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Para otros usos de este término, véase 

Ventana (desambiguación).

plástico hilo (Rumania)

Una ventana es un elemento arquitectónico que se ubica en un vano o hueco. También se


denomina ventana a algún conjunto de dispositivos que se utilizan para cerrar ese vano.
El término proviene del latín ventus (viento), haciendo referencia a la capacidad
de ventilación que proporciona. Antiguamente la ventana también se denominaba fenestra o
también denominada "finistra", de forma idéntica a como se llama en latín y en griego. Este
sería el modo directo de derivación etimológica. No obstante, aunque ahora este nombre está
en desuso, sí se conservan palabras relacionadas con él, como defenestrar que significa
arrojar a alguien por una ventana.
Los romanos fueron los primeros en usar vidrio para las ventanas, una tecnología que
probablemente se produjo por primera vez en el Egipto romano, en Alejandría alrededor de
100 d. C. Las ventanas de papel eran económicas y se usaban ampliamente en la antigua
China, Corea y Japón. En Inglaterra, el vidrio se volvió común en las ventanas de las casas
comunes solo a principios del siglo XVII, mientras que las ventanas compuestas de paneles
de cuerno de animal aplanado se usaron ya en el siglo XIV. En el oeste americano del
siglo XIX, las tribus itinerantes comenzaron a utilizar ventanas de papel engrasado. Las
ventanas de piso a techo de estilo moderno solo fueron posibles después de que los procesos
industriales de fabricación de vidrio en placa se perfeccionaron por completo.

Índice

 1Historia
 2Elementos que la componen
 3Funcionalidad
 4Uso en la edificación
 5Materiales
 6Aislamiento
 7Ornato
 8Véase también
 9Enlaces externos
 10Referencias

Historia[editar]
Ventana de alabastro de la Catedral de Valencia. Nótese el lado izquierdo asimétrico e inclinado del
marco de la pared, que deja que los rayos del sol lleguen al presbiterio.

En el siglo XIII a. C., las primeras ventanas eran aberturas sin vidriar en un techo para dejar
entrar la luz durante el día. Más tarde, las ventanas estaban cubiertas con pieles de animales,
telas o madera. Las persianas que se podían abrir y cerrar vendrían después. Con el tiempo,
se construyeron ventanas que protegían a los habitantes de los elementos y transmitían la luz,
utilizando múltiples piezas pequeñas de material translúcido, como piezas aplanadas de
cuerno de animal translúcido, finas láminas de mármol, por ejemplo, fengita, o piezas de
vidrio, engarzadas en armazones de madera, hierro o plomo. En el Lejano Oriente, el papel se
usaba para llenar las ventanas.1Los romanos fueron los primeros en usar vidrio para las
ventanas, una tecnología que probablemente se produjo por primera vez en el Egipto romano.
Posiblemente, en Alejandría comenzaron a aparecer ventanas de vidrio fundido en el año 100
d. C., aunque con propiedades ópticas deficientes, pero se trataba de producciones pequeñas
y gruesas, poco más que frascos de vidrio soplado (formas cilíndricas) aplanados en láminas
con patrones de estrías circulares en todas partes. Pasaría más de un milenio antes de que el
vidrio de una ventana se volviera lo suficientemente transparente como para ver claramente,
como lo pensamos ahora.
A lo largo de los siglos, se desarrollaron técnicas para cortar a través de un lado de
un cilindro de vidrio soplado y producir cristales de ventana rectangulares más delgados a
partir de la misma cantidad de material de vidrio. Esto dio lugar a ventanas altas y estrechas,
generalmente separadas por un soporte vertical llamado parteluz. Las ventanas de vidrio con
parteluces eran las ventanas preferidas entre los europeos adinerados, mientras que las
ventanas de papel eran económicas y se usaban ampliamente en la antigua China, Corea y
Japón. En Inglaterra, el vidrio se volvió común en las ventanas de las casas comunes solo a
principios del siglo XVII, mientras que las ventanas hechas de paneles de cuerno de animal
aplanado se usaron ya en el siglo XIV.2
Las ventanas de piso a techo de estilo moderno se hicieron posibles solo después de que se
perfeccionaron los procesos industriales de fabricación de vidrio en placa. Las ventanas Una
de las principales misiones que cumple una ventana es la de ventilación, permitiendo a través
de ella la comunicación del interior de la estancia con el exterior. Es evidente que, tratándose
de un recinto habitable, la exposición al ambiente externo no puede ser permanente por
razones climatológicas, de ahí que se precise disponer de un sistema de cierre eficaz. No
obstante, las hojas de la ventana que sirven de cerramiento no deben impedir otro de los
aspectos funcionales de ésta: la iluminación. Para permitir el paso de la luz a su través las
hojas deben ser acristaladas. Aunque antes del siglo XX existían algunas desventajas, como
pueden ser el excesivo soleamiento interior o la propia iluminación en circunstancias no
deseadas y la reducción de aislamiento térmico, dadas las prestaciones del vidrio aislante a
principios del siglo XXI, se puede considerar que estos inconvenientes han sido resueltos.
Para paliar estos inconvenientes, se han utilizado accesorios como las persianas,
las contraventanas u otros similares, que contribuyen asimismo a la mejora del aislamiento,
sin perjuicio de que, además, se utilice también vidrio aislante diseñado especialmente para
este fin. Por último, otra de las funciones que cumple la ventana es la de permitir las vistas a
través de ella. Es muy común desear ver hacia el exterior sin que desde fuera se pueda ver lo
que hay o sucede dentro; únicamente es posible lograrlo con vidrios altamente reflectantes
bajo unas condiciones lumínicas determinadas. Toda vez que estas condiciones varían, el
efecto producido puede ser inverso al deseado. Un ejemplo son los llamados espejos-espía.
Estos espejos actúan reflejando las imágenes en la cara del vidrio con mayor luminosidad. En
la cara con menos luminosidad, un espectador puede ver a través del vidrio qué ocurre al otro
lado. En cambio, si variamos las condiciones lumínicas, ambos lados permiten ver lo que hay
detrás aunque con cierta dificultad debida a la reflexión en ambas caras.
Contribuyen también a la funcionalidad los variados modos en que pueden maniobrar las
hojas de una ventana. Bajo este punto de vista, y sin ánimo de efectuar una relación
exhaustiva, se cataloga una ventana como:

 Corredera, cuando sus hojas deslizan con rodamientos sobre guías horizontales
 Abatible o batiente, cuando la(s) hoja(s) se apoya(n) en los bordes con bisagras que
sirven para que el eje de movimiento esté en el marco. Puede(n) moverse hacia afuera
(apertura exterior), hacia adentro (apertura interior), en ambos sentidos (de vaivén) o con
las bisagras en la parte superior y la apertura limitada (proyectante).
 De guillotina, si lo hacen sobre guías verticales y la hoja sube o baja. Este tipo de ventana
se considera peligrosa y no debe instalarse, pues pueden ocurrir accidentes mortales.
 Basculante o pivotante, cuando giran en torno a un eje horizontal o vertical, en el centro
de los marcos.
 Osciló-batiente, cuando sus herrajes permiten indistintamente el movimiento basculante
sobre un eje inferior o el batiente.
 Osciló-paralela, cuando sus herrajes permiten indistintamente el movimiento basculante
sobre un eje inferior o el que la hoja principal se deslice como una hoja corredera.
 Fija, cuando sus hojas no se pueden mover.[cita  requerida]

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