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5 pasos para convertir nuestra debilidad

en fortaleza.
Tu debilidad puede ser clave para alcanzar tu proposito.
“Saca fuerza de la debilidad.” Sé que para muchos de nosotros puede
ser difícil entender cómo algo que te hace débil te puede hacer fuerte.
Vivimos en un mundo donde nuestras debilidades son un problema
para nuestras vidas. Mi deseo para todos nosotros es que podamos
superar esas debilidades. Tal vez en este momento estás cansado,
pasando por problemas en tu vida, en tu corazón, o simplemente te
sientes débil física o espiritualmente. Pero Dios quiere intervenir en
nuestras vidas. Así como nuestros problemas son reales, de igual
forma nuestro Dios lo es y Su poder también es real. Dios tiene el
poder de cambiar nuestra debilidad en fuerza.

“Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas


para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Mr. 10:27
Reina Valera Revisada 1960).

(He. 11:32-34).
32 
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de
Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que
por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas
de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas
de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Estos personajes son héroes de la fe que lograron grandes cosas por
Dios y recibieron grandes bendiciones de Él, pero no eran perfectos.
Todos ellos tenían problemas como todos nosotros. Pasaron por
situaciones en sus vidas en donde sintieron desánimo, dolor,
sufrimiento y debilidad, pero ellos “sacaron fuerzas de su
debilidad”. Estando en una situación similar a la nuestra, Dios obró
en ellos y a través de ellos. No eran perfectos. Eso es algo que nos
anima, ya que a pesar de sus luchas y debilidades, Dios pudo
sacar grandes cosas de eso. Eran personas como nosotros. 

El apóstol Pablo cuenta que le fue dado un aguijón en la carne, una


debilidad (2 Cor. 12:7-10).

Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me
fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para
que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al
Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a
Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,
en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Qué contradictoria puede sonar esta frase para nosotros: “cuando soy
débil, entonces soy fuerte.”

Vamos a intentar ubicarnos, ¿realmente conoces tus debilidades?,


¿conoces las cosas que te hacen separarte de la presencia del
Señor? Muchos cristianos nos equivocamos al momento de tratar y
manejar nuestras debilidades. Muchos de nosotros cometemos el
error de huir de nuestra debilidad, de no reconocerla, de negarla,
olvidarla, y querer quitarla de nuestra vista. Sin embargo, Dios no
quiere que huyas de ella, sino que la tengas presente siempre. Sé que
a nadie le gusta que alguien vea lo malo de uno mismo.
La clave está en reconocer tu debilidad
Nuestra tendencia como ser humano es fingir que estamos bien, no
nos gusta reconocer que tenemos debilidades. Preferimos fingir que
no tenemos problemas porque siempre queremos estar bien,
tener lo bueno y lo cómodo. No nos gusta confrontar las cosas
malas, pero eso es un error. Dios quiere que tengas presentes tus
debilidades. Muchos queremos orar y queremos meternos en la
presencia de Dios pretendiendo que estamos bien, pero a Dios le
agrada que saquemos al tema nuestras debilidades.

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la


debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Cor. 12:9).

¿Cómo pueden nuestras debilidades convertirse en fortaleza?

1. Nuestras Debilidades Fortalecen Nuestra


Fe y Confianza en El Poder de Dios

El que reconozcamos nuestra debilidad trae fortaleza para creer en


Dios. Pablo tenía una relación con el Señor y él afirmaba creer en Él a
pesar de lo que padecía.
(2 Timoteo. 1:12).
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé
a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi
depósito para aquel día”
Reconocer nuestra debilidad hace que nuestra fe y confianza en el
Señor crezca cada día. ¿Tienes confianza plena en Dios? ¿Crees que
Él puede intervenir de esta forma en tu vida? Si hemos perdido esa
fe entonces ve a tu alrededor, ve a hombres y mujeres de la palabra
que fueron transformados por el poder de Dios, y ve lo que Él está
haciendo en otros.

2. Nuestras Debilidades También Fortalecen


Nuestra Certeza en Dios.

