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CEIMA

{CENTRO EDUCATIVO INTEGRAL MÉXICANO AMERICANO}

ALUMNO:
PEDRO SALGADO LANDA

GRUPO:
1B DE SECUNDARIA

MATERIA:
ESPAÑOL

DOCENTE:
LIC. ISRAEL ACUÑA VERA

TEMA:
LOS TIBURONES
LOS TIBURONES

Los tiburones, también llamados escualos, pertenecen al orden de los


selacimorfos y llegaron a convivir con los dinosaurios. Una afirmación así no
puede hacerse con apenas ningún animal de los que hoy en día conocemos. Su
presencia en nuestro planeta está documentada desde hace más de 450 millones
de años, si bien es cierto que aquellos no son los mismos que rondan los océanos
en la actualidad sino una versión evolucionada. Se trata de un tipo de pez situado
en la parte superior de su cadena trófica y desempeña la función básica de regular
la población de otras especies que se hallan por debajo de él. Por este motivo es
muy preocupante el descenso de población de estos animales debido a la pesca
ilegal que se lleva a cabo en muchas regiones el mundo. Se conocen más de 465
especies diferentes. Un tiburón puede llegar a tener más de 20.000 dientes a lo
largo de su vida después de los continuos cambios de dentadura que
experimentan. Aquí tienes una galería fotográfica con decenas de imágenes de
distintas especies de tiburones. Hay cientos de especies de tiburones, que en
tamaño van desde el tiburón enano (de 18 cm) hasta el tiburón ballena (de 13 m),
que habitan en aguas de los océanos y se alimentan de una gran variedad de
especies. Contrariamente a la creencia popular, los tiburones no se alimentan de
todo lo que se encuentran, sea lo que sea: muchos de ellos tienen presas
específicas. Por ejemplo, el tiburón ballena, el mayor de los tiburones, se alimenta
de plancton. Aunque cada tiburón es único, todos tienen características comunes.
Todos los tiburones tienen un esqueleto hecho de cartílagos, no de huesos. Esto
les confiere una gran fuerza y maniobrabilidad sin peso. Su cuerpo está cubierto
por pequeñas escamas con forma de diente, los dentículos, que se superponen
unos sobre otros por todo el cuerpo, hacia la cola. Por ello, si acariciamos un
tiburón de la cabeza a la cola el tacto es suave, pero si lo acariciamos de la cola a
la cabeza el tacto es áspero como un papel de lija. Estos dentículos los protegen y
los hacen más hidrodinámicos, reduciendo la fricción en el agua. Muchos tiburones
tienen un tipo de coloración críptica, oscura en la parte superior y blanca en el
vientre, para hacerlos menos visibles a depredadores o presas. A diferencia de
otros peces, los tiburones carecen de vejiga natatoria, una cámara llena de gas
que permite a los peces flotar. Por el contrario, los tiburones tienen grandes
hígados llenos de aceite de baja densidad que regula su flotabilidad y les da una
movilidad vertical, por lo que pueden nadar fácilmente hacia arriba y hacia abajo
en la columna de agua. Los tiburones de aguas profundas tienen hígados mayores
y, por tanto, con mayor cantidad de aceite. Así, son pesca objetivo por este aceite,
especialmente por su compuesto escaleno, utilizado en muchos productos de
cosmética.
Comportamiento y sentidos
Los tiburones tienen un comportamiento complejo, así como capacidad de
aprender, y su cerebro es tan grande como el de algunos mamíferos. Los
tiburones poseen un sistema sensorial muy desarrollado y sofisticado. Los
tiburones pueden oler miles de veces mejor que los humanos y detectar millones
de veces mejor sustancias químicas disueltas en el agua. En contra de la opinión
popular, los tiburones tienen una vista extraordinaria y a menudo dependen de
este sentido. Su visión está muy adaptada al ambiente marino y a las distancias
largas. Sus ojos son parecidos a los de otros vertebrados, a diferencia de que no
pueden cerrarlos. A pesar de que no tienen orejas, cuentan con unas minúsculas
aperturas en las cabezas que llevan a los órganos auditivos internos similares a
los de los mamíferos. Los tiburones son sensibles al sonido, especialmente a las
bajas frecuencias de animales heridos, que pueden detectar desde hasta cientos
de metros de distancia. Su sentido del tacto es algo diferente: consiste en una
detección de los cambios de presión que se aplican en el cuerpo, pero también
pueden detectar los cambios de presión que se producen en el agua que los
rodea. Como ocurre en otros peces, los tiburones y las rayas tienen una “línea
lateral” que les recorre cada lado del cuerpo. Estas células sensoriales ayudan al
tiburón a detectar cambios de presión y de la dirección del agua que puedan ser el
resultado de movimientos y vibraciones causadas por un animal. Como resultado,
los tiburones pueden detectar a sus presas incluso en la oscuridad total. Los
tiburones tienen sentido del gusto. Sus papilas gustativas están en la boca y no en
la lengua, ya que carecen de ésta. El sentido del gusto de un tiburón es
particularmente sensible a la presencia de grasa en los tejidos de sus presas,
pues necesitan una dieta rica en energía y grasas. Además de los cinco sentidos
estándar, los tiburones cuentan con un sexto sentido llamado electro recepción. Lo
utilizan para detectar los minúsculos campos eléctricos que todos los seres vivos
