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TEMA N.

9:
JESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL
ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN
Segunda parte
“Y la Palabra se hizo carne,
y puso su morada entre nosotros...”
Juan 1, 14a.

El Misterio de la Encarnación de Jesús se despliega y desarrolla en los acontecimientos de su vida, y


alcanza su plenitud en el Misterio Pascual: su pasión, su muerte, y su gloriosa resurrección y ascensión al
cielo.

LOS EVANGELIOS Y LA VIDA DE JESÚS

Los evangelios no son una biografía de Jesús, no narran estrictamente toda su vida. Muchos datos de su
vida en Nazaret y muchos hechos de su vida pública, no aparecen en ellos. San Juan nos dice en su
Evangelio que lo que en él leemos, fue escrito “Para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y
para que creyendo tengan vida en su nombre” (Juan 20, 31).

Las acciones, los milagros y las enseñanzas de Jesús, reunidos en los evangelios, nos muestran quién es
él. Su humanidad nos hace visible su condición divina y su misión de Salvador. Jesús nos revela, nos hace
presente a Dios Padre. Su presencia en nuestro mundo es manifestación del amor que Dios Padre nos
tiene. Su tarea es conseguir la salvación para todos los hombres de todos los tiempos y lugares. Su vida
entera es Misterio de Salvación.

MISTERIOS DE LA INFANCIA DE JESÚS

La venida de Jesús al mundo fue preparada por Dios durante siglos. La anunció al pueblo de Israel por
medio de los profetas. Y en el corazón de los paganos despertó una espera confusa de esta venida.

Juan Bautista, el hijo de Isabel, fue su precursor inmediato, el último profeta y el mayor de ellos. Desde el
seno de su madre, Juan saludó la venida de Jesús y se alegró por ella.

Durante el Tiempo de Adviento, anterior a la Navidad, los católicos celebramos en la Iglesia la


preparación para esta primera venida de Jesús y renovamos nuestra esperanza en su “Segunda venida” al
final de los tiempos.

EL NACIMIENTO

Cumplido el tiempo, Jesús nació en Belén, en la pobreza y humildad de un establo, y unos sencillos
pastores fueron los primeros testigos de este gran acontecimiento.

“No teman... les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: les ha nacido hoy, en la
ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo, el Señor, y esto les servirá de señal: encontrarán un niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre... Los pastores fueron a toda prisa y encontraron a María,
a José, y al niño acostado en el pesebre... Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de
aquel Niño; y todos los que los oyeron se maravillaban de lo que los pastores decían” (Lucas 2, 10-
12.16.17-18).
Cada Navidad que celebremos, Jesús nace de nuevo entre nosotros y nos invita a hacerlo presente en el
mundo, por el testimonio de nuestra vida.

LA CIRCUNCISIÓN

Al octavo día de su nacimiento, Jesús fue circuncidado, como mandaba la Ley. La circuncisión era señal
de pertenencia a la descendencia de Abrahán en el pueblo de la Alianza. “Cuando se cumplieron los ocho
días para circuncidarlo, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el
seno materno” (Lucas 2, 21).

ADORACIÓN DE LOS MAGOS

El Evangelio según san Mateo nos habla de la manifestación de Jesús a unos magos de Oriente, que
guiados por una estrella buscaban al rey de los judíos. “La estrella que habían visto en el oriente iba
delante de ellos, hasta que se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño... Entraron en la casa, vieron
al Niño con María su Madre y postrándose lo adoraron; abrieron luego sus cofres y les ofrecieron dones
de oro, incienso y mirra” (Mateo 2, 9b-11).

Esta primera manifestación de Jesús como el Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo, la
llamamos EPIFANÍA. Jesús se manifiesta y ofrece su salvación también a los paganos, a cuyos sabios
atrae a su luz.

La Iglesia celebra la Epifanía el 6 de enero de cada año. En algunos países - por una concesión especial –
se celebra el domingo entre el 2 y el 8 de enero.

PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO

Como todos los hijos primogénitos, Jesús fue llevado al Templo de Jerusalén, cuarenta días después de su
nacimiento. “Cuando se cumplieron los días de la purificación..., llevaron a Jesús a Jerusalén para
presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley del Señor...” (Lucas 2, 22-23).

