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¿Qué queda?
La Variedad • •
de la Evidencia ~
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¡'fl«Hto..,, ¡un ««a U,ewc;-z.u:dad mefa-z l
Las reliquias de la actividad humana del pasado nos rodean Perú y-otros ambientes áridps han llegado a nosotros tejidos,
por todas partes. Algunas de ellas fueron construcciones cestas y otros restos destacados que se suelen destruir por
deliberadas, creadas para perdurar, como las Pirámides de completo. Y, por contraste, de las tierras húmedas, como
Egipto, la Gran Muralla China o los Templos de Meso- los pantanos de Florida o las aldeas lacustres de Suiza, se han
américa y la India. Otras, como los restos de los sistemas recuperado más restos orgánicos, conservados en este caso
mayas de irrigación en México y Belize, son los vestigios no por la ausencia de humedad, sino por la de aire.
visibles de actividades cuyo objetivo principal no era impre- La temperatura y la humedad extremas son buenas pro-
sionar al observador, pero que aún hoy imponen respeto tectoras. Lo mismo sucede con los desastres naturales. La
por la magnitud de la empresa. erupción volcánica que destruyó Pompeya y Herculano
Sin embargo, la mayoría de los restos arqueológicos son (cuadro, Capítulo 1) es la más famosa de todas, pero tam-
bastante más modestos. Son los productos de desecho pro- bién ha habido otras, como la erupción del volcán llopango
cedentes de las actividades diarias de la existencia humana: en El Salvador en el siglo lll DC, que sepultó la superficie
restos de comida, fragmentos de cerámica, útiles liticos frac- de la tierra y restos de asentamientos en una gran zona del
turados, los desperdicios que se fonnan donde quiera que el área maya meridional.
hombre desarrolle su vida cotidiana.- Nuestro conocimiento del primitivo pasado humano
En este capítulo definimos los términos arqueológicos depende, así, de las actividades del hombre y de los proce-
básicos, analizamos brevemente el ámbito de la evidencia sos naturales que han formado el registro arqueológico, y
que ha sobrevivido y examinamos la gran variedad de de esos otros procesos más remotos que determinan,
modos en que se ha conservado hasta llegar a nosotros. De durante largos períodos de tiempo, qué permanece y qué
los suelos helados de las estepas rusas, por ejemplo, proce- desaparece para siempre. En la actualidad podemos confiar
den los espectarnlares hallazgos de Pazyryk, esos grandes en recuperar gran parte de lo que ha sobretvivído y apren-
sepulcros principescos en los que los tejidos y las pieles se der de ello planteando las preguntas adecuadas del modo
han conservado maravillosamente. De las secas cuevas del adecuado.
Sin duda, uno de los principales intereses del arqueólogo orgánicos y medioambientales hallados de fonna simultánea
reside en el estudio de los arteja[tos -los objetos utilizados, en yacimientos, resultando más productivos al estudiarlos en
modificados o hechos por el hombre-. Pero, como han relación al paisaje circundante y aJ agruparlos en regiones.
demostrado los trabajos de Grahame Clark y otros pioneros Los artefactos son objetos muebles modificados o hechos
del enfoque ecológico (Capítulo 1), existe toda una categoria por el hombre, como los útiles líticos, la cerámica y las
de restos orgánicos y medioambientales no artefactuales -llama- armas de metal. En el Capítulo 8 examinaremos los métodos
dos, en ocasiones, "ecofactos"- que pueden revelar, en la de análisis de la pericia humana en el campo de los materia-
misma medida, muchos aspectos de la actividad humana del les empleados en la elaboración de artefactos. Pero éstos
pasado. Se han realizado numerosas investigaciones arqueo- nos proporcionan además la evidencia fundamental que nos
lógicas con base en el análisis de los artefactos y de esos restos ayuda a resolver todos los problemas clave -no sólo los tec-
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44 El Marco de la Arq¡¡eología
MANA NOROCC\
-------
1 :4,000.
nológicos- planteados en este libro, Una sencilla vasija o eme aún más y definir los yacimientos como lugares donde
cacharro de arcilla, por ejemplo, puede ser el tema de varios se identifican huellas significativas de la actividad humana,
renglones de investigación, La arcifü puede ser analizada Así, una aldea o ciudad es un yacimiento, como también lo
para obtener una fecha para la vasija y, tal vez por consi- es un monumento aislado, como el Túmulo de la Serpien-
guiente, para el lugar en que fue hallada (Capítulo 4); o te en Ohio, o Stonehenge en Inglaterra, De la misma
también puede estudiarse para encontrar su lugar de ori- fonna, los útiles líticos o fragmentos de cerámica dispersos
gen; de este modo, nos da datos sobre el alcance y contactos en la superficie pueden representar un yacimiento ocupado
del grupo humano que la fabricó (Capítulos 5 y 9), Se puede sólo unas pocas horas, mientras que un tell o montículo
incluir la decoración pictórica de la superficie de la vasija en del Próximo Oriente es un yacimiento que indica un asen-
una secuencia tipológica (Capítulo 3) y revelar algo sobre las tamiento humano de quizás varios miles de años, En el
creencias antiguas, principalmente si representa a dioses u Capítulo 5 consideraremos la gran variedad de yacimientos
otras figuras (Capítulo 10), También el análisis de la forma con más detalle y examinaremos el modo en que los clasifi-
de la vasija y cualquier alimento u otros residuos que con- can y estudian regionalmente los arqueólogos -como parte
tenga pueden generar información relativa a su utilización, de la investigación de patrones de asentamiento-. Aquí, sin
quizás en la cocina, así como a la dieta (Capítulo 7), embargo, nos interesa más la naturaleza de los yacimientos
Algunos investigadores amplian el significado del térmi- individuales y el modo en que se forman.
