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sultados, nos vemos obligados a escucharle atenta-

mente.
ARTHUR DREXLER
Director del
Departamento de Arquitectura
v Diseño.
Introducción

Este no es un libro fácil. Requiere responsabili-


dad profesional y una gran atención visual, y no va
dirigido a . aquellos arquitectos que, para no disgus-
tarse prefieren cerrar los ojos. Nos irá mostrando
su argumento como un telón levantado lentamente.
Progresivamente, punto por punto, va surgiendo el
conjunto de la tesis. Y esta tesis es nueva, difícil de
captar y de expresar, sosa y desarticulada como
sólo pueden ser las ideas nuevas.
Es un libro típicamente americano, rigurosamen-
te pluralista y fenomenológico en su método; nos
puede recordar a Dreiser trazando penosamente su
camino. Con todo, probablemente es el texto más
importante sobre arquitectura desde Vers une Ar-
chitecture, escrito por Le Corbusier en 1923. A pri-
mera vista, la posición de Venturi parece exacta-
mente la opuesta a la de Le Corbusier, aunque es
su primer complemento a lo largo del tiempo.* Esto
no significa que Venturi tenga la misma capacidad
de persuasióri y acierto que Le Corbusier o que no
la tendrá necesariamente jamás. Pocos alcanzarán
este nivel de nuevo. Seguramente el conocimiento
de los edificios de Le Corbusier ha tenido no poca
influencia en la formación <te las ideas de Venturi.
Con todo, sus puntos de vista- se contrarrestan con
los de Le Corbusier, tal como fueron expresados en
sus primeros escritos y han afectado a dos genera-
ciones de arquitectos desde entonces .

..~ No me olvido del libro de Bruno Zevi, Hacia una arquitectura OY-
gánica, publicado en 1950, que fue conscientemente escrito corno una
respuesta a Le Corbusier. Sin embargo, no puede considerarse corn-
plementario del anterior o como un precedente, pues apenas es algo
más que una reacción en contra y en favor de los principios «orgánicos»
que habían sido formulados por 'otros arquitectos, además de Zevi
y que habían tenido su momento culminante mucho antes. Habían
encontrado su más clara personificación en la obra de Frank L10vd
Wright anterior a 1914 y en sus escritos de ese período. '

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El primer libro pidió un noble purismo para la lica hacia el urbanismo en general, la no visión
arquitectura tanto en los simples edificios como en esquemática o esbozada bidimensionalmente, a la
la ciudad como un todo; el nuevo libro se enfrenta que tienden muchos arquitectos, sino un conjunto
con las contradicciones y complejidades de la ex- de sólidas imágenes, la misma arquitectura en to-
periencia urbana en todos los niveles. Marca, de esta das sus dimensiones.
'manera, un cambio completo de los puntos de in- - Con todo, de nuevo, las imágenes de Le Corbusier
terés y molestará a los que profesan fidelidad a Le y Venturi son diametralmente opuestas en este as-
Corbusier, de la misma manera que Le Corbusier en- pecto. Le Corbusier, conducido por el rigor carte-
fureció entonces a muchos de los que pertenecían a siano que constituía uno de los aspectos de su poli-
las Beaux-Arts, Los libros, pues, se complementan facética personalidad, generalizó en Vers une Ar-
mutuamente y en su parte fundamental son muy chitecture mucho más fácilmente de lo que Venturi
parecidos. Ambos están escritos por arquitectos que generaliza aquí, 'y nos presentó un esquema claro,
han aprendido realmente algo de la arquitectura general del conjunto. Venturi es más fragmentario,
del pasado. Pocos arquitectos contemporáneos han progresa paso a paso con relaciones más compro-
sido capaces de hacer esto sino, por el contrario, metidas. Sus conclusiones sólo son generales implí-
se han refugiado en diversos sistemas en los que la citamente. Con todo me parece que sus propuestas,
historia se ha utilizado como mera propaganda. Lel con su reconocimiento de la complejidad y con su
Corbusier y Venturi han vivido una experiencia per- respeto por lo que existe, crean el más necesario
sonal y directa. Cada ui10 fue capaz de liberarse del antídoto a ese purismo cataclísmico de la renovación
pensamiento y de las modas de sus contemporáneos, urbana contemporánea, que hoy día ha llevado a
poniendo así en práctica el precepto de Camús de tantas ciudades al borde de la catástrofe y en el que
olvidar por unos momentos «nuestra época y sus las ideas de Le Corbusier han encontrado una vulga-
furores adolescentes». j rización terrorífica. Son los sueños de un héroe apli-
Cada uno de ellos aprendió de cosas muy dife- cados en masa -como si un Aquiles tuviera que ser
rentes. El gran profesor .de Le Corbusier fue el el' rey. Supongo que ésa es la explicación de que
templo griego, con su masa aislada, blanca y libre Venturi sea tan regularmente antiheroico, moderan-
en el paisaje, y con su luminosa austeridad resplan- do irresistiblemente en cada momento sus recomen-
deciente bajo el sol. En sus primeras obras polé- daciones con una ironía implícita. Le Corbusier
micas quiso levantar sus edificios y sus ciudades de también usó la ironía, pero la suya fue muy aguda.
esa manera, y en su arquitectura madura incorporó Venturi encoge los hombros tristemente y continúa.
cada vez más el carácter escultórico y heroico del Es la respuesta de esta generación a las grandiosas
templo griego. Venturi se inspiró inicialmente en pretensiones que se han demostrado en la práctica
un modelo opuesto arquetípica e históricamente al destructivas o pasadas. ,
templo griego: las fachadas de las ciudades de Ita- Igual que todos los arquitectos originales, Ven tu-
lia, con sus ajustes interminables a los requerimien- ri nos hace ver de nuevo el pasado. A mí por ejem-
tos contradictorios del interior y del exterior y con plo, que hace tiempo presté atención a las continui-
su adaptación a todos los aspectos de la vida coti- dades espaciales proto-wrightianas y del estilo Shin-
diana: no son esencialmente esculturas en amplios gle, me ha hecho revalorar una característica opuesta
paisajes, sino contenedores espaciales complejos y no menos evidente: las complicadas' adaptaciones
que definen a la vez calles y plazas. Tal «adaptación» del interior y del exterior con las que aquellos ar-
también es un principio general urbano para Ven- quitectos 'seguramente se apasionaban. Y ha llama-
turi. En esto otra vez se asemeja a Le Corbusier. do la atención una vez más sobre el principio de la
Ambos artistas plásticos son profundamente visua- adaptación en las primeras plantas de Le Corbusier.
les en la medida en que la observación minuciosa de Todos los arquitectos creadores dan vida a lo muer-
unos edificios provoca una actitud nueva y simbó- to como a algo lógico y natural. No es sorprendente,

