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YADIRA BOBADILLA

LAUREANO

Nosotros los seres humanos compartimos historia con los peces, tenemos un
ancestro en común y no solo eso, sino que evolucionamos a partir de ellos.
Ellos fueron los primeros en tener huesos. De hecho, por eso peces y humanos
nos parecemos más entre nosotros por ende nos parecemos en varios
aspectos; somos eucariotas, somos pluricelulares, también podemos
movernos de lugar, no como los hongos. Peces y humanos somos cordados,
tenemos una “cuerda” que le da estructura a nuestro cuerpo, a diferencia de
las medusas y los caracoles. Y tanto peces y humanos, que somos
vertebrados: esa cuerda es una columna vertebral. Y no sólo eso, nuestro
esqueleto es de hueso. Durante las primeras semanas de gestación es casi
imposible diferenciar a un pez de un ser humano. Incluso tenemos
estructuras similares, algunas estructuras puede que no formen los mismos
órganos, pero otras sí; como los arcos branquiales. En los peces se convierten
en agallas o branquias, con las que respiran, y en los humanos en parte de
nuestra mandíbula inferior, parte del oído y cuerdas vocales. Podemos
rastrear el surgimiento de la cavidad de nuestro oído medio hasta los peces.
Sabemos que el segundo arco branquial de los peces se convirtió en el estribo
en el oído de los reptiles y los humanos. En los peces se convierten en aletas,
en las aves en alas, y en nosotros, en dedos. Como los peces siguen siendo
parte de nosotros. Cada organismo actual surge de una mezcla de
características primitivas y nuevas, dando lugar a una historia evolutiva
única. Para concluir podemos corroborar que los peces y los humanos
estamos en la misma rama.

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