no "artefacto" para incluir todos los elementos de un yaci-
miento o paisaje modificados por el hombre, como hogares,
agujeros de poste y hoyos de almacenaje -pero éstos se La Importancia del Contexto
suelen denominar estructuras, definidas, en esencia, como
artefactos no portátiles-, Las estructuras simples, como los Para reconstruir la actividad humana del pasado en un yaci-
agujeros de poste, pueden proporcionar información, por sí miento, es fundamental comprender el contexto de un hallaz-
solas o en combinación con restos de hogares, pavimentos, go, sea éste un artefacto, una estructura, una construcción o
zanjas, etc., sobre estructuras más complejas o construaiones, un resto orgánico, El cóntexto de un objeto consiste en su
definidas como edificaciones de todo tipo, desde· casas y nivel inmediato (el material que lo rodea, por lo general algún
graneros a palacios y templos, tipo de sedimento como grava, arena o arcilla), su situación 0a
Los restos orgánicos y medioambientales 110 artefactuales, o posición horizontal y vertical dentro del nivel) y su asociación
ecofactos, incluyen huesos de animales y restos de plantas, a otros hallazgos Qa aparición conjunta de otros restos arque-
así como suelos y sedimentos -todos ellos pueden arrojar ológicos, por lo general en el mismo nivel), En el siglo XIX, la
luz sobre la actividad humana en el pasado-, Su impor- demostración de que había útiles líticos asociados a huesos de
tancia reside en que pueden indicar, por ejemplp, qué animales,extinguidos, en depósitos o niveles sellados, ayudó a
conúa la gente, o las condiciones ambientales en 1as que establecer la idea de la gran antigüedad del hombre (Capítu-
vivía (Capítulos 6 y 7), lo 1), Desde entonces, los arqueólogos han reconocido, cada
Pueden considerarse como yacimientos arqueológicos los vez en mayor medida, la importancia de identificar y registrar
lugares donde son hallados conjuntamente artefactos, cons- correctamente las asociaciones existentes entre los restos de un
trucciones, estructuras y restos orgánicos o medioambien- yacimiento, Éste es el motivo por el cual constituye una tra-
tales, Para los propósitos de la investigación puede simplifi- gedia que los saqueadores excaven yacimientos índiscrimina-
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¿Qué queda? La Variedad de la Evidencia 45
o 1 :40,000
Basurero (estructura)
que contiene restos
orgánicos • •
(ecofactos)
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46 El 1Harco dt' /,1 Arquc,1/ogfo
damente en busca de hallazgos valiosos, sin registrar el nivel, material que no les interesa, destruyen el co11texto p1i111mio de
la situación o bs asociaciones. Se pierde toda h infonnación esos objetos. Si los arqueólogos excavan posteríom1e¡1te el
contextual. Una ,·asija saqueada, interesante para un colec- material desplazado, deben ser capaces de reconocer que está
cionista, habría infonnado mucho más respecto a la sociedad en un contexto secundaría. Esto es evidente en un yaci-
que la fabricó si los arqueólogos hubieran podido registrar miento de los Mimbres, saqueado hace poco, pero mucho
dónde apareció (¿en una rumba, un foso o una casa') y en más dificil en un yacimiento alterado en la antigüedad. Las
asociación a qué otros artefactos o restos orgánicos (¿annas, alteraciones tampoco se limiLln a la actividad humana pues las
útiles o huesos de animales'). Se ha perdido mucha informa- fuerzas de la naturaleza -las transgresiones marinas o las
ción valiosa sobre el pueblo de los Mimbres, en el Suroeste capas de hielo, la acción del viento y el agua- destruyen
Americano, porque los furrirns arrasaron sus yacimientos en invariablemente el coptexto primaría. Gran parte de los úti-
busca de los cuencos pinudos que hiceron los Mimbres hace les de la Edad de Piedra hallados en las graveras de los ríos
1.000 años (cuadro, Capítulo 14). Cuando los saqueadores europeos están en un conte"10 secundaría, transportados por
actuales (o antiguos) alreran un yacimiento, removiendo el la acción del agua lejos de su contexto primario original.
PROCESOS POSTDEPOSICIONALES
Fn los últimos aüos, los arqueólogos se han dado cuenta de truyen o abandonan edificaciones, aran sus campos, etc.
que hay una seríe de procest1S postdeposicionales que han afec- Los segundos están constituidos por los acontecimientos
tado tanto al modo en que füeron sepultados los hallazgos naturales que detemünan tanto el enterramiento como la
como a lo que les sucedió después de enterrados. supervivencia del registro arqueológico. La caída repentina
El arqueólogo americano Michael Schiffer ha hecho d¡-; ceniza volcánica que cubrió Pompeya (Capítulo 1) es
una útil distinción entre procesos postdeposicionales cnltnrales una transfom1ación-N excepcional; otra más común sería
(transformaciones-() y procesos postdeposicio11ales natnrales o el enterramiento gradual de artefactos o estructuras por
no culturales (transfomuciones-J\.1, Los primeros engloban arena o tierra arrastradas por el viento. También el trans-
las actividades deliberadas o accidentales de los seres huma- porte de útiles líticos por la acción de los ríos, antes men-
nos, en la medida en que fabrican o usan artefactos, cons- cionado, es un ejemplo de una transforrnación-N. Como
¿L.JS hombres primitivos como grandes cazadores (izquierda) o corno simples rnrrn1leros (derecha)? i\'uestro co11ocimie,H1J de los procesos ,
postdeposicionales determina el modo en que interpretamos la asociación de útiles /wmanos con huesos de animales en el registro fósil de Africa.
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ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL
Constituye un medio eficaz de estudiar El terraplén y el foso tal como se y
los procesos postdeposicionales a
~~~~:::~:::::~~~;:º ·. '. :'. /.·. .
Z~, .
largo plazo. Un ejemplo excelente es el ·rz.·.•··:.·.·. -:.·...·
terraplén construido en Overton Down, por los cortes realizados / _-~
en el sur de Inglaterra, en 1960. en1962y1976.