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pues, que Le Corbusier 'y Venturi coincidan en ha- cesaria a los homogenizadores tecnológicos que
blar de Miguel Angel, en cuya obra la acción heroi- inundan nuestro horizonte, En este. aspecto no se
ca y la complejidad van especialmente unidas, Ven- opone a Le Corbusier, ni tampoco a Mies, a pesar
turi se fija menos que Le Corbusier en la afirmación de la regularidad universal de' las formas de este
unitaria de Miguel Angel en San Pedro, ·pero, como último, Muchas especies de gran calidad pueden
Le Corbusier, ve que se puede construir, como lo convivir en un mismo mundo. Tal, diversidad, es,
prueban 'las ventanas de la Friends' Housing para en verdad, lo. mejor que la época moderna. puede
ancianos, de acuerdo con otras cosas: las tristes y ofrecer a la humanidad, pues es mucho más intrín-
grandiosas disonancias de los ábsides, esta grandeza seca a su naturaleza que la concordancia superficial
melancólica y. musical de las civilizaciones que mue- o la apariencia igualmente arbitraria que sugieren
ren y del destino de la humanidad en un planeta ciertas realizaciones poco desarrolladas, que acogen
que se apaga, con tanto ardor los diseñadores superficiales.
En este sentido Venturi es, a pesar de sus recu- El punto esencial es que la filosofía y diseño .de
sadores irónicos, uno de los pocos arquitectos ame- Venturi son humanísticos, característica que aseme-
ricanos cuya obra parece tener una dimensión trá- ja su libro a la obra básica de Geoffrey Scott, The
gica siguiendo la tradición de Furness, Louis Sulli- Architecture of Humanism, publicada en 1914. Por
van, Wright y Kahn. Al ser así nos sugiere el poder lo tanto, valora sobre todo las acciones de los hom-
que tienen las sucesivas generaciones que viven en bres y el efecto de las formas físicas sobre su espí-
un mismo lugar, de intensificar los significados; ello ritu, En esto, Venturi es un arquitecto. italiano en
ha acontecido, en su mayor parte, en Filadelfia: des- la gran tradición cuya conexión con esa tradición
de Frank Furness al joven Sullivan, y a Louis Kahn, le vino por el estudio de la historia del arte en Prin-
pasando por Wilson Eyre y George Howe. Kahn es centon y por su beca de la Academia Americana de
el mentor más cercano de Venturi y también lo ha Roma, Pero como su Friend's Housing nos muestra,
sido de la mayoría de los mejores arquitectos y edu- es uno de los pocos arquitectos cuyo pensamiento
cadores americanos jóvenes de la pasada década, ta- es paralelo al de los pintores Pop -c-y probablemen-
les como Giurgola, Moore, Vreeland y Millard. El te el primer arquitecto que capta la utilidad y el
diálogo que en consecuencia se ha establecido, en el significado de sus formas, Sin duda alguna ha apren-
que Aldo Van Eyck de Holanda ha jugado también dido mucho de ellos durante los últimos años,aun-
un papel sobresaliente, seguramente ha contribuido que la tesis principal de este libro se trazó al final
mucho al desarrollo de Venturi. La teoría de Kahn de los años 50 y antecede a su conocimiento de los
sobre «las instituciones» fue fundamental para to- pintores Pop. Incluso su «Main Street casi está muy
dos estos arquitectos, pero Venturi evita las preocu- bien» coincide con sus puntos de vista, así como su
paciones estructurales de Kahn en favor de un mé- preferencia por los cambios- de escala en los edifi-
todo funcional más flexible que se acerca más al cios pequeños, y por la vida insospechada que se
de Alvar Aalto. Al revés de su literatura, el diseño halla en los productos de consumo corrientes cuan-
de Venturi se desenvuelve sin esfuerzo, Tiene la fa- do se los aísla para observarlos, El «Pop» en el
cilidad de uriarquitecto del Barroco y, en el mismo «Purismo» de Le Corbusier, como en el del joven
sentido, de un escenógrafo, (Su proyecto para el Léger, no debería olvidarse .aquí, pues toma un re-
Memorial de Roosevelt, ciertamente el mejor de los novado significado histórico por lo que su lección
presentados, muestra la serenidad y grandeza que sobre la destrucción de escala y sobre la observa-
puede tener su talento escenográfico.) No se refleja ción aguda se aprende una vez más, Se tiene de
en él la .batalla encarnizada de Kahn ni la profunda nuevo la sensación de que Le Corbusier como pin-
agonía de la función y la estructura opuestas entre tor y' teórico habría. comprendido perfectamente la
sí, buscando la expresión: Está' a sus anchas en los asociación que hace Venturi del método visual con
detalles y, en consecuencia, ofrece la oposición ne- las intenciones intelectuales,

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Es significativo, desde este punto de vista, que ce demasiado complicado y cotidiano para este tipo
las ideas de Venturi hayan suscitado el resentimien- de gente, que tanto en sus formas arquitectónicas
to más amargo, entre los academicistas de la gene- como en sus programas sociales prefieren paliar sólo
ración del Bauhaus, con su total carencia de ironía; algunos de los aspectos más solicitados de la reali-
Icon su desprecio con aires de solterona por la cul- dad. Precisamente porque acepta y utiliza los fenó-
tura popular, pero agarrándose temblorosamente a menos sociales tal y como son, Venturi es el menos
cualquier otra cultura; su incapacidad para manejar .\ «estilista» de los arquitectos pues va siempre direc-
la escala monumental, con su respeto insincero por tamente al grano y trabaja rápidamente sin perder-
la tecnología y con su preocupación por una esté- ,se en pretensiones fantasiosas y en nebulosos pro-
tica purista bastante afectada. La mayoría de los blemas secundarios. Aunque ha aprendido de la ar-
diseños del Bauhaus de los años 20, tanto de edifi- quitectura «manierista», sus propios edificios no son
cios como de muebles, se diferencian claramente de en ningún sentido «manieristas», sino sorprendente-
las formas generosas' y variadas de este período mente directos. Después de todo, una antena de
creadas por Le Corbusier. Dos corrientes de la ar- T.v. de un tamaño apropiado, corona su «Friend's
quitectura moderna parecen distinguirse; en una de Housing», exactamente igual como llena -sea bue-
ellas ahora se sitúan Le Corbusier y venturi, ambos no o sea malo, es un hecho- las vidas de nuestros
con unas características más humanas, más de ar- ancianos, Todo lo que de dignidad pueda haber 'en
quitectos que de «diseñadores», ello, Venturi lo incorpora, pero no nos miente res-
El proyecto del ayuntamiento de North 'Canton pecto a cómo son los hechos. En el sentido más
(Ohio) de Venturi, muestra como su arquitectura directo, es la función lo que le interesa, y las formas
tiene también una conexión con las últimas obras potentes que se derivan de la expresión funcional. Al
de Sullivan y con las corrientes más profundas e revés de la mayoría de los arquitectos de esta ge-
inexploradas de la experiencia vernácula americana neración, nunca es gentil. -.J
en su conjunto. Seguramente es el mayor logro de No es de extrañar, que los edificios de Venturi
Venturi, desde un punto de vista americano, pues no hayan tenido una pronta acogida; han sido a la
nos abre los ojos de nuevo a la naturaleza de las vez demasiado nuevos y, por la «integración» de la
cosas tal como son en Estados Unidos -tanto en complejidad, demasiado sinceramente simples y sin
las pequeñas ciudades como en New York- y a pretensiones para esta década afluente. Han rehu-
partir de la construcción corriente, confusa y masi- sado hacer mucho de nada, consentir gestos cente-
ficada hace una arquitectura sólida; hace de ella un lleantes o servir a la moda. Han sido el producto
arte. Hace revivir las tradiciones populares y la me- de un profundo análisis sistemático del programa y
todología particularista, del período pre Beaux-Arts de los aspectos visuales, y han exigido, por lo tanto,
y pre estilo internacional. Así, acaba de renovar la reorientar seriamente toda nuestra manera de pen-
conexión con todo nuestro pasado que la obra madu- sar. De aquí que la imagen' simbólica que dispone
ra de Kahn ya había empezado. a nuestros ojos todavía no ha sido creada: Este li-
No es de extrañar que sean pocos los promotores. bro puede 'ser una ayuda en este aspecto. Creo que
de la actual generación que puedan soportarlo. Tam- el futuro lo considerará como uno de los pocos tex-
bién ellos tienen el carácter americano, como el de tos básicos de nuestro tiempo -a pesar de la caren-
los chicos de pueblo que pegan sus narices al escapa- cia anti-heroica de pretensión que tiene y el cambio
rate de una confitería con su dinero en el bolsillo de perspectiva que comporta, de los Champs Elysées
para gastar.' Generalmente, compran porquerías y a la Main Street, recoge, no obstante, el diálogo fun-
fantasías sin valor hechas por un ejército de promo- damental empezando en los años 20 y nos conecta,
tores arquitectónicos que ofrecen portentosamente una vez más, con la generación heroica de la arqui-
una simplicidad adulterada y:un orden de tumba: tectura moderna.
la apariencia moderna,' par excellence. Venturi pare- VINCENT ,
SCULLY

