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Una nueva filosofía ante la vida y la muerte

JORGE A. LIVRAGA RIZZI

Filosofía significa "amor a la sabiduría o el conocimiento". Es una ruta iluminada por el


sol de la verdad. Todo aquello que no responde a esta característica esencial no es
filosofía, sino simple especulación y repeticiones alternativas de lo que otros dijeron,
aprovechando las viejas enseñanzas tanto como se alimenta la cuchara y gusta de la
sopa en la cual se sumerge.

Vida y muerte son las dos caras de la Vida-Una. Quien ni siquiera se haya apercibido
de esto, no se llame ligeramente "filósofo" pues no habrá ni empezado a caminar por
el Sendero Ascendente.

 
Nueva Acrópolis más que una asociación cultural es un movimiento filosófico que se
fundó con este principal objetivo: llevar a una realidad viva el “conocerse a sí mismo”.
Éstos son puntos de partida; lo malo es que la mayoría de las personas se queda en
ellos toda la vida y lo peor es que hasta llegan a olvidarse de algunos a medida que
envejecen y se "aburguesan".

Nueva Acrópolis propone reabrir los cauces de la filosofía clásica; la única que halló
verdades luego mil veces repetidas y no cayó en cursilerías de moda ni sirvió de
instrumento a la ignorancia ni a la amenaza de los brutos. Sócrates es testigo. Nuestra
filosofía no es contemplativa, pseudo-orientalista, sino una manera ardiente de encarar
la vida y el enigma. El ser humano debe comprometerse firmemente con su destino
histórico, con sus antecesores divinos, con su momento actual, con el futuro. Debe ser
como barca que con remos potentes escala la corriente de la vida, y no como amasijo
de brizna y basura que es arrastrado sin libertad ni honor al lugar en que las cosas se
pudren. Nuestra filosofía es una filosofía de acción en todos los planos a que puede
acceder la conciencia, pero no por los frutos de esa acción sino por la acción en sí,
pues nos realizamos y nos gozamos en esa acción que nos mantiene eternamente
jóvenes, concientes de nuestra inmortalidad y de nuestra alegría de vivirlas de instante
en instante.

¿Que el mundo es ilusión?… Lo sabemos… Pero como también esta definición está
en el mundo, será asimismo ilusoria. La llamada "ilusión" por los "orientalistas" no es
más que la realidad en uno de sus tantos aspectos o facetas que colorean la luz. La
hipótesis de la "ilusión" versión muy pobre y deformada del "maya" de los antiguos
indos- idiotiza a muchos que llegan a creer que en alguna parte no está Dios, por
ejemplo en la ilusión. Si ello fuese cierto, la ilusión limitaría a Dios o a la realidad, cosa
que es una necedad filosófica digna de quien no sabe ni manejar el más simple de los
silogismos.

Observando los ciclos naturales, al ver el eterno retorno de las cosas: desde las aguas
de las nubes al mar y del mar a las nubes, hasta la sucesión de días y de noches y de
las estaciones del año, percibimos claramente una unidad de destino de la naturaleza
y una marcha constante y segura según un plan preestablecido. Dentro de ese plan
está el ser humano. Él también nace y muere… y vuelve a nacer… y vuelve a morir.
Así de simple y así de cierto.

Todas las antiguas escuelas esotéricas lo afirmaron y todas las religiones lo


sustentaron al principio cuando sus fundadores irradiaban la luz de Dios sobre los
hombres. Algunas conservaron a nivel popular remedos más o menos deformados de
esa ancestral doctrina y otras la sepultaron en sus "libros prohibidos" y "evangelios
apócrifos"… que se preocuparon de conservar en sus laberínticas bibliotecas por si el
momento se volviese oportuno a la reutilización de esos argumentos "malditos". Es
que, para ganar adeptos, muchos credos utilizaron el camino de prometer mucho
pidiendo muy poco… Y para esa política no convenía mantener el conocimiento
popular de la reencarnación, pues ese conocimiento muestra un camino largo,
tortuoso, donde impera la Ley de Causa y Efecto y donde no se puede comprar
absoluciones ni regalarlas a los personajes notables. El que se equivoca, paga su
error, sea rey o mendigo. Y el primero lo pagará más caro, pues se supone que un rey
tiene mejores oportunidades que un mendigo… Toda corona es de espinas…

Esta nueva filosofía liberará del miedo a la muerte a millones de personas, como ya lo
ha hecho con miles, crean en lo que crean y trabajen en lo que trabajen y sean lo que
fueren. Es la antigua savia de vida que vuelve a subir por el reseco árbol de la
Humanidad. Y habrá flores y habrá frutos. Y habrá nidos y nuevos pájaros gorjearán
en los nuevos amaneceres, pues el sol ardiente de la vida se vuelve a levantar, lenta
pero inexorablemente.

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