Consiste en un gran terraplén de
creta y turba de 21 m de longitud, 7 m
de anchura y 2 m de altura, con un foso
paralelo. La finalidad del experimento ¡;J_.\··d 1960 L
no sólo ha sido la de establecer el ~-·~,~
modo en que se alteran el montículo y
el foso con el paso del tiempo, sino
también qué sucede con los materia-
les, como la cerámica, el cuero y los
tejidos, que fueron sepultados en el
interior en 1960. Se han hecho -o se
harán- cortes en sección (trincheras)
en el terraplén y el foso a intervalos de
2, 4, 8, 16, 32, 64 y 128 años (en tiempo
real, en 1962, 1964, 1968, 1976, 1992,
2024 y 2088): un compromiso bastante
serio para todos los implicados. 60, el montículo perdió 25 cm de altura riales enterrados, las pruebas realizadas
Según esta escala temporal, el pro- y el foso se obstruyó con sedimentos 4 años después mostraron que la cerá-
yecto todavía se encuentra en una fase con bastante rapidez. Desde mediados mica permanecía inalterada y el cuero
inicial, pero los resultados preliminares de los 70, sin embargo, la estructura se poco afectado, pero los tejidos ya se
son interesantes. En la década de los -ha estabilizado. En cuanto a los mate- estaban debilitando y decolorando.
lo son, asimismo, las actividades de los anímales en un de cortes en huesos de animales, realizadas por C. K. Brain,
yacimiento -socavándolo o royendo huesos y trozos de Lewis Binford y otros, sugieren que gran parte de los huesos
madera. excavados son los restos de los animales cazado! y devorados,
A primera vista, estas distinciones pueden parecer de en su mayor parte, por otros animales depredadores. Los
escaso interés para el arqueólogo, pero en realidad, son humanos, con sus instmmentos líticos, habrían entrado en
vitales para la reconstrucción adecuada de la ,·ida humana escena, como simples carroñeros, al final de una jerarquía de
en el pasado. Puede ser importante, por ejemplo, saber si distintas especies animales. Pero no todo el mundo está de
cierta evidencia arqueológica es el resultado de una activi- acuerdo con esta hipótesis del carroñeo. El aspecto que ahora
dad humana o no humana (de una transfonnación-C o una nos interesa es que el problema puede resolverse con más
transformación-N). Si intentamos reconstmir la acti,·idad facilidad perfeccionando nuestras técnicas para distinguir los
maderera del hombre estudiando las huellas de cortes en los procesos postdeposicionales culturales de los naturales -la
troncos, debemos aprender a reconocer ciertos tipos de actividad humana de la no llllmana-. En este momento,
marcas hechas por los dientes de los castores y a distinguir- muchos estudios se centran en la necesidad de diferenciar las
las de las realizadas por el hombre con instrumentos líticos o huellas de cortes en huesos, hechas por instrumentos líticos,
metálicos (Capítulo 8). de bs realizadas por los dientes de animales predadores (Capí-
Tomemos otro ejemplo más signi9cativo. Para las prime- tulo 7). Los modernos experimentos que utilizan réplicas de
ras fases de la existencia humana en Africa, a comienzos del herramientas liticas para descamar huesos, conscituyen uno de
Paleolítico o Antigua Edad de Piedra, los grandes esquemas los planteamientos más útiles. O eras variedades de la arqueo-
teóricos sobre nuestra habilidad primitiva para b caza se han logia experimental pueden ofü:ca má, información sobre
basado en el hallazgo de útiles líticos asociados a huesos de algunos de los procesos postdeposicionales que afectan a b
animales en yacimientos arqueológicos. Se supuso que los conservación fisica del material arqueológico (ver cuadro).
huesos procedían de animales cazados y sacrificados por los Lo que resta de capítulo se dedica a una discusión más
hombres primitivos que elaboraron los útiles. Pero los detallada de los diversos procesos posrdepmicionales tanto
recientes estudios del comportamiento animal y de las huellas culturales como naturales.
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48 El Afarco de la Arqueología
uso
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ADQU!S!CIÓN
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MANUFACTURA
Un artefacto puede haber entrado aformar parte del registro arqueológico en cualquiera de estos rnatro estadios de su ciclo vital. La tarea del
arqueólogo consiste en determinar cuál de ellos representa el hallazgo en cuestión.
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¿Qué queda? La Variedad de la Evidencia 49
que se conservan en buen estado. Pero es mucho más dificil LA destrucción humana del registro arqueológico puede pro-
de saber, más allá de cualquier duda razonable, si una mues- ducirse por la realización de enterramientos de los tipos ya
tra de restos vegetales carbonizados procede de, pongamos descritos en depósitos anteriores. Pero los hombres del
por caso, una era o un suelo de ocupación -esto también pasado destruyeron, accidental o deliberadamente, las hue-
puede dificultar la reconstrucción de la dieta vegetal autén- llas de sus predecesores de diversas maneras. Los gober-
tica, ya que ciertas actividades pueden favorecer la conser- nantes, por ejemplo, derribaron los monumentos o borra-
vación de determinadas especies de plantas-. Este com- ron las inscripciones de jefes y monarcas anteriores en
plejo problema se abordará más adelante en el Capítulo 7. muchas ocasiones. Un clásico ejemplo es el que se produ-
El enterramiento deliberado de objetos valiosos o de cadá- jo en el Antiguo Egipto, donde el faraón herético Akhe-
veres es otro aspecto importante del comportamiento natón, que trató de introd~cir una religión nueva en el
humano que ha dejado huella en el registro arqueológico. siglo XIV AC, fue vilipendiado por sus sucesores y des-
En épocas de conflictos o guerra, la gente entierra, a menu- truidas sus edificaciones más importantes para reutilizar sus
do, posesiones de valor, con la intención de recuperarlas materiales en otros monumentos, Un equipo canadiense
posteriormente, pero, algunas veces, por una u otra razón, dirigido por Donald Redford ha pasado muchos años regis-
no lo hacen. Estos depósitos son una fuente de evidencia de trando algunos de esos bloques de piedra reutilizados en
primera clase para ciertos períodos, como la Edad del Bron- Tebas y los ha ensamblado con ayuda de una base de datos
ce europea, en la que son comunes los escondrijos de bienes informatizada para reconstruir (sobre el papel) parte de
metálicos, o la Gran Bretaña tardorromana, que ha depara- uno de los templos de Akhenatón, como si fuera un enor-
do tesorillos sepultados de plata y otros metales preciosos. me rompecabezas.