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\ f • I el sujeto. El segundo, Learning [rom. Las Vegas (e~
crito en colaboración con Denise Scott Brown y Ste- .
.¡ ven Izenour), trata principalmente de la función del/
signo en el arte humano y, por lo tanto, es funda-
mentalmente lingüístico en su enfoque. Entre los
dos, estos volúmenes, siempre im ecablemente "yis~a-
. ,Nota a la segunda edición les en su argt,!mentación, moderan una Impresionante
-'@"stéticaactiva para los arquitectos contemporáneos.
No hay manera de separar forma de significado; A esa distancia, me siento honrado por partido do-
una no puede existir sin el otro .. Sólo pueden haber ble por habérseme invitado a escribir la introduc-
diferentes estimaciones críticas de los principales ción original, que ahora no me parece tan bien es-
medios a través de los cuales la fo ma tIfIDsmite si - crita como el propio libro (editado por Marian Scu-
nificado al visualizador: a través de la identificación-; lly), 'pero sí embarazosamente correcta en sus con-
decía el sig o. XIX, .una abarca al otro; a través del clusiones. Me complace en especial haber tenido el
reconocimiento de signos, dicen los lingüistas, ella acierto de incluir en ella que Complexity and Con-
conduce ese significado. Cada bando se mostraría de tradiction era «el escrito más importante acerca <le
acuerdo en que el agente activo relevante en este pro- hacer_arquite<;,tur:a,:-desde Versun_e Architecture, <te
ceso del proceso humano es lo/~m_~, ya que l~ Le Ccrbusier, en 1923». El tiempo ha demostrado que
proyección en el suje~ y lal identificación' de los "esta afirmación Zhocante no era sino 'la verdad mon-
signos SOR ambas respu~slª-s _aprendidas resultado da y lironda, y los críticos que en aquel momento la
de experiencias culturales específicas. Las dos. moda- juzgaron divertidísima o indignante, parecen inver-
lidades de .conocer y derivar significado de la reali- tir ahora una considerable dosis de energía citando a
dad exterior se complementan entre sí, y ambas ac- Venturi sin reconocerlo, o acuciándole por no haber
túan en diverso grado en -Ia formación y percepción ido más lejos, o bien demostrando que, en realidad,
de todas las obras de arte. todo esto lo habían dicho ya ellos mucho antes. Esto
En este· sentido, la labor y la experiencia de la no tiene gran importancia. Lo que cuenta es que este
arquitectunr, como en toda arte, son siempre ~ libro brillante y liberador fuese publicado cuando lo
JiistQrico-críticos que implican lo que el arquitecto fue. Facilitó a arquitectos y críticos por igual unas
y el contemp ado~an aprendido a distinguir y a armas más realistas y efectivas, de tal modo que la
convertir en imagen a través de. su. propia relación amplitud y relevancia que el diálogo arquitectónico
con la vida y las cosas. De ello se sigue, por tanto, ha alcanzado desde entonces, fueron iniciadas en
que la fuerza y el valor de~uestro contacto con el gran parte por él. Primordial interés ofrecen los nue-
arte dependerán de la calidad de nuestro conocimien- vos y elocuentes edificios que han sido inspirados por
, to histórico. Y resulta evidente que)conQcimiento; en este método, de los cuales los debidos a Venturi y
vez de aprendizaje, es la palabra qu¡;"aquí ha de ser Rauch no han permanecido, y ello no es sorprenden-
empleada. te, como los más intelectualmente enfocados,' arque-
'J
Los dos libros principales de Venturi han sido típicos y distinguidos. Una vez más, como en la oca-
construidos precisamente a lo largo de estas líneas. sión en que patrocinó la exposición de la que se de-
Ambos son a la vez críticos e históricos. Éste -el rivó The International Style de Hitchcock y Johnson
primero-, a pesar de -su importante introducción de en 1923, el Museo de Arte Moderno inició algo im-
varias modalidades valiosas de crítica literaria en portante cuando respaldó este libro.
los escritos arquitectónicos, explora primordialmente
la reacción física ante la. {Qrma y, por consiguiente, VINCENT SCULLY
enel rnétode preconjza EáSICañlente la proyección en Abril de 1977
,
/

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Prólogo

Este libro es a la vez un ensayo de crítica arqui-


tectónica y una justificación -viene a ser indirecta-
(jl mente, una explicación de mi obra=-. Debido a que
soy un arquitecto que practico mi profesión, mis
ideas sobre la arquitectura son inevitablemente un
producto de la crítica que acompaña a mis obras,
y que es, como ha dicho T. S. Eliot «de capital im-
portancia ... en la propia obra de creación. Probable-
mente, es la parte más amplia de la labor de criba,
combinación, construcción, erosión, corrección y
prueba, es decir, un trabajo horrible tanto crítico
como creativo. Incluso sostengo que la crítica em-
pleada por un hábil y diestro escritor en su pro-
pia obra es el tipo de crítica más vital y de mayor
nivel. .. », 1 Escribo, entonces, como un arquitecto
que emplea la crítica y no como un crítico que es-
coge la arquitectura" pues este libro representa un
conjunto de observaciones personales, una manera
de ver la arquitectura, que es válida para mí.
~ \ , En el mismo ensayo Eliot· trata del~fs y la (--
~aradóI:9 como instrumentos de la c)?ítica lite-
raria.-Estos métodos de crítica son válid'os para la
arquitectura también: la arquitectura ¿stá abierta
al análisis como a cualquier otro aspecto de la ex-
periencia, y se hace más vívida por médio de com-
paraciones. El análisis incluye la descciW'posición de 4;-
la arquitectura en elementos, unatécnica- que uso
~cuentemente aunquesea laQPuesta a~ntegra::-
cióñ» que es el objetivo final del arts:..!....Noobstante,
por paradójico que pueda. parecer, y a pesar de las
sospechas que puedan tener muchos arquit.ectos mo-
dernos, tal desintegración es un proceso que está
,1

r presente en toda creación, y es esencial para su


comprensión. La conciencia propia forma parte ne-
cesariamente de la creación y de la crítica. Los arqui-
tectos hoy están demasiado educados para ser pri-

19
mitrvos o totalmente espontáneos, y la arquitectura que han llegado a olvidar lo que no es diferente, lo
es demasiado compleja para que se aborde con una que es esencialmente igual»¡"
ignorancia mantenida cuidadosamente. Los ejemplos' elegidos reflejan mi inclinación ha;-j
Manierismo, Barroco Y.. Rococó

