“UNA LUCHA POR LA DEFENSA DE SU VIDA E INTEGRIDAD”

Actualmente, en el Perú se viene atravesando uno de los problemas sociales más

críticos que afronta la sociedad y es de graves consecuencias para la salud, la

economía y el desarrollo del país. La violencia familiar y sexual evidencia un creciente

aumento de casos e infringe los derechos humanos de la persona como la dignidad,

por eso, frente a ello se ve reflejado la poca ineficiencia de las autoridades que se

hacen de la vista gorda, ya que no actúan con ética y existe mucha desigualdad al

momento de aplicar las leyes contra los agresores, según el análisis del Centro

Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú), los

casos de violencia son más frecuentes en mujeres adultas en un 40,12% mientras que

en las mujeres solteras es de un 43.05%. Por un lado, las victimas en muchos de los

casos toman justicia por sus propias manos, ya que no son escuchadas ni atendidas

por las autoridades correspondientes, terminando, defendiéndose de la manera menos

apropiada, pero que podemos esperar si vivimos actualmente en una sociedad donde

abunda el machismo y la corrupción. De hecho, se ha mostrado una preocupación en

la región Ica, ya que según señala Rosario Huayanca (una comunicadora iqueña): "En

Ica, mujeres son llevadas a la carceleta solo por el hecho de defenderse", la reportera

critica duramente el accionar y la falta de criterio de algunas fiscales en sus decisiones

frente a las diversas denuncias contra casos de violencia a la mujer, esta situación es

muy preocupante, porque desde hace dos años se han incrementado los casos de

niñas y adolescentes desaparecidas, muchas de ellas entre 11 y 14 años, sin

explicación alguna, mientras tanto las autoridades brillan por su ausencia. Ante el

contexto presentado, surge la siguiente pregunta controversial: ¿Consideran que, las

mujeres deberían recibir cargos judiciales por defensa propia ante casos de violencia?

Desde nuestro punto de vista, consideramos que las féminas no deberían recibir

cargos judiciales por defensa propia frente a casos de violencia.