Sin embargo, puede resultar dificil para el arqueólogo dis- Algunas destrucciones humanas intencionadas han con-
tinguir entre los depósitos que, en principio, se pretendían servado, involuntariamente, materiales que puede encontrar
recuperar y los objetos valiosos enterrados, quizás, para el arqueólogo. El fuego, por ejemplo, no siempre destruye.
aplacar a fuerzas sobrenaturales (situados, por ejemplo, en A menudo puede aumentar las posibilidades de supervi-
una zona de paso especialmente peligrosa en un pantano) y vencia de ciertos restos, como los vegetales: la conversión
que no se pensaban recuperar. en carbón incrementa, en gran medida, su capacidad de
El modo en que los arqueólogos abordan la tarea de resistencia frente a los estragos del tiempo. Por lo general,
intentar demostrar las creencias en fuerzas sobrenaturales y los revocos de arcilla y el adobe se descomponen, pero si
el más allá, constituye el tema del Capítulo 10. Ahora hare- una estructura ha ardido, el barro se cuece hasta alcanzar la
mos notar que, además de los depósitos, la fuente de evi- consistencia del ladrillo. De esta forma, miles de tabletas
dencia más importante procede del ente,ra111iento de los dif,m- escritas de arcilla del Próximo Oriente se hart cocido, acci-
tos, bien sea en tumbas sencillas, en túmulos funerarios dental o deliberadamente, en incendios y así se han conser-
complejos o en pirámides gigantescas, acompañado, por lo vado. También se puede carbonizar la madera y sobrevivir
general, de ajuares tales como vasijas de cerámica o armas y, así en estructuras o, al menos, dejar una impresión clara en
en ocasiones, con pinturas murales en la cámara sepulcral, el barro endurecido.
como en ei México antiguo o en Egipto. Los egipcios En la actualidad, la destrucción humana del registro
incluso llegaron al extremo de momificar a sus muertos arqueológico continúa a un ritmo escalofriante, por el dre-
(ver más adelante) -para conservarlos, según creían, por naje de terrenos, el cultivo, los trabajos de construcción, el
toda la eternidad-, al igual que los Incas del Perú, cuyos saqueo, etc. En el Capítulo 14 veremos cómo afecta todo
reyes eran custodiados en el Templo del Sol en Cuzco y esto a la arqueología en general y cuáles son sus implicacio-
sacados al exterior en ceremonias especiales. nes potenciales para el futuro.·
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50 El kforco de fa Arqueología
L Qilakitsoq
SECO, FRÍO
" - Florida
PANTANOS
Perú SECO
.___ _ _ _ _ Cvevas de las Aleutianas CÁLIDO, SECO ' - - - - - - Pompeya DESASTRE NATURAL
Los principales yacimientos y regiones comentados en este capítulo, en los males los procesos postdeposidonales naturales -desde las
condiciones de h11111edad hasta las de a1idez ofrío-- han cond11ddo a una conservacíón extraordinariamente buena de los restos arqt1eofógicos.
Los útíles líticos se conservan bien -algunos tienen unos LA arcilla cocida, como la cerámica y los ladrillos de barro
dos millones de años-. No es sorprendente que siempre cocido o el adobe, es casi indestructible si ha sído correcta-
hayan constituido nuestra evidencia más importante sobre las mente elaborada. No es sorprendente que la cerámica haya
actividades humanas durante la Antigua Edad de Piedra, aun- sido, tradicionalmente, la principal fuente de datos del
que los artefactos de madera y hueso (que tienen menos posi- arqueólogo para los períodos posteriores a la aparición de la
bilidades de perdurar) pueden haber tenido, originariamente, alfarería (hace unos 12.000 años en el Viejo Mundo-y 5.000
la misma importancia que los de piedra. A veces, éstos llegan en el Nuevo). Como ya hemos visto, pueden estudiarse
a nosotros tan poco dañados o alterados en su fonna original, las vasijas atendiendo a su fonna, decoraci6n superficial,
que los arqueólogos pueden examinar las huellas microscópi- componentes minerales e incluso a los alimentos u otros
cas de uso en sus filos y averiguar, por ejemplo, si el instru- residuos que hayan quedado en su interior. Los suelos áci-
mento fue utilizado para cortar madera o pieles de animales. dos pueden deteriorar la superficie de la arcilla cocida y las
Esto constituye una de las ramas más importantes de la inves- vasijas o ladrillos de barro poroso, o sometido a una mala
tigación arqueológica en la actualidad (Cap. 8). cochura, pueden volverse frágiles en medios h~J?~1.?~:-~i11
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¿Qué queda? La Variedad de la Evidencia 51
Los fodriUvs de b,irrv se co11se1"!'!111 eu b11C11 estado en el climi1 árido del I'róxi/1/o Oriente. Aquí, los arqucóftJgtu cxtil!'i111 lt1s i11111c11sa.1· 11111ros
de ci111c11taciá11, hechos de ladrillo, del Templo O,•al de Klwf,ye, Irak,fcdwdos del 2650 al 2350 AC.
embargo, incluso los bdrillos de barro desintegrados pueden El mar es, en potencia, muy destrnctivo, con corrientes 1
avudar a establecer las fases de rcconstrncción en aldeas olas y mareas que rompen y esparcen los restos sumergidos.
p'eruanas o en tells del Próximo Oriente, Por otra parte, puede hacer que los metales se recubran de
Los metales como el oro, la plata y el plomo se conservan una envoltura gmesa y resistente de sales metálicas (como
bien. El cobre y el bronce de baja aleación son atacados por cloruros, sulfuros y carbonatos) procedentes de los propios
los suelos ácidos y pueden oxidarse hasta el punto de que objetos; ésta ayuda a que los artefactos se conserven en su
sólo quede un depósito o mancha verde. La oxidación tam- interior. Si, simplemente, se extraen los objetos del agua y
bién es un agente destructivo rápido y poderoso del hierro, no se tratan, las sales reaccionan con el aire y desprenden un
corroyéndolo y dejando sólo una decoloración en el suelo. ácido que destruye el metal que aún se conserva. Pern la
Sin embargo, como veremos en el Capítulo 8, a veces es utilización de b electrólisis -consistente en introdum el
posible recuperar objetos ck hierro desaparecidos elabo- objeto en una solución química \' hacer pasar una débil
rando un molde a partir dd hueco que han dejado en el corriente entre él y una rejilla met5lica que lo circunda-
suelo o de wu conccntL1ción de óxido. h,Ke que bs sales destructivas se tmladen lentamente del
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52 El í\farco de la Arqueología
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¿Qué queda? La Variedad de la Evidencia 53
cátodo (objeto) al ánodo (rejilla), quedando el metal limpio hablar del "clima local" de un medio ambiente, como una
y a salvo. Este es un procedimiento habitual en la arqueo- cueva. Las cuevas son "invernaderos" naturales, debido a
logía subacuática y se emplea en todo tipo de objetos, desde que su interior está protegido de los efectos climáticos exte-
cañones (ver ilustración de la página siguiente) hasta los riores y (en el caso de las cuevas calizas) su alcalinidad per-
hallazgos recientemente rescatados del Titanic. núte una conservación excelente. Si las inundaciones o el
pisoteo de animales y hombres las alteran, pueden proteger
huesos y restos tan delicados como las huellas de pisadas e
Materiales Orgánicos incluso, en ocasiones, fibras vegetales, como la corta soga
encontrada en la cueva con pinturas del Paleolítico Superior
La supervivencia de los materiales orgánicos depende, en de Lascaux, Francia.
