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ocasión y estilo
Indispensables en toda
vivienda, las puertas no
siempre son reconocidas
como elementos de
importancia en la
decoración, aunque sus
objetivos –ciertamente- van
más allá del sólo abrir y
cerrar el paso y la visión.
Sus funciones que incluyen
aislar del ruido, calor y frío,
preservar la intimidad de
las personas y controlar la
comunicación entre los
diferentes espacios, se ven
ampliadas de manera
interesante, al ser
consideradas –además-
como importantes
elementos de valor
estético.
¿Cuál escoger?
En materia de puertas, es posible encontrar una gran variedad de
opciones, no sólo de formas, materiales y tamaños, sino –también- de
precios.
Aunque no todas las puertas de una casa tienen que ser idénticas entre sí,
es importante mantener ciertos elementos comunes entre ellas.
Los anchos suelen variar (normalmente van de 0,60 a 1,80 m.), pero es
importante conservar una cierta uniformidad en cuanto a las alturas (en
general oscilan entre 1,90 y 2,10 m.) pues este factor afecta de manera
importante la unidad de los espacios.
Un recinto con cielo bajo, gana en amplitud si sus puertas van de piso a
cielo, sin marco superior y sólo con la holgura precisa para no rozar arriba al
abrirlas y cerrarlas.
Una puerta de uso normal, con un ancho mayor a 90 cm. resulta incómoda
de manejar, por eso es mejor dividirla en 2 hojas. No es el caso de las
puertas de acceso a espacios importantes, que permiten sobrepasar esas
dimensiones.
¿Para interior o exterior?
Aún cuando pueda parecer obvio, la primera definición necesaria al
escoger una puerta, es si la quiere para interior o exterior. Sus funciones,
apariencia y construcción serán totalmente diferentes en cada caso.
Las puertas de acceso son la carta de presentación de una casa, y –como
tal- tienen que ser decorativas, pero también seguras, funcionales y muy
resistentes.
Aún cuando -por aspecto externo- algunas veces resulta difícil hacer
distinciones entre puertas de exterior e interior, los modelos para exterior
suelen ser más durables y resistentes, pues se construyen para soportar el
agua y aislar. Se fabrican en diferentes materiales: aluminio, PVC, fibra de
vidrio, fierro o madera (que sigue siendo la más valorada).
¿Lisas o de tableros?
El gusto personal y el precio a menudo dictan el tipo de superficie que se
escogerá.
Las puertas lisas, de superficie suave, generalmente cuestan menos que
las de tableros. Se pueden empapelar o revestir con género para integrarlas
a la decoración.
Las puertas atableradas incorporan piezas de paneles que les otorgan un
aspecto más elaborado. Generalmente son más costosas que las similares
lisas, debido a que requieren más madera y trabajo para su elaboración.
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¿De madera, acero o fibra de vidrio?
Una puerta de madera de alta calidad puede parecer superar una puerta
de acero barata, pero hay algunas diferencias generales que es preciso
examinar:
Las puertas de madera tienden a deformarse y necesitan ser protegidas –
periódicamente- con pintura.
Las puertas de madera para exteriores son pesadas y tienden a
encorbarse, pero pueden ser cortadas para encajar en rasgos existentes y
son buenas como aislantes del sonido.
Las puertas de acero pueden resultar más difíciles de instalar que las de
madera, pues los marcos tienen que estar muy bien aplomados para que la
puerta encaje correctamente y puede que requieran brocas especiales para
fijarlas.
Las puertas de acero con aislación interior pueden alcanzar altos valores
R si el marco de acero se llena con espuma de poliuretano.
Las puertas aisladas con fibra de vidrio son pintables, barnizables y vienen
en diferentes estilos. Algunas puertas de madera son reforzadas con fibra
de vidrio para resistir las contracciones y expansiones.
¿Precolgadas o tradicionales?
Las puertas precolgadas vienen con sus bisagras instaladas y traen
incluido un set de marco y dintel sobre los cuales se cuelgan.
Son las más simples de instalar, pero si la quiere para cambiar una puerta
antigua, tendrá que sacar no sólo la puerta vieja sino también su marco.
Aunque podría crear un rasgo nuevo para su puerta, eso acarrea otros
problemas....