f
Como arquitecto trato de guiarrne no por la cos- cia ciertas ~ocas:
tumbre sino por una toma de conciencia del pasado -e5Recialmente. Como dice Henry RussellHitchcock •...
racionalmente considerado como' precedente,' Las «siempre existe una auténtica necesiClad de re-exa- ~ V2Q...
¡Comparaciones históricas que he escogido forman minar las obras del pasado. Hay casi siempre un., \2eR'lZéf.JCJ4...
parte de una tradición continua pertinente a lo que m teres generico por la historia de 'la arquitectura
trato. Cuando Eliot escribe sobre la tradición, sus I entre los arquitectos; pero los aspectos o períodos
comentarios son igualmente pertinentes para la ar- ,de la historia que en principio merecen la máxima
quitectura, a pesar de los cambios obvios más pro- atención pueden ciertamente variar, con los cam-
fundos que se han prOdUcido ~!llºs- !D.éÍodos argui- \bios de sensibilidad», j Como artista~ franca-_I
tectónic.os debidos a las innovaciones de la técnica.
~En-la literatura inglesa ETIOtéii-;:e,--::nosotrosrar:;~
veces hablamos de tradición, " Raras veces aparece
l mente -acerca de lo Que a mí me gusta en arquitec-
tura: la comilijidaiLy la contradicción, ALd~s_cul" .
brir lo Que nos gusta, lo 9.!!-~ atrae fácilm.ente, .'K
esta palabra si no es en un sentido de censura. Y si ~emos aprender mucho. sobre, 1.9_g!!-~ ~aIIl1eºte ,
alguna vez la hallamos en un sentido vagamente fa- 2.2,1110s,Louis Ka~n se ha referido a «l.fL....Qu~u~
vorable, da a entender que se trata de una agradable cosa quiere ser» pero en esta afirmación está implí-
reconstrucción arqueológica." Sin embargo, si' la citolú "cónfrario: lo que el arquitec~o' quiere que
única forma de tradición, de transmisión del pasa- la cosa ~-:. En la tensión y~~q]1ilibrio entre estas
do, consiste en seguir los caminos de la generación dos_cosa~LS~ encuentran muchas de las decisiones de
precedente con una adhesión tímida o ciega a sus los arquitectos.
éxitos, la « tradición» no se debería ciertamente apo- =-Las comparaciones incluyen algunos edificios que
yar... la tradición tiene un significado mucho más no tienen ni belleza ni grandiosidad y que se han
amplio. ,La trqdición no puede heredarse,.sQlo_puede_ aislado abstractamente de su contexto histórico por-
obtenerse mediante un gran esfuerzo. Duplica, en que me apoyo menos en la idea de estilo que en las.
primer lugar, el sentido histórico, que podemos de- ~acterísticas . m lícitas de~M.Qs edificios. Escri-
cir es indispensable para cualquiera que quiera con- biendo como arquitecto más que s.omo-~dito, mi
tinuar siendo poeta después de los 25 años; y el sen- visión histórica es la descrita por Hitchcoclo: «Hace
tido histórico implica percepción, no solamente del un tiempo, naturalmente, casi tod'a"l-a!nvestigación
pasado como pasado, sino del pasado como presen- sobre la arquitectura del pasado estaba destinada a
te; el sentido histórico obliga a un hombre a escri- su reconstrucción exacta; era un irlstrumento del
bir no solamente con su generación en la sangre, "revivalismo". Eso ya no se da, y h~y razones para
sino con el sentimiento de' toda la literatura euro- suponer que no se volverá a dar.l!:0s arquitectos
pea ... tiene una existencia simultánea y compone un y críticos historicistas de principios del siglo xx,
orden simultáneo. Este sentido histórico, es un sen- cuando no buscaban solamente en! el pasado argu-
<! I
mentos frescos para sus batallas Jolémicas de cada
tido tanto de lo no temporal como de lo temporal,
es lo que hace a un escritor tradicional, y al mismo día, nos enseñaron a ver, abstracdmente, falsa toda
tiempo, de su propia contemporaneidad." Ningún la arquitectura, aunque, probablemente. tal visión
poeta, ningún artista de cualquier clase, tiene ais- limitada es la que hizo producir d las sensibi-lidades
ladamente 'un completo significado»." Yo estoy de complejas, la mayor parte de la~ gran arquitectura
acuerdo con Eliot y rechazo la obsesión de los del pasado. Cuando hoy re-exami~amos o descubri-,
!!l~S~ste_ u_ot?o-ase~QS edificiQi.::u.ltig1JOS;-~O_
l'
arquitectos modernos que, según palabras de Aldo
van Eyck, «han estado machacando continuamente es cOI2.Ja_idea de copiarsus_!<2..!]))ªS,~.slQ.o_...!!1<Í;i.J2ien., --'$
lo que .es diferente' en nuestra época hasta tal punto con
- -la .es eranza
._-.- ---,-
de enriquecer
- - ~--
- -'-ámpliamente --
nuevas
--. '\

20 21
sensibilidades que son totalmente el producto de particular, los arquitectos perogrullos que invocan
ñUestroscuas. Para el historiador puro esto puede la integridad, la tecnología o la programación elec-
parecer lamentable, pues significa .la introducción de trónica como fines de la arquitectura, los populari-
elementos subjetivos en lo que él cree que deben zadores que colorean "con cuentos, de hadas nuestra
ser estudios objetivos. Con todo, el historiador puro, caótica realidad» lO y suprimen las complejidades y
más a menudo de lo que cree, se encontrará movién- contradicciones que son inherentes en el arte y en la
dose .en direcciones que .han sido ya determinadas experiencia. Sin embargo, este libro es un análisis
por veletas más sensibles»." de lo que me parece ahora cierto para la arquitec-
\ Yo no tengo especial in tención en relacionar la tura, en lugar de un ataque contra lo que me parece
arquitectura con otras cosas. No he intentado «ni falso.
mejorar. las relaciones entre la ciencia y la tecnolo- 1 ,
gía, por un lado, y las humanidades y las ciencias
sociales por el otro... y hacer de la arquitectura un
arte más social y humano»: 6 Intento hablar sobre la
J::/~ \t. arquitectura y no de lo que rodea la arquitectura.
Ino1o\_o.r S::b--el.o.or..q Sir John Summerson se ha referido a la obsesión Nota a la segunda edición
e<; ~UCl\"-de+o:\o, de los arquitectos por <da importancia no de la ár-
\nc.l~ lo e~o .:" . quitectura en cuanto tal, sino de la relación de la Escribí este libro a principios de la década de
Lo ~U¡A ,~~ccmo.. arquit~ctura con otras cosas». 7 H~ s~ñalado cjue en
de 1960 como arquitecto en ejercicio que daba res-
1'ün-oe\GV este SIglo los arquitectos han sustituido con la «da-
puesta a ciertos aspectos de la teoría y los dogmas
ñina analogía» la imitación ecléctica del siglo dieci-
arquitectónicos de aquel tiempo. Las puntos son hoy,
nueve, y han estado reivindi:cando la arquitectura
diferentes, y yo creo que el- libro debería ser leído
en lugar de producir arquiteotura." El resultado ha
ahora por sus teorías generales sobre la forma ar-
sido el urbanismo esquemático. El poder siempre
quitectónica, pero también como documento particu-
decreciente de los arquitectos y su impotencia cre- .
lar de su época, más histórico que tópico. Por esta
ciente en modelar todo el medio ambiente pueden,
razón, la segunda parte del libro, que cubre la labor
quizás, invertirse irónicamente al estrechar sus pre-
de nuestra firma hasta 1966, no ha sido ampliada en
ocupaciones y al concentrarse en su propio trabajo.
esta segunda edición.
Quizá luego las relaciones y el poder vendrán por
sí solos. Acepto lo que a mí me parecen las limita- Desearía ahora que el título hubiese sido Com-
ciones intrínsecas de la arquitectura e intento con- plejidad y contradicción en la forma arquitectónica,
centrarme en los difíciles aspectos particulares que tal como sugirió Donald Drew Egbert. Sin embargo
hay en ella, y no en las abstracciones más fáciles al principiar los años sesenta, la forma era reina en
\~que se hacen de ella «... porque el arte pertenece el pensamiento arquitectónico, y en su mayor parte
I (~omo. d~cían nuestros antepas~dos) a la inteligen- la teoría arquitectónica, enfocaba sin rodeos aspectos
cia practica y no ala especulativa, nada puede sus- de forma. Rara vez pensaban entonces los arquitec-
ti tuir el hacer las cosas». 9 tos en el simbolismo en arquitectura, y las cuestiones
- Este libro trata del presente y del pasado en re- sociales no alcanzaron un predominio hasta la se-
lación con el presente. No trata de ser visionario, gunda mitad de esta década. Pero en el fondo este
excepto en la medida en que el futuro está implíci- libro sobre la forma en arquitectura complementa
to en la realidad del presente. Es sólo indirectamente nuestro enfoque sobre el simbolismo en arquitectura
polémico. Todo se dice en el contexto de la arqui- varios años más. tarde, en Learning from Las Vegas.
tectura común y consecuentemente se atacan cier- Para rectificar una omisión en los agradecimien-
tos blancos -en general, las lirritaciones de la ar- tos de la primera edición, quiero expresar mi grati-
quitectura, el urbanismo moderno ortodoxo y, 'en tud a Richard Krautheimer, quien compartió la vi-

