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INSTITUTO TECNICO

ZIBIATH

PATALOGIAS COMUNICATIVAS

PROLEMAS GRAVES DE APRENDISAJE

NOMBRE: YOSELIN SUMI HUANCA


LICENCIADA: SUSANA DURAN

LA PAZ- BOLIVIA
2023
1.-Conceptos de Patologías comunicativa

 Concepto.

Definiendo como patología aquella rama de la medicina que trata del estudio de
las enfermedades anormalidades del organismo, lo “patológico” sería sinónimo de
anormal. La patología del lenguaje, se refiere a los trastornos o desórdenes del
lenguaje.

 Definición.

El concepto de trastorno de lenguaje oral es muy amplio e impreciso.


Terminológicamente, ha sido expresado de muy diversas maneras: dificultad,
desorden, alteración o perturbación lingüística.

También, puede definírsele como un conjunto de elementos semiológicos que


suponen una comparación de las estructuras lingüísticas de un sujeto con las de
otro sujeto que habla normalmente, utilizando como referencia la posesión y buen
funcionamiento de los elementos anatómicos (normalidad de los órganos
lingüísticos), de los elementos funcionales (contexto socializador y lingüístico) y de
los elementos ambientales (entorno comunicativo de continuo estímulo).

La Asociación Americana de Habla — Lenguaje — Audición (ASHA), define los


trastornos del lenguaje como un trastorno en la adquisición, comprensión o
expresión normal del lenguaje hablado o escrito.

El trastorno puede implicar a todos o algunos de los componentes fonológico,


morfológico, semántico, sintáctico o pragmático del sistema lingüístico.

Un trastorno específico del lenguaje es aquella dificultad del funcionamiento


lingüístico que se encuentra en personas sin afectaciones neurológicas o
sensoriales detectables, con una inteligencia no verbal dentro de los límites de la
normalidad y que, a pesar de una estimulación adecuada, una educación
suficiente y unos progresos observables, no llegan a alcanzar un nivel de
conocimiento lingüístico que les permita comprender y expresarse de forma
igualmente correcta en toda la gama posible de situaciones comunicativas.

Resumiendo, puede anotarse entonces que toda alteración del lenguaje oral
puede comprometer tanto la comprensión como la expresión del mismo; por
consiguiente, afectará la formación de conceptos, pensamiento, aprendizaje
formal, la interacción social y, por añadidura, la autoestima y el autoconcepto.

• Causas

Las causas que generan los trastornos lingüísticos orales, se abarcan desde
diferentes perspectivas o enfoques: 

En primer término, están la etiológicas (en función de su origen/la etiología es el


estudio de las causas que originan los padecimientos) que se refieren a causas de
orden genético, neurológico o anatómico, como las malformaciones de los órganos
del habla, las deficiencias auditivas, motoras o de orden neurológico.

En segundo lugar, están las causas funcionales (dificultades tradicionalmente


consideradas de tipo psicológico) que no afectan a la comunicación social y
afectiva, pero comprometen el aprendizaje lingüístico.

Son generalmente defectos en el proceso fisiológico de los sistemas que


intervienen en la emisión de la palabra, aunque los órganos se encuentren en
perfecto estado.

Otro factor causal de alteraciones del lenguaje es el cronológico. En función de


este factor se establece una dicotomía entre alteraciones adquiridas y alteraciones
en la adquisición del lenguaje oral. Las adquiridas pueden tener una causa
conocida de origen orgánico y sobrevienen cuando el lenguaje está
suficientemente adquirido como ocurre, por ejemplo, con los trastornos afásicos.

En relación con la dicotomía lenguaje –habla, la afectación de la comprensión y la


expresión- llegarían a plantear una alteración del lenguaje. y la afectación de la
producción dirigiría a una problemática específica del habla. Las dificultades del
lenguaje son más graves, en principio, que las del habla, y se refieren a
los aspectos más externos de la comunicación, como cuestiones de voz, ritmo y
articulación.