gran medida, del nivel (el material circundante) y del clima Sin embargo, suele ser más importante el clima regional.
0ocal y regional) -con la influencia ocasional de catástro- El clima tropical es el más destructivo, con su combinación de
fes naturales, como las erupciones volcánicas, que a menu- lluvias torrenciales, suelos ácidos, temperaturas cálidas, alto
do distan de ser desastrosas para el arqueólogo. grado de humedad, erosión y riqueza de vegetación y acti-
El nivel, como ya hemos dicho, es, por lo general, algún vidad de insectos. Las selvas tropicales pueden arrasar un
tipo de sedimento o suelo. Sus efectos sobre el material orgá- yacinúento muy rápidamente, con raíces que hacen caer las
nico son diversos; la creta, por ejemplo, mantiene en buenas paredes y derriban los edificios, núentras los aguaceros
condiciones los huesos de seres humanos y animales (así torrenciales destruyen gradualmente las pinturas y enlucidos
como los metales inorgánicos). Los suelos ácidos destruyen y la madera se pudre por completo. Los arqueólogos del sur
los huesos y la madera en pocos años, pero dejan decolora- de México, por ejemplo, tienen que luchar de forma cons-
ciones reveladoras en el lugar en que hubo alguna vez aguje- tante para mantener a raya a la jungla. Entre una campaña y
ros de poste o cimientos de una cabaña. En los suelos areno- la siguiente, puede darse un crecimiento primario de más de
sos perviven manchas marrones o negras similares, así como 2 m de altura en zonas que habían sido totalmente desfo-
las siluetas oscuras de lo que fueron esqueletos (ver cuadro de restadas el año anterior. Por otra parte, también podemos
Sutton Hoo, Capítulo 3, y ver también Capítulo 11). considerar que las condiciones de la selva son benignas,
Pero el nivel inmediato puede, en circunstancias excep- puesto que dificultan que los saqueadores lleguen con faci-
cionales, tener componentes adicionales como núnerales lidad a más yacinúentos aún que los que ya han alcanzado.
metálicos, sales o petróleo. El cobre puede favorecer la con- El clima templado, presente en gran parte de Europa y
servación de los restos orgánicos, quizás evitando la actividad América del Norte, no es beneficioso, por norma general,
de microorganismos destructivos. Las minas de cobre prerus- para los materiales orgánicos; sus temperaturas relativamen-
tóricas de la Europa central y suroriental conservan nume- te cálidas pero variables y las precipitaciones oscilantes se
rosos restos de madera, piel y tejidos. El material orgánico combinan para acelerar el proceso de descomposición. Sin
embalado que fue hallado entre lingotes de cobre en el embargo, en determinadas circunstancias, las condiciones
pecio del siglo XIV AC de Kas, en las costas de Turquía locales pueden neutralizar estos procesos. En la fortificación
(cuadro, Capítulo 9), sobrevivió por esta misma razón. romana de Vindolanda, cerca de la Muralla de Adriano,
Las núnas de sal, como las de Hallstatt, Austria, de la en el norte de Inglaterra, el arqueólogo Robín Birley
Edad del Hierro, han ayudado a preservar hallazgos orgáni- encontró unas 1.000 cartas, escritas con tinta sobre firúsimas
cos. Más aún, una combinación de sales y petróleo permitió planchas de abedul y aliso. Los fragmentos, que datan del
la conservación de un rinoceronte lanudo en Starunia, año 100 DC, aproximadamente, han sobrevivido gracias a
Polonia, con la piel y el pelo intactos, y rodeado de hojas y la inusual composición quínúca del suelo: la arcilla, com-
frutos de la vegetación de tundra. El animal había sido pactada entre los estratos del yacimiento, creó bolsas sin
arrastrado por una fuerte corriente al interior de un pozo oxígeno 0a ausencia de este elemento es vital para la con-
lleno de petróleo crudo y sales, procedentes de una filtra- servación de los materiales orgánicos), núentras que las sus-
ción petrolífera natural, que impidieron la descomposición: tancias químicas generadas por helechos, huesos y otros
las bacterias no pudieron actuar en estas condiciones, al restos, esterilizaron prácticamente la tierra de esa zona, evi-
tiempo que la sal impregnaba la piel y la conservab:1. De tando así las alteraciones producidas por la vegetación y
forma similar, las canteras de asfalto de La Brea, Los Ange- otras fom1as de vida.
les, son mundialmente famosas por el buen estado de los Otro ejemplo sorprendente de conservación en un clima
esqueletos de una amplia variedad de animales y aves templado, se produjo en Potterne, un basurero del Bronce
prehistóricos que fueron recuperados en ellas. Final del sur de Inglaterra y fechado en torno al 1000 AC.
El clima también desempe11a un papel importante en la Mientras que los huesos, por norma general, se núneralizan
conservación de los restos orgánicos. A wces podemos debido a la filtración de las aguas subterráneas, en este yací-
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CONSERVACIÓN POR ARTEFACTOS PERECEDEROS
HUMEDAD: El ESTADOS UNIDOS DEOZETTE
Material trenzado 1.330 cestas • 1.466
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Una india Makah, componente del equipo,
(sobre estas lineas) limpia una cesta
encontrada en el yacimiento. (Arriba a la
derecha) Otro miembro del personal mide
un fragmento de madera en una de las
casas de Ozette.
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56 El N[arco de la Arqueología
.,.
