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Puerta

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Para otros usos de este término, véase Puerta (desambiguación).

Puerta del Vino La Alhambra, Granada, España.

Puerta en Isfahán, Irán.

Puerta romana en trampantojo.
Puerta en esviaje en el claustro de la catedral de León, España.

Una puerta (del latín porta), a veces también denominado un portal cuando se


trata de una puerta principal en algún sentido (por ejemplo, puerta que
comunica una construcción con el exterior), 1 es un elemento de complemento
en construcción con muy diversas aplicaciones, usos y emplazamientos, que
industrialmente se fabrica en materiales básicos
(madera, aluminio, vidrio, plástico). En el espacio arquitectónico sirve para
separar estancias, facilitando tanto su aislamiento como el acceso entre ellas.
Dispone de varios tipos de herrajes metálicos del tipo bisagra o "bibel", y puede
tener cerraduras, candados, cerrojos y resbalones complementarios, para
cerrarlas o abrirlas con mayor facilidad.2
La puerta puede moverse de varias maneras (en ángulos alejándose de la
puerta/portal, deslizándose en un plano paralelo al marco, plegándose en
ángulos en un plano paralelo o girando a lo largo de un eje en el centro del
marco) para permitir o impedir la entrada o salida. En la mayoría de los casos,
el interior de una puerta coincide con su lado exterior. Pero en otros casos (por
ejemplo, una puerta de vehículo) los dos lados son radicalmente diferentes.
Muchas puertas incorporan mecanismos de bloqueo o cerradura para
garantizar que solo algunas personas puedan abrirlas (como con una llave).
Las puertas pueden tener dispositivos como aldabas o timbres mediante los
cuales las personas que están afuera anuncian su presencia. (En algunos
países, como Brasil, es costumbre aplaudir desde la acera para anunciar la
presencia de alguien). Además de brindar acceso dentro y fuera de un espacio,
las puertas pueden tener las funciones secundarias de garantizar la privacidad
al evitar la atención no deseada de los extraños. de separar áreas con
diferentes funciones, de permitir que la luz entre y salga de un espacio, de
controlar la ventilación o corriente de aire para que los interiores puedan ser
más efectivos calentarse o enfriarse, amortiguar el ruido y bloquear la
propagación del fuego.
Las puertas pueden tener propósitos de estética, simbólicos o rituales. Recibir
la llave en una puerta puede significar un cambio de estado de extraño a
interno.3 Puertas y portales aparecen con frecuencia en la literatura y
las artes con metafórica o alegoría de importancia como presagio de cambio.

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