Algunos investigadores atribuyen una base de transmisión genética a las


dificultades lingüísticas, mientras que otros señalan como causa de estas la
influencia de factores socioculturales. Sin embargo, no se descarta una
combinación de ambas causas, puesto que generalmente las primeras inciden
sobre las segundas, y viceversa.

 Síntomas.

Muchos problemas pueden afectar nuestra capacidad para hablar y comunicarnos.


Varían desde decir las palabras de manera incorrecta hasta la incapacidad total
para hablar o entender el habla. Entre las causas se incluyen:

 PROBLEMAS AUDITIVOS Y SORDERA.


 PROBLEMAS CON LA VOZ, COMO LA DISFONÍA O LOS PROBLEMAS
CAUSADOS POR EL LABIO LEPORINO O PALADAR HENDIDO.
 PROBLEMAS DEL HABLA, COMO EL TARTAMUDEO.
 DISCAPACIDADES DEL DESARROLLO.
 PROBLEMAS DE APRENDIZAJE.
 TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA.
 LESIÓN CEREBRAL.

• Clasificación
Para clasificar los trastornos del lenguaje oral se utilizan como criterios distintivos
los conceptos del proceso de comunicación lingüística: la comprensión y la
expresión oral; pero también, pueden clasificarse las alteraciones según los
componentes del sistema fonológico, morfológico, semántico, pragmático
y/o sintáctico.

Otro tipo de clasificación toma como base los principales factores que intervienen
en los trastornos del lenguaje oral, tales como la herencia (factores anatómicos y
fisiológicos), la capacidad innata para aprender el lenguaje y la inteligencia,
además el medio (influencias del lenguaje adulto en el niño, así como la
práctica que hace el propio niño y el lenguaje que emplea en el grupo de iguales al
que pertenece).

Otro criterio indica que quien diagnostica e interviene las perturbaciones del
lenguaje oral debe conocer la especificidad de esas alteraciones y sobre esa base
debe clasificar y organizar su tarea profesional.

Una vez identificadas, clasificadas y descritas las principales alteraciones del


lenguaje oral, es imprescindible una adecuada evaluación profesional (especialista
en lenguaje) que permita puntualizar claramente la patología, con el fin de brindar
la intervención más adecuada en tiempo y forma.

2.-Problemas graves de comunicación.

Las personas con este trastorno tienen dificultad para comunicarse de una manera
que sea socialmente apropiada. Puede que no sigan las reglas de la comunicación
oral o no entiendan el intercambio que se produce al conversar. Y a menudo no
“captan” la ironía o el lenguaje que no es literal.

Los trastornos de la comunicación incluyen el trastorno del lenguaje, el trastorno


fonológico, el trastorno de la comunicación social (pragmático) y el trastorno de la
fluidez de inicio en la infancia (tartamudeo). Los primeros tres trastornos se
caracterizan por déficits en el desarrollo y en el uso del lenguaje, el habla y la
comunicación social, respectivamente. El trastorno de la fluidez de inicio en
la infancia se caracteriza por alteraciones de la fluidez normal y la producción
motora del habla, como la repetición de sonidos o sílabas, la prolongación de los
sonidos de las consonantes o las vocales, las palabras fragmentadas, los
bloqueos y las palabras producidas con exceso de tensión física.

Lo que hoy se conoce como TDL (Trastorno del Lenguaje o Trastorno del
Desarrollo del Lenguaje) ha pasado por múltiples denominaciones, desde la inicial
de afasia congénita hasta otras como las de retraso del lenguaje, trastorno del
lenguaje, trastorno evolutivo del lenguaje o la de disfasia, y más recientemente
TEL (Trastorno Específico del Lenguaje)

El TDL hace referencia a una limitación significativa, un conjunto de dificultades,


en la adquisición y desarrollo del lenguaje, que están presentes en un grupo de
niños que no evidencian problemas neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores
ni sociofamiliares.