En el Templo, Jesús fue reconocido por el anciano Simeón y por la profetisa Ana, como el Mesías
esperado por Israel, “Luz para iluminar a los gentiles y gloria de su pueblo Israel” (Lucas 2, 32), y
también como “señal de contradicción” (Lucas 2, 34), para muchos.

HUIDA A EGIPTO

La huida a Egipto y la matanza de los inocentes ordenada por Herodes, manifiestan la oposición de las
tinieblas del pecado, que aparece a lo largo de toda la vida de Jesús.

“Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: Levántate, toma
contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel... Y fue a vivir a una ciudad
llamada Nazaret” (Mateo 2, 19.20a.22).

El regreso de la Sagrada Familia de Egipto a Nazaret de Galilea, nos presenta a Jesús como el libertador
definitivo de Israel y de toda la humanidad, de la esclavitud del pecado.

VIDA OCULTA EN NAZARET

En Nazaret, Jesús llevó una vida ordinaria, semejante a la de cualquier persona. El Evangelio según san
Lucas nos dice que “el niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría, y la gracia de Dios estaba
sobre él” (Lucas 2, 40).

El único suceso que rompe el silencio de los evangelios sobre los años de la vida oculta de Jesús, es su
visita a Jerusalén cuando tenía 12 años, para celebrar allí la Fiesta de la Pascua. “El niño Jesús se quedó
en Jerusalén, sin saberlo sus padres” (Lucas 2, 43). En este episodio de su vida, Jesús dejó entrever el
Misterio de su consagración total a una misión derivada de su condición de Hijo de Dios. “¿No sabían
que debía estar en la casa de mi Padre?” (Lucas 2, 49), respondió a sus padres cuando le preguntaron
sobre su decisión de quedarse en el Templo junto a los doctores. María y José no comprendieron estas
palabras, pero las acogieron con fe, y “María conservaba cuidadosamente todas estas cosas en su
corazón” (Lucas 2, 51b).

En Nazaret pasó Jesús la mayor parte de su vida, trabajando como artesano carpintero igual que José. La
sencillez, la pobreza y la humildad marcaron su historia desde ahora y por siempre.

MISTERIOS DE LA VIDA PÚBLICA DE JESÚS

Jesús comenzó su vida pública con su Bautismo en el Jordán. “Y sucedió que por aquellos días vino
Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que
los cielos se rasgaban y que el Espíritu en forma de paloma bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de
los cielos: ‘Tú eres mi Hijo amado, en Ti me complazco’” (Marcos 1, 9-11).

De esta manera, Jesús aceptó e inició su misión de Salvador, asumiendo de una manera concreta Su
Voluntad.

LAS TENTACIONES

Inmediatamente después del Bautismo, los evangelios nos hablan de un tiempo de soledad de Jesús en el
desierto, al final del cual, Satanás lo tentó tratando de poner a prueba su actitud filial hacia Dios. “El
Espíritu lo empuja al desierto y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás...”
(Marcos 1, 12.13a.).

En el desierto, Jesús se reveló como el Siervo de Dios totalmente obediente a la Voluntad divina. De esta
manera Jesús abre el verdadero camino de la salvación, un camino que no es de confianza en sí mismo y
de facilidad, sino de obediencia y de abnegación.

Todos los años los católicos nos unimos a este Misterio de Jesús en el desierto, durante el Tiempo de
Cuaresma, que nos prepara espiritualmente para la celebración solemne del Misterio Pascual – la pasión,
la muerte y la gloriosa resurrección de Jesús.

EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS

Cuando Juan Bautista fue hecho prisionero, Jesús se fue a Galilea y proclamaba la Buena Nueva del
Reino de Dios. “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca, conviértanse y crean en la
Buena Nueva” (Marcos 1, 15).

El Reino de Dios es el “proyecto de Dios” sobre los seres humanos, los hombres y las mujeres de ayer,
de hoy, y de siempre, y de la creación entera. Este “proyecto de Dios” involucra lo personal o individual,
lo histórico, y lo último o definitivo. El Reino de Dios es la liberación del ser humano del pecado, la lucha
por establecer la justicia social, y de esta manera alcanzar la salvación eterna.

