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"No es no" y un vestido no significa que "sí" | Edición impresa | EL PAÍS 22-12-19 16'09

SOCIEDAD
VIDA & ARTES | MUJERES

"No es no" y un vestido no significa que "sí"


YOLANDA MONGE

Washington - 14 JUN 2011

Están hartas de comentarios machistas o de jueces que consideran que hay


distintos grados de violación. Una violación es una violación y ningún vestido por
muy ajustado o sexi o insinuante que sea es una invitación para una agresión
sexual. "No es no" y un vestido no significa "sí". Nunca.

El movimiento SlutWalk se generó en Toronto (Canadá) a principios de año


después del insultante comentario de un policía de esa ciudad que durante una
conferencia en la Universidad de Leyes de York se lanzó a recomendar que "la
mejor forma de prevenir un asalto sexual es evitar vestirse como una fulana". El
término usado por Michael Sanguinetti fue slut, que traducido al español viene a
ser puta, guarra, fulana, putilla...

Otros grupos de mujeres vieron una buena oportunidad y decidieron copiar el


movimiento generado en Canadá -las organizadoras de Toronto esperaban
reunir en abril a unas 100 personas en una concentración y finalmente fueron

3.000- para poner al descubierto la permisiva cultura que rodea a los asaltos
sexuales y violaciones. "Que no me digan cómo debo vestirme, que le digan al
agresor que no viole" es el argumento fundamental de SlutWalk (Marcha de las
Fulanas).

El pasado fin de semana, el movimiento reunió en Londres a más de 5.000


personas. No hace más que crecer y ya tiene grupos en Facebook en Asia,
Australia y se extiende por Estados Unidos, donde ya ha habido manifestaciones
en Dallas, Boston, Chicago y otras ciudades. La próxima cita estadounidense es
el 19 de este mes en Seattle. Con el lema "¡Basta! Yo decido sobre mi cuerpo" y
"No es no", el pasado domingo también tuvo lugar en Ciudad de México la
Marcha de las Fulanas.

"Este movimiento pretende decirle a la sociedad civil, política, religiosa o


cualquiera que sea su función en este país que no importa la vestimenta, el lugar,
ni la compañía; nada justifica la imposición de relaciones sexuales o el acoso
sexual. La mujer no provoca violencia ni agresión", señalaron las organizadoras de México.
"No es no".

https://elpais.com/diario/2011/06/14/sociedad/1308002403_850215.html Página 1 de 2
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DOMINGO 22 DE DICIEMBRE DE 2019 | SUSCRIBITE

SOCIEDAD / FEMINISMO Jueves 7 Marzo, 2019

¿Cómo surgió el movimiento Ni Una


Menos?
El movimiento de mujeres nació en 2015 por un tweet de la periodista Marcela Ojeda y logró
transformarse en un grito colectivo.

! por Antonella Pisetta

&

'

Registro de la corte. Dos de cada diez víctimas presentaron antes la denuncia. FOTO: CEDOC PERFIL
JUEVES 7 MARZO, 2019

“A ctrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales ...