22 23
sion de la arquitectura del barroco romano con no-
sotros, los miembros de la American Academy en
Roma. Agradezco también a mi amigo Vincent Scully
su persistente y amable apoyo a este libro y a nues-
tra labor. Me satisface que el Museo de Arte Moder-
no amplíe el formato de esta edición, con el fin de
que las ilustraciones resulten más legibles. 1. Un suave manifjesto~nfavor de una
Tal vez sea destino de todos los teóricos el de
contemplar los fallos desde sus obras, con una mez-
arquitectura ~)'? .' .
cla de sentimientos. A veces me he sentido más a Me gusta la complejidad y la contradicción en
mis anchas con mis críticos que con aquellos que se \ I arquitectura. Pero me desagrada la ·incoher.encia yl
han mostrado de acuerdo conmigo. Estos últimos a la arbitrariedad de la arquitectura incompetente
menudo han exagerado o han aplicado indebidamente y las complicaciones rebuscadas del pintoresquismo
las ideasy métodos de este libro hasta el punto de o el expresionismo. En su lugar, hablo de una arqui'--1
llegar a la parodia. Algunos han dicho que las ideas tectura compleja y contradictoria basada- en la ri-
están bien pero no van lo suficientemente lejos. Pero queza y ambigüedad de la experiencia. moderna, in-
aquí, la mayor parte del pensamiento ha pretendido cluyendo la experiencia que es intrínseca al arte. En
~-ser sugestivo más bien que dogmático, y .el método.. todas partes, excepto en la arquitectura, la cornpleji-
",.1 de analo í..a-his.tórÍC.a=,sólopuede ser llevado hasta dad y la contradicción se han reconocido; desde la
re'se punto en la crítica arquitectónica. ¿Debe el o la demostración de Godel de la incompatibilidad final
artista recorrer todo el camino con sus filosofías? de las matemáticas al análisis de la poesía «difícil»
de T. S. Eliot y a la definición de las características
ROBERT VENTURI paradójicas de la pintura de Joseph Albers.
Abril de 1977 Pero la arquitectura es necesariamente compleja_
y contradicjoña por el hecho de incluir los tra:1icio.
nareselementos vitruviáñós de comoaiClaa, soIiaez y
belleza. Y'hoyTás necesidade_s .de programa" eSJ:rus.:tl:!~
ra, etiHipomecánico~p'resión, incluso en edificios
aislados en contextos simples, son diferentes y -con·
flictivasdé una manera antes inimaginable.Ca C!Lmenr1'-
sión v escala creciente de la arquitectu-ra 'en los pla-. ::
neamientos urbanos y ;:egio.Da.l6)n~_rfi@ta~ÉCu1·
tades. Doy la bienvenida a los problemas y exploto
las in-certidumbres. Al aceptar la contradicción y la \
complejidad, defiendo tanto la vitalidad como la va-
lidez. -J
Los arquitectos no pueden permitir que sean inti-
I midados por el lenguaje puritano moral de la arqui-
tectura moderna. Prefiero los elementos híbridos a !
los «pu~, _los coñ1¡Jr2.!!1etidosa los «fiinpiOS»;-IO-~-~_-__
distórsionados a los «rectos», los ambiguos a los «2r- .
ticulados», los tergiversados' que ~la vez son imper- \
sonales, a los aburridos que a la ve~ son «intere~n'-
.",. tes», los convencionales a lOS«diseñados», los integra-
dores a los «excluyentes», los redundantes a los

24 25
"","sen.
C.ill.OS:
10s.Ee~inisceEtes qlJ.!:a lavez son i.nn.ovado-
~s, los Jrregular~s y~~~~cos-a-~0!5-Clirectos Y cla-
L2_~" Defiendo la vitalidad confusa frente-aia:- unidad
!r~!:l~l?ar~rlte.Acepto la falta de 16gIcayproclamo-ra--
dualidad. - . ---------.
\
- D~fie~do la riqueza de ~nificados en vez de la
claridad de significados; .la fuñClói1ím)2ilcitaaia--vez 2. La complejidad y la contradicción versus
~t:...lª- exJilig!a. Prefiero __"esto y_lcLo..txo»a_--"o--esto la simplificáción o el pintoresquismo
2,. .!() 91:ro.2>,_el.blan~.9 y el negro, y algunas vecesel-
~ris~ al negro o 'al blanco. Unaarqwtectura válidá " Los' arquitectos modernos ortodoxos han admitido
la Coi'iij)IeJidadíñS~.JicIenú~mente 6 inconsistenternéñ-"
evoca muchos. niveles de .;;i/?llifi.cactos·y.~ ceD..!.r!- en =- ,. v
_IEuchos puntos..; sg e..spaclOy sus e1ementos se leen- te:,ftrcsllintento de romper con la tradición y ernpe-
a
\ y funcionan de .Y.flri~s_m_ªneras- "la vez. zar todo de nueve idealizaron lo primitivo y elernerj-
r= - f>.ei~~
una.!:'9~itectura-;g~;-ZompJejidad y la con-
\_.tradicción tiene que _seTvIr especialmente al conjun-
tal a expensas de lo variado y sofisticado, Al partici-
Pª[ en un movimiento' revolucionario, aclamaron la
A !9;.-?ll._v_erc!a<!debe estar en su totalidad o en sus novedad __de las funciones -modernas, ignorando sus
í!pplicacio.!l~s. t>ebe- incorporar Ta unidad difícucIe complicaciones. En su papel de reformadores, aboga-
la inclusión e-n vez de la unidad fácil de la exclusión; ron puritanamente la separación y exclusión de los
elementos, en lugar de la inclusión ·de requisitos dife-
~_L.::gá~..E~ es . men()s~-\ .-
rentes y sus yuxtaposiciones. Como precursor del
movimiento moderno, Frank Lloyd Wright, que hizo
")¡ famoso su lema "La verdad contra el Mundo», escri-
bió: "Tuve unas visiones de simplicidad tan amplias
\,{o'.h :'t!\
v""-\!V y grandes y se me aparecieron unos edificios de tal
armonía que ... me convencí que cambiarían y profun-
dizarían el pensamiento y la cultura del mundo mo-
derno. Así lo creí». 11 Y Le Corbusier, uno de los fun-
dadores del Purismo, hablaba de las "grandes for-
mas primarias» de las que decía que eran "diferen-
tes ... y no tenían ambigüedad». 1" Los arquitectos mo-
dernos con pocas excepciones evitan la ambigüedad.
Pero ahora nuestra posición -e·5diferente: "AY miS~
mo tiempo que los problemas .aumentan en cantidad, .
complejidad y difiCufiad también evofti"~i~-nan-má~-
rápidamente que antes» 13 y requieren una actitud se-
mejante a la que--describió August Heckscher: "El
\ ¡ paso de una visión de la vida esencialmente simple
y ordenada a una visión de la vida compleja e iró-
nica es lo que cada individuo experimenta al llegar a
la madurez. Pero ciertas épocas animan este desarro-
llo; en ellas la perspectiva paradójica o teatral, colo-
rea el escenario intelectual.r. El racionalismo nació
ent~ sJwp]ts:ldad y el or~Q., j:2ero el racionalismQ. .¡
resJ!It.~L inade..kuadoencualgJ.JjeLp~dodo deGlgit~ -.
Entonces el equilibrio deJ;>.~sr~ar:§i:. enlQ-º.puesto. La

