Está en la página 1de 3

*HOMBRES Y MUJERES DE COMPROMISO

Hombres y mujeres de Compromiso

Compromiso: Obligación, deber, pacto, Responsabilidad, visión, coraje, gratitud, AMOR.

Habacuc (2: 1-4)

La Palabra de Dios nos revela la importancia de permanecer en los Caminos de Dios, la


importancia de obedecer y, sobre todo, la importancia de comprometerse, de establecer un
pacto con Dios. Es así como vemos, desde el Antiguo Testamento, que Dios mismo establece
pactos con Dios; es el mismo Dios que hace prosperar y bendice al pueblo que lo honra.

Así podemos ver grandes hombres comprometidos al servicio de Dios:

- Noé - Moisés - Josué

- David - Salomón

La lista nombres es bastante larga y continúa de la misma manera en l Nuevo Testamento:

- Juan El Bautista - Pedro

- El Apóstol Pablo - El Apóstol Juan

Como vemos, La Palabra de Dios está llena de hombres de Compromiso; llena de hombres que
fueron llamados para un propósito: servir a Dios, andar en Su Camino y realizar sus Obras. (1
Pedro 2:9-10)

En la actualidad, Dios busca personas así.

Pregunta: ¿Creen que hoy en día existen personas comprometidas con Dios? ¿Crees que puede
ser tú uno de ello?

Uno de los libros más importantes del Nuevo Testamento es el Libro de los Hechos de los
Apóstoles, cargado de enseñanzas acerca de los primeros pasos que los discípulos de Cristo
debieron dar. Dentro del mismo, nos narra cómo los primeros cristianos fueron demostrando
el poder de Dios en sus vidas, cómo hicieron prodigios y milagros, cómo se esforzaron y se
comprometieron para llevar a la Naciones Palabra de Vida, una Palabra hecha Carne, como fue
y lo es Jesucristo.

Los hechos de los Apóstoles se siguen escribiendo hoy en día, lo escriben las personas que aún
siguen los Caminos de Cristo; los escriben con su fe, con su Testimonio, con su compromiso por
seguir una vida de rectitud y de amor, el amor de Cristo en sus corazones.

Es sumamente importante empezar a caminar en compromiso con Dios, esto es: ejercer un
ministerio dentro del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. No podemos Caminar solos
(Eclesiastés 4:9-12) Rodearse de personas comprometidas, garantiza que estaremos
protegidos en tiempos de angustias, ya que las personas que estén alrededor nuestro, podrán
ser instrumentos de Dios para levantarnos si alguna vez caemos.

Ejercer un ministerio nos ayuda a crecer espiritualmente, ya que El Señor premia a los que
trabajan por Su Obra. Esto no significa una garantía de que ejerciendo un ministerio, El Señor
nos cumplirá todos los deseos de nuestro corazón; esto se debe a que el Señor mira nuestros
corazones. Si ejercemos un ministerio solamente por figurar, porque las personas nos vean o
admiren, caeremos en vanidad (Salm:94:11). Si no tenemos una relación íntima y transparente
con Dios, vanos son nuestros esfuerzos en trabajar en la Obra de Dios (Prov. 4:25-27).

También es vital que no se realice la Obra de Dios por simple inercia, por costumbre; debemos
ejercer Su obra, vivirla, según su Palabra, para así recibir bendiciones de Su parte (Salm:91-1)

Por último, es de vital importancia que nos esforcemos en todo tiempo: esfuerzo en nuestros
estudios, en nuestra vida familiar (ante problemas, circunstancias malas, etc.), en nuestras
relaciones (amigos, esposa, etc.), pero, sobre todo, en nuestro Caminar en Dios (Josué 1:9).

Para lograr compromiso con Dios, es fundamental ser personas que se esfuerzan por conseguir
lo que quieren lograr. Los más grandes sabios, los más grandes inventores, los más grandes
empresarios, han debido dedicar mucho esfuerzo (tiempo, dedicación, entrega, voluntad) para
conseguir sus propósitos (Salmo 31:24). El caminar cristiano no es la excepción: necesitamos
esforzarnos para ser los mejores en todo, debemos esforzarnos para Caminar en Cristo y es
promesa de Dios que no habrá temores ni desmayos, nadie podrá apartarnos de la Bendición
de Dios, si nosotros confiamos en Dios (Salmo 27:3).

3.-La palabra “Compromiso”encierra un gran significado, pero en términos sencillos se trata de


un convenio, de una obligación contraída por medio de acuerdo, promesa o trato que se hace
entre dos o más personas. En la Biblia encontramos que Dios pactó un compromiso con los
hombres, y que su compromiso con los hombres fueron indefinidos.