La debilidad de Pablo no le impidió cumplir su propósito, el cual era


predicar el evangelio a los gentiles. Al ver Pablo que Dios obraba en
sus debilidades, esto le dio la certeza de compartirlo con otros. Pablo
quería que cada persona conociera de Jesús y que fueran
transformados por Él. ¿Cuántos de nosotros estamos permitiendo
que nuestras debilidades nos impidan cumplir nuestro
propósito? Dios usó a personas a pesar de sus debilidades.
Dios no quiere que nos olvidemos que padecemos de debilidades,
pero tampoco quiere que ellas sean nuestro enfoque pues así nos
desanimamos.

3. Nuestra Debilidad Fortalece Nuestra


Relación con Otros
Pablo fue rodeado con gente que lo animó. Un ejemplo fue cuando
Dios le mandó a Ananías. 
(Hch. 9:17)
“Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos,
dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por
donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del
Espíritu Santo.”.

Aquí podemos ver cómo en un inicio Dios rodeó a Pablo de gente que
lo animó y lo impulsó a hacer frente a sus debilidades. Dios nos ha
puesto juntos para motivarnos a crecer en el Señor. Algunos creen
que no necesitan a la iglesia, que lo único que necesitan es a Dios y a
nadie más, y se encierran en una burbuja. Pero Dios nos ha puesto
juntos con el fin de ver en otros sus imperfecciones y cómo aún así se
esfuerzan en buscar ser transformados por Dios. También hay
quienes viven en el otro extremo, dependiendo de otros como si
fueran Dios, haciendo que sus vidas espirituales dependan de otras
personas. Hay cosas que solo una relación con Dios puede dar. Los
demás no pueden arrepentirse de tus pecados por ti, ni pueden
buscar a Dios por ti.
Somos como carbones encendidos, solo estando juntos podemos
mantener esa llama viva.

LA UNION HACE LA FUERZA


Éxodo 1:20. Por tanto, Dios trató bien a las parteras: y el  pueblo se multiplicó
y se hizo muy poderoso... 

4. Nuestras Debilidades Fortalecen Nuestra


Motivación para Orar
Muchos oran solo cuando están mal, eso no debería ser así, debemos
aprender a orar siempre: 
“Orad sin cesar” (1 TESALONISENSE. 5:17).
Saber que tenemos luchas y debilidades nos hace ver que debemos
orar para mantenernos fuertes.

5. El Saber Que Tenemos Debilidades Nos


Fortalece en Nuestra Esperanza del Futuro

Podemos estar pasando por luchas y debilidades hoy, pero cuando


conocemos a Dios sabemos que nuestras luchas y debilidades no
serán para siempre. Tenemos la esperanza de una vida eterna. El
buscar a Dios nos debe motivar al saber que un día seremos libres de
todo eso.
Me emociona saber que Pablo, a pesar de vivir con ese aguijón en la
carne, no permitió que la amargura viniera a su vida. En la Palabra no
vemos a un Pablo amargado ni pesimista. A pesar de ese aguijón él
amaba la vida, amaba servir a Dios. Él ponía su esperanza en el cielo y
en la vida eterna. Vemos en la escritura que hay esperanza para
nosotros y que ningún problema que nos acecha hoy será para
siempre.
Hay una esperanza (Ap. 21:1-7) 

21 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para
su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios
con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo
estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y
ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras
cosas pasaron.


Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.
Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. 6 Y me dijo: Hecho
está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que venciere heredará todas las
cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

así que no tenemos que estar debilitados y desanimados por


cualquier problema. Tenemos esperanza en el Señor y todo lo malo
que nos acecha tienen un fin.
“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte” (2 Co. 12:10).

Joel 3:10 Forjad espadas de vuestras rejas de arado y lanzas de vuestras podaderas;
diga el débil: Fuerte soy.

Dios quiere que aceptemos nuestras debilidades, para que no pensemos que
somos gloriosos, sino que dependamos de Dios porque él es glorioso.

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