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EL PODER DE LAS PALABRAS

Mateo 17:5 Todavía estaba hablando cuando una nube de luz los cubrió, y desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo
amado, en quien me complazco. ¡Escúchenlo!»

Mateo 11:28 Jesús respondió: «Pero aún más bendito es todo el que escucha la palabra de Dios y la pone en práctica».

Lucas 6:45 El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal
está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.

Las palabras no son simplemente sonidos producidos por nuestra boca dando forma al aire que pasa por nuestra laringe. Las palabras
tienen un poder real. Dios creó el mundo con el poder de Sus palabras (Hebreos 11:3). Los seres humanos somos hechos a imagen y
semejanza de Dios, y nuestras palabras también tienen poder. Nuestras palabras hacen más que transmitir información; tienen un
impacto sobre las personas. El poder de nuestras palabras puede sobrecargar el espíritu de las personas, e incluso provocar el odio y la
violencia. Las palabras pueden empeorar las heridas e incluso provocarlas directamente. Por otro lado, las palabras pueden edificar y
dar vida. De todos los seres de este planeta, sólo los humanos tienen la capacidad de comunicarse a través de las palabras. El poder
usar las palabras es un regalo único y maravilloso de Dios.

ENSEÑANZA.

Mateo 12:35-37 (RV60) 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca
malas cosas. 36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.  37
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

Necesitamos entender lo importante que son las palabras en nuestra boca. En ocasiones tendemos a dar más importancia a cosas poco
cotidianas, como un cumpleaños, unas vacaciones, una fecha importante, etc., pero, aunque esto es importante, no quiere decir que las
palabras que decimos en el día a día no lo sean. Normalmente recordamos fechas memorables, pero no recordamos lo que decimos a
diario, no le damos importancia a lo que sale por nuestra boca.

Proverbios 21:23 (RV60) El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.

Hay personas que cuando hablan solo generan angustia y problemas, alterando el ambiente donde se encuentran, mientras que hay
otros que cuando hablan traen sanidad, alivio y esperanza, ¿Qué tipo de persona quieres ser tu? Dios espera que sus hijos hablen bien,
por eso hoy nos quiere corregir si no estamos hablando correctamente. Nuestro padre es un Dios de fe, por eso de nuestra boca no
puede salir duda. Nuestro padre es un Dios de sanidad, por eso de nuestra boca no puede salir enfermedad. Nuestro padre es un Dios
de gozo, por eso de nuestra boca no puede salir queja.

Eclesiastés 7:10 (TLA) Hay quienes se quejan de que «todo tiempo pasado fue mejor». Pero esas quejas no demuestran mucha
sabiduría.

Todo tiempo pasado no es mejor con un Dios que nos lleva de victoria en victoria. Si te quedas recordando lo que fue el 2022, no
verás lo que tiene el 2023. Acuérdate de los buenos momentos, pero no te quedes en ellos, piensa que Dios ha prometido que lo viene
será muchísimo mejor.

Salmos 34:1 Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.

La alabanza no es solo música, en la manera como te comunicas todo el tiempo, estás o no alabando al Señor. Tus palabras deben
identificarte como un hijo de Dios. Una comunicación correcta nace de pensamientos correctos y en orden, que finalmente se
convierten en palabras. Si tienes un corazón correcto, lo que salga de tu boca será correcto. Más allá que para comunicarnos, Dios nos
dio las palabras para crear, para edificar, para levantar, para declarar, ejemplo de esto es Génesis. Tus palabras crean o destruyen; por
ejemplo, como papás, qué ambiente estamos creando en nuestras casas con las palabras. Tus palabras pueden garantizar un buen
presente en tu matrimonio si son las correctas.

Proverbios 12:18 (RV60) Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.

Antes de decir una barbaridad es mejor no hablar, porque nuestras palabras serán juzgadas en el día del juicio. Con tus palabas alargas
tus años de vida y de las personas que te rodean. Debemos dejar de ser achacadores, no seamos uno y no escuchemos a esas personas.
Dios nos dio las palabras para afirmar, para levantar a la gente, no para desanimar, un hijo de Dios no hace eso. Deja de ver las
debilidades de todos, deja de hablar mal de todos, usa bien tus palabras, busca lo bueno en los demás. Si Dios nos escogió y nos llamó
aun con tantas cosas por mejorar, cómo no vamos a afirmarnos los unos a los otros.