26 27
paz interior que los hombres ganan debe suponer una una exclusiva, en la Que cabe el fragmento, la con-
tensión entre las contradicciones e incertidumbres ... t~Cción,_laJm.pL@isació~y- a tensiones que,' es:-
. Un.a sensibilidad paradójica permite que aparezcan ~produ<;;..en_ Los maravillosos pabellones de Mies-
umdas cosas aparentemente diferentes y que su in- han tenido valiosas implicaciones para' la arquitec-
congruencia sugiera una cierta verdad». u tura, pero su selectividad de contenido y de len-
Sin embargo, los razonamientos en favor de la guaje son tanto su limitación como su fuerza.
simplificación todavía son normales, aunque son más Me pregunto si son pertinentes las analogías en- .
sutiles que los primeros argumentos. Son extensio- tre pabellones y casas, especialmente las analogías
nes de la magnífica paradoja de Mies van der Rohe, entre los pabellones japoneses y la reciente arqui-
«menos es más». Paul Rudolph ha expuesto claramen- tectura doméstica. Ignoran la complejidad y la con-
te las implicaciones del punto de vista de Mies: «To- tradicción real inherentes al programa doméstico,
dos los problemas nunca pueden ser resueltos ... tanto las posibilidades espaciales y tecnológicas como
Verdaderamente es una característica del siglo xx la necesidad de variedad en la percepción visual.
nersiro-

I
qU(~lo~ ar ui!ectos. sean muy ~ecti~o~a} determinar ~ simp.lic.ació.n-foJ:zada-se transform~n_su
-;- q~e problemas quieren resolver. Por ejeiñplü,lVfies plificación. Por ejemplo, en la Wiley House (1), en
construye edificiosbeIlos sólo-porque ignora muchos contraste con su casa de cristal (2), Philip JOhnSOn~
\ ~pect~s ~~ un e.difi99. ~ resolviese más_ problemas; intentó superar la simplicidad del elegante pabellón. O)
7 ~us edificios .ser~ !JlQcho menos potentes». 1, Explícitamente separó y articuló <das funciones pri- t::j. ~I

01-~
I__
-,\~. 1.a do~tri~a «menos es- más» deplora lél ~0l1l121e-
7JIdad y JustIfica la exclusión por razones expresi-
v~~. Por supuesto, permite que el arquitecto sea
vadas» del vivir, en un pedestal a nivel del terreno,
separándolas de las funciones sociales, abiertas y "'-
situadas en el pabellón modular de arriba. Pero aun
«muy selel~tivo det~rminand? qué problemas quiere aquí el edificio es un esquema demasiado simplifi-
resolver». Pero SI el arquitecto debe «confiar en cado para vivir una teoría abstracta -del «o esto o
su manera de concebir el universo», tal confianza lo otro». ~la simplicidad no funciona, el.xím.
I significa' seguramente que el arquitecto determina Rlismo Iuncicnac.La __simplificación flag.!:.,ante ind}ca ~ ~
( cómo se resuelven los problemas, pero no qué pue- ar uitec urac.blandac-Menos, es- el--abuJ:dmientQ.~"4 '
de determinar qué problemas va a resolver. Sólo El reconocimiento de la complejidad en la ar-:
\ puede excluir consideraciones importantes coneí quitectura no niega lo que Louis Kahn ha llamado
~ nes o __e sep~ar la arqy.itectura -de la ex erienCla «el deseo de simplicidad». Pero la simplicidad esté-
e la vida y_las necesidaqes de la sociedad. Si algu-, tica, que es una satisfacción para la mente, deriva, f'
nos problemas no se ueden resolver, o_puede ex- cuando es válida y profunda, de la complejidad inte-
e: .-""'
'presar COILuJliL_~.!:g~i~ecturainclusiva, en lugar de rior. La simplicidad para la vista del templo dórico]

28 2 29
.s.e-eorrsr-güiome-diaQ.te_las su ti lezas__y_la. preci si.Qn~dg~ que urgieron de una ostentación de la habilidad ma-
su distorsionada geometría y las contradiccjones y__ 1\ al y expresaron una vitalidad derivada del contacto
"-tensiones inherentes en su-orden. El templo dórico ti irecto y de la individualidad del método; ~sta c~a:e
c1Tiuede conseguir una aparente. simplicidad a través ti' omplejidad a través de la exuberancia , quizas
+- -1de una auténtica complejidad. Cuando la compleji- h y imposible, es la síntesis de la arquitectura «sere-
dad desapareció, como ocurrió con los últimos tem- nu». a pesar del superficial parecido entre ellas. Pero
plos, la blandura sustituyó a la simplicidad. -.i la exuberancia no es la característica de nuestro

r~
I
La complejidad no niega la simplificación válida nrt , es la tensióp.~ en l~ga!"ae la «serenidad», la que "\
'que es parte del proceso de análisis, e incluso un

--7l' método de conseguir la misma arquitectura


pleja. «Nosotros su ersim lificamos un hecho., de-
termina o cuando lo caracterizamos desde el pUDtQ
Qe"\;lsta (le un interés determinado».16 Pero esta cla-
com-
aparece como tal.,
Los mejores arquitectos del siglo xx generamen--I
I ' han rec azadü lasimplificación
plicidad a través de la reducción-
-esto-es, la sim- ~
para promover'
la complejidad en el conjunto. Son ejemplos las obras
, se eslmPlificación es un método en el proceso le Alvar Aalto y Le Corbusier Tqiiíén a menudo ig- I
analítico de conseguir un arte complejo. No debe nora sus escritos. polémicos). Pero las característi-
confundirse con un objetivo. 'as de corriplejidad y contradicción en sus obras se
Sin embargo, una arquitectura de la compleji.dad ignoran o se entienden mal. .Por ejemplo, los críti-
y la contradicción, no quiere decir un expresionismo 'os de Aalto lo han alabado principalmente por su
pintoresco o subjetivo. Una falsa complejidad ha sensibilidad a los materiales naturales y por sus be-
replicado recientemente a la falsa simplicidad de llos detalles y han considerado el conjunto de la
una primitiva arquitectura moderna. Fomenta una omposición premedi tadamen te pin toresca. Yo no
arquitectura pintoresca simétrica -que Minoru Ya- considero pintoresca la iglesia de Imatra de Aalto.
masaki denomina «serenav=-, pero representa un for- Al traducir sus volúmenes la auténtica complejidad
malismo nuevo tan desconectado de la experiencia le una planta dividida en tres partes y la forma del.
como el antiguo culto a la simplicidad. Sus compli- lecho acústico (3), esta iglesia supone un expresionis-
cadas formas no reflejan auténticamente los progra- rno justificado" diferente del pintoresquismo delibe-
mas complejos, y su complicada ornamentación, aun- . rado de la estructura y de los espacios dejados al
que depende de las técnicas industriales en su eje- azar de la reciente iglesia de Giovanni Michelucci
cución, es fríamente reminiscente de formas original- en la Autostrada del Sole (4). La complejidad de Aalto
mente creadas .por técnicas artesanales. Los adornos forma parte del rograma y -estructura dél conjunto ,_
góticos y la rocaille rococó no solamente eran expre- en lugar-de ser un ardid justificado sólo 'por el deseo
sivarnente válidos en relación con el conjunto, sino de expresió~ Aunque ya no discutiremos más so-

