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ETON AAU RM YOANN UNITRIN Lola Lopez, Martine Menes, Mercedes Garcia, Pablo Peusner, Rosa Escapa, Teresa Trias, Trinidad Sénchez-Bienma ore erm Te MN ast) Los CUENTOS INFANTILES? % ‘Trinidad Sanchez-Biezma «Margarita estd linda la mar, y el viento > Hea esencia sutil de axahar; yo siento en el alma una alondra cantar: tu acento 4 Margarita te voy a contar un cuento. Este era un rey que tenia...» Y con Rubén Dario, el nicaragtiense universal nos perdemos "en el palacio de diamantes, en la tienda hecha de dia y hasta ~ podemos sofiar el rebafio de elefantes. Los que trabajamos con nifios sabemos cuin frecuente es que en sesién aparezca Ja dimensién del sofiar, del fantasear en el que se expresan y sostienen los deseos del sujeto frente a las decepciones que le depara la vida, Winnicott nos aclara que el punto de partida del fantasear esté dado, porque el nifio recién arrojado al mundo, debe esforzada y creativamente ir construyendo sus fronteras ¥, paradéjicamente, consolando su soledad, ambas cosas al mismo tiempo. Por un lado esta su exigente y apasionada subjetividad, su gran deseo; del otro lado, el objeto deseado: la madre y, en el ‘medio todas las construcciones imaginables, una dificil frontera de transicién, el tinico margen donde realmente se puede ser libre, es decir, no condicionado por lo dado, no obligado por Jas demandas ni por los limites de afuera. El nifio espera a su madre, y en la espera, en la demora, rea, En poesia o en prosa, los cuentos para nifios permiten, través de los simbolos universales que conticnen, una "3 I Jornadas Internacionales de Filosofia y Psicoandisis, Madrid, abril 2011 24 | Cuationesenpoondiis on nies comunicacién adecuada de los problemas cotidianos, ayudando a elaborar, simbolizar, fantasear ¢ interpretar de una manera mis congruente, segin sea el grado de capacidad ereativa que el nifio y la nifia tengan, pero también, de acuerdo con la posicién subjetiva que la nifia o el nifio posea.’ Porque contar una historia no es lo mismo que hacer un cuento; tomar un hecho de la vida y narrarlo no es hacer tun cuento; elegir una accién y describirla otorgindole una corporeidad a través de un personaje, no es escribir un cuento. Un cuento, un buen cuento, es mostrar. Es partir de una motivacién personal que nos conmueva a imprimir nuestro estilo al hecho cotidiano tomado como base; es tensionar al lector y despertar su curiosidad para que su mirada recorra toda Ja secuencia narrativa, acercindole a una ficcién que le conecte con su propia vida, con sus propias experiencias. Es crear un mundo que aunque corto, condensado, nos mantenga atentos, sin distraccién posible y que al final nos sobresalte su conclusién, que choque a su término nuevamente con la realidad externa. «Un cuento, ~eseribe Julio Cortaxar- en tltima instancia, se mueve en ese plano del hombre donde ta vida y la expresiOn esrita de esa vida libran una batalla fraternal... sy el resultado de esa batalla es el cuento mismo, una sintess ‘viviente a Ia vex que una vida sintetinada, algo ast como un temblor de agua dentro de un cristal, una fugacidad en una permanencias Podemos decir que los cuentos para nifios es un género literario no sujeto a leyes especificas, que es a la vez una sintesis viviente y una vida sintetizada, como seftala Cortazar; en el que Ja fugacidad de un hecho adquiere permanencia mediante el arte de agrupar una realidad infinitamente mas vasta que la de 4 Contaaat J Alger pect de cunt, Obra etic. Cusine en prcanaisiscon mins | 25 a mera anécdota tomada como base. Es un género que por estar dedicado a los més pequefios no se refieren a la posibitidad de _ que algo ocurra, sino al deseo de que asi sea. Y esto es lo que el nifio ve con mis claridad, puesto que no hay para él o ella nada mis verdadero que lo que desea.

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