mujeres, todas, bah.. no vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN

MATANDO”, así se expresó la periodista Marcela Ojeda por twitter el


11 de mayo de 2015, después de enterarse del femicidio de Chiara Páez.
Embarazada y con 14 años fue cortada, golpeada y enterrada por su novi
de 17. A los pocos minutos, Florencia Etcheves, periodista y conductora
en ese momento de TN , le respondió: “Se me ocurre mujeres referentes
grosas convocando a mega marcha. No sé si sirve, pero visibiliza”.
En ese momento, las fundadoras de Ni Una Menos jamás iban a pensar
que la convocatoria se convertiría, casi cuatro años después, en uno de
los movimientos políticos más influyentes, que no sólo marca agenda
en la Argentina sino también que inspiró a feministas de otros países.
“En las redes sociales compartías estados de ánimos, alegrías, tristezas, y yo en ese momento
compartí enojo, bronca ira, hartazgo. Siendo absolutamente sincera como quien tira una botella
con un mensaje al medio del océano sin imaginar incluso que esa botella iba a llegar a la orilla y
que la iban a levantar un montón de personas”, contó Ojeda a PERFIL.
Casi un mes después, el 3 de junio de 2015 a las 17, las mujeres se organizaron y salieron a la calle
a gritar “Ni Una Menos”. El epicentro de la convocatoria fue frente al Congreso de la Nación, que
estaba iluminado de violeta, pero la movilización se reprodujo en varias ciudades y logró reunir a
más de 200.000 personas. Con carteles que decían "Nos están matando! ¿No vamos a hacer nada?",
"Tu madre, tu abuela, tu hermana y tu tía, todas decimos basta" y "Nuestros derechos cuentan",
entre otras frases, cientos y cientos marcharon en las calles de todo el país con el mismo fin: parar
con la violencia hacia las mujeres.
El actor Juan Minujín, la dibujante Maitena Burundarena y la actriz Erica Rivas leyeron en la
marcha un discurso para protestar contra los femicidios: “En 2008 mataron una mujer cada 40
horas; en 2014, cada 30. En esos 7 años, los medios publicaron noticias sobre 1.808 femicidios.
¿Cuántas mujeres murieron asesinadas sólo por ser mujeres en 2015? No lo sabemos. Pero sí
sabemos que tenemos que decir basta. En estos años, los femicidios dejaron cerca de 1500 niñas y
niños huérfanos y algunos de ellos están obligados a convivir con los asesinos. El problema es de
todos y de todas”.
Aunque el colectivo tenía menos de un mes desde que se habían empezado a organizar, ya
habían delineado los reclamos detrás de la consigna “Ni Una Menos”: asignar el presupuesto que
indica la Ley Nº 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres; que se elaboren y publiquen estadísticas oficiales sobre femicidios; y que se creen
de hogares-refugio. Esos fueron los principales pedidos que la gran multitud exigió al Estado frente
al Congreso Nacional.
“Es un grito colectivo contra la violencia machista. Surgió de la necesidad de decir ‘basta de
femicidios’ porque en Argentina cada 30 horas asesinan a una mujer sólo por ser mujer. La
convocatoria nació de un grupo de periodistas, activistas, artistas, pero creció cuando la sociedad la
hizo suya y la convirtió en una campaña colectiva”, afirma el Colectivo Ni Una Menos en su
Facebook Oficial. Y agrega: “Para contar cómo empezó habría que remontarse a la historia del
movimiento de mujeres en nuestro país para responder. Habría que nombrar a las Madres, las
Abuelas y a los Encuentros Nacionales de Mujeres. Pero primero fue una maratón de lectura contra
los femicidios en la Biblioteca Nacional, cuando nos juntamos para poner en voz lo que en las
charlas cotidianas era hartazgo compartido: basta de violencia machista. El texto-grito convocante
fue Mujeres de la bolsa, de María Moreno”.
Desde 2015, todos los años, en la misma fecha se realizan marchas masivas en todo el país para
visibilizar los femicidios la violencia contra las mujeres y las desigualdades de género en todos
los ámbitos. Nació con la consigna ‘Ni Una Menos’ pero bajo esa misma se fueron agregando
distintos pedidos que se unificaron en distintas consignas como por ejemplo, en 2016 fue
#VivasNosQueremos, en 2017 #BastaDeViolenciaMachista. Estas consignas se tradujeron en las
banderas de miles de personas que se manifestaron nos sólo en la calle sino también en las distintas
redes sociales con los hashtags como elemento unificador del pedido.
Estadísticas. La Corte Suprema de Justicia de la Nación relevó las cifras de femicidios de 2015,
2016 y 2016. En 2015 hubo 235 víctimas, de las cuales el 43% tenía entre 21 y 40 años al momento
de ser asesinadas, el 25% tenía entre 41 y 60, el 11% se encontraba entre 16 y 20 años y el 9% era
menor de 16 años. En 2016, del 254 de las víctimas, el 49% tenía entre 21 y 40 años, el 22% tenía
entre 41 y 60, el 13% se encontraba entre 16 y 20, el 7% superaba los 60 años y el 6% era menor de 1
años.
En 2017 hubo 273 víctimas, de las cuales 251 fueron femicidios directos y 22 vinculados. Esto
último aplica a los crímenes cometidos contra una o varias personas a fin de causarle sufrimiento a
una mujer (un hijo u otro pariente). Por último, el Registro Nacional de Femicidios del
Observatorio “MuMaLá” (Mujeres de la Matria Latinoamericana) reveló los últimos datos de
femicidios en 2018: 229 fueron mujeres, 26 fueron femicidios vinculados de mujeres, hombres,
niñas y niños y 4 fueron trans/travesticidios.

Bárbara Bravi, politóloga y miembro de Red de Politólogas, una organización que busca
visibilizar el trabajo de las mujeres en la ciencia política, analizó en diálogo con este medio: “El
colectivo femenino no nació el año pasado ni el anterior, viene de muchos años. Antes había una
desarticulación y ahora, con las nuevas tecnologías, hay una articulación que permite que estos
colectivos tomen mayor visibilidad. Y esta reacción se generó porque están vulnerados los
derechos básicos como el derecho a la vida, a la libertad”. La especialista también destacó la
importancia de “formalizar una figura como femicidio en Código Penal” porque “no tenemos
una protección de lo que es el derecho a la vida”.
Por último, Marcela Ojeda reflexionó: “Creer que la violencia hacia las mujeres iba a cambiar el 3
de junio de 2015 al 4 de junio de 2015, que los tipos de iban a dejar de ser violentos, de
acuchillar, de pegar tiros, descuartizarlas, encerrarlas, violarlas y después matarlas es una utopía.
Pero un logro es esta transformación y cambio en el humor social. La violencia hacia mujeres
niñas y adultas no pasa desapercibida, ya no da lo mismo”.
El movimiento #MeToo cumple dos años | Human Rights Watch