CONSERVACION POR HALLAZGOS DE LA TUMBA
DE TUTANKAMON
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¿Qué queda? LA Variedad de la Evidencia 57
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58 El 1\tlarco de fa Arqueología
auténticas, creadas por el hornbrc, aunque a ntenudo s,~ las los órganos i11ten1os e intmdudan hierba seca en la cavi-
denool.ina así. Los cuerpos se conservan, cu ocasiones, d.td.
envueltos en manru de pieles o en cueros eurridos y en Entornos fríos. La refrigeracióu natural puede conrcDer
unas condiciones tan óptiJnas que ha sido posible estudiar los los proce$0S de descomposición durante miles de afios. Los
estilos de los pcioados. También perdun111 las prendas (desde prioicros descubrinricrnos de hallazgos congelados fueron,
sandalias de fibra hast:1 mandiles de hilo), junco con una quíz:is, los 1n1mcrosos restos de 1namurs encontrados en el
arnplia wricdad de articulos 001110 ct:StlS, adon1os de pluma\ penuafros, (suelo penuauenterncnte helado} de Sibetia,
y cuero. Algtrnos yacimieo1:os más antiguos de la misma 1nuchos de cUos con ~11 ca.roe, pelo y contenido dd c:1tó-
regi6n cunbién t"Ontieoen restos orgánicos: Danger Cave, en mago intactos. -~ desafurtunldas criatum cayeron, prob:1-
Utah (ocupado de.lde el 9000 AC en adelante), proporcionó bk'1.11ei1rc, en el interior d.e grk-us eo la nieve y fueron
Oedi.'lS de madera, cuerdas para rratnp,is, nwigos de cudúUos sepultadas por sedi1nentos en lo que se coovirtl6 en un
y otros instrumentos de 1nadera; cueva de Lovelock, en giganresco congelador. Los 1.uás conocidos SO!l los de Bcrc-
Nevada, contenía redes; n1ienrras que l:is cuev-as pró:..-imas a sovka y .Berclekh, revelando, éste últi1uo, 1nás de 14-0
Durango, Colorado, han con~ervado mazorcas de 1naíz, mamut~. La conservación puede ser tan buena que los
calabacines, girasoles }' se1nillas de mosraia. Este tipo ele perros encuentren la carne bastinre aperecible y hay que
hallazgos v-cget1IC$ han sido crucial~ para ayudar a los a.r- 111an1enerlos apartados de Jo:; cadáveres.
que6logos a reconstruir la dieta deJ pasado (C1pítuJo 7). Los restoS arqueológicos congelados más futnosos so11,
Lo;; habitantes de la costa dd cenrro v sur de Perú vivie- sin duda, los procedent~ de los túmulos funerarios de los
ron -y murieron- en un entorno áritfo similar, de 111-0do n6n1adas de las c~epas de Pazyryk, en el Altti (sur de Sibe-
que es posible, aún hoy, ver los taniajes en sus cuerpos ria), y datados en la Edad del Hierro, en tomo a.l 400 AC.
disecados }' ado1irar el colorido profuso y deslun1brarue de Se componen de foso~ profundamente excavados en el
los tejidos procedentes de !os ceinenterios de lea y Nazca, suelo, revestidos de troncos y cubierros por n1ontoncs de
a:,i con10 la.~ cesr.as y los oma1nent0~ de pluu1as, o las rnazor- piedras poco elevados. Sólo podían ser excavados en la
ca~ de maíz y otros artículos alimeuticíos. estJci611 e--Uida, antes de que el sucio se endureciese a c:111S3
Para tenuinar, se produjo un fen61neno ligerarucntc del hielo. El aire templado contenido en las nrnibas ascen-
distinto en las isla; Aleucianas, cerca de la costa occidental dió y depo~it6 Sil humedad en las piedras del tú1nulo; esra
de Alaskl, doode los cadáveres eran protegidos y conser- hurned.,d también se infiltró en las cátnar:is sepulcrales y las
vados, de rorma narurll en cuevas calcntidas por la activi- congeló coo ral intensidad durnnte el crudo in,~emo que
dad volcánica y ext:re1uadan1enre secas. Parece ser que los nuuca se deshelacon en los veranos posteriores, y.i que los
isk'l1os inte11sific.iban l:i desecación natural lll~~ante un 1ú1nulos de piedra eran nialos conductores del calor y pro~
secado periódico de los cuerpos, dcshumcdccíéndolos o tcgían las fo.w de los efectos caloríficos y reseGJdores del
suspendiéndolos sobre un fuego; en algunos casos, eXtraían viento y el sol. En consecuencia, h11n pem1anecido intactos
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El diint1 lle/11,i" del .rur de Síberia lw ay,ufodo a <r>nsen,ar li!s 1ro1ables hallazgos e1,co11trnd0$ eu l<1s 1,fomlosJm~rarios de las mimadas Je /ru
e.1tcy1as de Piizyryk,fa:/1acfos t111omo 4/ 400 l!C. (lzquie,da) DiStlli, de 1m 1atm1je ,11 el torso y bta.zos ,le 1111 jefe. (Deretlla) Dibujo de
p11rte de,,,, t,-:pi:t de pared ,le Pa:q•ryk, r11 fidftO ,on e,1,ajts de aplímtió11, q11e 111i1esir11 a ,111 jí11ete 4ptiXXimámlose ,i 111,a.fig11m e11rrimízada.