Todos los seres humanos estamos llamados a entrar en este Reino de Dios, anunciado primero al pueblo
de Israel. Lo único que tenemos que hacer es acoger con corazón humilde las palabras de Jesús:
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos” (Mateo 5, 3).

Desde el pesebre hasta la cruz, Jesús compartió la vida de los pobres, se identificó con ellos, e hizo del
amor efectivo de todos nosotros hacia ellos, la condición para entrar en su Reino. Así nos lo dice con
claridad en el Evangelio según san Mateo: “Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del reino
preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve
sed y me dieron de beber; era forastero y me acogieron; estaba desnudo y me vistieron; enfermo y me
visitaron; en la cárcel y vinieron a verme... cuanto hicieron a uno de estos mis hermanos más pequeños,
a Mí me lo hicieron...” (Mateo 25, 34-36.40).

EL MANDAMIENTO DEL AMOR

El centro del mensaje de Jesús, es el Mandamiento del amor: amor a Dios sobre todas las cosas, y amor al
prójimo como a nosotros mismos. Donde hay amor todo lo demás está incluido.

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y
el primer mandamiento. El segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos
dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas” (Mateo 22, 37-40).

“Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a lo otros. Que como Yo los he amado, así
también se amen ustedes, los unos a los otros. En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se
tienen amor los unos a los otros” (Juan 13, 34-35).

JESÚS Y LOS PECADORES

Jesús invitó a los pecadores de su tiempo, con quienes no tuvo inconveniente en relacionarse, a la
conversión, necesaria para poder entrar en su Reino, y les mostró de palabra y con hechos, la misericordia
ilimitada de Dios Padre. Sus palabras lo expresan con claridad: “No he venido a llamar a los justos, sino
a los pecadores” (Marcos 2, 17). “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta,
que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse” (Lucas 15, 7).

La prueba suprema de este amor de Dios Padre y de Jesús, por los pecadores, será el sacrificio de su
propia vida, ofrecida “para el perdón de los pecados” (Mateo 26, 28).

LOS MILAGROS, SIGNOS DEL REINO

Jesús acompañó sus enseñanzas con numerosos milagros que atestiguaban que él era el Mesías anunciado,
enviado por el Padre, e invitaban a creer en él. Decía: “Las obras que el Padre me ha encomendado
llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado (Juan
5, 36).

Entre los milagros de Jesús se destacan las expulsiones de demonios, que anticipaban la gran victoria de
Jesús sobre Satanás y la instauración definitiva del Reino de Dios. Lo dijo con claridad en diversas
ocasiones:“Si por el espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a ustedes el Reino de
Dios” (Mateo 12, 28).

A pesar de todo, Jesús fue rechazado por algunos y se le llegó a acusar de obrar movido por los demonios
(cf. Mateo 12, 19-32).

LOS DOCE APÓSTOLES

Desde el comienzo de su vida pública, Jesús eligió doce hombres para que estuvieran con él y
participaran de su misión. “Les dio autoridad y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar” (Lucas
9, 2). El Evangelio nos da sus nombres. “Sucedió que por aquellos días se fue Jesús al monte a orar, y se
pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre
ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien también llamó Pedro, y a su hermano Andrés;
a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado
Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote que llegó a ser un traidor” (Lucas 6, 12-16).
Entre los doce, Jesús escogió a Pedro y le confió la misión de guiar a los demás y ser cabeza de su Iglesia.
“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán
contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos, y lo que ates en la tierra quedará atado en el
cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo” (Mateo 16, 18-19).

LA TRANSFIGURACIÓN

Cuando ya estaba próximo el momento de su pasión y muerte, Jesús anunció a sus discípulos lo que iba a
suceder, pero ellos no lo entendieron. En este contexto se sitúa el episodio misterioso de la
Transfiguración.

“Jesús tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. Y sucedió que mientras oraba, el
aspecto de su rostro cambió, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante... Conversaban con él dos
hombres, que eran Moisés y Elías, y hablaban de su partida que se iba a cumplir en Jerusalén... Después
una nube los cubrió... y se escuchó una voz que decía: ‘Este es mi Hijo, mi Elegido, escúchenlo’” (Lucas
9, 28-31.34.35.).