generan. El comportamiento de los tiburones no es demasiado gregario, salvo en
épocas de apareamiento y en lugares donde abunda la comida. Pueden ser
territoriales cuando se trata de presas. El comportamiento de los tiburones es más
complejo de lo que podrías pensar. Si quieres conocerlos mejor y perderles el
miedo, aquí puedes comenzó.
CARACTERISTICAS
Todos los tiburones tienen un esqueleto hecho de cartílagos, no de huesos. Esto
les confiere una gran fuerza y maniobrabilidad sin peso. Su cuerpo está cubierto
por pequeñas escamas con forma de diente, los dentículos, que se superponen
unos sobre otros por todo el cuerpo, hacia la cola. Los tiburones han existido por
mucho tiempo, los primeros que se conocen evolucionaron hace unos 400
millones de años, más de 200 millones de años antes que los dinosaurios. Más de
2.000 especies han sido identificadas a partir de los archivos fósiles, comparadas
con las casi 1.000 que sabemos que existen hoy en día. Los tiburones más
antiguos que se conocen eran muy diferentes en apariencia a sus contrapartes
modernas. Muchos de ellos tenían hocicos redondeados en vez de los
puntiagudos con los que asociamos a los tiburones de la actualidad; tenían
cerebros más pequeños y sus dientes eran suaves, en vez de afilados o serrados
como los que típicamente observamos hoy en día en los tiburones modernos. Sus
aletas eran menos flexibles y maniobrables y, posiblemente, los tiburones de la
antigüedad eran menos ágiles que sus primos modernos. Pero en algunas cosas
eran muy similares a los animales a los hoy llamamos tiburones, con el mismo
esqueleto cartilaginoso, múltiples hendiduras branquiales y dientes reemplazables.
Los tiburones son los únicos peces que no tienen depredadores en el mar, esto los
hace los reyes de los mares. Armados con una serie de adaptaciones evolutivas,
los hacen las más eficaces máquinas de matar, ya que poseen varias hileras de
dientes afilados, sistemas sensoriales especializados, agudos sentidos del olfato y
oído, poseen la capacidad de viajar grandes distancias y detectan presas aun
cuando éstas poseen camuflajes. Los tiburones son longevos, pueden llegar a vivir
más de 50 años, lo cual es mucho tiempo de vida para un pez. Poseen un
esqueleto cartilaginoso, flexible, que les permite movimientos de una gran
velocidad de reacción casi instantánea. Sin embargo, es debido a la presencia de
su esqueleto cartilaginoso, por lo que no se tiene registro fósil amplio de este
grupo de peces, y es muy difícil trazar una línea de evolución de éstos. Son de
diversos tamaños, comportamientos, y hábitats; algunos de ellos poseen formas
similares a los submarinos y torpedos, otros, son de cuerpo compacto en forma de
huso. Poseen pequeñas escamas en sus cuerpos, del tipo placo ideó; además, su
dentadura varía en forma y tamaño, lo que sirve para identificar familias y especies
distintas. La dentadura de los tiburones la conforman dientes puntiagudos y muy
filosos, arreglados en hileras; donde cada diente perdido es sustituido por otro, en
periodos de una a dos semanas e inclusive pueden mudar dientes e hileras
completas en periodos de uno o dos meses, dependiendo de la especie. Las
mandíbulas también son de cartílago, lo que les permite una mayor apertura para
atrapar a las presas, mientras que la lengua se contrae para formar un vacío que
succione a la presa, lo que le permite mantener a la presa en posición para el
ataque. Los orificios nasales, son estructuras muy sensibles encargadas de la
detección de olores, de hecho, dos terceras partes del cerebro de los tiburones se
especializa en la interpretación de los olores detectados. Poseen de 5 a 7
aberturas branquiales de cada lado; el agua entra por la boca y sale por las
aberturas, de modo que el intercambio gaseoso se lleva a cabo dentro de las
branquias, en los filamentos branquiales (respiración). Los peces poseen vejigas
gaseosas que les ayudan a flotar en la columna de agua; mientras que los
tiburones poseen un hígado muy graso, el cual tiene la misma función. Se
reproducen sexualmente, existen conductas de apareamiento complejas e incluso
experimentan cambios de coloración de la piel antes de la cópula. Los huevos son
fecundados internamente. La madurez sexual la pueden llegar alcanzan alrededor
de los 20 años, aunque en la gran mayoría es antes. La forma de diferenciar entre
las hembras y los machos es la presencia de unas estructuras reproductivas
llamadas “claspers”. Los claspers son modificaciones de la aleta pélvica y cada
macho posee 2 de estas estructuras en cada aleta pélvica, que sirven para la
transferencia del esperma a la hembra. Existen 3 tipos de desarrollo: Los ovíparos,
donde la hembra pone los huevos fecundados y son incubados fuera del útero, por
lo que los huevos suelen ser resistentes a los depredadores. Los vivíparos, donde
la hembra alimenta a sus crías por medio de la placenta y da a luz a sus crías,
asegurando la mayor supervivencia. Los ovovivíparos, donde los huevos
fertilizados se incuban dentro de la hembra, hasta que eclosionan; de modo que
no son alimentados por la madre, sino que se valen de los huevos que no han