Efesios 4:29 "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar
gracia a los oyentes.
La palabra griega traducida como "corrompida" significa "podrido" o "sucio" y originalmente hacía referencia a las frutas y verduras
podridas. El humor vulgar, los chistes obscenos y el vocabulario grosero no tienen lugar en la vida de un cristiano. En cambio, nuestro
modo de hablar se tiene que caracterizar por "que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes"
(Colosenses 4:6 Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.) .
Útil, edificante, que satisface las necesidades, y beneficioso, estos son los objetivos descriptivos para las palabras que usamos.

Proverbios 18:21 (RV60) La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

La palabra de Dios puede ser sanadora, pero tus palabras, que no siempre van de acuerdo con la palabra de Dios, pueden ser
enfermizas. No hay que negar la realidad, pero a la realidad hay que hablarle con la palabra de Dios. Puedes ver esperanza en medio
de tu situación si cambias tu manera de hablar y si te rodeas de personas que alimenten tu fe. Habla vida, salud, éxito, victoria, habla
fe, habla las cosas que no son como si fuesen, las realidades se crean con palabras, Dios creó todo lo que vemos con palabras.

Marcos 11:23 (NVI) Les aseguro[a] que, si alguno le dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la
menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá.

Hay personas que citan la Biblia al pie de la letra, la repiten una y otra vez, pero nada cambia y nada pasa en nuestra vida. Para que las
palabras correctas no sean simples palabras es necesario agregarle poder y autoridad, para que no dudes en tu corazón necesitas tener
presente continuamente a quien en tu vida te mantiene seguro, firme, vivo, con esperanza, con la expectativa de que algo bueno viene.
Tus palabras necesitan salir de tu boca influenciadas por el Espíritu Santo.

Hechos 1:8 (RV60) pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Cuando los discípulos recibieron el poder del Espíritu Santo sus palabras hicieron la diferencia. Muchos cristianos se frustran al
declarar, porque no están llenos del Espíritu Santo. Cuando tienes una relación con el Espíritu Santo, mantienes avivado su fuego en tu
vida, tus palabras realmente tendrán sentido y van a servir. Si tu pasión es cada día mayor, si tu búsqueda es insaciable por su
presencia, verás que las palabras necias se irán de tu vida y comenzarás a hablar palabras de vida, de sabiduría, de autoridad. Habla
lleno de su presencia, lleno de autoridad.

Si el Espíritu Santo toma dominio de tu corazón, tu mente y de tu vida, es inevitable que de tu boca salgan palabras que dan vida. La
Biblia dice que de la abundancia del corazón habla la boca, si quieres saber si alguien está lleno, habla con él.

Deja de escuchar a todo el mundo, escucha a tus pastores y aprende a recibir directamente del Espíritu Santo. Se lleno de su presencia
y de su palabra, así hablarás siempre correctamente. Si quieres que este año sea de nuevos niveles, debes tener nuevos niveles en la
comunión con el Espíritu Santo.

Juan 16:13 (RV60) Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

El Señor te mostrará tu futuro y lo que está por venir. Mantente en comunión con Espíritu Santo, decreta palabra sobre tu vida, sobre
tu familia. Pide consejo, pero busca al Espíritu de verdad, quien te mostrará siempre lo que está por venir, echa mano de la ayuda del
Espíritu Santo, escucha Sus palabras y habla correctamente, así verás cómo este año será diferente.

Apocalipsis 21:5 (RV60) 5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe;
porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Dios hace nuevas todas las cosas.

Las palabras son tan importantes que tendremos que rendir cuentas de lo que hayamos dicho cuando nos presentemos ante el Señor
Jesucristo. Jesús dijo: "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" (Mateo 12:36-37).

Jesús nos recuerda que las palabras que decimos son en realidad el reflejo de nuestro corazón (Mateo 12:34-35). Cuando nos
convertimos en cristianos, se espera que haya un cambio en la forma de hablar, porque vivir para Cristo cambia la manera en que
elegimos nuestras palabras. La boca del pecador está "llena de maldición y de amargura" (Romanos 3:14); pero cuando entregamos
nuestras vidas a Cristo, con gusto confesamos que "Jesús es el Señor" (Romanos 10:9-10). La boca del pecador condenado se calla
ante el trono de Dios (Romanos 3:19), pero la boca del creyente se abre para alabar y glorificar a Dios (Romanos 15:6 para que con
un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo).

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