De niños tenemos una mente libre y perceptiva a las
posibilidades. Nos cuestionamos todo lo que ocurre y pensamos en todo lo que puede ser sin anteponer sabotajes internos ni prejuicios mentales.
De pequeños tenemos una curiosidad natural por conocer el
mundo y descubrirlo. Nos maravillamos con lo más simple y ordinario de la vida. Sabemos vivir en el momento presente y no pensamos en lo que nos falta, o de lo que nuestra vida carece para ser felices.
De niños, sentimos que lo tenemos todo, que todo puede ser
posible, y… somos felices.
Enmarcados por la sociedad
No obstante, en algún momento de nuestro desarrollo, algo sucede.
Con el tiempo, parece que toda esa curiosidad por descubrir
nuevos caminos y aprender cosas nuevas, se va desvaneciendo. Es la educación que recibimos, nuestros padres, el entorno, la escuela, las creencias sociales y familiares, la religión, los amigos, la cultura del lugar donde vivimos… Son muchos los factores que influyen para que esto suceda.
Somos «enmarcados». Nuestra mente es «encajonada» y somos
sumergidos en reglas y normas de conducta que nos roban individualidad, creatividad, genialidad y autenticidad. Con ello, el alcance de nuestras ideas y pensamientos es truncado. Literalmente perdemos «poder», al dejar de creer en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. Establecemos un «límite» acerca de lo que podemos, o no hacer, y cuán lejos podemos llegar en la vida.
Sin darnos cuenta, comenzamos a tomar un camino sin
cuestionarlo...
[Artículo recomendado: ¿Por que hago lo que hago? La
respuesta a una vida condicionada]
Nunca nos damos el tiempo de analizar cuáles caminos u
opciones nos hacen vibrar desde el interior. Tampoco aprendemos a escuchar ese llamado interno que nos impulsa a ser mejores. Esa chispa de entusiasmo e inspiración que surge desde el interior, y que puede darte un indicio de lo que quieres ser y hacia dónde te quieres dirigir en cada etapa de la vida.
Aprendemos a vivir sin consciencia y en piloto automático.
Basamos la mayoría de nuestras acciones, reacciones y decisiones en lo que ocurre en el exterior, nunca desde el interior.
A partir de ese momento, comienza un sentimiento de
inconformidad, insatisfacción e incongruencia con lo que hacemos, somos y tenemos. Es una voz interna que nos dice con leves susurros que NO estamos haciendo todo lo que podemos, ni expresando el «brillo» que guarda nuestro interior.
Comenzamos a vivir en contra de nosotros mismos, haciendo
las cosas por miedo más que por amor. Hacemos las cosas para agradar a los demás y encajar en nuestro entorno inmediato, sin darnos cuenta, que los años pasan, la vida cambia, el tiempo no se detiene ni da segundas oportunidades. Y es que, si quieres ser realmente feliz, tener verdadero éxito y hacer algo con tu vida que valga la pena, vas a tener que dejar de buscar la aprobación de los demás. Tendrás que escuchar a tu corazón y actuar de forma alineada con tus convicciones, intereses, deseos y valores personales. Tal como lo hiciste cuando fuiste pequeño(a).
[Artículo recomendado: Escucha tu corazón y sigue tu intuición,
que no vas a equivocarte]
Cuán difícil ver a lo lejos
Imagina que tu mente tiene una espesa niebla que te impiden llevar tu pensamiento más allá de lo que crees posible para ti en este momento ¿Qué crees que va a pasar?…
Pues el alcance de tu visión será reducido. Es difícil que llegues
lejos o pienses en grande, cuando no puedes ver mucho más allá de tu experiencia previa y tus actuales circunstancias.
Eso es lo que pasa cuando tienes unas creencias que limitan tu
vida. Difícilmente podrás transitar un camino que no sabes que existe, o que crees que no es posible para ti. Podrías llegar por casualidad, pero las probabilidades de que eso suceda son mínimas. De hecho, diria que prácticamente nulas. Y es que…
Muy pocos barcos llegan a buen puerto, cuando no saben hacia
donde se dirigen. Todas tus decisiones de vida están basadas en tu sistema de creencias y valores. Tu tendencia natural será ir por donde «crees» que debes ir, pero dime ¿Cómo elegir correctamente si no conoces todas tus opciones, ni alcanzas a ver las oportunidades que están frente a ti? La espesa niebla (tus creencias y estado de consciencia actual) solo te permiten ver unos centímetros delante de ti. Miras a muy corto alcance a través del «cristal» de lo que conoces. Esto te impide ver la vida como el vasto campo de posibilidades que realmente es.
Tus posibilidades son
realmente infinitas La diferencia de la vida humana a las otras formas de vida, es que tú le puede dar (hasta cierto punto), una orientación a tu vida. Tú puedes (en términos relativos) ser autor del camino de tu propia vida. — José (Pepe) Mujica
Si quieres realmente darle un sentido a tu vida, debes aprender
a ver el mundo como realmente es: Un lugar lleno de infinitas opciones y posibilidades, sobre el cual tienes una poderosa influencia.
[Artículo recomendado: Sé quien quieras ser, reinvéntate, tus
posibilidades son infinitas]
Abre tu mente, piensa y date cuenta; ahora mismo podrías estar
dedicando y consagrando tu vida a algo completamente diferente a lo que haces ahora. Algo que realmente te importe, te llene y te inspire a dar lo mejor de ti.
Tal vez podrías ser una reconocida instructora de ballet
profesional, un excelente biólogo marino, una gran madre ejemplar para tus hijos o una extraordinaria entrenadora de natación si así lo quisieses. La cantidad caminos que puedes tomar en la vida es inmensa, pero necesitas creer en ti y abrir tu mente a las posibilidades. — Maurino M. Loyola
Aunque ahora mismo, en esta etapa de tu vida, te encuentres
haciendo algo que disfrutas, que te inspira o cumple tus expectativas, estoy seguro que antes pensabas en muchas otras opciones, y te aseguro que aun así no eran todas.
Eras más joven y tenías menos experiencia. Tu visión del mundo
era reducida. No podías esperar elegir adecuadamente un camino cuando tu visión de la vida era tan corta.
La razón por la que te comento esto, es porque muchas
personas, a pesar de equivocarse al elegir su camino (carrera, profesión u oficio), jamás se atreven a hacer un cambio. Piensan erróneamente que por haber elegido «algo», en algún momento, deben de seguirlo por el resto de sus días. Pero no tienes por qué ser así.
No se dan cuenta de que vivir es una oportunidad única e
irremplazable. No tienen en cuenta que están viviendo los mejores días de su vida y que el día de mañana podría ser demasiado tarde para comenzar, si siguen postergando una decisión que sí o sí saben que deberán tomar.
El camino correcto depende
de lo que tú crees Probablemente sientas que el camino que tomaste fue el correcto. Tal vez era necesario para una etapa de tu vida. Sin embargo, ha llegado el momento de evolucionar y hacer un cambio. Tus aspiraciones, necesidades, intereses y objetivos personales ahora son diferentes. Y necesitas comenzar a actuar en «congruencia» con la persona que eres hoy en día.
Ten la certeza de que tomar un nuevo rumbo es totalmente
posible, y de hecho, es muy necesario en estos tiempos, sin importar la edad que tengas.
Autodisciplina: Deje de procrastinar, aumente la concentración y la confianza, controle sus emociones, consiga el éxito potenciando la creatividad y la productividad
Cómo Descubrir tu Propósito en la Vida: Sencillos Pasos para Saber Exactamente que es lo que Tienes que Hacer para Encontrar tu Verdadera Misión en este Mundo