Las características diagnósticas centrales del problema del lenguaje son las


dificultades para la adquisición y el uso del lenguaje debido a deficiencias de la
compresión o la producción del vocabulario, las estructuras gramaticales y el
discurso. Las deficiencias del lenguaje son evidentes en la comunicación hablada,
la comunicación escrita y el lenguaje de señas. El aprendizaje y el uso del
lenguaje dependen de capacidades receptivas y expresivas. La capacidad
expresiva se refiere a la producción de señales vocales, gestuales o verbales,
mientras que la capacidad receptiva se refiere al proceso de recibir y comprender
los mensajes lingüísticos. Las capacidades de lenguaje tienen que ser evaluadas
en sus modalidades expresivas y receptivas, ya que cada una de éstas puede
tener una gravedad diferente.
Por ejemplo, el lenguaje expresivo de un niño puede estar gravemente limitado,
mientras que su lenguaje receptivo podría no tener casi ninguna deficiencia.
El trastorno del lenguaje normalmente afecta al vocabulario y a la gramática, y
esto limita la capacidad de discurso. Las primeras palabras y frases del niño es
probable que se inicien de manera retrasada, el vocabulario es más limitado y
menos variado de lo esperado, y las frases son más cortas y menos complejas, y
presentan errores gramaticales, especialmente en el tiempo pasado. Las
deficiencias de comprensión del lenguaje frecuentemente se subestiman, ya que
los niños pueden tener la habilidad de utilizar el contexto para inferir significados.
Puede haber problemas para encontrar las palabras, las definiciones verbales
están empobrecidas o existe poca comprensión de los sinónimos, los significados
múltiples o los juegos de palabras de forma apropiada para la edad y la cultura. Se
manifiestan problemas para recordar nuevas palabras y frases, así como
dificultades para seguir instrucciones más largas, dificultades para recordar series
de datos verbales (p. ej., recordar un número de teléfono o una lista de la compra)
y dificultades para recordar secuencias de sonidos nuevos, habilidad que podría
ser importante para aprender nuevas palabras. Las dificultades del discurso se
muestran mediante una capacidad reducida para producir información adecuada
sobre acontecimientos clave y para narrar una historia coherente.

La dificultad en el lenguaje se manifiesta por unas habilidades que se encuentran


por debajo de lo esperado para la edad desde un punto de vista cuantificable y
que interfieren significativamente con los logros académicos, el desempeño
laboral, la comunicación eficaz o la socialización (Criterio B). El diagnóstico de
trastorno del lenguaje se debería realizar basándose en la síntesis de los
antecedentes del niño, las observaciones clínicas directas en diferentes contextos
(es decir, en la casa, la escuela y el trabajo) y los resultados de las pruebas
estandarizadas para medir la capacidad de lenguaje, que pueden utilizarse para
orientar las estimaciones de la gravedad.

A menudo están presentes antecedentes familiares de trastornos del lenguaje. Los


niños pueden ser hábiles para adaptarse a su lenguaje imitado. Pueden parecer
tímidos o reticentes a hablar. Los afectados pueden preferir comunicarse
solamente con miembros de su familia o con otros conocidos. Aunque estos
indicadores sociales no son diagnósticos de un trastorno del lenguaje, si son
notables y persistentes sí justifican la derivación para una evaluación completa. El
trastorno del lenguaje, particularmente las deficiencias expresivas, puede concurrir
con un trastorno fonológico

Bibliografía.

https://actualidadeducativa.com/

https://www.understood.org/es-mx/articles/understanding-social-communication-disorder

https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=1493&sectionid=102867681

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001430.htm#:~:text=Un%20trastorno%20del
%20habla%20es,ni%C3%B1o%20sea%20dif%C3%ADcil%20de%20comprender.

https://www.patologia.org.ar/que-es-la-patologia/

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