CONSERVACIÓN POR
;
1
FRIO: EL YACIMIENTO AI.ASl<A 1
'
DEBARROW
Muchos antiguos lugares de residencia
de los esquimales, como los de la cul-
tura Thule, al norte de la Bahla de Hud-
son, contienen materiales frágiles en
buen estado de conseivacíón: madera,
hueso, marfil, plumas, pelo y cáscara
de huevo. A principios de la década de
los 80, Albert Dekin y sus colegas exca-
varon una casa hecha con madera y
híert>a en Utqlagvlk, la moderna Barrow,
en la costa norte de Alaska. Construida
por los esquimales lnuplat hace unos
500 años, la casa habla sido destruida
una noche de invierno por una tormenta
que arrojó una masa de hielo, que se
desplomó sobre sus dormidos ocupan-
tes. Al igual que las tumbes de Pazyryk
el agua detTetida durante el verano se
infiltró en la casa en ruinas, donde se
congeló de forma pennanente. Dentro '
de la tierra sólida, los excavadores
Uno de /os dos é:U!!l):)(>9 femeninos (M<:lma; ba/lella; 1, esti de tn9danJ; /, b/J/d!IS dlt mooera:
debeio) encontrados en el suelo de 18 casa. k, cazo de madera; ~ 1118111B de piel; m, bolsa
encontraron los cuerpos intactos de LEYENDA: a. galas de mttdeni para la nieve; de pleJ utilizada como a/molla<Ja.; n, botas;
dos mujeres, mientras los huesos de b, puntas de ffecha envueltas en ple/es; o, bolsa de r,pa; p, punfa de flecha ., asta,'
dos jóvenes yaclan cerca de la superfi- c. bolsa de ple/ cxw, pesas; el. lrtlgmento de q, reelpianm de barbas de ballene; r; bolsa de
cie (y, por tanto, no hablan permaneci- cuero: e, piqueta pan, el hielo de hueso di, ple/ con equ,t;,a de cosrum; s, bolsa de piel de
do siempre congelados). Dekln y sus ball•ni,; t, manopw de plel de oso polar; ave; t. cvchl/la de pizarra: u, listón de mad9ta.'
colegas encontraron prendas de cari- g, peine de marfil; h, peine de barbas da v, piel d e ~ w, va$ de cerámics.
bú y piel de loca; Instrumentos de
dlversos tipos de materiales, Incluyendo 50 """
un cubo de madera; y herramientas y
armas dispuestas en grupos según la
función y época del año. El equipo de
caza de invierno -que incluía gafas - ...- -..¡
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Proporcionado por
MUP María Claudia Falcone
60 El Mnrco de la Arqueología
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T'E.ft!lOS 1
Porce11111jes de r11pen,i11e11ci11 dr materiales r11 ómar luimedas y zo11as de u q11edad 11om1al. Los restos orgá11icos se ro11scnia11 mejor 1'11 las primeras.
incluso los 1naterialcs n1ás frágiles -a pesar del agua hir- nanu-al en las run1bas árticas de eres 1narinos británicos que
viendo que tuvo que en1plcar el excavador soviético Sergei murieron en 1846. Los cuerpos se conservaron perfecta-
Rudenko para recuper.irlos. n1cnte en el h.ielo de la isla de Bcechey, en el nonc de
Los cuerpos de Pazyryk habían sido colocados en gran- Canadá. En 1984, un equipo dirigido por el antropólogo
des ataúdes con aln1ohadas de rnadera, y se conservaron canadiense Ü\ven Beattie, tomó sin1plc.mente llllas muestras
can bien que se pueden apreciar sus espectaculares tatuajes. de huesos y tejidos para una autopsia, antes de volver a
Las vestimentas comprendían ca1n.isas de lino, caftanes deco- sepultar los cadáveres.
rados, mandiles. n1edias y tocados de 6eltro y cuero. Tam- Entornos anegados. Se puede realizar una disrináón
bién había esteras, rnatcrial de decor.ición de paredes, mesas útil para la arqueología terrestrl' (por comparación con la
con alimentos y cad.1vcrcs completos de caballos con bridas, arqueología submarina) entre yacintientos en terrenos secos
sillas y otros arreos. y en pantanos. La gran mayoría de los yacintientos son
Ta1nbién se han dado casos de conservación sin1ilares en "secos·• en el sentido de que su contenido en hun1edad es
otras regiones circu1npolarcs, como Groenlandia y Alaska. bajo y la conservación de restos orgánicos es mala. Los
El yacinúcnto de BarrO\v constituye un buen cjcn1plo (ver situados en zonas encharcadas abarc:u1 todos los encontrados
cuadro). Otro ejemplo procedente de Alaska nos Ucga de la en lagos, 1narisnias, ciénagas, pantanos y turberas. Aquí, los
isla de St. Lawrence, en la que el pennafrosc nos ha pro- materiales orgánicos quedan realmente sellados en un 111cdio
porcionado el cuerpo de una n1ujer csquirnal con los br.izos húmedo y carente de aire (anaer6bico) que favorece su
tatuados, fechada en los prin1eros siglos de nuestra era. Las conservación, con tal que el encharcan1iento sea n1ás o
regiones má.\ rneridionales pueden producir el nús1no efec- 1nenos pem1anente hasta el mo1nento de la excavación. (Si
to en altitudes elevadas, como la tumba de época incaica del un yaán1iento hún1edo se seca, incluso sólo de forma esta-
Cerro de El Plon10 en los Andes, que contenía el cadáver cional se puede producir la dcsco1nposición de los 111ateria-
congelado, de fornta natural, de un niño que vestía un les orgánicos.) Uno de los pioneros de la arqueología de
poncho de lana de can1élido. pantanos en Gran Bretaña, John Coles, estin1a que, a
En Groenlandia, los cuerpos de csquimolcs de Qilakit- menudo d 75-90 % y a veces el 100 % de los hallazgos en
soq, datados en el siglo xv DC, tan1bié11 habían sufrido un yacinticnto húmedo son orgánicos. Poco o nada de este
una congelación natural en sus tun1bas hechas en salientes lnaterial, corno n1adera, cuero, tejídos, cestería y restos
roco~s y protegida.1 de los elementos; sus tejidos se habían vegetales. sobreviviría en la mayoría de los yacin1ientos de
contraído y decolorado, pero los catuajes aún eran visibles terrenos secos. Por esta razón, los arqueólogos prestan cada
(ver Capítulo J 1) y sus prendas se encontraban en un e-scado vez 1nás atención a las valiosas evidcncia.1 relativas a las acti-
de conservación particulam1ente bueno. vidades htunanas del pasado que se bailan en los yacinticnros
Puede verse un ejc111plo 111ás reciente de refrigeración hí1111cdos. La an1cnaza creciente del drenaje y extracción de
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LA nrq11eologfo de ylllÍmitmos pnmt111osos '"""~11zó e11 In Suiza dtl XIX ton el dl"$t11brimit11I<' de postes nuwdo rl 11111d de los lagos era ba_jo.
