Así como en el evangelio de Mateo, en este también se pueden ver grandes
intervenciones divinas en el momento de nacimiento de Jesús, así mismo, los ángeles que se presentan, son los cuales llevan la noticia del Mesías. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: “Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” – S. Lucas 2:9-11 A medida que Jesús crecía y todavía durante su infancia, se llenó de gran sabiduría e inteligencia, principalmente porque la gracia de Dios estaba sobre él. “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” – S. Lucas 2:40 Como grande era su sabiduría en su infancia, todo aquel que lo oía se maravillaba de lo que hablaba y las preguntar que lograba responder. “Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.” – S. Lucas 2:47 Con todo esto y sabiendo la gran capacidad intelectual que tenía Jesús, la cual sabemos que es dada por gracia de Dios y su espíritu; nos podremos dar cuenta que durante su infancia, Jesús tenía en cuanta su obra y propósito, sabiendo que era el Mesías, hijo de Dios. EVANGELIO DE MATEO. En los primeros capítulos donde podemos encontrar fragmentos del nacimiento e infancia de Jesús; vemos que Mateo nos dice que Jesús es, desde su nacimiento, el Mesías esperado. Jesús en su infancia era merecedor de adoración. “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.” – S. Mateo 2:2 Así mismo, en la infancia de Jesús, Mateo nos muestra las diversas amenazas que surgieron contra este a partir de su nacimiento, llevando a que sus padres y él huyeran a Egipto. Sin embargo, a pesar de estas amenazas, también se evidencia la presencia de Dios y su espíritu en la vida de Jesús, desde su nacimiento. “Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.” – S. Mateo 2:13 Así mismo, como se evidencia su huida a Egipto durante su infancia, Jesús también tuvo que regresar a tierra de Israel por mandato de Dios. “diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.” – S. Mateo 2:20 COMPARACIONES. Ambos evangelios afirman que Jesús nació en Belén, que su madre se llamaba María y su padre adoptivo José, y que fue concebido virginalmente. En el relato de Mateo el protagonista es José, que es a quien se aparece el ángel, y son los Magos los que van a ver a Jesús cuando ha nacido. En el relato de Lucas, el ángel se aparece a María, que tiene así un papel más importante que José, y son los pastores los que acuden a ver a Jesús cuando nace.