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Otro rasgo destacable de las relaciones exteriores turcas tras la llegada del AKP al poder fue el

deseo de sacar el máximo provecho a su papel de país bisagra o de puente entre civilizaciones.
Este es uno de los argumentos que esgrime con más fuerza el Gobierno turco para defender su
adhesión a la UE, presentándose como actor clave para evitar el choque entre las civilizaciones
musulmana y Occidental. Los sectores más laicistas acusan al Gobierno del AKP de llevar a cabo
una política exterior dirigida, en muchas ocasiones, a defender los intereses del Islam suní. El
estallido de la denominada “primavera árabe” en 2011 y de modo especial la revuelta popular en
Siria contra el régimen de Bashar al-Asad supuso un importante reto para la política exterior turca.
Turquía intentó ejercer en un primer momento un papel de mediador entre el régimen sirio y los
opo¬sitores. Posteriormente pasó a pedir al presidente sirio que abandonase el poder,

https://www.exteriores.gob.es/documents/fichaspais/turquia_ficha%20pais.pdf

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