La Transfiguración dio a los apóstoles una visión anticipada de la gloria de su Maestro. Esta visión estaba
destinada a fortalecerlos para afrontar con valor los acontecimientos dolorosos que estaban por suceder.

SUBIDA A JERUSALÉN

“Como se iban cumpliendo los días de su ascensión, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén”
(Lucas 9, 51). Estaba dispuesto a morir en ella y hacia ella se encaminó sin temor.

El Evangelio según san Mateo nos cuenta que “fueron los discípulos e hicieron como Jesús les había
encargado: trajeron el asna y el pollino. Luego pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. La
gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las
tendían... y la gente que iba delante y detrás de él, gritaba: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que
viene en nombre del Señor!”. Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió ‘¿Quién es este?’,
decían. Y la gente respondía: ‘Este es el profeta, Jesús de Nazaret de Galilea’” (Mateo 21, 6-11).

La entrada de Jesús en Jerusalén, manifiesta la venida del Reino, que el rey Mesías llevará a cabo en el
Misterio Pascual de su gloriosa pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo.

En la Iglesia celebramos este acontecimiento tan importante en la vida de Jesús, cada año, el Domingo de
Ramos, cuando empieza la Semana Santa.

La Encarnación del Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal del hombre y de la mujer.
Y este nuevo inicio acaece en el seno de una familia, en Nazaret. Jesús nació en una familia.

Cristo es el centro de la historia de la humanidad, y también el centro de la historia de todo hombre. A él


podemos referir las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias que entretejen nuestra vida.
Papa Francisco

EVALUACION
TEMA N. 9: JESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO
Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN Segunda parte
NOMBRES Y APELLIDOS: FRANKLIN GERAL PALOMINO PEREZ
PARROQUIA: SANTA ANA

1. ¿Los evangelios son o no una biografía de Jesús?