eclosionado y de los que no fueron fertilizados para obtener su alimento.


TIPOS DE TIBURONES
Hexanquiformes. En este orden hay seis especies vivas agrupadas en tres
familias, caracterizadas por poseer seis branquias, una sola aleta dorsal y carecer
de tercer párpado. Se trata del orden más primitivo de tiburones existentes, tales
como el tiburón anguila.
Squaliformes. En este orden hay 125 especies vivas, en siete familias diferentes,
que carecen también de tercer párpado y además de aleta anal, pero tienen dos
aletas dorsales, algunas de las cuales pueden ser venenosas. Pertenecen a este
orden el tiburón pigmeo (Euprotomicrus bispinatus) y el cerdo de mar (Oxynotus
centrina).
Pristiophoriformes. De ellos existen ocho especies en dos géneros distintos,
dotadas de seis branquias y de un morro alargado y dentado que se asemeja a un
serrucho, con el cual remover el fondo oceánico en busca de sus presas. El más
representativo del orden es el tiburón sierra (Pilotrema warreni}
Squatiniformes. Abarcando veintidós especies distintas en un mismo género, se
trata de tiburones de forma aplastada, adaptados a recorrer el lecho marino,
detectando allí a sus presas enterradas en la arena. Un buen ejemplo de ello es el
tiburón ángel (Squatina dumeril).
Heterodontiformes. En este caso hay nueve especies de morro corto, cinco
branquias y espinas dentro de sus aletas dorsales, ya que están acostumbrados,
como el suño cornudo (Heterodontus francisci) a la vida nocturna y en arrecifes
Orectolobiformes. Compuesto por 33 especies en siete familias distintas, carecen
de aleta anal y presentan diversos tipos de bigotes conectados a sus órganos
olfativos (narinas). Son ejemplos de este orden el cazón (Ginglymostoma cirratum)
y el inmenso tiburón ballena (Rhincodon typus).
Carcharhiniformes. Compuesto por 197 especies en ocho familias distintas, es el
grupo más complejo de tiburones, poseen cinco branquias y hocicos anchos y
redondeados, a veces con formas particulares, como el tiburón martillo (Sphyrna
mokarran), el tiburón toro (Carcharhinus leucas) o el tiburón azul (Prionace
glauca).
Lamniformes. En este orden hay 16 especies agrupadas en siete familias, y son
los clásicos tiburones del cine, aquellos que poseen grandes dentaduras naciendo
bajo los ojos, cinco branquias y el set completo de aletas. Aquí hallamos al gran
tiburón blanco (Carcharodon carcharias), al tiburón mako (Isurus oxyrinchus) o al
tiburón peregrino (Cetorhinus maximus)

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