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(New York) – El movimiento global #MeToo (#YoTambién) ha desatado un


significativo cambio social, cultural y legal, pero aún quedan muchos desafíos
pendientes, dijo hoy Human Rights Watch, en vísperas del segundo aniversario del
hashtag #MeToo que se está volviendo viral en las redes sociales.
Human Rights Watch ha publicado un video, “Activists Reflect on #MeToo” (“Activistas
reflexionan sobre #MeToo”), en el que activistas de Bélgica, República Dominicana,
Gambia, el Líbano, Uganda y Estados Unidos exponen los logros del movimiento
#MeToo y la necesidad de adoptar nuevas medidas para prevenir el acoso sexual y la
violencia y garantizar la rendición de cuentas por los abusos.
“El movimiento #MeToo está prosperando, y lo que estalló como un maremoto en las
redes sociales se ha traducido en un enérgico debate público, un giro en las normas
sociales y cambios concretos en leyes y políticas”, dijo Nisha Varia, directora de
incidencia en los derechos de la mujer de Human Rights Watch. “Uno de los mayores
cambios es el creciente espacio y apoyo para que los/las sobrevivientes puedan hablar y
romper su silencio sobre el acoso y la agresión sexual”.

https://www.hrw.org/es/news/2019/10/14/el-movimiento-metoo-cumple-dos-anos
El movimiento #MeToo cumple dos años | Human Rights Watch

En un acontecimiento histórico que podría modificar leyes y prácticas para abordar el


acoso sexual en todo el mundo, gobiernos, empleadores y representantes de los
trabajadores adoptaron en junio nuevas normas legales internacionales sobre la
violencia y el acoso en el lugar de trabajo. El Convenio sobre la violencia y el acoso de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece obligaciones mínimas
sobre cómo los gobiernos deben hacer frente al acoso y la violencia en el mundo laboral.
Esto incluye aprobar leyes nacionales, implementar medidas de prevención y
comprometerse a monitorear y asegurar el cumplimiento de las normas. El tratado
obliga a los gobiernos a exigir a los empleadores que dispongan de políticas en el lugar
de trabajo que aborden la violencia y el acoso, las evaluaciones de riesgos y una
capacitación adecuada. También requiere acceso a recursos para las víctimas, entre
ellos mecanismos de denuncia, protección para denunciantes e indemnizaciones.
Los países que ratifican el Convenio se comprometen a adaptar sus legislaciones
nacionales a los estándares del tratado y a ser evaluados periódicamente por la OIT
para verificar su cumplimiento. Ya son 10 países (Argentina, Bélgica, Filipinas, Francia,
Irlanda, Islandia, Namibia, Sudáfrica, Uganda y Uruguay) los que han anunciado su
intención de ratificar el tratado.
“Los gobiernos deberían ratificar e implementar la nueva convención de la OIT sobre
violencia y acoso lo antes posible”, recomendó Varia. “El movimiento #MeToo ha
puesto en evidencia normas profundamente arraigadas que permiten el abuso, y se
necesitan medidas urgentes para garantizar que todos los trabajadores tengan
garantizada su seguridad y dignidad”.
A pesar del progreso, también ha habido reacciones negativas, señaló Human Rights
Watch. Ha habido resistencia contra algunas reformas y demandas por difamación
contra las personas que recurrieron a las redes sociales para denunciar abusos. Sandra
Muller, cuyo tweet desencadenó el movimiento #metoo o #balancetonporc de Francia,
fue multada por difamación en septiembre, y a principios de mes un tribunal superior
El movimiento #MeToo cumple dos años | Human Rights Watch

de la India ordenó a Facebook e Instagram a revelar la identidad de la persona que


administra una cuenta anónima que comparte testimonios de #MeToo en el
mundo del arte de la India.

Las activistas que aparecen en el video incluyen a:


Chidi King, directora de igualdad de la Confederación Sindical Internacional
con sede en Bélgica, ayudó a negociar el Convenio de la OIT sobre violencia y
acoso.

Eulogia Familia, vicepresidenta de la Confederación Nacional de Unidad


Sindical, lidera campañas contra el acoso sexual en el lugar de trabajo en la
República Dominicana.
Ghida Anani, directora de ABAAD (Centro de Recursos para la Igualdad de
Género) ha liderado los esfuerzos para cambiar el código penal del Líbano
sobre violencia de sexual.
Rosebell Kagumire, editora de AfricanFeminism.com, se ha declarado
públicamente sobre los derechos de las mujeres y las niñas en Uganda y en toda
África.
Roushaunda Williams, representante del movimiento UNITE HERE de Local 1,
presionó exitosamente para que se promulguen leyes que protejan de acoso
sexual a los/as trabajadores/as del hotel en Chicago y el estado de Illinois,
EE.UU.
Toufah Jallow se pronunció en contra del ex dictador de Gambia y, al
compartir su historia personal, desató un movimiento nacional
#MeToo.

“Si bien se ha logrado un importante progreso, los/las sobrevivientes siguen


afrontando una cultura en la que se culpa a las víctimas y amenazas de represalias
por hablar”, dijo Varia. “Todavía son necesarios muchos cambios para ganar la
lucha contra el acoso sexual y la agresión”.

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