sus lanzamientos,
que domine diferentes ángulos y variabilidad de salida de la bola, posibilitando un picheo más
inteligente y difícil para sus contrarios según la posición que este adopta en Homs Play, el
trabajo del lanzador en el entrenamiento actual deberá estar sujeto a las propias exigencias que
demanda el atleta, a las características y necesidades de este, conduciéndolo hacia su
especialización e individualización.
Bibliografía