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LA PUERTA

Una puerta (del latín porta), a veces también denominado un portal cuando se trata de una


puerta principal en algún sentido (por ejemplo, puerta que comunica una construcción con el
exterior),1 es un elemento de complemento en construcción con muy diversas aplicaciones,
usos y emplazamientos, que industrialmente se fabrica en materiales básicos
(madera, aluminio, vidrio, plástico). En el espacio arquitectónico sirve para separar estancias,
facilitando tanto su aislamiento como el acceso entre ellas. Dispone de varios tipos de herrajes
metálicos del tipo bisagra o "bibel", y puede tener cerraduras, candados, cerrojos y resbalones
complementarios, para cerrarlas o abrirlas con mayor facilidad.2
La puerta puede moverse de varias maneras (en ángulos alejándose de la puerta/portal,
deslizándose en un plano paralelo al marco, plegándose en ángulos en un plano paralelo o
girando a lo largo de un eje en el centro del marco) para permitir o impedir la entrada o salida.
En la mayoría de los casos, el interior de una puerta coincide con su lado exterior. Pero en
otros casos (por ejemplo, una puerta de vehículo) los dos lados son radicalmente diferentes.
Muchas puertas incorporan mecanismos de bloqueo o cerradura para garantizar que solo
algunas personas puedan abrirlas (como con una llave). Las puertas pueden tener dispositivos
como aldabas o timbres mediante los cuales las personas que están afuera anuncian su
presencia. (En algunos países, como Brasil, es costumbre aplaudir desde la acera para
anunciar la presencia de alguien). Además de brindar acceso dentro y fuera de un espacio, las
puertas pueden tener las funciones secundarias de garantizar la privacidad al evitar la
atención no deseada de los extraños. de separar áreas con diferentes funciones, de permitir
que la luz entre y salga de un espacio, de controlar la ventilación o corriente de aire para que
los interiores puedan ser más efectivos calentarse o enfriarse, amortiguar el ruido y bloquear
la propagación del fuego.
Las puertas pueden tener propósitos de estética, simbólicos o rituales. Recibir la llave en una
puerta puede significar un cambio de estado de extraño a interno.3 Puertas y portales
aparecen con frecuencia en la literatura y las artes con metafórica o alegoría de importancia
como presagio de cambio.

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