23 Things They

Don’t Tell You about Capitalism.

More education in itself is not going to make a country richer.

(Resumido)
GONZALEZ CERVANTES FAVIOLA BERENICE.

Nos dicen que la educación es lo más necesario para la

economía, que todos los éxitos económicos de Asia Oriental
son por sus famosos logros educativos, y que la baja
economía en otros países es por su poca educación.
Pero lo que no nos dicen, es que hay poca evidencia que
sostenga que la educación da mayor prosperidad nacional.
En 1980 se hablaba de elevar el conocimiento de la
economía, ya que el mundo estaba convencido que la
educación estaba la llave de la prosperidad económica.
Así que eso es un asunto matemático de lógica que la
economía con gente más educada será más productiva.
También son bien conocidos los niveles educativos y los
logros de educación que hay en Asia, se manifiesta en la
muy alta calidad de su educación.
Pero es evidente, aunque la importancia de educación a
levantado la economía y su productividad a sido mayor, allá
realmente hay mucha evidencia que cuestiona todo esto de
la sabiduría, tenemos casos de alfabetización en Taiwán y
Filipinas.
En 1960, Filipinas tenía casi el doble de ingresos de Taiwán,
pero hoy Taiwán tiene alrededor diez veces más que de
Filipinas. Obviamente, allá son muchas más cosas que
determinan la educación y al crecimiento del país
económico.
En otro aspecto, la experiencia subsahariana, África
espectáculo que al invertir más en la educación eso no
garantizara un mejoramiento económico.
Entre 1980 y 2004, las tasas de alfabetización en los países
de África subsahariana ronda bastante sustancialmente del
40 por ciento al 61 por ciento. Si la educación es tan
importante para el desarrollo económico, como la mayoría
de nosotros cree, esto no debería no suceder.
Las asignaturas como matemáticas o ciencias, que son
supuestos importantes como el levantamiento de la
productividad, no para todos los trabajadores estas
asignaturas son importantes ni las de las escuelas o incluso
Universidades.
L a importancia del aprendizaje y la capacitación en muchas
profesiones atestigua la limitada relevancia de la escala
entre trabajador y productividad.
Incluso si la educación impacta en el crecimiento posee
estado pobre hasta ahora, aunque tengamos en cuenta el
conocimiento de la economía no es nada nuevo.
En la medida de que la proporción de profesiones aumenta,
nosotros mayormente nos educamos con mano de obra de
fuerza, si nosotros solo nos interesamos en los efectos de la
educación en la productividad.
El desarrollo de la economía puedo no requerir
necesariamente que el trabajador promedio tenga más
educación; Así visto, un gran argumentó, es que la calidad
de universidades, es lo primero que determina la
prosperidad de la nación.
En muchas líneas de trabajo, lo que cuenta en general es la
inteligencia, la disciplina y la capacidad de organizar.
En caso de los ricos países, su obsesión con educación
superior posee a ser domesticado, esta obsesión está
dirigida la inflación a un grado malsano y una gran inversión
excesiva a gran escala en la educación superior en muchos
países.
En el caso del desarrollo de los países, un incluso más
cambio radical de perspectiva es necesario. Debería
expandir la educación en preparar a sus jóvenes para
aumentar la productividad, pero estos países necesita mirar
mas allá de la educación de individuos y pagar más atención
a edificios de las instituciones correctas y organizaciones
por productividad del crecimiento.
Lo que realmente distingue a los países ricos de los más
pobres es mucho más bien la educación de sus ciudadanos
que son organizaciones colectivas con alta productividad.
El desarrollo de tales empresas debe estar respaldado por
una variedad de instituciones que fomenten la inversión y la
asunción de riesgos: un régimen comercial que proteja y nutra
a las empresas en industrias nacientes.
La educación es valiosa, pero su principal valor es aumentar
la productividad. Se encuentra en su capacidad para
ayudarnos a desarrollar nuestros potenciales, tener un mejor
cumplimiento e independencia.
No podemos llevar la idea de que la educación hará nuestra
economía más rica nos llevará a una dolorosa decepción.
Nuestro exceso de entusiasmo con la educación debería ser
domesticado, y, especialmente en países en desarrollo, lejos
mayor que atención necesidades a ser pagado a la cuestión de
estableciendo y actualizando productivo empresas e
instituciones que apoyan a ellos.