a) Los evangelios no son una biografía de Jesús, no narran estrictamente toda su vida.
b) Los evangelios son la biografía de Jesús, pues por ellos conocemos su vida pasión, muerte y
resurrección.
c) Los evangelios son medios por el cual conocemos el poder y divinidad de Jesús
d) Ninguna de las Anteriores
2. ¿La presencia de Jesús en nuestro mundo manifiesta?
a) El amor que Dios Padre nos tiene.
b) El cumplimiento de la promesa a nuestros padres.
c) La presencia de Dios en nosotros.
d) Ninguna de las Anteriores
3. ¿Cuál es la tarea de Jesús en el mundo?
a) Conseguir la salvación para todos los hombres de todos los tiempos y lugares.
b) Anunciar el Reino de Dios a todos los hombres de todos los tiempos.
c) Constituir la Iglesia para orar y dar gloria a Dios.
d) Ninguna de las Anteriores
4. ¿Quienes anunciaron la venida de Jesús?
a) Los profetas.
b) Los Patriarcas.
c) Los Agiografos
d) N.A.
5. ¿Quién fue el precursor inmediato de la venida de Jesús?
a) Juan el Bautista
b) Juan el Apóstol muy querido
c) Juan el Santo de los jóvenes
d) N.A.
6. ¿En que tiempo de la Celebración de la Iglesia nos preparamos para la venida de Jesús?
a) En el Adviento
b) En la Cuaresma
c) En el Corpus Christi
d) En todos los tiempos
7. ¿Dónde nació Jesús, en que condición y quienes fueron los primeros testigos?
a) En Belén, en la pobreza y humildad de un establo, unos sencillos pastores.
b) En Belén, en la comodidad de un hogar, los ángeles.
c) En Jerusalén en la pobreza, unos sencillos pastores.
d) En un establo de Nazaret, unos reyes magos
8. ¿Cuándo nace Jesús de nuevo entre nosotros y nos invita a hacerlo presente en el mundo?
a) Cada Navidad que celebremos.
b) Cada celebración del sacramento de la Eucaristía.
c) Cada vez que ponemos por obra su palabra.
d) N.A.
9. ¿Cuándo fue circuncidado Jesús?
a) Al octavo día de su nacimiento
b) Cundo cumplió los doce años
c) Cuando empezó su vida pública.
d) N.A.
10. ¿Cómo fue la manifestación de Jesús rey de los judíos a unos magos de Oriente?
a) Guiados por una estrella.
b) Por la profecía de Isaías
c) Guiados por unos pastorcitos
d) N.A.
11. ¿Cómo se llama la primera manifestación de Jesús como el Mesías y salvador del mundo?
a) Epifanía
b) Epifania
c) Bajada de los reyes magos.
d) N.A.
12. ¿Como todos los hijos primogénitos, Jesús fue llevado al Templo de Jerusalén después de?
a) Cuarenta días después de su nacimiento.
b) Cuarenta semanas después de su nacimiento.
c) Las fiestas pascuales
d) N.A.
13. ¿Quiénes reconocieron a Jesús en el templo como el mesías esperado?
a) El anciano Simeón y por la profetisa Ana.
b) Caifás y Ananías
c) Los judíos de Nazaret
d) Los doctores de la Ley en Jerusalén.
e) N.A.
14. ¿Qué manifiesta la huida a Egipto y la matanza de los inocentes ordenada por Herodes?
a) Manifiestan la oposición de las tinieblas del pecado, que aparece a lo largo de toda la vida de
Jesús.
b) El miedo de Herodes de ser despojado de su trono como rey.
c) El cumplimiento de la profecía de Balan del dolor de las madres por la muerte de los
inocentes.
d) N. A.
15. ¿Cómo nos presenta a Jesús el regreso de la Sagrada Familia de Egipto a Nazaret?
a) Como el libertador definitivo de Israel y de toda la humanidad, de la esclavitud del pecado.
b) Como el Señor de la humanidad y del universo
c) Como el Hijo de Dios que es protegido de los males del mundo y del pecado.
d) N.A.
16. ¿Cómo fue la vida oculta de Jesús en Nazaret?
a) En Nazaret, Jesús llevó una vida ordinaria, semejante a la de cualquier persona.
b) En Nazaret, Jesús llevó una vida especial distinto a lo ordinario de las personas.
c) En Nazaret, Jesús llevó una vida lleno de milagros que luego utilizaría en su vida publica.
d) N.A.
17. ¿Qué suceso rompe el silencio de la vida oculta de Jesús?
a) La visita a Jerusalén cuando tenía 12 años, para celebrar allí la Fiesta de la Pascua.
b) El bautismo a los treinta años, para iniciar su vida publica.
c) Las tentaciones en desierto.
d) N.A.
18. ¿Dónde paso Jesús la mayor parte de su vida y cómo?
a) En Nazaret, como artesano carpintero igual que José.
b) En Galilea, como maestro de la ley.
c) En Jerusalén, como todos las personas de su tiempo
d) N.A.
19. ¿Cuándo comenzó Jesús su vida pública?
a) Con su Bautismo en el Jordán
b) Con su primer milagro en las Bodas de Caná
c) Cuando se cumplió en el la profecía de Isaías.
d) N.A.
20. ¿Qué trató de probar Satanás tentando a Jesús en el desierto?
a) Poner a prueba su actitud filial hacia Dios.