La Biblia nos dice que Dios se acordó de su pacto con Israel. “Y oyó Dios el gemido de ellos, y se
acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob”, Éxodo 2:24. Dios llamó a Moisés para que
liberte a su pueblo que estaba bajo el yugo de esclavitud en Egipto. Y respondió Dios a ese
compromiso con Abraham, que haría de él una nación grande, que sería bendición a todas las
naciones, y multiplicaría su descendencia y le daría esa tierra (Canaán) en heredad a su
simiente.

Recordemos que José pidió a Faraón que se le concediera a su familia un lugar en Egipto

Luego surgió el temor en Faraón de que esta gente estaba creciendo demasiado y creyó que se
convertiría en un problema fuerte, entonces se lanzó un plan para detener el crecimiento.
Éxodo 1:12 dice que “cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían”. Y los
egipcios los esclavizaron y el pueblo de Israel comenzó a quejarse y elevó su corazón a Dios,
acordándose de las promesas que el Señor les había hecho a sus padres, y Dios determinó
darles la salida después de más de 400 años, parecía que Dios se había olvidado de ellos, pero
Dios cumple sus promesas.

En el libro de Nehemías 6:1, leemos: “Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los
demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo
(aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas)”. Ya se había edificado,
ya se había levantado, eso despertó la envidia, despertó la oposición, despertó la
maquinación; y se dieron a criticar, a ridiculizar, a burlarse y a tratar de detener la obra. La
oposición nunca cesará ni se demorará en llegar cuando se inicia una labor a favor del Señor.

Estos enemigos de la Obra fingen ser espirituales, fingen ser de ellos, de querer edificar con
ellos, pero todo esto no era cierto, ellos querían meterse dentro del pueblo, querían
camuflarse dentro del pueblo, y así comenzar a hacer daño, a murmurar, a desalentarlos.
Nehemías logró mantener el ánimo y lo transmitió al pueblo; de tal manera que se mantuvo el
pueblo, los ayudantes, y todos, para seguir adelante en este proyecto que habían comenzado.

Cuando estos enemigos de la Obra ven todo esto le enviaron a decir: “Ven y reunámonos”.
Aparentemente era una reunión de paz, pero ellos estaban pensando hacer mal. Nehemías
dice: “Mas ellos habían pensado hacerme mal. Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una
gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros”, Nehemías
6:3. Este hombre de Dios demuestra que era uno comprometido con Dios, y con su Obra, y con
su pueblo.

Nehemías se negó rotundamente a ir a esas reuniones porque su compromiso no era con


Sanbalat, ni con Tobías ni con Gesem el árabe, el compromiso de Nehemías era con Jehová de
los ejércitos y con su pueblo, para él estaba claro con quien era el compromiso. Cuando una
persona está comprometida con Dios y con su Obra, no se distrae, no quita la mirada del
arado, siempre mira al frente y coloca su mirada en el Señor, no coloca la mirada en los seres
humanos ni en las circunstancias. Nehemías era una persona comprometida con una causa,
con una misión, no se deja distraer ni pierde el objetivo, ni pierde el plan.

Si miramos desde otro ángulo, Nehemías estaba bien al lado del rey, hubiera podido hacer
caso omiso al informe de sus hermanos, pudo ser indiferente. Pero era un hombre de oración,
sensible a la voz de Dios, que estaba en el palacio de un rey pagano pero vivía con Dios, que no
se había desubicado ni aislado. Cuando alguien tiene un compromiso con Dios, no importa
donde esté, está conectado con Dios, por eso no fue rebelde ni indiferente, atiende al llamado
que le hace Dios a través del informe contado por sus hermanos, y se llena de compasión, de
dolor al ver que sus hermanos estaban en semejante condición. Y ora a Dios, que si quiere le
abra las puertas y que está dispuesto a ir a ayudar. Y Dios le dio gracia con el rey, y el monarca
le permite ir porque sabía que Nehemías era un hombre de palabra, recto, serio y confiable.

El compromiso es necesario en la vida, la mayoría de los seres humanos quieren estar abiertos
a toda opción, no quieren comprometerse con nada. La gente quiere llegar a la Iglesia y al
Evangelio pero sin comprometerse. El Señor le dijo a las multitudes: “Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame… Ninguno que poniendo su mano en
el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios… Así, pues, cualquiera de vosotros que
no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”, Mateo 16:24; Lucas 9:62; Lucas
14:33.

También podría gustarte