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Consagración Al Santo Y Casto Corazón De San José.

Día Segundo

VIDA SANTA EN EL TIEMPO


DE MI JUVENTUD.

Hijo (a), espero que


sintáis gozo de nuestro
encuentro de amor y
sintáis la necesidad
de venir diaria-
mente a mi
carpintería; porque
estáis cansado de una
vida fácil y cómoda,
buscáis trascender
y encontraros con
Dios. Espero que esta
consagración avive, en vos,
la devoción al humilde carpintero de Nazareth;
porque se me concedió un poder de
intercesión superior al de todos los santos y
ángeles, porque nada puede negarme Jesús y
María.

Desde mi juventud me acerqué a Dios, le


consagré mi vida, sentía temor de ofenderlo,
Consagración Al Santo Y Casto Corazón De San José.

abrí mi corazón a su gracia y se lo ofrecí como


humilde morada; sentía una gran necesidad de
estar siempre a su lado; mi mente permanecía
ocupada pensando sólo en Él; consideraba el
pecado como la ruina y la causa de destrucción
de los hombres; obedecí a las leyes divinas,
busqué la santidad y la perfección; no me dejé
arrastrar por el mundo, quería ser de Dios y
para Dios.

Hoy, que habéis venido a mi carpintería


dejadme trabajar la madera rustica y agrietada
de vuestro corazón, dejadme direccionar
vuestra alma de manera prudente y sabia
porque no quiero que corráis el peligro de
perderos y de ser desviado del camino que os
lleva al cielo. Tristemente, muchos jóvenes se
dejan seducir por el demonio, el mundo y la
carne; no miden las consecuencias que trae
consigo el pecado, no piensan en la vida eterna;
no creen que Jesús algún día los llamará y les
pedirá cuentas de sus actos.

Jamás desviéis vuestra mirada hacia los


placeres efímeros, desconfiad de vos mismo,
consideraos ávido y necesitado del Señor;
proponeos vivir en santidad, dirigir vuestros
Consagración Al Santo Y Casto Corazón De San José.

pasos según los delineamientos del Evangelio.


Si sois santo: heredaréis el reino de los cielos,
experimentaréis mi abrazo paternal, percibiréis
la mirada pura y amorosa de mi hijo Jesús, os
sentiréis protegido y arropado bajo el manto de
mi virginal esposa.

4. Oración Final
¡Oh celestial San José! Por el Sagrado
Corazón de Jesús, por el Inmaculado Corazón
María y por vuestro mismo, Santo y Casto
Corazón, os ruego que toméis un especial
cuidado por la santificación de mi alma. Os
pido que Vos mismo seáis mi director, mi guía,
mi padre, y modelo en la vida espiritual, en el
camino de la perfección, para que imitando
vuestras virtudes obtengáis mi felicidad eterna.
Amén.

En el nombre del ✠ Padre, y del Hijo, y del


Espíritu Santo. Amén.

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