Si lo que usted necesita es cambiar una puerta existente, es preferible que
escoja una puerta con marco estándar o con jambas sin ensamblar.
¿De abatir o corredera?
Las de abatir son las más comunes, pues sirven tanto para interiores
como exteriores. Permiten abrirlas -indistintamente- hacia un lado u otro, y
pueden ser individuales o dobles.
Su mayor ventaja es su hermeticidad y su capacidad de aislamiento
acústico y térmico.
Las de vaivén -que abaten en ambos sentidos- resultan perfectas para
entrar y salir con platos desde la cocina pero, por seguridad, es preferible
dejarles alguna zona vidriada.
Las correderas, por su capacidad para quedar discretamente escondidas,
se las suele usar para integrar o aprovechar mejor los espacios. Permiten
introducir las hojas dentro de las paredes (doble tabique) o dejarlas a la
vista.
Tanto puertas como paneles deslizantes son de uso muy frecuente en
separaciones entre living y comedor y en clósets; eventualmente se las
instala también en puertas de acceso a patios y terrazas.
Las correderas de clósets generalmente se cuelgan de un sistema de rieles
que permite mover ambas puertas para tener un mejor acceso al interior del
clóset.
¿Plegables o de pivote?
Una puerta plegable apenas ocupa espacio cuando está abierta. Es otra
práctica opción para espacios estrechos.
Las puertas de acceso con anchos mayores a los normales se pueden
instalar sin bisagras, sobre ejes encajados en el cielo y el suelo (sistema de
pivote). Con este sistema se desperdicia menos espacio al momento del
giro.
¿Centradas o desfasadas?
Las puertas de dimensiones mayores es preferible ubicarlas al centro del
vano.
En espacios menores, es aconsejable desfasarlas hacia uno de los lados
del marco para aprovechar mejor el espacio.
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Puertas: protecciones y terminaciones
¿Barniz o cera?
Si queremos dar un toque especial a una habitación, resaltando el carácter
de una puerta de madera, los barnices y ceras nos permitirán protegerla
manteniendo al descubierto sus vetas.
Los barnices pueden ser de terminación mate, semimate y brillante.
Una de sus limitaciones es que no siempre permite hacer calzar los tonos
de puertas y marcos, y –además- algunas masillas usadas para recubrir las
cabezas de los clavos no se pueden teñir bien y pueden llegar a resaltar
más de lo esperado.
Por otro lado, las maderas porosas necesitan varias aplicaciones y –una vez
barnizadas- resulta complicado cambiarles el color o removerles el barniz.
La cera protege y mejora la superficie de la madera, dándole un acabado
muy natural. Con ella se puede conseguir resaltar las vetas de la madera o
darle un aspecto de pátina antigua.
¿Papel o género?
Las puertas lisas se pueden empapelar y forrar en género fácilmente, pero
estas son opciones para utilizar sólo en interiores.
Si su objetivo es incorporarlas a la decoración como una prolongación de
los muros, ésta será una será una opción sencilla y económica.
Protecciones especiales adicionales
Dentro de las protecciones especiales, están las placas de acero que se
instalan en la parte inferior de las puertas y permiten protegerlas de los
golpes de pies o elementos pesados. En las viviendas se usan
especialmente en las puertas de vaivén entre la cocina y el comedor, pero
también prestan gran utilidad en lugares de uso público como colegios,
hospitales, clínicas, fábricas, laboratorios, etc.
Otros elementos de protección muy utilizados son las placas plásticas para
instalar en los bordes de puertas, en las zonas que se ensucian con
facilidad debido al uso constante o descuidado.
Trabajos en casa, seguridad ante todo
Aunque normalmente
sabemos lo que tenemos
y no tenemos que hacer
para realizar un trabajo
de manera segura, más
de alguna vez, por apuro
o por la ley del mínimo
esfuerzo, nos hemos
visto tentados a creer que
los accidentes son cosas
que suceden a otros,
pero no a nosotros. Esto
nos lleva a correr riesgos
innecesarios y a lamentar
después consecuencias
que pudieron haber sido
evitadas con un mínimo
de cuidados.
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Cuide también donde pisa. Mantenga el piso del lugar de trabajo libre
de restos de materiales o basuras que puedan hacerle tropezar o resbalar.