30 31
~/------.."..~
bre la primacía de la (torma o la unCJ:gn (¿ cuál
~ sigue a cuál P), no podemos ignorar ~ ~.t;l.:!el'dep<:"I)-
\ dencia.
y El,deseo de /una arquitectura compleja, COn sus
consiguierifés corlfraClicciones;-no es solamente una
reacción contra la banalidad o belleza de la arqui- _ /
tectura actual. Es una actitud común en los perío- 3, La ambigüedad
dós manieristas: el Siglo XVI en Italia o el período
helenístico en el arte clásico, y es también una ten- Mientras la segunda clasificación de comp~idad
dencia continua que se contempla en arquitectos tan y contradicción en arquitectura se refiere a 1 fo~ /
diferentes como Miguel Angel, Palladio, Borromini, y conten~ en cuanto son ~re~iones del Qro~ "'"
Vanbrugh, Hawksrnoor, Soane, Ledoux, Butterfield, ma y extructura, la primera trata del medio y se
algunos arquitectos del Shingle Style, Furness, Sull!-~, refiere a una paradoja intrínseca a la percepción y
van, Lutyens y recientemente en Le Corbusier, Aaltó, . \1 proceso de significación en el arte: la complejidad
Kahn y otros. la contradicción como resultado de la yuxtaposi-
Hoy esta actitud es otra vez pertinente, tanto al .ión de lo que una imagen es y lo que parece. Jo-
medio como al programa arquitectónico. scph Albers la llama <da discrepancia entre el hecho
Primero, el medio de la arquitectura debe ser f'ísico y el efecto psíquico», una contradicción que
reexaminado si debe expresarse tanto el campo de , «el origen del arte». Y, realmente, la complejidad
acción mayor de nuestra arquitectura como la com- le significado, con la ambigüedad y tensión resul- •
plejidad de sus objetivos. Las formas simplificadas rante, ha sido reconocida generalmente por la crítica
I [ o superficialmente complejas no funcionarán.: En su lel arte como una de las características de la pin-
~ I lugar, debe ser una vez más reconocida y ut ilizada tura. El expresionismo abstracto tiene en cuenta la
a variedad inherente a la ·moigüedaa ..... de la 'percep- irnbigüedad de la percepción, y la base del Optical
"\ ción visual. -- Art es cambiar las yuxtaposiciones y las dualidades
1 ~ Segundo, deben reconoc~rse las .eomplejidades irnbiguas relativas a la forma y expresión-s'I'ambién
\ <;<.reclentesde nuest~:o~.J~!oble.!Dasfuncionales . .Me re- 1 s pintores Pop han usado la 'é@lbigüe_d;o¡)<il tanto
~ ~
hiero, desde luego, a esos programas característicos para cre~ contenido paradój~mo_para-utili--
{te nuestra época que son complejos por su campo de zar las posibilidades de la percepción. / -/
-Iacción. tales como los laboratorios de investigación, También en literatura los críticos han estado di s-
~os hospitales y, especialmente, los enormes proyec- 1 uestos a aceptar la complejidad y la contradicción.
tos a escala urbana+Pero aun la casa simple, como , mo en la crítica arquitectónica, hacen alusión a
-campu;-eSCOrñpleja en propósitos sise expresan las una época manierista, pero se diferencian de los crí-
ambigüetlatles e la experiencia-contemporánea. Este Ii os de arquitectura en que reconocen una tenden-
eontraste entre medios y objetivos de un programa cla «manierista» continua en determinados poetas
es significativo. Por ejemplo, .aunque los medios im- y algunos.. desde hace mucho tiempo, han recalcado
plicados en el programa de un cohete para ir a la 1 IS características de la contradicción, de la para-
luna son casi infinitamente complejos, su objetivo doja y de la ambigüedad como básicas .en la poesía,
es simple y contiene pocas contradicciones; aunque ti igual que Albers lo hizo en la pintura.
los medios implicados en el programa y estructura Eliot consideró el arte elizabethiano como «un
de los edificios son más simples y menos sofisticado s u-te impuro», 17 en el que se emplea la complejidad y
tecnológicamente que casi cualquier otro proyecto de I ambigüedad: «En una obra de Shakespeare, dijo,
ingeniería, el propósito es más complejo y a menudo , obtienen varios niveles de significado»;" y' en
inherentemente ambiguo. /' I'lIa, según palabras de Samuel Johnson, «las ideas

32 VIIN"'U'II - 2 33
9. í Residencia en Chestnut Hill, Pa., Venturi y pe12dientes que entierra estas complejidades y dis-
Rauch, 1962 (305-316). torsiones- es _sencilla y regular: representa la es-'
sala pública de una casa. La fachada delantera, coO
Este edificio admite complejidades y contradic- sus' combinaciones convencíonaies de puerta, venta-
nas, chimenea y remate angular del tejado, crea una
e
ci nes: es comp-lejo y slfnpre, abierto y ceria~ gran.;
ae y pequeño; algunos de sus elementos son buenos imagen casi simbólica de una casa. . '1 - \
a un nivel y malos a otro; su orden integra los ~e- La contradicción entre el interior y el exterior,' I
mentas genéricos de la casa en general y los ele- sin embargo, no es total: en el interior la planta
'"íTIeirtOscircunstanciales de una casa en particular. como un todo refleja la regularidad simétrica del
-ConsigUe la difícil unidad con uñnúmero medio de exterior;\f~ el ex.:terior, las perforaciones en los af.,
partes diversas en vez de la unidad fácil con unas zados ~reg<jan las distorsione~ circun~tanciales del
Rocas o muchas partes forzadas. interior.yRes~ecto al interior, la lanta es simétrica
"" . Los espacios interiores. tal y como están repre-
i
<.:>!jgi.,~jhnente~ un~ntr<2. vertiG~I_del que irra-.
sentados en planta y sección, son co~lejos y est@ ~2.. ~ros aiagonal_es casi simétricos ue se-
distorsionados ,_en.sus f<;>rmase interrelaciones. Co- -paran dos espacios t rmin lesaelanteros de un es- c...' - J __
pacio mAyor centr:.0 traseIo.. SÍn embargo,"""esta:rigi- ~
\ rreSponden tanto a las complejidades 'intrínsecas
del programa doméstico como a algunas fantasías dez casi Palladiana y simétrica:-está dÍstorslonada
--apropiadas ~a¿a una casa individual. Por otr,a par- para adaptarse a las necesidades articulares de los
\¿e, la forma exterior -al estar representada por la espacios: por ejemplo, la "2óci a. a la derecha varía
pared rematada con un parapeto y la cubierta a dos respecto a la habitación a la izquierda.

305 307

308

306
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194 195
'[ Un tipo de adaptación más violenta se da en ~l cas del espacio de la entrada, que- es la transición
(núcleo central. Dos elementos verticales -la Chl-' entre la gran abertura exterior y las puertas de en-
me~ea y la escalera- compiten, P?r así decirlo, por trada interiores. El espacio de la entrada también
la posición central .. Y cada uno de est?s elementos, compite por la posición central. La escalera, consi-
.uno esencialmente sólido, el otro esenClal~~?te hue- derada como un elemento en sí mismo por su torpe
[
co hace concesiones en su forma y posición: esto espacio residual, es mala; sin embargo, en relación
'es' se, inflexioOél uno hacia el otro para hacer una con su posición en la jerarquía de usos y espacios
u~idad de la dualidad del centro que constituyen, es un fragmento apropiadamente adaptado a un
Por una parte, el hogar se deforma y se desplaza todo complejo y contradictorio y como tal es bue-
un poco, como lo hace su chimenea: por otra p~r- na. Todavía desde otro punto de vista su forma no
te la escalera contrae de repente su anchura y dis- es torpe: en la parte baja de la escalera hay un sitio
torsiona su trayecto por causa de la chimenea, tanto para sentarse como para subir y poner objetos
- Este núcleo hace de centro de la composición a que más tarde hay que subir. Y esta escalera, como
este nivel; pero en su base, es un elemento residual las de las casas del estilo Shingle, también quiere
dominado por los espacios que lo rodean. En el lado ser más grande en su base para adaptarse a la es-
de la sala de estar la forma es rectangular y para- cala mayor de la planta baja. La pequeña «escalera
lela al orden rectangular importante del espacio que no va a ninguna parte» del primer piso de
que hay allí. En el lado de la parte delantera está igual manera se integra torpemente al espacio re-
formada por un muro diagonal que se adapta a las sidual del centro: a un nivel, no va a ninguna parte
necesidades direccionales también importantes y úni- y es caprichosa; a otro nivel, es como una escalera