b) Poner a prueba su fidelidad a Dios.
c) Poner a prueba su fortaleza de hombre,
d) N.A.
21. ¿Cómo se revelo Jesús en el desierto?
a) Jesús se reveló como el Siervo de Dios totalmente obediente a la Voluntad divina.
b) Jesús se revelo como hijo de Dios y que el demonio no puede con él.
c) Jesús se revelo como el vencedor del demonio en las tentaciones.
d) N.A.
22. ¿Cuándo los católicos nos unimos a este Misterio de Jesús en el desierto?
a) Durante el Tiempo de Cuaresma.
b) Durante la Semana Santa.
c) Durante nuestro retiro personal al silencio.
d) N.A.
23. ¿Qué es el Reino de Dios?
a) Es la liberación del ser humano del pecado, la lucha por establecer la justicia social, y de esta
manera alcanzar la salvación eterna.
b) Es el reino espiritual donde existe amor, paz y sosiego donde llegan los santos de Dios.
c) Es el anuncio del inicio de la vida pública de Jesús y el comienzo de la vida de la iglesia.
d) N.A.
24. ¿Cómo entraremos al Reino de Dios?
a) Acogiendo con corazón humilde las palabras de Jesús.
b) Yendo todos los domingos a misa con fe.
c) Celebrando los sacramentos en forma tradicional.
d) N.A.
25. ¿Cuál es el centro del mensaje de Jesús?
a) Amor a Dios sobre todas las cosas, y amor al prójimo como a nosotros mismos.
b) La conversión y el cambio de vida
c) La oración y el ayuno eucarístico.
d) N.A.
26. ¿Qué mandamiento nuevo nos dio Jesús?
a) Amarse los unos a los otros como él nos amo.
b) Ojo por ojo, diente por diente.
c) Amarse por enzima de los demás.
d) N. A.
27. ¿A que invito Jesús en su tiempo y para qué?
a) A la conversión, necesaria para poder entrar en su Reino.
b) Al cambio de vida para ser su discípulo.
c) Al sacrificio para entrar en el cielo.
d) N.A.
28. ¿Cuál será la prueba suprema del amor de Dios Padre y de Jesús por los pecadores?
a) El sacrificio de su propia vida, ofrecida “para el perdón de los pecados”.
b) El sacrificio del cordero pascual para el perdón de los pecados.
c) El envío del Espíritu Santo en pentecostés.
d) N.A.
29. ¿Con que Jesús acompañó sus enseñanzas?
a) Con numerosos milagros.
b) Con sus parábolas y anécdotas de su vida celestial.
c) Con numerosas visiones del futuro.
d) N.A.
30. ¿Qué anticipan los milagros de expulsión de demonios?
a) La gran victoria de Jesús sobre Satanás y la instauración definitiva del Reino de Dios.
b) El poder que tendrá la iglesia sobre Satanás y los demonios
c) Que el demonio no tentara mas a Jesús.
d) N.A.
31. ¿Para qué Jesús eligió doce hombres?
a) Para que estuvieran con él y participaran de su misión
b) Para que lo acompañaran y le den seguridad
c) Para que le ayudaran a predicar el Reino de Dios
d) N.A.
32. ¿Uno de los mencionados no es apóstol de Jesús?
a) Lucas.
b) Pedro
c) Juan.
33. ¿A quien escogió como cabeza de la Iglesia y que misión le dio?
a) A Pedro y le confió la misión de guiar a los demás y ser cabeza de su Iglesia
b) A Pablo y le confió la misión de ser el apóstol de los gentiles.
c) A Juan y le confió la misión de escribir el Apocalipsis.
d) N.A.
34. Que nos comunica esta frase: “…Y sucedió que mientras oraba, el aspecto de su rostro
cambió, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante...?
a) La transfiguración de Jesús.
b) La iluminación milagrosa de Jesús en el huerto
c) La divinización de Jesús frente a sus apóstoles
d) N.A.
35. ¿Qué les dio la Transfiguración a los apóstoles?
a) Una visión anticipada de la gloria de su Maestro.
b) La confirmación de Jesús es Dios verdaderamente
c) Miedo de su resplandor y visión misteriosa
d) N.A.
36. ¿A que estaba destinada esta visión?
a) A fortalecerlos para afrontar con valor los acontecimientos dolorosos que estaban por suceder.
b) A comprometerlos en la difusión de la fe en Cristo entre los fieles discípulos de Jesús.
c) A formar comunidades cristianas solidas y vivas que busquen la salvación.
d) N.A.
37. ¿Que hecho manifiesta la venida del Reino, que el rey Mesías llevará a cabo en el Misterio
Pascual de su gloriosa pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo?
a) La entrada de Jesús en Jerusalén.
b) Los milagros de Jesús en toda Galilea.
c) La llamada a doce hombres que luego se convirtieron en sus Apóstoles.
d) N.A.
38. ¿Cuándo celebra la iglesia la entrada de Jesús en Jerusalén?
a) El Domingo de Ramos, en la Semana Santa.
b) El cuarto Domingo de Cuaresma.
c) Todos los domingos en la celebración de la Eucaristía.
d) N.A.

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