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En la oscuridad de la noche surge una luz nueva, Cristo Resucitado. Caminando tras
él, venceremos nuestras propias tinieblas y seremos iluminados con el resplandor de su
resurrección.
Asistamos a todos los ritos de esta solemne Vigilia, con un corazón sencillo y
dispuesto, en vela, para que, de verdad, podamos vivir intensamente lo que cada uno de
estos signos significan.
La inserción de la cruz y de las letras, Alfa y Omega, nos manifiesta que el Cirio
Pascual representa a Cristo, Luz del mundo, Principio y Fin de todo. Las cifras del año en
curso, indican que Cristo vive y que suyos son los tiempos y los acontecimientos. Los
granos de incienso, nos recuerdan las llagas gloriosas de Cristo.
La Iglesia, al verse iluminada por tanta luz, estalla en un jubiloso canto de alabanza,
de gratitud y de alegría. Se nos anuncian las maravillas que Dios realizó y va a realizar esta
noche. Escuchemos este Pregón Pascual con profunda alegría.
Escuchemos cómo Dios crea el universo, el mundo y el ser humano, como el primer
acto de su amor por nosotros. Creación que esta noche es salvada e iluminada por Cristo
Resucitado.
Cantemos las maravillas del Señor, cuyo Espíritu da vida y recrea la creación salida
de sus manos
2. Segunda lectura: Gen 22
Abrahán ofrece a Dios a su hijo amado Isaac. Es figura de Dios mismo, que nos da a
su Hijo Jesucristo, el nuevo Isaac, que cargando la cruz, ha muerto por nosotros para
salvarnos.
3. Tercera lectura: Ex 14
Unamos nuestras voces a Israel, cantando el cántico de los salvados, que Moisés y
María su hermana, cantan hoy con nosotros, en esta noche de Pascua.
4. Cuarta lectura: Is 54
Dios sacia el hambre y sed de su pueblo, que lo único que debe hacer es recibir de
su Padre, los bienes de la salvación. Recibamos de Dios gratis lo que gratis nos regala: el
don de su Hijo.
Salmo responsorial (Is 12)
Dios es la fuente de la sabiduría, que Israel debe buscar en todos los momentos de
su vida, para descubrir la ley de su Dios, como camino y vida.
Como San Pedro, que al encontrarse con el Pan de Vida que es Cristo Eucaristía,
exclamaba que sólo el Señor tiene palabras de vida eterna, aclamemos nosotros a quien
nos da la Vida.
Dios quiere purificar al pueblo de sus pecados e infidelidades con agua pura,
anticipo del bautismo, por el cual somos liberados del poder del pecado y de la muerte.
Salmo responsorial
Aclamemos a Dios que por el Bautismo, viene a darnos vida, a hacer de nosotros
hombres y mujeres nuevos, a saciar nuestra sed y a crear en nosotros un corazón puro.
Cantemos con gozo exultante el himno del Gloria, en esta noche del nuevo
nacimiento de Cristo a la vida eterna por su resurrección. Alabemos al Padre, que no ha
abandonado a su Hijo en la muerte, gracias a la acción del Espíritu.
Cantemos con el Aleluya, la acción salvadora de Dios, que arrancó a Cristo del
poder de la muerte, pues el brazo del Señor ha hecho la maravilla de las maravillas,
resucitando a su Hijo.
Evangelio (Marcos 16,1-7)
En esta noche santa, vamos a renovar las promesas del bautismo, con el cual Cristo
nos ha injertado en su Pascua. Que el agua que va a ser bendecida y derramada sobre
nosotros, nos haga tomar conciencia de la importancia y fuerza, de este gran sacramento
pascual.
Lo mismo que fue bendecido el fuego, para que fuera luz nueva, que nos iluminara
en esta noche santa de la Pascua, ahora se bendice el agua (que dará nueva vida a los que
van a ser bautizados en ella), que será luego derramada sobre nosotros, en recuerdo de
nuestro bautismo.
Presentemos al Padre las primicias de la tierra, los dones del pan y del vino, para
que Cristo Resucitado se haga presente por medio de ellos, como Pan de Vida y bebida de
salvación.
Prefacio
Hemos pasado en vela, en esta noche festiva y única del año, donde celebramos la
fiesta de las fiestas, la Pascua de Cristo. Con Cristo hemos cantado las alabanzas de Dios,
hemos escuchado con atención su Palabra, para descubrir en ella las maravillas de la obra
salvadora del Padre.
Ahora al salir, nos podemos felicitar, llenos de alegría, deseándonos felices pascuas
de resurrección, deseo que ojalá lo prolonguemos durante los cincuenta días de Pascua
que hoy comenzamos. Que la luz de Cristo ilumine nuestras vidas y nos haga participar de
su triunfo y de su resurrección.
Para que todos los que, en este Tiempo de Pascua, reciban la gracia de
los sacramentos de la iniciación cristiana, para que encuentren en
nosotros ejemplo de vida evangélica. Oremos.
Para que los pobres y todos los que sufren, encuentren en la ayuda y la
solidaridad humana, el signo de tu salvación. Oremos.
Para que nosotros, y todos los cristianos que como nosotros, celebran
con alegría esta Noche Santa, recibamos la abundancia de tu gracia
siempre renovada