turba en los pantanos, que constituyrn sólo un 6 % de la A pesar de todo, los aie,pos son, sin duda, los hallazgos
superficie terrestre totil, da a esta labor una urgencia adi- más conocidos de las rurbcras de la Europa noroccidental.
cional. La 1nayoría de ellos se remontan a la Edad del Hierro. El
Las cualidades de conservación de las zonas pantanosas grado de conservación varia n1ud10 y depende de las con-
varían rnucho. Las turberas ácidas son favorables para los diciones concretas en que fueron depositados los cadáveres.
restos de madera y plantas, pero pueden destruir cl hueso, el La mayoría de los individuos sufiieron una n1uerte violenta
hierro e incluso la cerámica. Por su parte, los famosos yaci- y. probablemente. fueron ~j,·cutados como criminales, o
n1ienros lacustres de las regiones alpinas de Suiza, lcali.i, bien sacrificados, antes de $Cr arrojados a la ciénaga. Los
Francia y el sur de Alemania n1a11ticnen en buenas condi- 111ejores cjernplos, corno el hon1bre de Tollund en Dina-
ciones la 1nayoría de los 1nareriales. n1arca, se enconrraban en un estado real111ente extraordina-
I.As rurberas, situadas casi todas ellas en latitudes septen- rio, sólo las manchas del agua de la turbera y el ácido tánico
trionales, constituyen uno de los entornos 1nás in1portantcs indicaban que eran antiguos en vrz de n1odernos. Bajo la
de la arqueologia de pantanos. Por ejemplo, los Somersct piel, los huesos habían desaparecido, .~ igual que los órganos
Levels, en el sur de lnglarern, ha11 sido el escenario no internos, aunque se pueden conservar el estómago y su
sólo de las excavaciones llevadas a cabo a páncipios de este contc1údo (Capítulo 7). En Florida, ind1uo se han recupe-
siglo para recuperar las bien con$crvadas aldeas lacustr~,s de rado cerebros hu1nanos prcl1i\tórico~ (Capitulo 11).
la Edad del Hierro de Clastonbury y Meare (cuadro, En algunas ocasiones, pueden producirse circunstancias
Capítulo 1), sino tan1bién de una camp:ui a n1uy :unbicio- de l'nclurcanuento dentro de túa1ulos funcraáos - una
sa en las dos últin1as décadas, que ha desenterrado 11u1ne- versión del fenómeno siberiano en el clinia 1cn1plado-.
rosos caminos de madera [incluyendo la "carretera 111ás Los enterranlÍentos en ataúdes de roble del norte de Europa
vieja" del mundo, un rran10 de vfa de 1,6 km de 6.000 durante la Edad del Bronce y, sobre todo, los de Dina-
años de antigüedad), así co1no numerosos datos relativ05 a n1.arca, datados en tomo al l 000 AC, se componían de un
las técnicas primitivas de trabajo de la madera (Capitulo 8) núcleo interno de piedras que rodeaban al sarcófago de
y al n1edioan1biente del pasado (Capítulo 6). En la Europa croncos y de un n'.unulo circular construido encirna. El agua
continental y en Irlanda, las n1rbcras ta1nbién han conser- sr filtraba al interior y, al con1binarse con el tanino que
vado numerosos caminos --en Ol-asioncs con huellas de exudaban los troncos, creaba unas condiciones de acidez
los carros de tlladera que los recorrieron- y diversos res- que dcstn1ían el esqueleto pero conservaban la piel (deco-
tos fr:ígilcs. Otro tipo de pantanos europeos, corno las lorada, con10 en los cuerpos de las rurberas), el pelo y los
1narismas costeras, nos han proporcionado barcas excava- ligan1enros de los cadáveres contenidos en los ataúdes, ade-
das en troncos, palas de ren10 e incluso redes y tran1pas de n1ás de Sll5 vesti111entas y objetos, co1no los recipientes de
pesca. corteza de abedul.
RESUMEN
La evide11cia arqueológi~ de que disponemos depende de ros factores. que están a merced de los elementos o del
algunos factores impomntcs: primero, lo que la genre, pasa- comportauúento humano anterior. Pero el. tercero, que es
da y presente, ha be.cho con ella (procesos postdeposicio- el prot1go11ista de este libro, progma constantemente, en la
Mles culturales); segundo, Jo que han conservado o des- medida en que comprendemos mejor los procesos de des-
tru.ido las cond.iciones naturales, como el suelo y el clima composición )' destrucción y diseñamos estrategias de inves-
(procesos posrdcposicionaks narurales}; y tercero, uuestr.1 tigación y técnicas au.'Wiarcs para sacar rodo el partido posi-
habilidad para enc-0ntnrla, reconocerla, recuperarla y con- ble a la evidencia arqueológica que h2 sobrevivido b~sta
servarla. No podetnos hacer nada respecto a los dos prime- hoy.
Lecturas Adicionales
Pu~den eocontr.arie buenas inu:oducciones a los problemas relati- Di1ubleby, G. 1978. P!ams and Arcf1at,ekigy. Paladin: London.
vos a la conservación de los materiales arqueológicos en: (Caplrulo 7).
Binford, L.R. 1983. f,¡ Pitrt11ft ef the Pus!: ~codi11g the Ard1aeofo- Nash, D.T. and Pctraglia, M.D. (cds.). !987. l\1lllural Formllliirn
gical R®td. Tbamcs & Hudso11: London & Ncw Yoril. (Hay l>rocessrs. ami lile A,cl1aeological Jvc;in/, Briti.sh Arch. ReportS,
a.ducción ~tell:uu: En bilSla dtl pasado. Bucelona. 1988) lnt.. Series 352: Oxford.
Claclc, J.G.D. 1960. A,r/1t1tUlogy a11d s«iety. (3rd. cd.) t-1ethuen: Schiffcr, M.B. 1976. 8d:avi"1iil Arrluseology. Aodemic Press: New
London; Bames & Noble: New Yor:k. (Capitulo 3.) York & London.
Coles, B. & J. 1989. PePplt oJ thc U?tt/ands: Bog;, &dies anti I.ake- Scbiffer, M.B. 1987. rormaricm Pnwsrs of tlw AmtlIC;J/ogital Rromf.
Dwdlm. Tbamcs & Hudson: Lo.ndon & Ntw York. Urriversicy o(Ncw Mexi.co Pr~: Albuquerque.