311 312 313

197
contra una pared desde la que se puede limpiar la de estos tres estratos yuxtaponen aberturas de dife-
alta ventana y se puede pintar la claraboya. El cam- rente tamaño y posición, Se forma un espacio en
bio de escala de la escalera en este piso contrasta estratos más que un espacio interpenetrado. '
aún más con el cambio de escala en sentido inverso La casa es a la vez grande y pequeña, con lo que
en' la planta baja.
quiero decir que es una casa pequeña con una es-
Las complejidades y distorsiones arquitectónicas
cala grande, En el interior los elementos son gran-
del interior se reflejan en el exterior. Las direreQ-
des: el hogar es «demasiado_.gran~y la re jsa
tes localizaciones, tamaños y formas de las y'eI2.~~ «dem1is"'atlo a la» paTIlel---¡-amaño de la habitación;
"nas y- dé'Tas peIforáciones d~ los-muros extl2ri~re, las uertas SüñañCli.ás-:- el respaldo de lasilla áIto_
así como la localización descentrada de la chime- Otra-:";;;a~ifestación de la gran escala del interior
rlea~contradicen la simetrIag obal de Ja fOññ" e.-
es el mínimo de subdivisiones del espacio, también
¿-terror- En la fachada delantera las ventanas están
por razón de economía la planta reduce al mínimo.
equilibradas a cada lado de la puerta de entrada que
el espacio puramente' de circulación: En el exterior
domina y del elemento chimenea-lucernario y en la las marutestaciones de gran escala se dan en los 'ele~
fachada trasera de la ventana de media luna y, sin mentas principales, que son grandes y redUCIdos en'
embargo, son' asimétricas. Las protuberancias sobre número -S;.entra"Ieso simétricos en posición, así
y detrás de los rígidos muros exteriores también re- como en la- simplicidad y regularidad de la for:ma y
flejan la complejidad interior. Los muros _d~la parte de la silueta del conjunto, que ya he descrito, En
delantera y de la parte trasera terminan en' un pa- la parte trasera, la ventana de media luna es grande
- ra'peto para recalcar su p-ª.pel de pantallas detrás de
y domina por su forma y posición. En la parte
las cuales estas complicaciones interiores pueden delantera, la galería de la entrada es ancha, alta y
asomarse, Las entradas de las ventanas y del porche central. Se acentúa su gran escala por el contraste
ae los costados, en todas las esquinas menos en una, que se produce con las otras puertas, más' pequeñas
aumentan las características de pantalla de los mu-: en tamaño, pero similares en forma; por su poca
ros delantero y trasero, de la misma forma que lo
profundidad para su tamaño; y por la posición 're-
hacen los parapetos en sl} P1arte superior. guiar de la entrada interior detrás de ella, También,
Cuando llamé a esta~s, ~erta y cerrada, lo
misp(o que ~~8Uª s. c~preja, me e,staba re-firien-
do a estas características contradictonas de los mu- 314 315
ros" exteriores; Primero, sus parapetos: lomismo
que la pared 'de la terraza5üpeúor de-la parte tra-
sera; acentúan la sensación de espacio cerrado hor i-
zontal, pero permiten crear una expresión de aber-
_ tura detrás de ellos en la terraza super~r, y encima
de'ellos en la protuberancia d~ la chimenea-Iucer-
~Segunao:-r~¡-forma reguar deLos~rñllios .erí,
I?lanta acentúa -tctsensaci<?~ de espacio cerrado ,rigi-
-du~aun-que las grandes a6erturas, a menudo s.2.t!l~
aa:s~p:recariamente cerca de las esqilln~ tra icen_
Ja" eX¡2ce_sión-de--espacio_ceLDlfu:>.Esta m~nera de
I tratar los muros -estratificados para defimr un es,
I pacio cerrado aunque agujereados para dar abertu-
I ra-se da elocuenternente, en el centro de la fachada
,1 delantera donde el muro ~ext~rior está superpuesto'
I a otros dos muros que cobijan la escalera, Cada uno
11

198
199
La composicion abstracta de este edificio com-
la moldura de madera aplicada sobre laLpuert~n- _ bina casi de igual manera los elementos rectangu-
Ci'eméñta su escala. El zócalo aumenta la escala-de lares, diagonales y curvos. Los rectángulos se rela-
edificio - porque es ~alto de lo que se esp~r~ cionan con el orden ~dominante de l.os espacios en
Ta~b-ién-estas rñofduras afectan de otra manera a planta y sección. ,-Las diagonales .se relacionan con
la escala: hacen 10"5 muros de estuco aún más abs- el espacio direccional de la-entrada, con las relacio-
tractos y la escala, que normalmente qu~da dete,r- nes particulares de los espacios direccionales y no
I minada por la naturaleza de los materiales, mas direccionales dentro del rígido espacio cerrado de
ambigua o indefinida. .. la planta baja y con la función de cerrar y de pro-
II 1 . La principal razón de la gran escala es equili- teger de la lluvia de la cubierta. Las curvas se rela-
brar la complejidad. La complejidad en combinación cionan con las necesidades espacio-direccionales de
con la pequeña escala en edificios pequeños signi- la entrada y de la escalera exterior; con las necesi-
fica actividad. La gran escala en el pequeño edificio, dades espacio-expresivas en sección, del techo del
como las otras compleJidades, consigue una tensión comedor, que es contradictorio a la pendiente exte-
más que un nerviosismo, una tensión apropiada rior del tejado; y con el simbolismo de la entrada
para esta clase de arquitectura. ,. y su gran escala, que se produce por las molduras
El emplazamiento de la c:asa es un solar mtenor del alzado delantero. La exce ción de la lanta se
~., abiertocy cercado en sus límites por árboles halla en la o ortuna columna de soporte que con-
y vallas". La casa se levanta cerca del centro~. como gasta con la estructura d-e-rrrrrrn-Lle car~._e COfr
un pabelló'n,-sin ninguna plantación cerca. El eje de J 'cln to. Es tas cO!!!.2iI!.é.l_CIQ.!2~ as..no ,.Sonsiguen
_<::.ompleJ
la carretera perpendicular al centro de la casa se a fácil armonía de unas Rocas partes forzadas-Da-
desvía por la' situación accidental de la alcantarilla a as en la exclusión, éS'tOes,basadas-eñ el «meJlº-s':'
principal. en el borde de la calle. et!iás,:.-- En
~ .
vez e -esto- o tÍt'mrn-la....ailicirunidad
~~
de u _núme.[.Q-[.ll.ea·ie -de partes di ersas ba~~Ldasen
a inclusión .y_e1l-1~aceplac.iQ1l A~_ la diversidad .~
316 _exp~i,g¡;¡c.ia .»

10. Concurso para una fuente, Fairmount Park


" Association, Filadeljia, Venturi y Rauch, Denise
Scott Brown, 1964 (317-322). .

E-sta fuente debía levantarse dentro de la man-


zana libre que pone fin a. la Benjamín Franklin
Parkway y que está situada delante del Ayuntamien-
to. La manzana es la típica de la planta en cua-
drícula del centro de la ciudad y está rodeada de
calles con gran cantidad de tráfico local. Más allá,
excepto a lo largo de los ejes que atraviesan la
Parkway, se asoma una mezcla de' altos edificios de
oficinas. El interior de la manzana, que es casi cua-
drado, contiene un pabellón redondo llamado Cen-
tro de Información. El trazado del jardín y del pa-
vimento, incluyendo los 27 metros de diámetro del
estanque de la fuente, se establecía en el programa
del concurso. La Benjamín Franklin Parkway es un

201
l' 200

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