Los procesos de independencia americana empezaron a desarrollarse a principios del
siglo XIX. La intervención de personajes como Bolívar, Santander, Sucre San Martín, entre otros; participaron en la conformación de las nuevas naciones con un nuevo régimen, sin embargo este proceso fue largo y complejo debido al desinterés de los grupos de poder. Si bien se logró la independencia, muchas elites criollas optaron por sustituir los cargos dejados por los españoles. No podemos olvidar el proceso que tuvimos que afrontar para nuestra independencia, en el proceso independista pueden distinguirse tres momentos: de 1808 hasta 1812 “La Revolución de Quito”, de 1812 hasta 1820 “El triunfo realista” y de 1820 a 1822 “La campaña definitiva”. Posteriormente se produce la inserción a la Gran Colombia. La economía de las nuevas republicas estuvo condicionada por las deudas contraídas que financiaron el proceso de independencia. En este ámbito las nuevas naciones se enfocaron en ingresar al mercado mundial con productos agrícolas y materias primas debido a que la industrialización en la región era incipiente. En el aspecto político, Ecuador surge como República el 13 de mayo de 1830. En la ciudad de Riobamba se desarrolla la primera asamblea que redacto la primera Constitución y asignó a Juan José Flores como presidente del nuevo Estado. En el año de 1832 Flores incorporó oficialmente a las islas Galápagos al territorio Ecuatoriano. El floreanismo, como se llamó popularmente, recogió la tradición conservadora del bolivarianismo, manteniendo una estrecha relación entre el Clero y el Estado. El sistema de la hacienda se mantuvo y la promesa de repartición de las tierras se descartó, quedando a manos de la iglesia y las elites criollas. La realidad de los indígenas y afros no cambio, siguieron explotados y endeudados con los hacendados. Los inicios de la República del Ecuador fueron inestable y marcada por una regionalización entre la costa y la sierra. Además afronto las invasiones del Perú. En este contexto de inestabilidad política y por un régimen netamente conservador, Flores en 1843 promulgó una nueva Constitución denominada la carta de la esclavitud, que establecía una dictadura. Bajo esta realidad comienza a surgir ideales con corrientes liberales que incursionaron en el ámbito político con el propósito de modernizar al Estado para dinamizar el comercio y fortalecer a la sociedad civil. Los liberales impulsaron políticas como: la separación de la iglesia del Estado, y la promulgación de una reforma agraria que consistió en la disminución sustancial de los grandes latifundios en manos de las familias más acaudaladas de la República, lo cual trajo como consecuencia la distribución más equitativa de la tierra. Si bien los proyectos liberales buscaron mejorar las condiciones de la población, esta no fue bien vista por las elites conservadoras.